ALSACIA - UN CUENTO HECHO REALIDAD ✏️ Blogs de Francia

Todo comenzó con una fotografía como esta… ¡un sueño viajero que finalmente se cumplió! Os saludo des de Le Pigeonnier de Eguisheim.

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Siempre que la veía, en las diferentes redes sociales, me preguntaba donde estaría este lugar tan encantador, con sus calles adoquinadas, coronado en el centro por esa estrechita casita con su balconcito repleto de detalles y flores que la hacen peculiarmente encantadora.
Entonces, investigué y descubrí que pertenecía a una de los pueblos más bellos de Alsacia y este año decidimos transpórtanos a esa región fantástica, de pueblos de cuento y viñedos.


Nuestra pequeña aventura de 4 días empezó a las 7:00h en el aeropuerto de Barcelona – El Prat.
A las 7:40h salía nuestro vuelo con la compañía EasyJet y nos pusimos rumbo a Basilea. Nunca habíamos volado con esta compañía y… ¡la verdad! no íbamos muy convencidos por los comentarios que habíamos escuchado, pero he de decir que el vuelo salió puntual y fue bastante bien.

Cuando llegamos al aeropuerto de Basilea nos dirigimos a la oficina de Goldcar para la recogida de nuestro tercer compañero de viaje, jejeje, un Fiat 500 y con él, nos pusimos en marcha.

Llegamos a nuestro hotel: Comfort Hotel Expo Colmar, dejamos el coche bien aparcado en el parking gratuito del hotel, para nosotros algo muy importante ya que en los pueblos de Alsacia el aparcamiento es un poco complicadillo, y cuando tuvimos el Check-in hecho y las maletas en la habitación nos pusimos en marcha hacia Colmar, nuestra primera parada.

Respecto al tema del aparcamiento en Colmar, hicimos caso al recepcionista del hotel que nos aconsejó el Parking Lacarré donde las 3 primeras horas son gratuitas. Nosotros aparcamos en la parte superior y al llegar a recoger el coche no pagamos nada…y estuvimos más de 3h. Suponemos que esto se debió a que estaba en la planta superior externa.

Desde ahí nos dirigimos al centro de Colmar, que llegamos en unos 10 minutos andando y fuimos directos al Mercado cubierto a poner gasolina a nuestros cuerpos, ya que nuestros estómagos rugían de hambre.
Nos decidimos por probar el primer plato típico de la gastronomía alsaciana, la Tarte Flambée.


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Ya veis la cara de Jordi al ver comida

Aunque de aspecto es parecido a una pizza, la Tarté Flambée tiene un sabor diferente, esta hecha con una base de masa muy fina de pan, con nata fresca o queso blanco y los diferentes ingredientes dependiendo de la que elijas. La típica es la de cebolla cruda y panceta. Nosotros optamos por una vegetariana y otra de panceta, cebolla y champiñones.
La verdad que el sabor nos sorprendió porque la nata le da un toque fuerte pero la verdad que nos gustó.

Después de haber cogido fuerzas y con nuestras barrigas llenas nos pusimos rumbo a La Petite Venise…..OOOOOh! que decir….todo lo que os cuente, se quedará corto: preciosa, bonita, bella, encantadora…se que seré muy repetitiva con estos adjetivos pero es imposible no nombrarlos cuando te preguntan por Colmar.

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Nos dedicamos a empaparnos de ella, a disfrutar de su maravilloso entorno caminado por sus alegres calles gracias a sus coloridas casas en tonos pasteles, con sus entramados de madera en forma de cruz bajo sus ventanales y sus corazoncitos en el centro de ellos.
Mientras caminábamos, podíamos observar como las barquitas se paseaban por las aguas de su rio y sus tiendas y restaurantes se vestían con hermosos decorados que te hacían parar en cada instante para contemplarlos durante un ratito.

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Recorrimos tranquilamente la ciudad y pudimos ver varios puntos de interés: La Casa Pfister, La Colegiata de Saint – Martin, el Koïfhus y su plaza, entre otros, y…..como nosotros somos mucho de paseitos en barca, decidimos hacer un tour con guía en español que nos explicó muchas cositas interesantes de la ciudad, como por ejemplo: el significado de los corazones en los ventanales y sus entramados de madera, la arquitectura y a que es debido que las casas sean tan coloridas, la influencia de la religión en la arquitectura… etc..
Estuvo muy interesante y os animo a que hagáis uno si visitáis Colmar.

