Seychelles noviembre de 2019 ✏️ Blogs de Seychelles

Aquí vamos a estar tres días completos:


El primer día en el puerto nos espera el coche de alquiler que hemos reservado.

Vamos al hotel (el Diamond Plaza ubicado en Grand Anse), hacemos check in y quedamos encantados con las vistas de nuestra habitación.


Pedimos a la recepcionista que llame al hotel para pedir entrada a Anse Georgette y nos dice que no, porque ya sabe que no queda sitio en una semana.
Sinceramente no sé si creerlo, estámos en temporada baja y hay pocos turistas en las playas, ¿cómo es posible que no haya sitio en siete días?
Pero tampoco es que tengamos opciones así que para que darle más vueltas.

Ahora nos vamos ya a la playa ¡que ya no podemos esperar más!

Decidimos empezar por el oeste de la isla de arriba a abajo.



La primera es Anse Kerlan, que nos quita el hipo.



Hay bastantes olas que, aunque no impiden el baño, sí lo hacen menos placentero, así que hacia la hora de comer decidimos cambiar de playa.

Primero paramos en Grand Anse a comer en el único take away que abre (es domingo y están todos cerrados). Es el Island Pizzeria.


Después bajamos hacia el sur para ver las playas de sur a norte.

Paramos en Anse Takamaka y acabamos en Grand Anse, en la que está nuestro hotel.


Del día de hoy, la playa que más nos ha gustado es, sin duda alguna, Anse Kerlan, pero en las otras dos hay que reconocer que nos hemos bañado más tranquilamente.

Además los atardeceres en Grand Anse son preciosos.



En todas ellas hemos estado prácticamente solos.

También visitamos la zona del Valle del Mai pero decidimos no entrar al parque porque nos parece que el precio de las entradas es demasiado elevado. Hacemos fotos por allí cerca.




El segundo día nos vamos a Anse Lazio, que nos deja sin palabras.




Aquí estamos el día completo (somos casi los primeros en llegar y los últimos en irnos) comiendo en el único restaurante que hay allí, caro y nada especial, pero no queríamos irnos de la playa, ha sido la que más nos ha gustado de todo el viaje.

El snorkel aquí es estupendo, al fondo de la playa, así como miras al mar a la derecha. A unos metros de la orilla.

Se ven un montón de peces diferentes, entre ellos éstos cuyas fotos que he sacado de la página snorkeling report, en la que podeis mirar cuales son las mejores zonas para hacer snorkel en seychelles y las especies que se pueden observar:



La anécdota del día se produce cuando volvemos de comer y nos metemos de nuevo en el agua. Nos rodea un banco de peces de rayas blancas y negras, a los que le debemos oler a comida porque nos dan unos cuantos bocados .

No es que sea muy doloroso pero agradable tampoco , alguno hasta me dejo la marca de su boquita. Así que lavaos bien antes de entrar de nuevo en el agua después de comer .

A la vuelta paramos en Cote D'Or y decidimos que iremos al día siguiente. Es una zona donde hay bastantes alojamientos, un par de supermercados, restaurantes y alguna tienda de souvenirs.
La playa que está allí es la de Anse Volbert.

El tercer día vamos a Anse Volbert, a la esquina norte, para contratar en Sagittarius un taxi boat para ir a Curieuse y St. Pierre.
Llegamos así como abren, a las 9 contratamos y en diez minutos ya estábamos saliendo.


Nos dejaron 3 horas en Curieuse y 1 hora en St Pierre.


Ellos te dejan y te recogen. No esperan. Es perfecto, lo que necesitamos.

Nos encantan las dos visitas, lo de las tortugas es alucinante, pero no tengo fotos de ese día porque durante el snorkel me entró agua en la funda del móvil. A ver si las recupero.

Volvemos, comemos en un take away y nos vamos a pasar la tarde en Anse Volbert.

El agua en general en Seychelles tiene una temperatura muy buena, pero aquí es que incluso está caliente, como la de la bañera.
Es una playa muy bonita, pero al estar orientada al este pierde el sol más temprano.

El día toca su fin, y con él nuestra estancia en esta maravillosa isla.

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Llegamos a La Digue en el ferry de las 10:00 y ya nos abordan para el alquiler de bicicletas.

Tengo que decir que no teníamos ni idea de qué distancia había a nuestra pensión y no habíamos reservado el traslado con ellos. No lo habíamos mirado antes de embarcarnos y ahora no teníamos internet (nos movimos siempre con la wifi de los hoteles, no compramos tarjeta sim).

Por eso cuando uno se ofreció a acompañarnos y llevarnos las maletas, le cogimos a él las bicis.

El trato era que también vendría a recogernos el día de partida pero, como he dicho en la otra etapa, no se presentó.

Hacemos el check in en la Pensión Hibiscus.
Realmente en bici son unos minutos desde donde te deja el barco, pero caminando con mochila se haría pesado, tenía razón el chico de las bicis.








Cogemos algo de comer en el Gala Take Away que está muy cerquita de nuestra pensión y nos vamos hacia el norte, queremos ir a Anse Severe y Anse Patates.




El tema es que nos pasamos de largo y sin saberlo bajamos por el este hasta que se acaba el camino, casi en Anse Cocos.

Una vez que nos damos cuenta del error tratamos de llegar a Anse Cocos pero no encontramos la senda que se supone que hay para ir a pié.

Así que nos damos unos baños en Anse Banane y retomamos el camino de vuelta hasta encontrar Anse Patates, donde hacemos snorkel.



Cuando nos cansamos del snorkel decidimos cambiar de playa porque la marea está alta y apenas hay arena.


Llegamos en un plis a Anse Severe donde pasamos el resto de la tarde.





Cenamos en el Rey & Josh Cafe Take Away.

El segundo día vamos a Anse Cocos.


Para ello vamos en bici hasta Grand Anse y allí las dejamos.

Caminamos hasta Petit Anse y desde allí cogemos la senda hasta Anse Cocos.



Las tres playas son preciosas pero con bastante oleaje. Hay carteles de prohibido el baño.



Al fondo de Anse Cocos hay una piscina natural totalmente resguardada de las olas, en la que nos quedamos hasta la hora de comer.



Cruzamos la isla para ir a Anse Source D'Argent y de camino paramos en un take away, el Mimi's Cafe, para comer.

Al llegar a L'Union State pagamos la entrada. La marea está alta y no hay opción a pensárselo (para el que no lo sepa, bordeando el helipuerto con la marea baja se llega a la playa gratis).


La playa en realidad es un conjunto de playas, muy bonitas, pero no sé si es por la marea alta, si es porque el cielo está a ratos cubierto de nubes o si a estas alturas nuestra capacidad de sorpresa se ha reducido, el caso es que no nos enamora como lo ha hecho por ejemplo Anse Lazio.
Ahora bien, no puedes estar en La Digue y perdértela.





El tercer día es el que nos vamos a Mahe, pero como hasta las 12:30 no es el barco y en las islas madrugamos para adaptarnos al horario de luz, aprovechamos bien la mañana.
Vamos a un par de playas que hay cerca de nuestra pensión, que por un rato compartimos con unos nenes del cole de enfrente y hacemos compritas para nuestras niñas.

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Llegamos a Mahe a las 14:00 y allí están esperando para entregarnos el coche.

Aparcamos y vamos a comer.

Cae el diluvio universal mientras comemos en la calle, sentados en un bordillo enfrente del BanK of Baroda.

Nos da la impresión de que en Mahe hace peor tiempo que en las otras islas, quizá porque es la que tiene las montañas más altas y éstas retienen las nubes.

Cuando la lluvia amaina volvemos al coche y emprendemos camino al suroeste de la isla, parando de camino en The Mission, una antigua residencia fundada por misioneros para dar cobijo a los huerfanos de esclavos liberados, de la que apenas quedan restos.
También hay un mirador.


A nuestro parecer no merece la pena ir a propósito. Si os pilla de camino como a nosotros podeis parar unos minutos, pero sin más.

La idea que llevábamos era la de ir a cualquiera de las playas que hay en el carretera que baja por el oeste, todas son muy bonitas, pero el tiempo está definitivamente torcido y enfilamos sin parar hacia Anse Takamaka, que es donde tenemos el hotel, el Chez Batista.







La playa de Anse Takamaka es realmente bonita pero con un oleaje endemoniado.

A pesar de que la llovizna persiste a nuestra llegada, cae un baño, porque la temperatura en realidad es estupenda.


Al día siguiente cruzamos a Anse Forbans, donde pasamos la mañana.


Es un buen sitio en Mahe para hacer snorkel, pero ojo, con escarpines porque hay erizos negros.

Lo digo por propia experiencia, que me clavé tres púas, estando los escarpines bien guardaditos en la mochila.
Y tienen veneno, así que duelen lo suyo.

Si os pasa como a mi, el vinagre ayuda a deshacer las espinas clavadas y que salgan mejor. Consejo local que funcionó.


Comemos en Anse Royale y allí pasamos parte de la tarde.



Es una playa de aguas profundas en la que, como es sábado por la tarde, hay bastante gente local

A pesar de que Mahe tiene la fama de ser la hermana fea de las tres islas, nuestra opinión es que dispone de playas muy bellas que no tienen nada que envidiar a las de las otras dos islas.

La tarde se estropea y nos tenemos que volver al coche.

Sin mucho que hacer hasta la hora de coger el avión, decidimos ir al norte a visitar Beu Vallon.

Es la zona en la que hay más ambiente de las islas y la playa tiene buena pinta aunque, al estar lloviendo, desmerece bastante. Con la que está cayendo ya no hacemos fotos.

Finalmente, nos vamos al aeropuerto. El viaje ha llegado a su final.

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