VIAJE POR LA TOSCANA - ESLOVENIA Y CROACIA ✏️ Blogs de Europa

Este viaje lo hicimos con Amalia, mi amiga y compañera de viajes, de más de 60 añitos igual que yo, desde el 16 al 22 de mayo de 2018, pero lo empezamos a programar el año anterior.
En el 2017 me jubilé, así que pensé hacer en el 2018 lo que no podía hacer estando en actividad, me refiero a quedarme 2 meses en la casa de una de mis hijas que vive en Cataluña y disfrutar de la familia y del nietito que por entonces tenía 2 añitos, por lo cual yo viaje en marzo y me reuní con Amalia en el aeropuerto de Florencia para seguir el resto juntas y volver juntas a Buenos Aires, por lo tanto este viaje comenzó distinto a cualquier otro anterior.
También terminó distinto, pero para saber porque van a tener que seguir leyendo.
Como es nuestra costumbre nos alojamos en apartamentos y viajamos en transporte público, con la valiosa ayuda de internet, que nos provee datos del transporte público que va desde el lugar donde estamos al lugar donde queremos ir con horarios y precios.
En Italia hicimos base en Florencia con excursiones de ida y vuelta en el día a San Giminiano, Siena, Pisa y Lucca, y en Venecia con excursión a las islas. En Eslovenia la base fue Liubliana con excursión de ida y vuelta en el día al Lago Bled. En Croacia hicimos base en 3 ciudades, en Zagreb con excursión de ida y vuelta a Samobor, en Split con excursión de ida y vuelta a Trogir, y en Dubrovnik.

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Tanto Amalia como yo conocíamos Florencia de un viaje en tour realizado varios años antes, y las dos nos quedamos con ganas de caminar por nuestra cuenta y marcando nuestro propio ritmo e itinerario, por eso algunas de las visitas imperdibles de Florencia no las hicimos, por Ejemplo La Academia de Miguel Angel o el Museo Uffizi.
El 16-5-18 nos encontramos en el aeropuerto de Florencia, como llegábamos con poco tiempo de diferencia, yo desde España y Amalia desde Argentina, para no perdernos decidimos que lo más seguro era encontrarnos en el lugar de las cintas para retirar las maletas, como fui la primera en llegar retire mi maleta y esperé ahí sentada hasta que Amalia llegó a retirar la suya, cuando ambas tuvimos la maleta, salimos. Sabíamos que teníamos el bus N°30 que nos llevaba en aproximadamente 20 minutos del aeropuerto al departamento que teníamos reservado Hotel Residence Porta al Prato. Lindo apartamento a escasos 10 minutos a pie de la Estación de tren Santa María Novella y un supermercado a 1 cuadra, cruzando la porta al Prato, donde hacíamos las compras incluso de comida preparada para calentar en el apartamento. Me gustó el apartamento, ubicado en un lugar tranquilo, con supermercado cerca, y a muy pocos minutos del centro histórico y las principales atracciones de Florencia.
Como siempre me pasa no estoy segura del recorrido que hicimos, lo que si estoy segura es que lo hicimos todo caminando, así que voy a comentar lo que vimos siguiendo un recorrido lógico arrancando desde la Basílica Santa María Novella. La Basílica es muy bonita, lástima que el día no nos acompañó para que se viera el color de esa decoración maravillosa que tiene en su frente.



En uno de los costados de la Iglesia está la entrada a la Perfumería que dicen es la más antigua y hermosa de Europa, lo que puedo asegurar es que si se ve antigua y muy muy bonita, por sus paredes, techos, arañas de iluminación y decoración parece un palacio.



De ahí al plato fuerte, la Basílica Catedral Santa María del Fiore, su campanario y el Baptisterio. Un conjunto arquitectónico increíblemente bello. La Basílica es lejos más bonita por fuera que por dentro, por fuera los colores intercalados del mármol y el diseño de la fachada es hermoso, sin hablar de la cúpula de Brunelleschi, que se puede ver desde cualquier lugar de la ciudad, el interior es más sencillo con excepciones como los suelos o la pintura de la cúpula que son bellísimos. Pegada a la Basílica está el Campanile de Giotto manteniendo el colorido del mármol de la Basílica pero contrastando su forma rectangular con la redondez de la cúpula de la Basílica. El Baptisterio de forma octogonal, situado enfrente de la fachada de la catedral es precioso, tiene el mismo revestimiento que la Basílica pero, a mi criterio, lo que destacan son sus puertas, que trabajo hermoso ¡¡¡.
Una de las cosas que me pasaron en este viaje, es que no conseguí sacar una foto medianamente mostrable del conjunto. La que pongo a continuación está tomada de un bar en lo alto de un edificio que daba a la Plaza de la República con unas vistas increíbles, tanto de la Catedral como de la Plaza de la República que en ese momento era un caos porque estaba en obras.


Fuimos a conocer la Iglesia de Orsanmichele (San Miguel del Huerto) que está cerca del Domo. Es sencilla por fuera y preciosa por dentro

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Seguimos nuestras visitas yendo al Mercado del Porcellino, bueno casi seguimos porque por poco no me pueden sacar de ahí. Es un mercado en la Plaza de la República que tiene muchos puestos de venta de artículos de cuero, lana y suvenir. Compré una pashmina de lana color lavanda tan suave y calentita que es una caricia, y me hubiera gustado comprar más si hubiera tenido bolsillo para hacerlo. No saque fotos, estaba ocupada eligiendo, pero les cuento, se llama Mercado del Porcellino porque tiene la escultura de un puerco, que en realidad es de un jabalí, que dicen que si se le frota la nariz pidiendo un deseo, da suerte, así que le brilla el hocico.
Cuando Amalia pudo sacarme del mercado fuimos a la Piazza della Signoria, una de las principales de la ciudad, su centro neurálgico y de las más bonitas, en la plaza destaca la Loggia de Lanzi que es una estructura de material abierta a la plaza, como si fuera un escenario, que alberga varias esculturas lo cual la convierte casi en un museo al aire libre, así como el Palazzo Vecchio, sede del gobierno de la ciudad, con la réplica de la estatua del David de Miguel Ángel y la estatua de Hércules y Caco en el frente. A la vuelta de la Loggia se encuentra la entrada del Museo Uffizi que contiene importantes y conocidas obras de arte, al cual no entramos.



Como era mediodía y llovía copiosamente decidimos quedarnos a almorzar en uno de los restaurantes de la calle lateral a la plaza.
Al salir, entramos al Palazzo Vecchio que, además de albergar al Ayuntamiento de la ciudad, es un museo. Su nombre proviene de la época en que los Medici se mudaron al Palazzo Pitti y este palacio pasó a ser el palacio viejo. Se pueden recorrer distintas salas, todas ricamente decoradas, sobresaliendo el salón de la cámara del Ayuntamiento, llamado el Salón del Cinquecento, por sus enormes dimensiones, pueden entrar hasta 500 personas, de ahí su nombre, bellísimo, grande y con cantidad de obras de arte.


Todos y cada uno de los salones que vimos son preciosos y en algunos la vista desde sus ventanas simplemente quitan el aliento.




Al salir como el clima prometía una buena lluvia nos acercamos al Ponte Vecchio para darle una mirada a las joyerías que tienen ahí sus tiendas, aun sabiendo que no nos es posible comprar nada de lo que ahí se exhibe, y al departamento a descansar.

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