![]() ![]() POR ZIMBABWE Y BOTSWANA, DE NOVATOS EN EL AFRICA AUSTRAL ✏️ Blogs de Africa Sur
Viaje distinto a todos los demás que hasta ahora habíamos realizado. Un viaje sobre el que teníamos ciertos temores pero que nos fue enamorando día por día, asombrándonos a cada poco. Un viaje dinámico y cambiante pese a lo repetitivo de algunas actividades. Lleno de vivencias y sensaciones no experimentadas anteriormente. Nos ha creado otros puntos de vista de viaje y expectativas de viajes futuros.Autor: Alejandria Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (21 Votos) Índice del Diario: POR ZIMBABWE Y BOTSWANA, DE NOVATOS EN EL AFRICA AUSTRAL
01: INTRODUCCION
02: Viaje y llegada al PN de Hwange
03: Safari diurno y nocturno en Parque Nacional de Hwange
04: Nos vamos al PN Matobos
05: Explorando el Parque Nacional de Matobo
06: Cruce de Zimbabwe a Botswana. Nata, santuario de aves
07: Makgadikgadi Pans: entre boabads, suricatos y noche en Ntwetwe Pan.
08: Parque Nacional de Makgadikgadi. Migración en el río Boteti
09: Traslado a Maun. Nos adentramos en el Delta del Okavango
10: En el corazón del Delta del Okavango. Safari a pie, mekoro, poblado Xaxaba
11: Vuelo sobre el Delta del Okavango. Llegamos a Moremi.
12: Dejamos Moremi y nos vamos a Savuti, (Parque Nacional de Chobe)
13: PN Chobe. De Savuti a Kasane. Crucero río Chobe.
14: Victoria Falls. Vuelo en helicóptero.
15: Cataratas Victoria. El humo que truena nos envuelve.
16: EL LARGO VIAJE DE VUELTA A CASA
Total comentarios: 30 Visualizar todos los comentarios
Etapas 13 a 15, total 16
![]() PN Chobe. De Savuti a Kasane. Crucero río Chobe.8 de agosto. Dejamos Savuti pero seguimos dentro del PN de Chobe. Entraremos por la zona de Serondela hasta Kasane en donde pernoctaremos y haremos un crucero por el río Chobe. Levantada a las 5, desayuno 5:30 y a las 6:30 estamos ya de salida. Tenemos por delante un gran recorrido hasta Kasane. De primeras tenemos aún un buen trecho que recorrer dentro de Savuti por sus características pistas arenosas. Pero antes de tomar el camino de salida damos una vuelta por la zona de safari de la tarde anterior pues han recibido un aviso de avistamiento de leones. Al final se queda en nada. Luego por el camino tuvimos ocasión de ver algunos ñus, cebras y calaos. Sin posibilidad de hacerles foto porque ya habíamos cogido la directa. Abandonamos la zona de Savuti por la puerta norte de Ghoha. Pero aún continuamos en el parque nacional de Chobe. Aprovechamos para hacer una parada técnica mientras los coches se registraban. Esta puerta de Ghoha fue construida nueva en 1999. Por los alrededores se puede ir viendo distintas colinas, no muy altas, que resaltan en medio de un paisaje tan plano. Son las Ghoha Hills, (también se ven escritas como Gcoha Hills), con bastante vegetación e incluso baobab en sus laderas. ![]() ![]() La pista de tierra ahora es mucho más ancha, aunque sigue siendo arenosa. Comparada con los estrechos caminos de Savuti, hasta se podría decir que es como una avenida. Creo que no he comentado que en Botswana y Zimbabwe se conduce por la izquierda. Pues en esta pista tan amplia cada vehículo conduce por dónde la arena es más firme y existen menos rodadas. Conservando, eso sí, un cierto orden y respetando al que viene de frente. En la misma pista, en el centro incluso, se pueden ver de vez en cuando árboles que han sido respetados cuando trazaron la misma. Son árboles de teka africana, un árbol protegido. ![]() ![]() Desde que salimos de Ghoha Gate vamos bordeando el gran espacio que es Chobe Forest Reserve, el bosque de Chobe. Al ser una reserva y no parque nacional, tiene un par de concesiones en las que se permite la caza y la ganadería. Una caza controlada y de alto “nivel” en los que las cámaras fotográficas se sustituyen por rifles y miras telescópicas. Dentro del mismo abundan los mopanes y las tekas africanas. El bosque quedaba a nuestra derecha. A la izquierda se iban alternando la sabana arbórea, grandes extensiones de sabana amarillenta en la que, en ocasiones, resaltaba algún núcleo o aglomeración de árboles. A una de estas “islas” de vegetación le suelen llamar la isla Livingstone, porque allí se alojó el explorador cuando viajó por esta zona. En esta misma isla estuvo también alojado Xavier Moret cuando recogía información para su libro “A la sombra del baobab”. Nuestra siguiente parada fue en el poblado de Kachikau. Paramos para comprar algunas bebidas que ya hicimos de forma individual habida cuenta que esa noche dormíamos en Kasane, las acampadas se habían acabado. Y casi que el viaje también, estábamos en la recta final. En este poblado tan solo había un par de tiendas, con no mucho surtido. El carril de tierra se había acabado, quedaban 95 km. a Kasane, ya por carretera asfaltada. Kilómetros más adelante se pasa por el pueblo de Kavimba, reconocible por sus dos baobab junto a la carretera. A partir de aquí ya se puede ver el río Chobe y en la orilla opuesta del río, Namibia. ![]() ![]() Los paisajes se van animando con gran aparición de las acacias paraguas, acacias tortilis con ramas muy espinosas, y algunos baobabs. Y por supuesto con las panorámicas del trascurrir tranquilo y de los meandros del río Chobe. ![]() ![]() ![]() Hasta la Ngoma Gate se pasan otros poblados como Mabele y Muchenje. Es la puerta que se encuentra más cerca de Namibia. Pasado Muchenje la carretera por la que circulamos se separa del río y se incorpora a la A33 en las proximidades de Ngoma Gate. La A33 lleva hasta Kasane, por la vía rápida, lejos del río. Permanecimos en ella un rato y luego nos desviamos hacia la zona de Serondela, avanzando en vertical a esta carretera, en dirección al río. ![]() El área de Serondela o la zona frente al río Chobe, es la zona que delimita el río Chobe con la carretera que une la puerta Ngoma con Kasane. Es la parte más visitada del PN de Chobe por su proximidad a Kasane y concentración de fauna, favorecida por la abundancia de agua permanente durante todo el año. La zona se caracteriza por sus llanuras aluviales y variedad de vegetación, denso bosque de grandes árboles, vegetación de rivera, zonas pantanosas o anegadas, diversos tipos de arbustos…. Al inicio de este recorrido nos topamos con una pequeña manada de elefantes. Un elefante mamá, y otro adulto, que estaba con sus retoños bajo la sombra de un árbol. Los pequeños se encuentran tumbados en el suelo, parecen agotados o acalorados. ![]() Estamos muy cerca de ellos. El elefante adulto que nos está mirando tiene como una raya oscura, entre el ojo y la oreja. Parecía como un reguero de sudor. Se nos encomendó absoluto silencio dado nuestra proximidad. De pronto el guía pone en marcha el coche y nos retiramos rápidamente. La raya oscura que tenía el elefante adulto (que yo iba a preguntar a que se debía), denotaba gran estrés y era un signo claro de alarma. El estrés podría ser por el agotamiento, el calor o nuestra proximidad. ![]() Pronto llegamos a una zona de picnic situada algo por encima del río, pero con vistas al mismo. Es una zona habilitada para picnic y provista de mesas para ello, además de zona de baños, llamada Serondela Picnic Spot. Tiene bonitas vistas del río, el cual se haya hundido unos 3 o 4 metros por debajo, y algunas sombras para mitigar el calor. Lo negativo es que en ella hay bastantes monos que no dejan de molestar y con los que hay que tener mucho cuidado porque al menor descuido roban lo que pueden. Aquí fue donde tomamos nuestro almuerzo consistente en dos tipos de ensaladas, de zanahoria y remolacha y de patatas. Sería como la una de la tarde. ![]() ![]() Con prontitud nos pusimos de nuevo en marcha, circulando por esta zona frente al río, obviando la vía rápida, aunque esto suponía volver a los caminos de arena. Como a unos 10 kilómetros del sitio de picnic hay una desviación al lujoso Chobe Game Lodge. De los pocos que hay dentro mismo del parque. Además de exclusivo tiene en su haber que en el mismo se celebró la segunda boda de Liz Taylor y Richard Burton, en 1975. Además de que aquí pasaron su luna de miel. También que es el lodge que más mujeres tiene como guías y conductor de safaris en 