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Después del tour en barca, ¡que nos encantó! hicimos el “tour de las tiendas” como le llamo yo, jejeje.

Entramos en varias tiendecitas que ellas mismas te invitaban a visitarlas y ver sus productos típicos como: los corazones de tela decorados con bonitos bordados, ollas típicas de barro de todos los tamaños para realizar sus gratinados, todo tipo de productos artesanales de tela como delantales, manteles, cestitas para el pan …etc.… y no podían faltar las típicas cigüeñas, ya que son el símbolo de la región de Alsacia.
Es muy normal ver nidos de cigüeñas en los campanarios, en los tejados de las casas y en las copas de los árboles.

Finalmente, cuando ya grabamos todas esas imágenes tan bellas en nuestra retina y nos empapamos de esta increíble ciudad, exhaustos regresamos al hotel a cenar y a soñar con la aventura del día siguiente, entusiasmada por ver uno de los lugares más esperados…Eguisheim.

Pero antes de llegar no esperaba otra sorpresa….

En el trayecto de vuelta, con nuestro super Fiat 500, de repente escuché a Jordi decirme: ahora te vas a poner muy pero que muuuuy contenta, yo lo miré asombrada sin entender lo que me estaba diciendo, pero cuando giré la cabeza y dirigí mi mirada al frente, la vi…. a ella, la Estatua de la Libertad. Situada en medio de una rotonda, paramos en un aparcamiento que había al lado y con mucha cautela cruzamos la carretera. Allí estábamos frente a frente y como no…tuve que inmortalizar ese momento.

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Ella era otro de mis top-imprescindibles para ver en esta escapada, cuando haces un viaje siempre tienes en mente algunas cosas que las has de hacer o ver antes de marcharte y esta era una de ellas, así que para mí fue un momento muy alegre.

Como recomendación, si vais algún día a Colmar, os aconsejo que le dediquéis todo un día completo y os dejéis llevar por ella, que una parte del día desconectéis las cámaras de fotos y los móviles para pasear tranquilamente, entrar en sus acogedoras tiendas , sentaros en una terraza y contemplar el entorno porque es un lugar para ser visto con tranquilidad y así no perderte ninguno de sus hermosos detalles.

Espero que os haiga gustado nuestra experiencia

👉 Ver Etapa: NUESTRO PRIMER DÍA EN ALSACIA - COLMAR ⏫ Volver arriba Compartir:

Dia 2 - UNA MAÑANA EN EGUISHEIM

Esa mañana nos levantamos entusiasmados y con ganas de empezar el día, así que nos tomamos unos zumos acompañados de unos minibocadillos y nos pusimos en marcha.

A las 9:30 estábamos montados en nuestro super Fiat 500 y nos dirigimos a Eguisheim, nuestro principal y mas esperado destino de todo el viaje.

¡Teníamos claro una cosa! Que nos lo tomaríamos con calma y disfrutaríamos tranquilamente del momento.
En los viajes, nosotros somos personas de ir tranquilamente, paso a paso y lo que veamos, ver lo bien.

En 20 minutos estábamos al principio del pueblo, aparcamos junto al cementerio y aprovechamos para visitarlo. La verdad que hasta su cementerio es bonito. Nos llamó mucho la atención una cosa… que sobre muchas de las lápidas había centros de flores formados por rosas de porcelana.


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Después de esta visita, nos dirigimos “chino chano” hacia el centro del pueblo. Lo primero que hicimos es ir a la oficina de turismo a por información y un mapa. En ella te dan un mapa del camino de ronda medieval donde te indica un itinerario y hay puntos con plafones explicativos.

Una vez en el interior de este particular mini pueblecito de seguida nos dimos cuenta que era especial y
diferente a todos los demás.

¿Por qué es especial?
Su construcción: ya que todo él tiene una forma circular. Esto es debido a que primeramente se construyo su castillo, situado en el centro del pueblo, y seguidamente se fueron construyendo sus calles alrededor de él, formado un círculo dentro de otro. Así que si lo viéramos des del cielo, podríamos distinguir perfectamente 3 círculos concéntricos.
Esta particular construcción lo hace muy fácil de descubrir

Su arquitectura: Sus pequeñas casas tradicionales, muy coloridas, con sus entramados de madera y su detallada decoración en sus ventanales, situadas en sus estrechitas y adoquinadas calles.

Su gastronomía: Fue en el pueblo que mejor comimos de todos.

Dicho esto, empezamos a recorrer sus calles mirando de un lado a otro, entrando a sus tiendas de productos de la zona como: una quesería donde un hombre muy agradable nos dio a probar varios tipos de quesos, en las bretzelleries y en una parada donde habían los típicos panes de jengibre, higos y muchos sabores más, para untarlos con foie, aparte de unos bretzels dulces que estaban impresionantemente ricos.

Paseamos por sus calles hasta llegar a la pigeonnier, que decir cuando la vi… ¡ooooh! más bonita aún que en todas las fotografías que había visto y ¡cómo no! Inmortalizamos ese momento.

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Mientras llagaba la hora de comer fuimos a al núcleo central del pueblo: La Place du Château y ahí vimos su fuente renacentista, construida en 1557 y catalogada como monumento histórico. Nos sentamos en uno de los banquitos que hay a su alrededor y la observamos con detenimiento mientras escuchábamos su agua caer.
La verdad que fue un momento muy tranquilo y la estampa es preciosa. La fuente estaba decorada con conejitos de pascua, muñecos y flores, detrás podíamos ver la Capilla de Saint León con sus nidos de cigüeña en lo alto de su campanar y a su lado parte del Castillo.

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La verdad, que no me extraña que este pueblecito fue inspiración para crear el pueblo de La bella en la película de Disney: La Bella y la Bestia.

Después de disfrutar del momento, nos fuimos directos al restaurante Caveau Heuhaus[u] a comernos unos platos típicos de la zona.


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Decidimos comer en este lugar por las valoraciones que habíamos visto en tripadvisor, por su interior y su comida tradicional.
Si queréis comer aquí, os recomiendo reservar previamente ya que es uno de los más concurridos y sus platos están riquísimos.

La verdad que comimos muuuuuy bien. Jordi pidió un Jarret de porc braisé sur choucroute y yo pedí un Tartiflette .
La Tartiflette es uno de los platos más típicos de esta región, es un gratinado de queso munster con panceta y patata hecho en las típicas ollas de barro alsacianas. El gratinado estaba ¡brutal! y venía acompañado de una pequeña ensalada.

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Y de postre, ¡cómo no!, nos fuimos a por unos Bretzels dulces, en la paradeta que habíamos localizado y también aprovechamos para comprar tres bizcochitos de jengibre e higos.

Una vez comidos y con las energías renovadas, nos fuimos a dar una vuelta tranquilamente por sus calles y sus plazas, visitamos la Capilla de Saint León y aprovechamos para hacer varias fotografías.

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Y esta fue nuestra experiencia mañanera, por este magnifico y encantador pueblo que se convirtió en nuestros top-1 de todos los pueblos de Alsacia que visitamos.

👉 Ver Etapa: DIA 2 - UNA MAÑANA EN EGUISHEIM ⏫ Volver arriba Compartir:

Llegamos directos des de Eguisheim y con muchas ganas de conocer este recomendadísimo pueblo llamado “La perla de los viñedos”.

Este minúsculo pueblo amurallado se encuentra rodeado de viñas, es considerado uno de los más importantes de la ruta del vino de Alsacia y fue catalogado por la asociación de Les plux beaux villages de France como uno de los pueblos más bonitos de Francia.

Nos adentramos en el centro histórico, a través de su Ayuntamiento de estilo neo-clásico, por la entrada inferior del recinto amurallado.
El arco que posee su Ayuntamiento hace de entrada a este pintoresco pueblo donde abundan sus flores y plantas trepaderas como las moradas glicinias, sus casas coloridas con sus espectaculares adornos y sus tiendas de productos típicos con escaparates detallistas.

👉 Ver Etapa: DIA 2 - UNA TARDE EN RIQUEWIHR – LA PERLA DE LOS VIÑEDOS ⏫ Volver arriba Compartir: