Una semanita en el Lago di Garda (y Gardaland) desde Milán ✏️ Blogs de Italia

Hoy tomamos el ferry desde Malcesine hasta Riva.


Por 10€ y en una hora, cruzamos el lago para hacer parada en Limone, un pueblecito que parece al igual turístico que encantador, luego en Torbole y finalmente alcanzamos Riva.


Es la segunda ciudad del lago en tamaño, y como denominador común en los pueblos más populares del lago, cuenta con un casco antiguo medieval, un castillo “scaligero”, un pintoresco puerto e infinidad de terrazas.


Destaca por las puertas medievales que aún siguen en pie, pertenecientes a la antigua muralla; un bastión convertido en mirador y restaurante (al que no subimos) y el campanario del siglo XIII, llamado Torre Apponale, en el que se puede subir para gozar de las vistas del pueblo.

Subimos a la Torre, por el módico precio de 2€.


El castillo, una fortaleza rodeada de agua llamada Rocca, ahora es el Museo del Alto Garda (MAG). Nosotros simplemente recorremos a pie su perímetro.


Para comer a un precio asequible, salimos “fuera murallas” y encontramos el San Marco Cafe, bueno, bonito y barato.

Después de comer volvemos en bus a Malcesine y visitamos el interior del Castillo (6€).

Reconstruido en el siglo XIII por la familia Scaliger encima de una fortaleza en ruinas, incluye en su interior un pequeño pero interesante museo sobre la geografía, historia, flora y fauna del lago.
Se puede visitar el patio, subir a los baluartes y observar el paisaje desde las murallas.


La torre, a una altura de 70 metros por encima del lago, está cerrada actualmente por motivos sanitarios.

Hemos necesitado alrededor de una hora y media para visitarlo por completo, y eso que no hemos subido a la torre.


Y para finalizar la tarde, nos tomamos un delicioso helado. Recomendable la heladería Cento per Cento, al lado de la entrada del castillo, buen precio y muy sabroso.

Para cenar, hemos comprado comida en el supermercado del pueblo, y nos montamos un picnic en el Puerto Nuevo, mientras nos divertimos viendo los patos nadar en el lago.

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Hoy deshacemos el trayecto recorrido entre Malcesine y Peschiera del Garda, pero visitaremos un par de pueblos por el camino. Lamentablemente las vacaciones no son infinitas y no nos da tiempo a rodear por completo el lago.

La primera parada es Torri del Benaco. Hay, cómo no, un castillo “scaligero”, del que vemos su exterior.

Desde su situación privilegiada a la orilla del lago nace el paseo peatonal que atraviesa el puerto y llega hasta la playa, en el extremo opuesto del pueblo. Con una hora tenemos suficiente para completar la visita callejeando por su casco antiguo.


Garda es de parada obligada, porque es donde hay que cambiar de autobús. Como tenemos que esperar una hora al siguiente, comemos aquí.


Proseguimos hasta Lazise, pequeña localidad amurallada con lo esencial: un castillo “scaligero”, un fotogénico puerto, un paseo marítimo (bueno, lacustre ) repleto de terrazas, un pintoresco casco antiguo con callejuelas peatonales y algo de playa.


Hace calor de la buena, así que vamos a bañarnos. El suelo es de piedrecillas y el agua no está cristalina, pero nos da igual.


Después de un refrescante chapuzón vemos el exterior del castillo y su muralla que rodea por completo el pueblo. También destaca el edificio de las aduanas, del siglo XIV, en el puerto.


Ya al tarde llegamos a Peschiera del Garda, donde tomamos una rica pizza en la terraza del restaurante de nuestro hotel.
No es barato, pero es un sitio muy agradable y con servicio amable.

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Hoy y mañana los dedicaremos por completo a visitar el parque temático [url=https://www.gardaland.it/en/#]Gardaland[/url].

Se encuentra a pocos kilómetros de Peschiera, y ofrece un servicio de shuttle gratuito que sale desde enfrente de la estación de tren.


Podría decirse que el parque se parece más a Port Aventura que a Disneyland , y ofrece atracciones para todos los públicos, desde las montañas rusas más emocionantes hasta diversión para pequeñines.


Unos consejos para viajeros que pretendan visitar próximamente el parque:

- Como expertos visitantes de parques temáticos que somos (casi una veintena a nuestras espaldas ) tenemos un consejo infalible: llega pronto. Idealmente, llega antes de que abran. Y de ahí, nuestra siguiente observación:

- En la web pone que abren a las 10:00, pero en realidad abren a las 9:30. En el hotel tienen la información verídica.

- Se puede entrar comida y bebida. Hay muchas zonas de picnic.

- Actualmente por motivo de la pandemia, tienen un sistema de cola virtual a través de una aplicación. Se puede hacer una sola cola por usuario, pero reservando para hasta 5 personas, así que si sois un grupo de 5, podéis estar simultáneamente en cinco colas distintas mientras esperáis en un banco tranquilamente.

- Por el mismo motivo de seguridad sanitaria, es obligatorio llevar la mascarilla todo el rato en el interior, también dentro de las atracciones.

- Y en el punto de información del Oeste hay un servicio de guardaequipaje, por 5€ al día nos guardaron nuestras dos mochilas.

El parque es peculiar porque, salvo excepciones, no se distinguen zonas temáticas claras. Pero las atracciones en sí están bastante bien tematizadas, especialmente Jungle Rapids, unas circulares barcas que se deslizan a gran velocidad por un recorrido exótico de templos antiguos.

También presenta un decorado impresionante La Fuga da Atlantide, otra atracción acuática. Aprovecho para mencionar que las tres atracciones acuáticas no mojan especialmente, no es necesario llevar poncho.


En cuanto a montañas rusas, nuestra favorita ha sido Oblivion, un descenso vertical desde una altura vertiginosa te precipita a un viaje adrenalítico sólo apto para los más valientes.

Raptor, que representa un vuelo a lomos de un dinosaurio, y Shaman, que simboliza una especie de viaje espiritual ancestral de los nativos americanos, también ofrecen emoción, velocidad y vueltas en abundancia.


Para los más pequeños, imagino que la zona dedicada a la mascota del parque, Prezzemolo, les brindará cuantiosos momentos de diversión, al igual que la zona de Peppa Pig, pero no tengo ni idea porque en realidad no les prestamos mucha atención .


Como autoregalo , nos hemos mimado con una noche en el lujoso hotel Gardaland.
Un shuttle hace los 5 minutos de trayecto que hay entre parque y hoteles.


El edificio con aspecto de elegante villa victoriana es uno de los tres del resort. El complejo dispone de restaurantes, bares, tiendas de souvenirs y piscinas.

En el momento de nuestra visita, sólo está abierto el restaurante Tutankhamon, decorado al estilo egipcio pero con carta italiana. Por supuesto, es caro .


El desayuno se sirve también en este restaurante y es desorbitadamente generoso.
Actualmente, como en el resto de hoteles que hemos estado, y como consecuencia de la situación sanitaria, no es buffet, se te sirve una variedad exquisita de dulce y salado que es difícil terminar.


La variedad gastronómica dentro del parque se compone principalmente de fast food o comida italiana. El primer día hemos comido un kebab y el segundo una piadina.


Con un día ya hemos montado a casi todas las atracciones que nos interesan, así que el segundo día lo dedicamos a repetir. Y por la noche volvemos al hotel de Peschiera del Garda.

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