4x4. Que Chobe tiene la mayor concentración de elefantes del parque, y quizá de África, se puede comprobar con facilidad. Los elefantes aparecen por todos lados, ya algunos ni los fotografiamos. También influía el hecho de que no íbamos tranquilamente de safari, había prisa por llegar pronto al hotel ya que había concertado un crucero por el río. ![]() ![]() En el trayecto pudimos ver, además de elefantes, hermosos ejemplares de kudu, algunos papiones, impalas......., ![]() ![]() ![]() Y jirafas....., bastantes jirafas. ![]() ![]() ![]() Yo al menos eché de menos un tranquilo y reposado safari por esta zona. No solo por ver de forma más reposada la gran cantidad de fauna, sino también por las preciosas vistas que del río había. ![]() Terminamos el recorrido saliendo del parque por la Sedudu Gate. A las 14:30 estábamos en el hotel. El crucero estaba previsto a las 15:00. Nuestro hotel en Kasane era estupendo, el Cresta Mowana Safari Lodge. Nada más entrar nos reciben con un refresco y se hacen cargo de nuestro equipaje pues no tenemos tiempo de que nos den las habitaciones. El hall es muy bonito y en el centro hay un gran baobab. ![]() Llevamos cinco días desconectados, sin teléfono, sin wifi… En cuanto nos hacemos con el wifi del hotel los móviles echan humo. El mío se quedó bloqueado un par de horas de tanto mensaje como le entró.. El hotel se encuentra situado justo a la orilla del río Chobe y con un embarcadero propio al cual nos dirigimos enseguida pues la barcaza nos estaba esperando para iniciar el crucero por el mismo. Hay una guía del hotel que va dando las explicaciones en inglés y tiene barra libre de refrescos y algunos snacks. El barco no es muy grande y vamos los del grupo y algunos pasajeros más. Nos adentramos en la gran extensión de agua que forma el río en esta zona. Formando una frontera natural entre Botswana y Namibia. El río Chobe nace en las tierras altas de Angola (al igual que el Okavango), fluye hacia el sureste formando una frontera de 225 km. entre Angola y Zambia, con el nombre de Kwando. Cruza la Franja de Caprivi en Namibia y antes de llegar a Botswana cambia de rumbo al encontrar la línea de falla del sur del Valle del Rift. En Botswana recibe el nombre de Linyanti, luego Itenge y cerca de Ngoma Gate pasa a llamarse Chobe. Más tarde se unirá al Zambeze en la zona conocida como Kazungula. A partir de Ngoma Gate es cuando el río se remansa y a veces parece fluir al revés. A su paso sustenta una exuberante flora que atrae a gran número de animales a la zona. Alberga la mayor concentración de elefantes del país y una de las mayores, sino la más, de toda África. Las cifras del número de elefantes varia, dependiendo de la fuente, se habla de 70.000, 90.000, 120.000 ejemplares. A nosotros llegaron a decirnos que casi 150.000. Nos desplazamos lentamente por las aguas calmadas y remansadas del río. A nuestra izquierda densa vegetación de rivera en la que se van intercalando algunos embarcaderos. A nuestra derecha islas que se forman en el cauce del río en las que se mezcla la vegetación densa con espesos pastizales de hierba alta, papiros y cañas. Aún no se distinguen animales, salvo algunas aves volando. ![]() ![]() ![]() Se llega a una caseta situada junto al río en la que hay que registrarse. Y realmente es a partir de aquí cuando comienza el safari en barco. ![]() Va rodeando varias islas planas y cubiertas totalmente de hierba verde y fresca. Y por supuesto lo que vemos en la primera es una manada de elefantes. Hartándose tranquilamente de hierba. Cuando lo consideran oportuno se retiran cruzando el río con la misma facilidad que si caminaran en tierra firma, usando su trompa a modo de periscopio. Ya lo habíamos visto en el Delta del Okavango. Dicen que los elefantes de la rivera del Chobe tienen los colmillos más pequeños y frágiles debido al tipo de alimentación. ![]() ![]() ![]() ![]() En las orillas del río, y sobre todo en las islas, aparecen humedales y marismas que son propicios como criaderos de peces y son un hábitat excelente para muchas aves. Se tienen censadas unas 450 especies. Son muchas las aves que podemos ver en el recorrido. ![]() ![]() Gansos espolonados, anhinga africana o pájaro serpiente. Destacan por su delgado y largo cuello, cuando se desplazan el cuerpo permanece sumergido y solo sobresale el cuello, recordando a las serpientes. ![]() ![]() Garzas, cigüeñas, gallinas de guinea, rayadores africanos, jacana africana. De todo esto vimos y algunas especies más que no recuerdo su nombre o, simplemente, lo desconocemos. ![]() ![]() ![]() ![]() Cocodrilos vimos varios. El barco se acerca bastante y los podemos ver bien cercanos. ![]() ![]() Son magníficos cocodrilos del Nilo que se encuentran tomando el sol con aparente tranquilidad. Su coloración de bronce y el amarillo de su vientre brillan con el sol. Su pose es engañosa, no hay más que mirar los colmillos que sobresalen de la boca. ![]() ![]() Hipopótamos medio sumergidos, con la cara cubierta de barro. Suelen estar casi siempre sumergidos y solo se les ve las orejas y el lomo pardo que a veces se confunde con alguna roca. Al atardecer suelen salir de su baño de agua para comer otra hierba que no esté bajo el agua. ![]() En una de las islas convive una manada de búfalos cafre con impalas. Son muchos los búfalos que se encuentran pastando sobre varias islas. En una de ellas había un pequeño grupo tranquilamente sentados y delante de cada uno de los búfalos una pequeña garza que parece vigilar no se sabe qué. ![]() ![]() Otro gran grupo de búfalos se extiende por una isla un tanto especial. Se trata de la isla llamada Sedudu en Botswana, y Kasikili en Namibia. Esta isla fluvial de 5 km2 de superficie tiene su particular historia. Su propiedad fue objeto de disputa entre Namibia y Botswana y en 1999 la Corte Internacional de Justicia dictaminó que era propiedad de Botswana. Y por ello tiene plantada en su centro la bandera de Botswana, para que no haya ninguna duda. El tribunal aseguró que el canal norte del río Chobe debe considerarse el canal principal y por tanto debe marcar la frontera. La isla de Sedudu se encuentra al sur de este canal. Al otro lado la Franja de Caprivi de Namibia. Aquello no es parque nacional y en sus orillas se puede ver ganado pastoreando, contrastando con la abundancia de animales salvajes en esta otra orilla. ![]() ![]() No solo hay muchos animales en las islas del río, en la orilla parece que se acumulan aún más. Se acerca el atardecer y los animales bajan a beber al río. Hay abundancia de herbívoros, elefantes, grupo de kudus hembras, muchos impalas, jirafas que se van acercando en pequeños grupos… ![]() ![]() ![]() Una primera jirafa se acerca al borde del agua, a punto de beber…., algo la alerta y recupera su posición erguida ya que la pose que tiene que usar para poder beber la hace ser muy vulnerable. A ella y otro grupo de jirafas que van bajando por la pendiente, se vuelven todas dirigiendo su mirada hacia la espesura. No sabemos que las ha alertado, pero inconscientemente nos hacemos ilusiones. A quien temen las jirafas?.... Nos quedamos sin saber que las había asustado. La alarma resultó falsa y poco a poco se fueron acercando a beber. ![]() ![]() ![]() Por detrás de los animales se veían pasar jeep de safaris. Me hubiera encantado poder hacer un safari de esos completo. Como ya comenté, el que habíamos hecho por la mañana fue muy deprisa al formar parte de una etapa de traslado. Comenzamos el regreso. Los últimos rayos del sol iluminan las imágenes con su dorado especial. Las suaves ondas del agua toman una coloración que no he visto nunca anteriormente. Una mezcla de tonalidades pastel que le confieren una apariencia inusual. ![]() ![]() ![]() ![]() Un atardecer contemplado serenamente, como a cámara lenta. El sol va descendiendo y antes de ocultarse empieza a enrojecer poco a poco, incendiando el río mientras va desapareciendo lentamente por detrás de los árboles y la maleza. ![]() ![]() ![]() ![]() Algunos pescadores locales se desplazan en sus mokoros recortándose su perfil en la penumbra del atardecer. ![]() Todo está manso, tranquilo. El agua esta calma o con leves ondas de las embarcaciones. ![]() ![]() ![]() Un colofón espectacular para un crucero – safari que siempre recordaré. Y la guinda perfecta para un viaje por parte del Hwange y la Botswana más salvaje. El alma de África ya hacía días que nos había cautivado. ![]() ![]() El viaje aún no ha finalizado, pero a partir de mañana es como “otro viaje”. En el hotel nos hicimos cargo de nuestro equipaje y de la habitación. Las habitaciones del Cresta Mowana Safari Lodge son amplias, con una decoración étnica cuidada y de buen gusto. Amplio baño, mosquitera, aire acondicionado… bien equipadas. Y una terraza con vistas al jardín y al río Chobe. La cena es de tipo bufet con gran variedad de platos para elegir. Incluso los gusanos del mopane a los que no quise ni mirar. Buenas zonas comunes y un bar donde tomar una copa, parece que añoramos nuestro rato de tertulia alrededor del fuego. MOMENTOS Y MOMENTAZOS Casi todos los momentos del recorrido en barco por el río Chobe. Momentazos prolongados y culminados con la espectacular puesta del sol vista en todas sus fases. Etapas 13 a 15, total 16
![]() Victoria Falls. Vuelo en helicóptero.9 de agosto. Abandonamos Botswana y cruzamos a Zimbabwe. Vuelo en helicóptero sobre las Cataratas Victoria. También hoy toca madrugar, pero algo menos. A las 6:30 desayuno y a las 7 hay que partir. Nos llevan a la frontera en dos furgonetas. Los jeep de los safaris de días anteriores nos dejaron ayer al mediodía y nos despedimos de ellos de forma muy rápida. De Kasane poco hemos visto. Como quien dice, hemos estado solo una tarde (y de crucero) y una noche. Kasane es una ciudad pequeña y se le considera, junto con Maun, la base idónea para explorar verdaderas maravillas naturales. Tiene un pequeño aeropuerto y es accesible por carretera asfaltada, la que se bifurca en Nata que tiene su origen, como ya vimos a nuestro paso por allí, en Francistown. Cuenta con una amplia oferta de alojamientos a diferentes precios, bares, restaurantes, tiendas y varias compañías que organizan excursiones y actividades por la zona, safaris en 4x4 , cruceros en el río Chobe, excursiones a Cataratas Victoria…. Se le conoce también como la ciudad “cuatro esquinas de Africa”. En poco espacio se juntan las fronteras de Botswana, Namibia, Zimbabwe y Zambia. A Namibia se puede cruzar en un transbordador a través de una isla situada en el Chobe, pero lo más usual es ir a Namibia por la carretera que llega a Ngoma Gate. A Zambia y Zimbabwe lo vamos a comprobar en poco tiempo. A unos 8 km. de Kasane se encuentra el pueblo de Kazungula que cuenta con una amplia rivera al río Zambeze, una vez que ya el río Chobe ha volcado sus aguas en el mismo. Funciona como puesto fronterizo doble, a Zambia y Zimbabwe. A Zambia se cruza mediante el ferry de Kazungula que va de un pueblo de Botswana a otro pueblo de Zambia cruzando el río Zambeze, y ambos pueblos se llaman igual, Kazungula. El otro puesto fronterizo da paso a la carretera que va a las cataratas Victoria por la Kazangula Road, se pasa de Bostwana a Zimbabwe. Y este es el paso que nosotros vamos a realizar. Los trámites de salida de Bostwana son rápidos. Atravesamos a pie y con nuestro equipaje hasta la frontera de Zimbabwe. Aquí las colas son bastante largas. Por eso hemos madrugado, para evitar las grandes colas. Llegamos temprano y aún así ya las hay. La espera puede ser tremenda. Creo que estuvimos algo más de dos horas. Aunque algo pesada, la espera en la cola se nos hizo llevadera porque íbamos a encargar una camiseta personalizada con el recorrido que habíamos hecho. Un chico de Vic Falls, creo, se dedica a ofrecer este servicio y que mejor ocasión que aprovechar la espera en la aduana de Zimbabwe. Primero escogiendo diseños entre los que nos mostraban. No es tarea fácil poner de acuerdo a 18 personas y escoger entre tantos modelos. Al final lo conseguimos e incluso lo personalizamos, adaptando el diseño exclusivamente a la ruta que habíamos realizado, los parques de Hwange y Matobos, santuario de aves en Nata, Makgadikgadi Pans y NP, delta del Okavango, Moremi, Savuti, Chobe y Victoria Falls. Luego quedaba la tarea de escoger talla y color. Nos íbamos saliendo de la cola en pequeños grupos hasta una furgoneta en dónde tenían camisetas de todas las tallas para probarse y una carta de colores. Tenían las camisetas un precio razonable, casi igual que el que luego vimos en Victoria, y estas además contaban con la ventaja de ser exclusivas, con un modelo personalizado. Algunos incluso encargaron otras camisetas con diseños particulares. El día que se modernicen los sistemas en la aduana de Zimbabwe a este chico se le acabará su negocio. Pero eso va para largo. Toda esta zona de espera para pasar la caseta de la aduana se encuentra plagada de monos. Brrrr. ![]() Conseguimos finalmente avanzar en la cola y al pasar por la caseta casi que te explicas el porqué de aquella demora. Son lentos, lentos, y además casi todas las ventanillas vacías, solo dos abiertas. Con otro transporte distinto del que nos ha llevado de Kasane a la frontera, un minibús y un coche particular, nos trasladamos todos hasta nuestro hotel en Vic Falls al que llegaríamos antes de las 12:00 horas. Por el camino nuestra guía nos fue explicando lo que podríamos encontrar en el village de Vic Falls, incluso nos había preparado un plano de fabricación casera para localizar fácilmente las opciones de restauración y tiendas de la ciudad. También estuvimos comentando los distintos restaurantes y la posibilidad de hacer una cena en común y de despedida. Debido a nuestra hora de llegada las habitaciones no estaban disponibles. Dejamos el equipaje en una esquina del porche para su posterior traslado a la consigna. Nos reciben con una limonada. ![]() Lo primero que hicimos fue un tour por el hotel, de la mano de nuestra guía que ya se lo conoce mejor que nadie. El Victoria Falls Hotel es considerado en todo el mundo como uno de los clásicos “cinco estrellas”. Su estilo eduardiano refleja que su construcción corrió a cargo de los británicos. Un hotel histórico y tradicional que ha sabido conservar su estilo colonial con un fiel reflejo de la decoración y forma de vida de la clase opulenta de la época en que fue construido. Todo ello sin menoscabo de las posteriores reformas. Como la de 2013 en que se decoró con primor combinando su carácter tradicional con algunos toques modernos. Fue inaugurado en 1904 y entonces sólo fue concebido como alojamiento para los trabajadores del ferrocarril que se estaba construyendo. Un proyecto de ferrocarril que quería unir la Ciudad del Cabo con El Cairo. Pero poco a poco se fueron dando cuenta del potencial turístico que tenían las Cataratas Victoria y se fue ampliando y mejorando hasta convertirse en el icónico hotel que es hoy. En el hotel se han alojado personajes importantes y varios visitantes de la realeza británica, como la visita del rey Jorge VI y su familia en 1947. Se dice incluso que la reina madre tenía siempre allí una habitación preparada, la suite real o presidencial. El edificio de fachada blanca se distribuye en varias alas que acogen un patio interior con jardines bien cuidados, estanques y verandas. En el ala principal se encuentran un gran vestíbulo con la recepción, guarda llaves, consigna, acceso a tienda de regalos, peluquería…. , con bonita decoración en madera. ![]() ![]() Atravesando el patio interior se accede a otra ala que alberga en su planta baja grandes y lujosos salones comunicados por pasillos cubiertos de cuadros, carteles y fotos antiguas del hotel y sus entornos que hacen del hotel un auténtico museo. ![]() ![]() ![]() Como el salón Bulawayo, lujosamente decorado y con grandes sillones y sofás que te dan una impresión de calidez y confort nada más verlos. Es un salón que se puede utilizar por los residentes para leer, (suele haber periódicos), jugar a las cartas, un rato de tertulia… ![]() ![]() ![]() Otro gran salón decorado con varios sofás estampados en flores vistosas alberga una colección de pintura, la galería de Larry Norton. Un afamado artista local que ha obtenido cierta notoriedad con sus pinturas de vida silvestre y de paisajes de la zona y cercanías. Por aquí se encuentra también el Livingstone Room, el mejor restaurante del hotel. Un salón de estilo eduardiano, con exquisita decoración y ambiente elegante en el que se sirven las cenas formales con menús a la carta y menú degustación con música en vivo. Hasta los baños tienen glamour. ![]() Saliendo de esta ala aparecen las terrazas y las mejores vistas de todo el complejo. En estas terrazas se ven mesas que son atendidas por el Stanley’s Terrace en el que se sirven comidas ligeras durante el día y el tradicional té de la tarde. Todo ello acompañado de espectaculares vistas. ![]() ![]() ![]() Las vistas del puente sobre el río Zambezi, un arco de hierro que atraviesa el abismo entre Zambia y Zimbabwe . También la visión de las cortinas del rocío y neblina de agua que suben de las cataratas Victoria. Y la vista de los jardines y praderas de césped, muy bien mantenidos, con dos enormes árboles autóctonos de la región, Msasa y Natal Mahogany, que adquieren un bonito color en primavera. En estos espacios de césped te puedes encontrar con cualquier animal dada su proximidad a la zona de selva. ![]() ![]() ![]() A esta parte vierten las habitaciones más lujosas del hotel, con estas esplendorosas vistas. Nuestras habitaciones, las standard, daban al patio interior. Siguiendo el camino que rodea estas praderas se llega a la zona de piscina, Edwardian Pool. Es un rincón precioso, rodeado de exuberantes jardines tropicales, y atendido por un bar al aire libre el cual, al mediodía, ofrece una barbacoa. También se pueden pedir comidas ligeras y bocadillos. ![]() Lo siguiente que nos encontramos es el Jungle Junction, otro restaurante en el que se sirve el desayuno y el que podríamos observar mejor al día siguiente. Vale la pena visitar el hotel, aunque no se esté hospedado en el mismo. Nos volvimos enseguida al hotel porque en uno de los salones estaban esperando para contratar las distintas excursiones y actividades que cada uno había escogido. Son muchas las actividades que en la localidad de Victoria Falls se pueden hacer. Por aire, por tierra, por el agua…, de actividades con descarga de adrenalina, más sosegadas….. Aquí se pueden ver algunas de ellas: www.shearwatervictoriafalls.com/ ...ctivities/, O aquí : www.victoriafalls-guide.net/ ...ities.html Antes de ir al viaje ya les había echado un vistazo y solo me convencía el vuelo en helicóptero, que ya teníamos incluido, y el crucero vespertino por el río Zambeze. En uno de los traslados en el camión también se había abordado este tema, por la necesidad de reservarlas. Y medio me convencieron los compañeros de hacer la caminata con leones. Pero en el hotel nos enteramos que esta actividad, la caminata con leones, requería levantarse muy temprano y volver deprisa para desayunar. Después de los madrugones de todos los días lo último que nos apetecía era volver a madrugar nuevamente. Nos seducía más la idea de levantarnos cuando nos apeteciera y desayunar tranquilamente delante de las maravillosas vistas que desde el Jungle Junction se tienen. El crucero por el río Zambeze había quedado descartado con anterioridad porque el día anterior habíamos tenido el safari en el barco por el río Chobe, el cual hubiera sido muy difícil de emular. Así que finalmente nosotros no contratamos ninguna actividad. La mayoría de los compañeros sí que lo hicieron, algunos hasta varias de ellas. Ya en esta ciudad cada uno íbamos a ir por distintos derroteros. Coincidiríamos algo más tarde para el vuelo en helicóptero, con algunos, y en la cena, pues al final habíamos acordado de ir todos a cenar al Lola’s Tapas and Carnivore Restaurant. A las cuatro nos recogerían para llevarnos hasta donde salen los vuelos en helicóptero. La pareja de I. y F., como ya habían estado en otra ocasión en Victoria Falls, habían optado por hacer el vuelo en ultraligero y para ello se tenían que desplazar a Zambia por lo que los recogerían a las tres. Nos salimos del hotel a darnos una vuelta e intentar comer algo pues las comidas y las cenas de la estancia en Victoria Falls corrían de nuestra cuenta. La calle en la que se encuentra nuestro hotel atraviesa una zona de césped y arboleda que a veces se llena de monos y no sabes cómo van a reaccionar. En una ocasión caminaba yo sola y no veas el miedo que pasé. ![]() Pero los monos parece ser que son lo menos importante. Te salen vendedores hasta de detrás de los árboles. Ya nos habían advertido que no habláramos con ellos ni entráramos en trato, para evitar el acoso. Ni siquiera decir la palabra NO pues eso significaba iniciar una conversación. Pero era un tremendo engorro estar rodeado de vendedores de todo tipo de artesanías y pasar sin alterarse. La calle del hotel desemboca en la calle principal, más bien la carretera que lleva hasta la entrada a las cataratas y la frontera con Zambia. A la derecha queda el hotel Kingdom, construido emulando a los hoteles de Las Vegas, con su casino y todo, que visitaría en otra ocasión. A la izquierda una gasolinera. Siguiendo paralelo a la gasolinera, algo más arriba y pasando la vía del tren, aparecen varios bloques de edificios que albergan todo tipo de tiendas de artesanía, de ropa, de recuerdos…. Detrás de estos negocios se encuentran varios restaurantes conocidos como Lola’s Tapas, Mama Africa, ….. Al llegar a esta zona de comercios los vendedores se esfuman. Es un alivio pasear por la zona sin el acoso de nadie. Cruzando la carretera por frente de la gasolinera hay una serie de edificios distintos, bancos, oficina de correos, el Ilala Lodge…. Y la calle Adam Stander Dr., en la que se encuentra The Three Monkeys Restaurant y el Snake Park. Por esta zona sigue el acoso de los vendedores pero conforme la calle se adentra en otra gran área de comercios y de mercado también desaparecen. Parece que respetan o tienen prohibido intentar vender su mercancía en las zonas de comercio. Dimos una vuelta por toda esta zona comercial, repleta de puestos de artesanía en madera, esculturas de piedra….. En un lateral hay un pabellón cubierto que suelen llamar el mercado de las mujeres o de las telas. Dentro todas las vendedoras son mujeres y predominan las telas. Telas de distinto diseño y formas, con gran colorido. Aquí compramos unos manteles con estampados típicos africanos (con la gallina de Guinea, por ejemplo) que luego, cuando ya estás en casa, no parecen nada atractivos. Hay que regatear. Antes de entrar a la zona de mercado y al lado de unos jardines que son parte del complejo de las caminatas con elefantes, Elephant’s Walk, hay un bar con muy buena pinta, The River. Elaboran cerveza artesanal y tienen de varias clases, bastante buena al gusto de mi marido, ya que yo no soy de cerveza. También ponen platos de comida, según una pequeña carta que tienen, que resultaron estar sabrosos, no recuerdo ni lo que pedimos. Creo que tenía precios decentes. Bar muy recomendable, por su ambiente, por su cerveza y su comida. Nos volvimos al hotel porque ya antes de las 4 de la tarde estaban reuniendo gente, de nuestro grupo, en distintos coches para trasladarnos a realizar el vuelo en helicóptero sobre las Victoria Falls. Los traslados corren a cargo de la misma empresa de vuelos, Bonisair Helicopters, (tiene muy buenas opiniones en TripAdvisor). El helipuerto de esta empresa se encuentra en las afueras de la ciudad y tardaríamos unos quince minutos. Allí esperamos hasta que iban organizando los grupos que se subían en cada helicóptero. Nos pesan (que mal rato), hay que pagar 30$ de las tasas de entrada al parque y nos muestran un vídeo de los consejos y medidas de seguridad a observar durante el vuelo. El vuelo que estaba contratado era el que denominan “The Livingstone’s Angel Flight” que dura 15 minutos, el más popular. La empresa ofrece otros vuelos de 22 minutos, The Livingstone’s Experience Flight y otro de 25 minutos, The Livingstone’s Long Flight, pero claro, bastante más caros. Estos dos últimos utilizan el tiempo de más en el vuelo para observar más trecho de las gargantas del Zambeze y alguna isla río arriba. Volamos cuatro en un helicóptero, nosotros con otra pareja del grupo (J. y M.J.). Esperando vimos el finalizar del vuelo de otros compañeros y su cara de felicidad. ![]() No suelen llenar los helicópteros pues parece que dejan libres los asientos centrales para que todos los pasajeros tengan ventanilla. En nuestro caso íbamos tres ya que J. iba junto al piloto. ![]() Al igual que con el vuelo en avioneta, deseaba y temía, al mismo tiempo, la realización de esta actividad. Pero envalentonada por la experiencia de la avioneta me subí al helicóptero más optimista. Y todo resultó fantástico, no me mareé en absoluto y pude disfrutar de pleno de todas las vistas. El recorrido sobrevuela las cataratas en varias vueltas por el lado izquierdo y derecho del helicóptero para que todos tengan la oportunidad de ver lo mismo. Desde arriba se pueden ver las cosas de diferente forma. Las grandes extensiones de la sabana arbustiva africana y su singular color amarillento es lo primero que vemos extendiéndose a ambos lados del río. Enseguida se distinguen perfectamente las gargantas y meandros que va excavando el río una vez encauzada de nuevo el agua que se ha desplomado en las cataratas. ![]() ![]() Las notas de verde corresponden a la vegetación cercana a su orilla, río arriba, y a la zona de acción del agua en las caídas de la misma. Zonas pertenecientes al Parque Nacional de las Cataratas Victoria en la parte de Zimbabwe y al Parque Nacional de Mosi-oa-Tunya en la parte de Zambia. Ambos parques fueron inscritos por la Unesco en 1989 en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad. ![]() Aunque lo que realmente atrae tu atención son las propias cataratas, el ver como una inmensidad de agua se desploma desde una base plana de basalto precipitándose en el vacío de una gran brecha del terreno cuya profundidad intuyes. Es algo difícil ver el fondo de la misma por la gran cantidad de agua y la niebla que forma el agua en su caída y el rebotar de la misma en el fondo. Por el tramo de Cataract Island es posible ver su fondo. ![]() ![]() Las vistas de las cataratas desde tierra las visitaremos mañana. Pero desde aquí arriba se obtiene una perspectiva real de su grandeza, una imagen completa de ellas en toda su dimensión. ![]() ![]() El río Zambeze ha venido deslizándose tranquilamente cientos de kilómetros desde su nacimiento, en la frontera de Zambia con Angola y el Congo, pero tiene que afrontar ahora una dura prueba. Se encuentra en su curso medio y adivinando lo que le espera su cauce se ensancha hasta unos dos kilómetros. Aún el agua sigue remansada, forma como una especie de estuario en el que predominan islas de vegetación de diferente superficie. El sol reverbera en algunos momentos sobre esta superficie dotándola de un color dorado. ![]() ![]() ![]() Hace millones de años un gran movimiento telúrico ocasionó la enorme brecha que hoy es la frontera entre Zibabwe y Zambia, unas fallas tectónicas de diferente altura, máxima de 108 metros y de algunas decenas de metros de ancha. Es la primera de las fallas y las aguas del río Zambeze no tienen más remedio que abalanzarse sobre el abismo repartiéndose entre sus 1700 metros que tiene de largo. Aún así la fuerza con la que se desploma el agua es descomunal, sobre todo cuando lleva su máximo caudal en épocas de lluvia. Se consideran las cataratas más largas del mundo, por sus 1700 metros de frente. ![]() ![]() El río reúne de nuevo sus aguas que salen de esta gran hendidura por una estrecha embocadura pasando bajo el puente de hierro que une Zambia con Zimbabwe y encajonándose en la segunda garganta. Luego sigue unos 200 km. encañonado en el complejo de fallas tectónicas hasta que se embalsa en el lago Kariba. Todo esto se puede ver en el vuelo. Bueno, parte de las gargantas río abajo, el resto hasta el lago, lógicamente no. ![]() Una experiencia sobrecogedora que no hay que perderse si se visitan las Cataratas Victoria. Pese a que tenga un coste alto. Aunque todas las actividades en esta zona suelen ser caras. El resto de la tarde me dediqué a ir de compras teniendo que aguantar el acoso de los vendedores en el trayecto desde cerca del hotel hasta bien pasada la gasolinera. Aguanté estoicamente sin pronunciar una sola palabra. Me refugié en este complejo de comercios que hay junto a la calle principal y algunas perpendiculares. Pero no fue fructífera mi búsqueda porque era algo tarde y ya algunos comercios habían cerrado. Estaba oscureciendo cuando estaba volviendo al hotel. Para quitarme algunos moscones de encima entré en el hotel Kingdom a echarle un vistazo. Pregunté y amablemente me dieron la bienvenida. Dicen las malas lenguas que este hotel quiere aparentar como los hoteles de las Vegas y que, al igual que aquellos, quiere representar un falso mundo de cartón piedra y su casino y todo. Yo creo que no es para tanto. Tiene una decoración algo fanfarrona pero no está mal. Ellos dicen que su arquitectura es a imagen de la ciudad de Munhumutapa, capital de una antigua civilización. Las torres de la entrada y su cascada parecen hasta resultonas. Dicen que las habitaciones del hotel se distribuyen alrededor de un lago artificial que alberga cocodrilos. Hasta este lago no pasé. ![]() ![]() ![]() De nuevo nos íbamos a reunir los del grupo, en una cena en Lola’s Tapas que estaba prevista para el siguiente día, como cena de despedida, pero que hubo que adelantar por estar el siguiente día al completo. Nosotros llegamos tarde porque habíamos entendido que el punto de encuentro era la puerta de nuestro hotel. Viendo que allí no había nadie habíamos comenzado a caminar y ya venían un par de compañeros en nuestra busca. Así que no tuvimos tiempo ni de ver la carta ni casi de escoger el menú. Muchos se habían apuntado al menú “Carnívore” que por 30$ comes lo que quieras de carne de Kudu, jirafa, cebra, eland …..(es un decir, tardan en servirlo y el hambre se pasa) y según el comentario de algunos, estaban gustosas estas carnes, sobre todo la de eland. El dueño es español y su mujer también, por eso del nombre del restaurante. El mismo dueño me aconsejó que comiera una lasaña de kudu porque yo no quería el menú de carne. Finalmente acabé comiendo unas carrilleras de cocodrilo rebozadas con sésamo porque el otro plato estaba agotado. Estos animales no proceden de la caza furtiva sino de unas reservas controladas por el gobierno. El restaurante es caro ( y qué no lo es en Victoria Falls?) pero te atienden amablemente, tiene un buen ambiente e incluso espectáculo de danzas africanas. Nos acompañaron en la cena nuestra guía y su futuro sustituto que nos hicieron entrega de unos colgantes que se llaman “nyami nyami” y un papelito, como una especie de diploma, que tenía escrito un compendio de todo lo que habíamos recorrido y vivido en la aventura de nuestro viaje por Zimbabwe y Botswana. Los colgantes eran regalo del restaurante pero “los diplomas” estaban muy bien escritos, se lo habían currado bastante. Nos explicaron que eran estos colgantes. El Nyami Nyami es un dios fluvial del Zambeze, bastante importante para el pueblo Tonga de Zambia y Zimbabwe. Representa el espíritu de una serpiente del Zambeze y se representa como una serpiente retorcida con cabeza de pez. Son tallados en varios materiales y se suelen regalar como amuletos de la buena suerte. Ellos creen que el espíritu de la serpiente controla la vida en el río y los flujos de agua. Y está muy relacionado con la leyenda Kariba, las vicisitudes y dificultades en la construcción de esta presa Kariba que enfadaron al dios del río. ![]() MOMENTOS Y MOMENTAZOS Un buen momento del día es aquel en que tuvimos las vistas lejanas de las Cataratas Victoria desde los jardines del Hotel Victoria Falls. Más bien de la humareda o niebla de gotas de agua que de ellas se elevaba. Pero los momentazos del día son sin lugar a dudas los que vivimos en el helicóptero sobrevolando esta maravilla de la naturaleza. Fueron momentos hipnóticos en los que hasta se te olvidaba hacer fotos. Etapas 13 a 15, total 16
![]() Cataratas Victoria. El humo que truena nos envuelve.Día 10 de agosto. Nos dedicaremos a explorar las Cataratas Victoria, de frente. Sus alrededores tendrán también un poco de atención. Habíamos dormido toda la noche como bebés. Las habitaciones están muy bien, con claros indicios de su antigüedad y pasado. Pero muy bien mantenidas y sabiendo conservar ese aire colonial que, a la postre, es lo que hace al hotel más atractivo. Que gusto no tener que despertarse temprano y con la alarma del móvil. Realmente no nos despertamos tarde, la luz diurna y el canto de algunos pájaros se encargaron de ello. Sobre las ocho de la mañana estábamos camino del Jungle Junction para desayunar. Tan de mañana la nube de rocío de las cataratas parecía más visible. Intentando envolver al puente en su maraña. ![]() En el césped, primorosamente cuidado, de delante de las terrazas del hotel jugaban dos facóceros. ![]() Llegando al restaurante se pueden observar varias esculturas de piedra sobre el césped que rodea el camino que viene del hotel, a ambos lados. Son una muestra de esculturas en piedra de artistas de Zimbabwe pertenecientes al proyecto “Stoned Dynamics y por supuesto están a la venta. ![]() ![]() El bufet del desayuno del hotel Victoria no puedo compararlo con ninguno otro que antes haya estado. Es un bufet al que creo que no le falta de nada. Hasta tiene champán para desayunar.. Y los famosos huevos benedict. …, por poner algunos ejemplos, aunque no precisamente fueran mis preferidos. Pero lo que realmente nos encantó y disfrutamos era todo el conjunto, el entorno, las vistas…. Desayunar en calma, sin prisa…., en una luminosa mañana sin frío ni calor…..oyendo el lejano tronar de las cataratas y divisando el humo de su vaporización…., no tiene precio. ![]() ![]() ![]() En este restaurante también se ofrece un bufet de cena con animación en directo de grupos étnicos. Nos tomamos nuestro tiempo, el desayuno más largo que hayamos hecho hasta ahora, y regresamos lentamente al hotel. Serían ya las diez de la mañana cuando volvíamos a salir a las terrazas del hotel para acceder al camino de tierra que comunica el hotel con las cataratas. Desde las terrazas, en dirección opuesta a la que lleva a la piscina y al Jungle Junction. No es necesario desplazarse por la carretera para acceder a las cataratas y este camino es algo más corto. ![]() Este camino atraviesa la selva y pueden aparecer animales. No hay más que fijarse que en el camino hay restos de excrementos de elefante. Se llega a un cruce en el que hay algunos vendedores de artesanía, para nada agobiantes. Parece que el hotel los tiene bien aleccionados. Por un lado indicaba “Gorge” y para allá que enfilamos ya que queríamos también visitar algún punto donde se viera alguna garganta de las que el río ha formado y que se encuentran río abajo. El camino en realidad desemboca en un restaurante llamado “Lookout Cafe”. Nombre apropiado pues su terraza es un estupendo mirador de la segunda garganta del río Zambeze. Las vistas abarcan casi toda esta garganta, alcanzando a verse el puente de hierro y por debajo el recodo que hace el río para seguir su avance en otra garganta. ![]() ![]() Es una terraza semi abierta que se alza 120 metros por encima del acantilado de la garganta Batoka y por ello disfruta de unas vistas únicas. El restaurante es propiedad de Wild Horizons que es una gran empresa, (fruto de la unión de varios empresarios locales), que ofrece muchas opciones de actividades en Victoria Falls e incluso en otros sitios de Zambia, Zimbawe y Boswana. Desde este mismo restaurante se canalizan varias actividades de “descarga de adrenalina” que se llevan a cabo en esta garganta del río, tales como: Flying Fox, Zip Line, Gorge Swing, en individual o combinado. Los cables son visibles desde la misma terraza del café. Además también se inicia el recorrido para el Canopy Tours. ![]() Es curioso imaginarse que estos acantilados un día, hace miles de años, eran los acantilados por los que caían las cataratas. Las caídas han ido retrocediendo, erosionando las grietas llenas de arenisca entre el duro basalto para formar los abismos en zig-zag que se llaman las gargantas de Batoka. La constante erosión producida por el golpeteo del agua del poderoso Zambeze ha ido atravesando las fallas y fisuras de las rocas forjando ocho precipicios sucesivos y parece que ya ha comenzado con el noveno. Las cataratas que vieron los primeros pobladores, hace más de un millón de años, eran muy distintas a las que vemos hoy. ![]() En lugar de volver por el mismo camino continuamos a través del aparcamiento del restaurante y por una carretera de tierra, ya que vimos que tenía salida hacia la entrada del recinto de las cataratas. Se cruzan las vías del tren y la carretera y ya tenemos frente a nosotros la entrada a Mosi –oi- Tunya, Victoria Falls, las cataratas del humo que truena. Hay que pagar las tasas por entrar al parque, 30$. Válidos para todo el rato que quieras estar dentro, pero si sales aunque sea poco rato, hay que volver a pagar esta tasa nuevamente si se quiere volver a ingresar de nuevo, aunque sea en el mismo día. Hay muchos carteles informativos, una gran tienda de recuerdos y artículos, un restaurante, zona de servicios. Detrás de la tienda comienzan a partir los caminos señalizados que llevan hasta los distintos miradores. Según un folleto que habíamos cogido en el hotel, los puntos de vista, en este lado de Zimbabwe, son 16. Decidimos comenzar por el principio y seguir un orden cronológico de ellos. ![]() El primer punto es en el que se encuentra la estatua de Livingstone, si bien se puede seguir caminando algo más hasta que una valla metálica lo impide. En esta prolongación de la senda se tienen buenas vistas del río antes de su precipitación en las cataratas. ![]() Una gran estatua sobre pedestal representa la figura de David Lingstone, el primer europeo que dio a conocer estas cataratas en 1855 y a pesar del nombre local, “el humo que truena”, que es totalmente evidente, las bautizó, en honor a su reina británica, Cataratas Victoria. ![]() Ya se puede ver el inicio del desplome del agua en la primera de las caídas llamada Devils Cataract. Su nombre se lo pusieron los misioneros por una isla cercana en la que las tribu locales solían realizar ceremonias de sacrificio, les parecieron diabólicas y de ahí el nombre. ![]() El punto 2, 38 Steeps o The Chain walk. El cartel que indica este punto pone 38 Steeps aunque en los folletos sigue saliendo el nombre de Paseo de las cadenas porque anteriormente sí que había unas cadenas para agarrarse y ya no están. Hay que bajar 38 escaleras que suelen estar mojadas y te llevan a una vista lateral de las caídas de agua y a una vista ya más completa de la Catarata del Diablo y su majestuoso desplome, así como su explosión en la base de la garganta. En este es el único punto que pudimos ver el fondo de la hendidura en donde se vuelcan las cataratas aunque algo difuminado por la gran cantidad de vapor de agua que subía desde la misma. Es un buen punto para obtener un arco iris, pero por la tarde, cuando el sol se alza a la espalda de este mirador. ![]() Desde el punto 1 y hasta el punto 12 se extiende The Victoria Falls Rainforest Reserve, una zona de densa vegetación boscosa que se alimenta del rocío constante de las caídas. Es solo una sección del Parque de las Cataratas Victoria, desde el extremo occidental hasta el punto de vista de la isla Livingstone, dónde nunca falta el aporte de este tipo de lluvia. Pero es a partir del punto tres que la selva tropical soporta una maleza más densa y con árboles más altos, como el mangostán africano, la acacia trepadora, más de una variedad de ficus …… ![]() Los puntos 3, 4, 5 y 6, Catarata del Diablo e Isla Cataract. Los puntos 3 y 4 son miradores directos de la Catarata del Diablo y en los otros dos las vistas de la misma son laterales, y ya se comienzan a ver las Main Falls. ![]() ![]() ![]() La Catarata del Diablo es el punto más bajo del conjunto, setenta metros. Está separada del resto de caídas por la Isla Cataract, conocida también con el nombre de Isla Boaruka, que en el lenguaje Tonga quiere decir “divisora de aguas”. Se puede apreciar como el Zambeze ha erosionado ya una muesca de unos 10 metros de profundidad en el duro basalto, la siguiente línea de falla que se está formando. Se cree que en algún momento del futuro el frente de las cataratas comenzará aquí su nueva orientación, sería el noveno. Claro está que esto es un proceso muy lento que los presentes no veremos. Aunque su proceso se podría acelerar si la Isla Boaruja colapsara hacia la garganta. ![]() ![]() Desde el punto 3 se inicia un camino que correrá paralelo a las cataratas, al margen de que de vez en cuando tenga alguna bifurcación que lleva a la salida. Punto 7 al 12– Main Falls y Livingstone Island. En el cartel indicador del punto 7 se puede leer Cataract Island View y efectivamente hay una muy buena vista de la isla Boaruka (isla Cataract) y la parte superior de la Caída del Diablo, pero en nuestro folleto viene indicado junto a los siguientes miradores como un conjunto de vistas de las Main Falls. ![]() ![]() Y seguramente será porque este mirador, además de las vistas ya mencionadas, ofrece una de las mejores vistas de las cataratas principales, independientemente de la época en que se visiten. Las Main Falls son, junto con la Caída del Diablo, las que más agua tienen en temporada seca. En las Cataratas Principales es dónde más agua se vuelca al abismo, es dónde puedes quedarte hipnotizado si sigues con la vista el fluir del agua, sentir el fragor y la fuerza que emana en dichas caídas. Su caudal puede llegar a los 700.000 metros cúbicos por minuto. Este gran volumen unido a la altura de la que caen, en este punto 93 metros, hace que antes incluso de llegar al fondo del abismo sea golpeado por los fuertes vientos ascendentes creando una gran nube de vapor y gotas de agua. ![]() ![]() Las vistas de las cataratas principales en el punto 8 tampoco desmerecen para nada. Y en ambos puntos hay altos y bonitos árboles junto con exuberante maleza. ![]() ![]() ![]() A partir del punto nueve dejamos de tener buena visibilidad. Los vientos ascendentes aquel día y en aquella hora tenían que ser bastante fuertes porque se alzaba una gran niebla de rociado que impedía ver nada, aparte de ponernos chorreando. Nos pusimos los chubasqueros y tuvimos que cubrir la cámara con una funda de plástico. Era como caminar bajo una ducha constante. En los puntos 11 y 12 se puede divisar de frente la Isla Livingstone. La isla Livingstone, al igual que isla Boaruka, es lo suficientemente grande para separar la gran cortina de agua, incluso con pleno caudal. Separa las Main Falls de las Horseshoe Falls. Esta isla recibe su nombre de David Lingstone. Viajaba por el río Zambeze en una expedición para abrir una vía de navegación por el mismo, la cual no tuvo éxito por los muchos rápidos que tiene el río. Había pasado la noche anterior en la isla de Kalai, unos kilómetros río arriba de las cataratas. Fue trasladado desde aquí en una canoa por la gente local ,que conocía bien el río, hasta otra isla que estaba en medio del río y al borde de la cascada y desde ella fue que pudo ver por primera vez las cataratas. Esta isla no es otra que la que ahora se llama Isla Livingstone, en su honor. Cuando se acercaban a las cascadas pudieron ver las columnas de rocío y oír el rugido del agua y les pareció exactamente como humo que estaba tronando. La impresión que ello produjo al explorador la dejó perfectamente detallada en sus escritos. Y eso que cuando hizo este viaje era la estación seca, un 16 de noviembre. Hoy día, en la estación seca, se organizan excursiones desde Zambia para visitar esta isla, con algún picnic y también combinándola con un baño en una depresión adjunta llamada Sillón Falls, en la que se encuentra la llamada Devil’s Pool. Con la que nos estaba cayendo encima de agua ni que decir tiene que no es mucho lo que vimos de la isla, la cual, además, estaría medio sumergida, dado el nivel de agua que derrochaban las cataratas. ![]() Ya por su nombre adivinas que las siguientes caídas del mirador nº 13 tienen forma de herradura, una fisura en forma de U que se ha erosionado en la parte superior de las cataratas. Estas caídas no tienen el poderío que las Main Falls, tienen menos volumen de agua y son los caños de agua más pequeños. Son las primeras en secarse cuando avanza la estación seca, en octubre y noviembre. La altitud desde dónde caen en este punto es de 95 metros. ![]() ![]() El punto 14, las caídas del Arco Iris son el punto más alto de todo el frente de las cataratas, 108 metros, son las más profundas. En los días claros y por la tarde se suele ver un hermoso arco iris. Del mismo modo, en este punto, es donde tiene lugar el arco iris lunar, en las noches de luna llena. Se forma por el vapor de las cataratas y la luz de la luna reflejada, un caso bastante insólito. Este punto no se encuentra protegido por ninguna barrera y es por ello peligroso. Y más cuando alcanza hasta aquí la lluvia de rocío y hace las piedras resbaladizas. De tal guisa nos las encontramos nosotros. ![]() ![]() Como ya he comentado anteriormente, a partir del punto 9 o 10 dejamos de tener visibilidad pues la “humareda” del rocío vaporizado era tan grande y tan espesa que nos lo impedía. A veces, cuando se desplazaban algo, los saltos se podían intuir y echarles un vistazo ligero, pero enseguida se volvían a cubrir. Las pocas fotos que hicimos deprisa no salieron muy claras que digamos. Y eso que ya era agosto y se supone que la temporada seca había comenzado. También ya desde el mirador número 10 observamos que la densa vegetación de la Reserva Forestal disminuía. Esta zona suele estar menos influenciada por las nubes de rocío, (que no fue nuestro caso) por lo que la flora de la selva tropical da paso a algunos matorrales y diversos pastos. ![]() Mirador nº 15. Danger Point y Eastern Cataract. El punto de peligro es un promontorio rocoso expuesto y que suele estar golpeado por el viento. La influencia de la nube de rocío que nos había impedido ver las últimas caídas, llegaba hasta aquí. Las rocas peladas estaban resbaladizas y no nos atrevíamos a llegar al borde. Comprendimos el porqué del nombre que le han puesto. Ni que decir tiene que el avistamiento de las caídas seguía siendo deficitario, si bien conseguimos alguna que otra vista lateral de las caídas de los anteriores miradores. Dicen que este es un buen mirador en la temporada seca. ![]() Desde este punto se puede ya ver la llamada Catarata Oriental que se encuentra en el lado de Zambia. Son las segundas caídas más altas con 101 metros. Suelen ser las que primero se secan y a veces es posible caminar a lo largo de la parte superior (con ciertos permisos). ![]() El camino sigue hasta el siguiente mirador y este trayecto va paralelo a la brecha que comunica con la segunda garganta y por donde se encauza todo el caudal del río una vez superado el desplome de las cataratas de ambos lados, Zambia y Zimbabwe. Todo el volumen del río Zambeze se canaliza por esta salida de 110 metros de ancho durante unos 150 metros y gira bruscamente a la derecha para adentrarse en la segunda garganta. Debido a este giro repentino y el poder del agua se ha excavado un pozo profundo que se llama Boiling Pot. El agua gira casi constantemente y crea remolinos. En ocasiones es posible ver objetos arrastrados por las cataratas dando vueltas en dicho remolino. Incluso los cadáveres de algunos animales. Aquí fue donde se encontraron los cadáveres de una pareja que fue atacada por cocodrilos, río arriba, en 1910. En época seca es posible bajar hasta el Boiling Pot por un camino que baja por el precipicio desde el lado de Zambia. Incluso hay un rafting que combina esta actividad con un baño al pie de las cataratas, cuando el río fluye tranquilamente. El Boiling Point es el punto donde se inició las actuales cataratas. El equivalente a la Caída del Diablo de las cataratas precedentes. Las que formaron la segunda garganta sobre la que se construyó el puente de hierro. ![]() ![]() Punto 16, The Victoria Falls Bridge . En este mirador ya no llegaba la gran nube de rocío. Pudimos quitarnos el chubasquero y rápidamente nos secamos. Es un mirador excelente para ver la estructura del Victoria Falls Bridge y su gran arco de acero. El puente que une Zimbabwe con Zambia. Se alza sobre el agua 128 metros y tiene casi 200 metros de ancho. Se terminó de construir en 1905 y es una parte de la red ferroviaria que originariamente quería conectar Ciudad del Cabo y El Cairo. ![]() Desde este puente se realizan saltos de “bungee”, desde una plataforma en el centro del mismo. Cuando llegamos había habido unos lanzamientos, pero solo alcanzamos a verlos colgando de la cuerda. ![]() ![]() También desde este mirador se ve parte de las cascadas al fondo de la franja que recoge toda el agua de las cataratas y, de forma algo lejana, uno de los miradores de la parte de Zambia. Suele haber bastantes monos. ![]() ![]() El frente de las Cataratas Victoria tiene 19 miradores. Hasta el 16 están en la parte de Zimbabwe y los otros tres en la parte de Zambia. Comenzamos a regresar por el mismo camino por el que habíamos transitado a la ida con la esperanza de ver las cascadas en los puntos en que la niebla nos lo había impedido. Se puede volver directamente al recinto de entrada por otro camino más directo. Pero fue otro vano intento. Aquello seguía cubierto de la gran nube y nos volvimos a poner chorreando. Nos paramos a tomarnos un refresco en el bar que hay junto a la salida. Se veían en el mismo varias opciones de comida y había bastante gente ya comiendo. Pero para mí era muy pronto. Le echamos un vistazo a los precios y no parecían estar demasiado subidos. Fuera ya del recinto de las cataratas, decidimos acercarnos hasta el puente. De camino recordamos que los pasaportes los habíamos dejado en el hotel y para llegar hasta el puente había que pasar la frontera de salida de Zimbabwe. Preguntamos y no hubo problema. Lo tienen contemplado. Para solo salir hasta el puente te proporcionan un papelito que llaman el Bridge Pass. Realmente, una vez que sales de la frontera de Zimbabwe, te encuentras en tierra de nadie. Aquello estaba lleno de grandes camiones de carga esperando no se sabe qué. Llegamos hasta la mitad del puente, la otra mitad ya era Zambia. Habíamos sopesado la idea de cruzar a Zambia y ver los miradores desde ese lado. Pero había que sacar el visado y no teníamos el pasaporte. Además, el mirador que habíamos visto de lejos en la parte de Zambia estaba también muy cubierto de la nube de rocío. ![]() Estábamos sobre un puente centenario. Sobre el sueño que Cecil Rhodes había proyectado, aunque nunca llegara a verlo ya que murió con anterioridad. El quería que el puente ferroviario cruzara el río Zambeze justo debajo de las Cataratas Victoria para que “el rocío cayera sobre los vagones”. Se eligió la forma de arco de acero de un solo tramo para que no afectara la belleza del entorno. Fue diseñado y construido en Inglaterra y sus piezas se trasladaron hasta allí. Se fueron añadiendo a ambos lados de la garganta y luego se unieron en el medio. Hay bonitas vistas de la segunda garganta, por un lado, y de las cataratas por el otro. Al fondo se deslizan las verdes aguas del río Zambeze. ![]() ![]() ![]() Las vistas de las cataratas son similares a las que se obtienen en el punto de observación nº 16, aunque algo más centradas y lejanas. Se puede ver perfectamente la brecha de salida del caudal de las cataratas y como se adentran en la segunda garganta. También el remolino que llaman Boiling Point. No había mucha gente visitándolo en esos momentos y tampoco nadie que saltara en ese momento con el cable de goma del bungee atado a los tobillos. ![]() ![]() En un plano de las cataratas había visto que en la foresta que las rodea se indicaba un gran árbol de baobab. No teníamos ese plano pero decidimos ir a buscar el gran árbol. Recordaba que esta fuera de las vallas verdes del parque y en dirección al pueblo. Junto a las vías del tren hay un camino que lleva al pueblo, evitando circular por los arcenes de la carretera, al menos un tramo de la misma. Caminamos por este camino y casi cuando estábamos llegando al pueblo nos dimos media vuelta pues por allí no se veía nada. Preguntamos a unos chicos y nos dieron indicaciones vagas y confusas. Dimos varias vueltas por la zona, recorriendo en parte la Zambeze Drive y llegué a la conclusión de que el baobab se encontraba entre la vegetación de la foresta del Zambeze Park y que para verlo habría que adentrarse en ella. Mi marido se negó porque la zona estaba muy solitaria y podíamos encontrarnos cualquier animal. Así que me quedé sin ver el baobab. Dicen que tiene 16 metros de diámetro y 20 metros de altura. ![]() Nos volvíamos hacia el hotel por el mismo camino que habíamos escogido por la mañana. Pensábamos comernos algo ligero en la Stanley Terrace. Pero nos acordamos de pronto de las vistas hacia los desfiladeros y del Lookout Café. Así que nos acercamos a probar suerte por si había alguna mesa libre, aunque en la mañana nos habían dicho que era necesario reservar. Tuvimos suerte y encontramos una mesa que se estaba quedando libre. El horario era ya cercano a las tres de la tarde y eso jugó a nuestro favor. En la terraza del Lookout Café corría una ligera brisa, proveniente de la garganta del Zambeze, que proporcionaba un ambiente fresco y agradable. El menú estaba muy bien y los precios no eran tan caros como de primeras puede parecer, dado el lugar privilegiado en el que se encuentra. Comimos estupendamente y era todo un gustazo disfrutar de aquellas vistas. ![]() El lugar es también muy apropiado para ir a tomarse algo al atardecer. Había variedad de bebidas y un menú de cócteles. (A fecha de primeros de enero de 2019 he leído que este restaurante se había quemado completamente. Alguien comentó que había visto la noticia en Twiter. Esperemos que puedan volver a levantarlo) Por la tarde yo quería volver al recinto de las cataratas aunque hubiera que volver a pagar los 30$. Quería intentar verlas sin la neblina, pero mi marido dijo que ya había tenido bastante y yo no me atreví a irme sola por aquellos caminos. Y debería de haberme ido. Luego vi fotos de compañeros con arco iris incluido. Me lo perdí…. Creo que es importante escoger la hora de visita de las cataratas. Para el vuelo en avión es mejor la hora de la mañana. Ayer por la tarde el sol impedía que las fotos fueran claras. Y para la visita a pie el horario mejor es por la tarde. El sol da sobre la superficie del agua y se puede apreciar el arco iris en determinados puntos. Para muestra ...... ![]() ![]() ![]() Mi marido se fue a la piscina y yo a terminar algunas compras que tenía pendientes. A las ocho habíamos quedado todos los compañeros en cenar juntos en el restaurante “Three Monkeys”. Se encuentra al lado del Snake Park…… gr… gr…(odio las serpientes) El restaurante se encuentra en una terraza al aire libre y tiene muy buen ambiente y desenfadado. Es conveniente reservar. Estaba al completo. El día anterior nuestra guía ya nos había enseñado el menú y habíamos escogido cada uno el plato que quería comer. Y con eso ahorramos bastante tiempo. El restaurante tiene muy buenas críticas pero muchos coinciden en que el servicio es lento. El menú consiste en pizzas y muchas clases de hamburguesas, aunque creo recordar que también tenían platos de carne. Pero carne ya habíamos comido la noche anterior. Varios habíamos escogido la combinación de tres pequeñas hamburguesas de sabores distintos, una de ellas de cocodrilo. Estaban bastante buenas. Los precios, para ser Vic Falls, razonables. MOMENTOS Y MOMENTAZOS El momentazo del día consistió en el desayuno con vistas a las cataratas. Todos los momentazos no van a ser de ver cosas. Y claro está que también la vista de las cataratas, especialmente la que se obtiene de las Main Falls. Buenos momentos comiendo con las vistas a la segunda garganta en el Lookout Café y la cena en Three Monkeys. No por las hamburguesas, sino por la compañía de los magníficos compañeros que habíamos tenido en el viaje. Creo que mejor equipo no se consigue ni haciéndolo aposta. Siempre tendré un grato recuerdo de este viaje y ello se deberá, en gran medida, a todos los compañeros que compartimos esta aventura. Etapas 13 a 15, total 16
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 5 (21 Votos)
![]() Total comentarios: 30 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |