![]() ![]() DESCUBRIENDO FLANDES: cuatro días en Brujas, Damme, Gante y Bruselas ✏️ Blogs de Belgica
Escapada de tres noches a Flandes y Bruselas en el mes de Octubre, visitando Brujas, Damme, Gante y la capital de Bélgica. Historia, cultura, paisajes, chocolate y cerveza a tutiplén.Autor: Magrat1976 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (15 Votos) Índice del Diario: DESCUBRIENDO FLANDES: cuatro días en Brujas, Damme, Gante y Bruselas
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Etapas 7 a 9, total 9
![]() Gante, el corazón de Flandes (II)Tarde en Gante visitando el Castillo de los Condes de Flandes, el puente y la Iglesia de San Miguel. Paseo junto al río y nueva visita a una cervecería típica. ![]() Tras nuestra entretenida mañana visitando parte de Gante, nos esperaba una tarde repleta de historia (y cervezas, pero eso sería al final, para ayudar a asimilarlo). Podéis ver como pasamos la mañana en la etapa anterior: ![]() Tras la comida y el café nos dirigimos al siguiente lugar que queríamos visitar: el imponente Castillo de los Condes de Flandes. ![]() ![]() El Castillo de los Condes es casi el único castillo medieval que queda en Flandes con un sistema de fortificación prácticamente intacto. Su historia se remonta a la ocupación romana, cuando ya había un primer asentamiento en un banco de arena del Lys. En la época medieval, tras un breve paso de vikingos en campañas de pillaje, los Condes de Flandes reformaron las construcciones de madera de aquel entonces para edificar una torre del homenaje rodeada de un muro de piedra con 24 torres. ![]() ![]() ![]() ![]() Aprovechemos aquí para hablar un poco de la historia de la ciudad: en el año 630, el obispo misionero San Amando eligió la confluencia de los ríos Lys y Escalda (sitio denominado Gand en lengua céltica o Ganda en latín) para fundar allí su Abadía de San Bavón: nacía la ciudad de Gante. En la Edad Media Gante se desarrolla convirtiéndose en una de las ciudades más importantes de la Europa Occidental de aquella época. Sus pantanosos terrenos no son adecuados para la agricultura tradicional, pero sí para la cría de ovejas, así que el comercio de lana fue muy importante también para la ciudad. Los comerciantes son los que dominan y hasta el siglo XIV la prosperidad de Gante está en manos de un grupo de 40 familias ricas que apoyan al Rey de Francia por encima del Conde de Flandes, contrariamente a los artesanos y sus gremios, que exigen cada vez más derechos y privilegios. Tras una serie de sublevaciones y rebeliones (incluso contra el Emperador Carlos V, que nació en Gante en 1500), los ganteses son finalmente sometidos y Gante pierde todos sus privilegios. No obstante, Gante se dobla pero nunca se rinde: en el siglo XVI sublevados calvinistas fundan la República de Gante y en la misma época se crea una primera universidad de Gante. A lo largo de la historia la ciudad se queda varias veces sin sus puertos, las arterias que la conectan con el mar, unas veces por acumulación de sedimentos y otras como represalia por su carácter rebelde. Sin embargo cada vez se logra recuperar el contacto con el mar, ya sea excavando canales o cerrando nuevas alianzas. A finales del siglo XVIII, cuando llegan los vientos de la Revolución Industrial, Gante se convierte en la primera ciudad industrializada del continente. El "emprendedor" Lieven Bauwens trae de contrabando las piezas de una hiladora inglesa y contribuye así a fijar los cimientos de la revolución industrial europea. No obstante, pese a recuperar su lugar entre los grandes, sigue siendo una ciudad de rebeldes: se fundan los primeros movimientos socialistas y sindicatos modernos con el Vooruit como centro impulsor. Cuando llega la Expo 1913, la ciudad se somete a toda una renovación: se pone en pie la nueva estación St. Pieters, se construyen o reforman plazas y se renuevan edificios. Finalmente, con la Torre de los Libros, la ciudad añade una cuarta a sus tres famosas torres (el Campanario, San Bavón y San Nicolás) y acaba desarrollándose hasta convertirse en la urbe compacta pero auténtica que podemos visitar hoy. La visita al castillo es muy recomendable, no solo por el castillo en sí sino también por las maravillosas vistas desde lo alto de sus torres: ![]() ![]() ![]() Este imponente edificio funcionaba claramente, con su arquitectura militar, como símbolo del poder condal en la agitada Gante. Constituía un contrapeso a las altas casas de piedra de los ricos patricios al otro lado del Lys. ![]() ![]() ![]() La visita está muy curiosa y se puede hacer con audioguía, que va incluida en el precio de la entrada. Tengo que decir aquí que la traducción al español es bastante desafortunada, por decirlo de alguna manera... Lo que empiezan siendo chistes malos acaban convirtiéndose en lenguaje soez y bromas que os harán pasar bastante vergüenza ajena. Hay datos interesantes, pero se diluyen en las "bromas" que no vienen a cuento. Haced la prueba, vais a flipar fijo ![]() El castillo está prácticamente vacío, pero hay alguna sala con armaduras y otros útiles de la época: ![]() También está el lavabo, que era unisex y contaba con un sofisticado sistema de fontanería que consistía en un agujero que daba al río ![]() ![]() Como curiosidad más reciente sobre el castillo comentar que en 1949 fue ocupado por un gran grupo de estudiantes Ganteses para protestar contra la subida de precio de la cerveza y contra el hecho de que la policía sustituyese su casco blanco por una gorra azul (con lo cual los agentes serían más difíciles de distinguir de carteros y taxistas). Esta protesta se desarrolló de forma pacífica y al poco el castillo fue desocupado y devuelto a las autoridades municipales. Acabamos la visita y la plaza frente al castillo, St. Veerleplein, donde se encuentra la Oficina de Turismo, estaba muy animada: ![]() ![]() Cruzamos al otro lado del río, disfrutando de la vista del castillo por última vez: ![]() Desde allí bajamos de nuevo hacia la zona de Korenlei para ver el puente y la Iglesia de San Miguel. Desde el puente se ven la iglesia de San Nicolás, el campanario Municipal y la Catedral de San Bavón bastante alineadas. Tiene fama de ser el único punto desde donde se puede capturar la fila de torres en una misma imagen, pero nosotros también las vimos desde el castillo. Las casitas en toda esa zona, son muy pintorescas, como habíamos comentado en la etapa anterior: ![]() ![]() ![]() Al parecer antes había un puente giratorio plano, pero a principios del siglo XX fue sustituido por el actual puente arqueado de piedra. En medio, sobre el arco central, hay una bonita farola con una imagen de bronce de San Miguel: ![]() La iglesia de San Miguel, de estilo gótico tardío, se empezó a construir en 1440 pero no se completó hasta 1825 (aquí los contratistas se cubrieron de gloria). El diseño de 1662 preveía una torre de 134 metro (como referencia, la de la Catedral de San Bavón tiene 89 metros), pero por falta de fondos nunca se llegó a realizar tan ambicioso plan. Lo que debió haber sido un monumento triunfal con un majestuoso remate se quedó en unos escasos 24 metros y un tejado plano, animalicos. Sin embargo, esto acabó siendo una casualidad afortunada de las circunstancias: más adelante se descubrieron grandes problemas con la estabilidad del terreno, así que más peso no habría podido aguantar en pie. ![]() Esta iglesia fue principalmente patrocinada por el gremio de cerveceros, que durante la furia iconoclasta ofreció a los sublevados cerveza gratis con la esperanza de distraerles de sus ataques a las imágenes y salvar así el interior de la iglesia. Buena táctica... ![]() Todavía teníamos tiempo por delante, así que decidimos dar un paseo bordeando el canal Lieve hasta su final en la puerta Rabot. Es una zona menos visitada, pero también muy bonita. Se recorren Lievekaai y St. Antoniuskaai hasta el Rabot y el convento de los agustinos. El canal Lieve se excavó en el siglo XIII para lograr una conexión directa con el Zwin y, a través de éste, con el mar. En el siglo XIX, tras caer el puerto en desuso, se sepultó y se hizo un muelle que dio lugar al ancho paseo que hay en la orilla. Ahora el Lievekaai es una estampa típica que poco ha cambiado en los últimos 200 años. Por los lados la flanquean magníficas casas señoriales y sauces llorones: ![]() ![]() Siguiendo en dirección a Rabot nos encontramos con St Antoniuskaai, una calle que alberga, entre otras cosas, la Hof van St-Antonios (siglo XVII), sede del prestigioso gremio de arcabuceros y artilleros. También encontramos el Puente de los Placeres Imperiales, que se construyó sobre el Lieve en el año 2000 con ocasión del cincuentenario de Carlos V. Tiene esculturas del artista, músico y actor gantés Walter De Buck (1934-2014), que representan diversas leyendas sobre la vida del Emperador Carlos V. Regresamos hacia el centro y callejeando sin rumbo encontramos algunas imágenes muy pintorescas, es una ciudad bonita y con mucha vida: ![]() ![]() ![]() Tras el paseo decidimos que teníamos sed, así que era hora de probar alguna que otra cervecita, que todo el mundo sabe que van muy bien para recuperar sales minerales ![]() ![]() ![]() Tuvimos suerte y pillamos la última mesa libre en el interior (fuera hacía mucho frío), estaba todo a tope de gente y muy animado. El bar ofrece una carta con una gran variedad de cervezas, yo probé una sencillita de la casa, pero mi marido aprovechó para probar una de las típicas cervezas de tipo lambic ya que teníamos la ocasión (estas cervezas únicamente se elaboran en Bélgica). Se trata además de una de las más antiguas, ya que se tienen referencias de su fabricación desde hace más de 400 años. Se originó específicamente en Bruselas y su nombre deriva de la ciudad "Leembek", donde se elabora. ![]() ![]() Como se elaboran las cervezas lambic: Este tipo de cerveza se elabora a partir del trigo, cebada y levaduras silvestres de la zona donde se produce, lo cual provoca una fermentación espontánea que la convierte en una de las cervezas más especiales del mundo. Para su elaboración se utiliza un 70% de cebada ligeramente malteada, el resto puede ser trigo crudo o sin maltear. La fermentación espontanea se lleva a cabo en tanques enormes, de base rectangular y con un fondo de 30 cm, en lugar de en los tanques verticales herméticos donde se suelen producir las Lager o Ale. La clave de las Lambic es la fermentación en abierto durante las primeras etapas, de forma que el mosto queda en contacto con el ambiente. Después se realiza una maduración en barriles de madera y puede haber fermentaciones posteriores una vez embotelladas, según el tipo de cerveza. El proceso de elaboración dura en ocasiones varios años, ya que para aromatizarlas se pueden utilizar distintas frutas en lugar de lúpulo. El lúpulo que se le añade es ya viejo y ha perdido todo su aroma y amargor, por eso estas cervezas suelen tener un gusto más bien ácido y afrutado. Hay varios tipos, como decíamos: lambic joven (menos de 6 meses de maduración), lámbic vieja... lo habitual es un envejecimiento de 1 a 2 años. La cerveza resultante suele tener de un 4 a un 6% de alcohol y apenas contiene gas. La verdad es que su gusto es peculiar, nosotros no estamos acostumbrados a ese tipo de cerveza, pero había que probarla. Tras la degustación decidimos ir bajando hacia el hotel, teníamos una media hora larga de camino y queríamos parar a cenar algo, así que eso hicimos (comimos algo rápido, nada destacable). Después un poco de descanso en el hotel y a dormir, así finalizaba nuestra única pero bien aprovechada jornada en Gante, una de las joyas de la región de Flandes. Información práctica de la etapa: - Castillo de los Condes de Flandes: Horario de verano (del 1 de Abril al 31 de Octubre): de 10 a 18:00 Horario de invierno (del 1 de Noviembre al 31 de Marzo): de 9 a 17:00 (según la guía, en la web en Noviembre pone que abren de 10 a 18 igual. Dirección: St. Veerleplein 11 Entradas: adultos 10 € (excepto ciudadanos de Gante, 7'50 €). Hasta 18 años: gratis. Jóvenes de 19 a 25 años: 6 €. Mayores de 65 años: 7'50 € Página web: historischehuizen.stad.gent/ ...tle-counts - Como moverse por Gante: Para disfrutar plenamente de Gante existen diversas opciones para desplazarse. Las distancias dentro del casco histórico son muy reducidas, por lo que es muy fácil de recorrer. Opciones: * A pie: la ciudad es perfectamente visitable a pie y además dispone de una gran área peatonal y de tráfico reducido, así que es ideal para pasear y callejear. Además en una media hora puede plantarse uno en la estación de trenes desde el centro sin mucho problema. * En bicicleta: otra opción muy utilizada es la bicicleta, sin duda es también ciudad de ciclistas. Se puede alquilar una en la estación de tren o en el centro. * En transporte público: desde primera hasta última hora funcionan autobuses y tranvías. En la estación St. Pieters, en la plaza Korenmarkt y en la plaza Woodrow Wilsonplein hay oficinas de la empresa de transportes Lijn, donde pueden comprarse los billetes. También se pueden comprar en las máquinas de las paradas. Las líneas de tranvía 1, 2 y 4 van de un extremo a otro de Gante cruzando el centro. Con la CityCard Gent se puede hacer uso de todos los tranvías y buses de Gante sin tener que pagar billete. Mapa de las líneas de tranvía (se puede descargar el pdf actualizado aquí: Tranvía Gante): ![]() * En el tranvía acuático "Hop on Hop off": Gante está atravesada por un sinfín de vías navegables, así que el tranvía acuático es una forma ideal de atacar la visita a la ciudad desde el agua. Esta opción solo es posible los fines de semana del 1 de abril hasta el 1 de noviembre, y la embarcación realiza seis paradas. ![]() Etapas 7 a 9, total 9
![]() Un día en BruselasÚltimo día de viaje, visitando algunos de los lugares más emblemáticos de Bruselas, la capital de Bélgica.
Llegaba el último día de nuestra escapada a Flandes y decidimos dedicarlo a visitar algo de la ciudad de Bruselas, hasta donde llegásemos, ya que el vuelo salía a las 18:35 y el aeropuerto de Zaventem está muy cerquita de la ciudad.
Bruselas es la capital de Bélgica y la principal sede administrativa de la Unión Europea. Es una ciudad situada en la región denominada Bruselas-Capital, una de las tres que forman Bélgica junto con Valonia y Flandes. Como capital del Estado, Bruselas es la sede del gobierno y el Parlamento. Al parecer durante la Alta Edad Media, el territorio donde está situada actualmente la ciudad de Bruselas era un área pantanosa con abundantes arroyos que formaban islas. En la más elevada de las islas se erigió una ermita, y en torno a la ermita luego se formó un burgo. En neerlandés medieval "broek" significaba pantano y "sell" significaba ermita; así que la palabra Bruselas significaría "Ermita del pantano". Otra teoría sobre el origen de Bruselas postula que en un principio la ciudad se hallaba en la Montaña de San Miguel y estaba habitada por los celtas antes de que fuera ocupada por los francos. De hecho, tiene una etimología muy próxima a la de la ciudad «Brixellum», actual Brescello, que deriva de «briga» (altura) y «cella» (templo), es decir, "templo en las alturas". Así pues, nos dirigimos hacia Bruselas en tren, se tarda unos 40 minutos desde Gante y hay conexiones con bastante frecuencia. Nosotros bajamos en la estación de Bruselas Central, que era la que nos venía mejor para empezar a recorrer el centro histórico. En esa estación hay taquillas donde por 2 o 3 euros (varía en función del tamaño) se pueden dejar las maletas durante todo el día, es muy práctico y fácil dejarlas allí hasta la hora de ir hacia el aeropuerto. La ciudad de Bruselas cuenta con gran cantidad de monumentos y museos interesantes, además de uno de los principales mercados mundiales de antigüedades. Su arquitectura es muy variada, y cuenta con estilos muy diversos que van desde las construcciones medievales de la Grand Place hasta los edificios modernos y vanguardistas que albergan las instituciones de la Unión Europea. También se pueden ver coloridos murales como éste que encontramos al poco de llegar a la ciudad: ![]() Y algo más tarde esta tienda tan bien decorada: ![]() Desde la estación callejeamos un poco hasta llegar al famoso (aunque chiquitico ![]() ![]() ![]() ![]() Allí cerquita se pueden ver también otro de los símbolos de la ciudad, esta vez no históricos sino gastronómicos: los deliciosos gofres con variedad de coberturas para todos los gustos. Qué maravilla de colores y sabores: ![]() Hay lugares bastante originales en esa zona, como este edificio, con las bicis colgando ![]() ![]() Seguimos callejeando un poco más hasta llegar a la famosísima Grand Place o Grote Markt. Antes de llegar hasta allí, sin embargo, en una de las esquinas de la calle Charles Buls, nos topamos con el monumento dedicado a Everard t'Serclaes, en la "maison de l'Étoile". Se trata de una pequeña estatua de bronce que recuerda a este héroe belga que recuperó el poder de Bruselas (y los derechos de sus ciudadanos) en una exitosa campaña militar contra las tropas flamencas durante la Guerra de Sucesión del Ducado de Brabante (1356-1357). ![]() La historia del héroe es la siguiente: al fallecer el rey Juan III de Brabante, el conde de Flandes, Louis de Male, exigió su derecho a suceder el trono. Su petición fue denegada, ya que la junta de gobierno de la ciudad reconocía como legítimos herederos a la hija del rey, Joanna, y su esposo Wenceslao. Fue entonces cuando el noble flamenco tomó la ciudad por la fuerza y sometió Bruselas a su dominio. Sin embargo, su triunfo duró poco: la noche del 24 de octubre de 1356 Serclaes y un grupo de patriotas que apoyaban a Juan III y sus descendientes, se enfrentaron a los soldados flamencos y los expulsaron de Bruselas después de una dura batalla. Joanna y Wenceslao fueron coronados monarcas y desde entonces Serclaes se convirtió en una respetada figura que contaba con el apoyo popular y llegó a ser nombrado concejal en cinco ocasiones. No obstante, sus constantes ataques a la clase alta acabaron con su asesinato el 31 de marzo de 1388, por oponerse a las medidas empujadas por el Señor de Gasbek. Como represalia las tropas de la ciudad destruyeron el castillo del aristócrata, en esa época sí que sabían divertirse. La pequeña escultura, obra de Julien Dillens, recuerda a Serclaes en su lecho de muerte, con el rostro semicubierto y la mirada perdida. Además, en la actualidad se ha puesto de moda tocar la figura: según la leyenda popular, tocar la escultura trae suerte o se vuelve a Bruselas. Está tan sobada la pobre estatua que ya presenta un desgaste evidente. ![]() Nos adentramos ya en la Grand Place, el corazón de Bruselas y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1988. Llamada Grote Markt en flamenco, es el núcleo geográfico, histórico y comercial de Bruselas, además de una de las plazas más destacadas de Europa. Es uno de los lugares más fotografiados de Bruselas y forma parte del conjunto arquitectónico del siglo XVII que hay en la ciudad. En agosto de 1695, durante la Guerra de la Liga de Augsburgo, la mayor parte de las casas, muchas de ellas todavía construidas en madera, fueron destruidas durante el bombardeo de Bruselas por las tropas francesas dirigidas por el mariscal de Villeroy. Solo la fachada y la torre del ayuntamiento, y algunos muros de piedra resistieron las bolas incendiarias. Las casas que rodeaban la plaza fueron reconstruidas en piedra por los distintos gremios. Entre ellas, la casa de la corporación de los cerveceros acoge hoy en día el Museo de los Cerveceros. La Grand-Place acoge frecuentemente acontecimientos festivos y culturales. Entre ellos, en agosto de cada año par, la instalación en su centro de una inmensa alfombra de flores, de 25 por 75 metros, compuesta de más de 500 000 begonias. Algunos de los edificios más importantes de esta plaza son los siguientes: El Ayuntamiento (Hotel de Ville): ubicado al suroeste de la plaza, se trata del tesoro arquitectónico más antiguo y relevante de la plaza, un edificio de estilo gótico brabantino que se empezó a construir en 1402. Se encuadra dentro de la arquitectura civil del siglo XV, durante el cual tanto Bélgica como Holanda gozaron de una fuerte prosperidad económica que se refleja en la suntuosidad de sus edificios civiles, tanto ayuntamientos como lonjas comerciales y edificios de viviendas. ![]() La existencia de una burguesía poderosa, agrupada en gremios de artesanos que accedieron al gobierno de las ciudades flamencas, empujó la edificación de notables palacios municipales en las ciudades, que constituyen los más destacados en la Europa de la época. Tres ejemplos de ello son los Ayuntamientos de Bruselas, Lovaina y Brujas. La estructura común es la siguiente: constan de un magnífico edificio de varios pisos de altura, con un pórtico en la planta baja que se utilizaba como mercado, una fachada larga y un alto campanario para advertir a la ciudadanía de cualquier peligro. Maison du Roi: la Casa del Rey, construida en 1536 y reformada en 1873. Durante muchos años. Fue el lugar de residencia de los monarcas reinantes durante mucho tiempo, aunque actualmente acoge el Museo de la Ciudad (Musée de la Ville). En él se exponen pinturas del siglo XVI, tapices y los pequeños trajes que forman parte del guardarropa del Manneken Pis. ![]() Maison des Ducs de Brabant: casa de los Duques de Brabante, un conjunto neoclásico de edificios con raíz flamenca. Un detalle de la parte superior: ![]() Todas las casas de la plaza tienen su gracia. Estas son las casas en los números 1 a 7 en el ala oeste de la plaza: ![]() Y son las siguientes, de derecha (1) a izquierda (7): Casa número 1: El Rey de España. Es el bar más famoso de la plaza no solo debido a la cerveza, sino a las vistas privilegiadas desde su terraza. Su fachada muestra un busto de Carlos II de España, monarca de Bélgica en el siglo XVII. Casas número 2 y 3: La Carretilla (La Brouette - Den Cruywagen), pertenecía al antiguo gremio de lecheros y actualmente es una cervecería. Casa número 4: El Saco (Le Sac - Den Sack) era la del gremio de toneleros, ebanistas y carpinteros. Casa número 5: La Loba (la Louve-De Wolf), del antiguo gremio de arqueros. Casa número 6: El Cuerno (Le Cornet - Den Horen) del gremio de barqueros. La fachada imita la popa de un barco. Casa número 7: El Zorro (Le Renard - De Vos) del gremio de los merceros. Y éstas son las casas 8 a 12 en el lado sur (al lado se puede ver ya la Casa de los Duques de Brabante): ![]() Éstas son las siguientes, de derecha (8) a izquierda (12): Casa número 8: La Estrella (L'Etoile - De Sterre) Casa número 9: El Cisne (Le Cygne - De Zwan), en el que se fundó el partido comunista belga en 1885. Casa número 10: El Árbol de Oro (L'Arbre d'Or - Den Gulden Boom), del gremio de cerveceros, alberga actualmente el museo de la cerveza Casa número 11: La Rosa (La Rose - De Roose) Casa número 12: El monte Tabor. Otra de las más emblemáticas es Le Pigeon: es la vivienda en la que se alojó el novelista francés Victor Hugo cuando estuvo exiliado en Bélgica en 1852. Ocupa los números 26 y 27 de la plaza, del gremio de pintores. En el entorno de la plaza se pueden observar las trazas de la antigua ciudad, de un estilo arquitectónico que se conoce como estilo español: los principales edificios históricos de estilo flamenco datan de la época en que la actual Bélgica, entonces Flandes, era una de las provincias del imperio de Carlos V. Seguimos paseando y, tras entrar en unas cuantas tiendas de chocolate, llegamos frente a la Bolsa de Bruselas. La Bolsa de valores de Bruselas fue fundada por decreto napoleónico en 1801. En el año 2000 se fusionó con la Bolsa de París y la Bolsa de Ámsterdam para formar Euronext, la primera bolsa de valores paneuropea para acciones y derivados, siendo nombrada Euronext Bruselas. Desgraciadamente yo no tengo ni idea de como funciona todo esto, si no, en lugar de una simple proletaria ya sería multimillonaria y estaría por ahí, de crucerito en la Antártida tan ricamente ![]() ![]() En cuanto al edificio histórico en sí, fue erigido sobre el bulevar Anspach entre 1868 y 1873, según los planos del arquitecto León-Pierre Suys, y estaba incluido en el programa de saneamiento ambiental y embellecimiento de la ciudad. En plena expansión económica, este edificio respondía a la necesidad esencial de un lugar donde realizar las transacciones comerciales. Como curiosidad comentar que fue erigido sobre los restos del antiguo mercado de la mantequilla, que a su vez se levantaba sobre los restos del antiguo convento de recoletos. Aquí se aprovecha todo, oiga... ![]() Seguimos y empezaba a llover un poco, así que nos refugiamos en el siguiente punto de interés: el Brusseles Vintage Market, un mercado que se celebra en el interior de Halles Saint Géry el primer domingo de mes. Se puede comprar ropa, calzado, accesorios o libros, pero también tomar un café o hacer un brunch. Nosotros nos tomamos un café y vimos el mercado mientras esperábamos que escampase un poco. Estaba animado, había hasta un DJ pinchando, fiestorrón ![]() ![]() ![]() ![]() Al poco había parado de llover y seguimos con nuestra ruta hasta la plaza donde se encuentra la iglesia de Sainte Catherine. Los primeros textos escritos acerca de esta capilla son del 1200, cuando ésta se encontraba adosada a la muralla de la ciudad (los vestigios todavía se conservan). La construcción actual data de 1854 y entremezcla los estilos románico, gótico y renacentista. ![]() Este barrio es muy pintoresco y alberga el antiguo puerto de la ciudad. Quizá es por ello que abundan aquí las pescaderías y la oferta de sus restaurantes se basa en los productos del mar. Es muy habitual que los lugareños se acerquen a este rincón en fin de semana a tomar un aperitivo o comer, vimos un puesto de pescado que triunfaba mucho, la gente pedía en el mostrador y se iban con su vinito a alguna mesa hasta que les llamaban cuando la comida estaba lista. Tenía muy buena pinta, había cola: ![]() A esas alturas ya teníamos bastante hambre, así que nos dirigimos a un restaurante cercano que nos habían recomendado, el Fin de Siecle. Llegamos y estaba a tope, además no aceptan tarjetas de crédito y no estábamos seguros de llevar suficiente efectivo encima como para que no nos tocase fregar platos, así que decidimos ir al Greenwich Café, que está justo al lado y aceptan tarjetas. Comimos muy bien y a un precio razonable, aunque no tiene tan buena fama como el restaurante de al lado. Tienen opción vegana, yo tomé unas verduras al curry con leche de coco riquísimas (mi marido que es ligeramente más carnívoro probó el clásico estofado a la cerveza y le encantó). Si por contra os apetece probar el vecino Fin de Siecle, aseguraos de llevar efectivo y no vayáis demasiado tarde porque se llena (al menos, en fin de semana, cuando fuimos nosotros). Tras la comida regresamos hacia la zona de la Grande Place y nos dedicamos a las compras chocolateras: cayeron unas cuantas cajitas de deliciosos bombones belgas para llevar a casa. Luego nos fuimos hacia el Palacio Real de Bruselas. De camino hacia allí primero pasamos por este parque, el parque del Monte de las Artes: ![]() Se suben unas escaleras y al volver la vista atrás la panorámica con la torre del ayuntamiento de fondo es bastante bonita: ![]() Finalmente llegamos a la cima, a la Place Royale. Se puede acceder a esta plaza desde la Rue Royale, Rue de Namur, Rue de la Régence, Rue du Musée y la Rue Montagne de la Cour. Edificada entre 1775 y 1782 en el marco de un proyecto urbanístico que incluía también el Parque de Bruselas, se trata de una plaza de estilo neoclásico, rectangular y simétrica, presidida por la estatua de Godofredo de Bouillón. ![]() Esta estatua fue el último elemento de la plaza y ocupa su centro. En ella, Godofredo de Bouillón está representado en el momento en el que parte para la primera cruzada, agitando el estandarte. En 1897 se insertaron dos bajorrelieves en bronce en el pedestal. Uno de ellos representa el Asalto de Jerusalén realizado por Godofredo de Bouillón, que tomó la ciudad el 15 de julio de 1099, y el otro representa las Leyes de Jerusalén (una colección de leyes y ordenanzas, aunque no fueron promulgadas por Godofredo). Hay ocho pabellones dispuestos simétricamente alrededor de la plaza: en ellos encontramos en la actualidad numerosas instituciones culturales de Bruselas, como el Musée Bellevue, los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, el Museo de Instrumentos Musicales de Bruselas (se entra por el antiguo edificio de los Almacenes Old England), los restos del antiguo Palacio de Coudenberg (entrada por el Musée Bellevue) y el Museo Magritte. ![]() Entre la Place Royale y el Parque de Bruselas se encuentra el Palacio Real de Bruselas, el palacio oficial del rey belga en la capital. Actualmente este palacio no es usado como residencia real, ya que el monarca y su familia viven en el Castillo Real de Laeken, a las afueras de Bruselas. Sin embargo, el Rey cumple sus funciones de Jefe de Estado en este Palacio Real. ![]() El Palacio se encuentra en la parte alta de la ciudad y frente a él se encuentra el Parlamento Federal de Bélgica. Estos dos edificios representan la forma de gobierno en Bélgica: la monarquía constitucional. La construcción del Palacio Real comenzó a principios del siglo XIX a manos de Guillermo I, rey de los Países Bajos. Durante el reinado de Leopoldo II el palacio sufrió muchas remodelaciones y quedó como puede verse actualmente. El Palacio Real puede visitarse de martes a domingo desde el 21 de julio (la fiesta nacional) hasta principios de septiembre. Dejaré los horarios en el apartado de información práctica. Tras la visita al Palacio Real regresamos en dirección a la estación para dirigirnos sin prisas al aeropuerto, hay muchas más cosas que ver en Bruselas, pero ese día nos lo tomamos con calma (además, yo ya había estado). Recomendable dedicarle por lo menos un par de días, si es posible. Por el camino de vuelta hacia la estación pasamos por aquí: ![]() Y junto a esta fuente que se llama Oreille Tourbillonnante ("Whirling Ear"), algo así como la oreja giratoria ![]() ![]() Finalmente, tuvimos suerte y pillamos el reloj carrillon del Monte de las Artes (Mont des Arts) dando las horas: ![]() Este carrillón consta de 24 campanas producidas por la fundición Paccard y es visible en la fachada del Palacio de la Dinastía. El reloj, en forma de estrella de doce puntas, fue diseñado por Jules Ghobert. El reloj está diseñado para emitir alternativamente dos melodías distintas. Desde aquí ya nos dirigimos a la estación Central de Bruselas, donde recogimos nuestro equipaje y tomamos un tren que en apenas 15 minutos nos dejó en el aeropuerto. Ya allí no podíamos más que despedirnos de Bélgica con otro símbolo de este país, el cohete que aparece en el cómic Tintin en la luna: ![]() Y es que Bélgica también ha sido la cuna grandes comics: Tintin, Spirou, los Pitufos, Lucky Luke... si os interesa el tema, no debéis perderos el Museo del Cómic de Bruselas (o Centro Belga del Cómic). Nosotros lo reservaremos para otra ocasión, siempre tiene que quedar algún motivo para volver. El avión salió puntual, de nuevo todo perfecto con Brussels Airlines, y a la hora prevista aterrizábamos en Barcelona. Finalizaba así nuestra escapada por tierras belgas, dejándonos con ganas de más. Información práctica de la etapa: - Ayuntamiento de Bruselas: Horario: de lunes a viernes de 8:30 a 17:30 Dirección: Grand Place 1, 1000 Bruxelles, Bélgica Página web: www.brussels.be/city-hall Hay visitas guiadas los miércoles y domingos, en francés, inglés y holandés. No es necesario reservar y los tiquets salen a la venta únicamente ese mismo día a partir de las 9. Más información sobre la visita aquí: visit.brussels/ ...innerrooms Precio entradas: adultos 7 €, estudiantes y mayores de 65 años 5 €, niños hasta 12 años gratis. - Museo Magritte: Horario: de lunes a viernes, 10:00 a 17:00 h. Sábado y domingo de 11:00 a 18:00 h. Dirección: Rue de la Régence 3, 1000 Bruxelles, Bélgica Precio entradas: adultos 10 € , estudiantes 3 € y mayores de 65 años 8 €. Página web: www.musee-magritte-museum.be/en - Trenes Bruselas- Aeropuerto de Zaventem: En esta web se pueden consultar los horarios: www.belgiantrain.be/ ...ture-times Tiempo de trayecto Bruselas Central- Aeropuerto: 17 minutos Más información sobre como llegar al aeropuerto en tren: www.brusselsairport.be/ ...king/train Etapas 7 a 9, total 9
![]() ConclusionesConclusiones sobre nuestra escapada a Flandes y Bruselas: impresiones y recomendaciones a futuros viajeros
Como siempre hago en mis diarios os dejo aquí las conclusiones principales del viaje, junto con alguna recomendación. La zona que hemos visitado nos ha encantado, no conocíamos Flandes y ha sido una agradable sorpresa. De todo ello, destacaría lo siguiente:
- Brujas: es una ciudad con un encanto muy especial, un lugar que rezuma historia ideal para callejear, donde en cualquier esquina se topa uno con una escena pintoresca o algún detalle interesante. Si no se visitan museos, se puede ver en excursión de ida y vuelta desde Bruselas, pero a nosotros nos encantó hacer base allí. Yo os recomendaría, si es posible, pasar al menos una noche en Brujas, porque las vistas nocturnas valen muchísimo la pena (aunque en invierno, cuando los días son cortos y anochece pronto, también se puede ver de noche antes de regresar a Bruselas). También hay que tener en cuenta que cuando se van los visitantes de un día se queda todo mucho más tranquilo, si dormís allí podréis aprovechar a última y primera hora del día en los sitios con mucha menos gente. ![]() - Los paisajes con los canales y molinos: si os gusta la naturaleza, paisajes y pueblecitos no podéis dejar de hacer la excursión a Damme a pie o en bicicleta. Os dará otra perspectiva distinta a las calles adoquinadas, los puentes y los edificios históricos. El entorno que forman los canales y molinos es muy bucólico y bonito, para mí es uno de los imprescindibles de la zona si disponéis del tiempo suficiente. - Gante: otra de las maravillas de Flandes, sin ninguna duda. El casco histórico es relativamente pequeño y también puede visitarse en un día. Nosotros visitamos el Castillo de los Condes y nos pareció bastante interesante, además de las bonitas vistas sobre la ciudad desde las torres, si tenéis tiempo lo recomiendo. Gante lo veo más factible en excursión ida y vuelta desde Bruselas porque está más cerca, en unos 40 minutos se planta uno allí. De tener que elegir, personalmente haría noche en Brujas y Gante desde Bruselas. - La cerveza y el chocolate: dos puntos a tener muy en cuenta. Con más de 1700 variedades belgas de cerveza (algunas de ellas, de tipos únicos en el mundo), la posibilidad de visitar fabricas de cerveza artesana y de hacer catas en maravillosas cervecerías situadas en edificios históricos junto a los canales, está claro que para los cerveceros esta es una visita obligada. Lo mismo para el delicioso chocolate belga, ya sea en forma de bombones, como bebida caliente o en los típicos gofres. Yo no soy demasiado cervecera (chocolatera sí ![]() - La riqueza cultural y la historia y arquitectura de las ciudades: tanto Flandes como Bruselas ofrecen variedad y cantidad de museos, teatros, espectáculos y opciones culturales para todos los gustos. Se puede disfrutar del arte flamenco clásico, arte contemporáneo, graffitis, comics... hay para todo los gustos. Además de la gran cantidad de edificios históricos, muchos de los cuales se pueden visitar, que pueblan las calles de estas ciudades: iglesias, palacios, castillos medievales, casas de los gremios, sedes de distintas instituciones... hay de todo y más, ideal para un viaje al pasado. Los amantes de la arquitectura tampoco quedarán defraudados, prácticamente cada rincón esconde una (o varias) sorpresas que les encantarán. - Bruselas: aquí fue donde menos tiempo pasamos porque yo ya había estado anteriormente y además consideramos que nos gustaría más Flandes. Efectivamente, así fue, si tengo que priorizar me quedo con Brujas, Gante y Bruselas por este orden, pero ello no quiere decir que no me haya gustado. Si se dispone de tiempo suficiente, Bruselas se merece al menos un par de días completos para descubrirla y disfrutarla como se merece. - La facilidad para moverse en tren entre las ciudades: el transporte en tren entre ciudades nos pareció fácil y cómodo, aunque un poco caro (en cambio la comida nos pareció más económica de lo que esperábamos). Hay una opción de un billete de fin de semana que sale más económica, pero como nosotros viajamos en jueves no pudimos aprovecharla (además es para trayectos ida y vuelta, nosotros hicimos distintos tramos sueltos y ahí tampoco aplica). Debido a esto, es fácil hacer excursiones de un día desde Bruselas, si se prefiere hacer base allí; aunque también es fácil trasladarse a un par de sitios y repartir noches como hicimos nosotros. En definitiva, que lo pasamos muy bien y disfrutamos mucho de todo lo que Flandes tiene para ofrecer. Si se puede dedicar una semana a la zona y añadir Amberes, Lovaina y Malinas al itinerario, sería ideal, pero con nuestros cuatro días creo que ya aprovechamos bastante bien. No dudo que volveremos en el futuro, nos dejamos muchas cosas pendientes y ya sabéis: siempre hay que tener alguna excusa para volver. Desde luego yo ya la tengo, no me ha dado tiempo a catar los 1700 tipos de cerveza belga ni todas las variedades de bombones y esto no puede quedar así ![]() De nuevo, gracias a todos y os animo a descubrir Flandes. ¡Os aseguro que no os arrepentiréis! ![]() ![]() ![]() ![]() Etapas 7 a 9, total 9
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