Esporadas 2020: Skopelos, Alonissos y Skiathos, 15 días de slow travel ✏️ Blogs de Grecia

La capilla de Mamma mía y otras maravillas, por carreteras secundarias

Hoy salimos de Skopelos por una carretera secundaria, la idea es llegar a Agios Ioanis sin necesidad de recorrer la carretera principal, vamos viendo preciosas imágenes de la costa norte, pasamos por el monasterio de San Regino, de origen bizantino, que alberga los restos del que fuera obispo de Skopelos, seguimos subiendo hacia el norte vemos Panormos y toda su bahía abajo, pasamos por Neo Klima, y antes de Glossa nos desviamos hacia Agios Ioanis.


Situada en un islote, aquí fue rodada la escena de la boda, donde Meryl Streep canta “The winner takes it all”. Hay un pequeño bar para comprar bebida, bastante caro, por cierto. Subimos los 110 escalones hasta la ermita, las vistas son preciosas, el interior de la ermita durante la boda es un decorado, es una ermita muy chiquitina, pero el olivo, y ese mar tan azul es increíble. Pasamos un buen rato rememorando las escenas de la peli, y disfrutando del entorno, la brisa y la tranquilidad, a penas éramos 6 u 8 personas ahí arriba.


A la bajada nos vamos a buscar la playa de Perivolou, había visto fotos muy bonitas y es de las más remotas, de camino paramos en el monasterio de Taxiarchias.
La playa es muy bonita, de guijarros, con un agua maravillosa, arriba hay un bar con mesitas, tomamos unos sándwiches y bebidas, 14 €, la playa nos encanta y pasamos un buen rato bañándonos.


De ahí nos vamos a la otra costa, nos tomamos un frappe en un bar de la playa de Elios y vamos caminando hasta la playa de Hovolo, otra zona maravillosa, de aguas cristalinas donde pasamos un buen rato de baños hasta que volvemos a la piscina del hotel.


Hoy tenemos planeado paseo de tarde por el pueblo para descubrir rinconcitos, callejuelas y cenar en Anatoli, otra recomendación de Slumpillo.
Es precioso, hay calles encantadoras subiendo desde el puerto.


Skopelos tiene 4000 habitantes, tiene la arquitectura típica de las islas de esta región, diferente de la cicládica. Se caracteriza por sus casas pintorescas de dos o tres plantas, encaladas de blanco, con tejados rojos o grises, y combinadas con puertas y ventanas de vivos colores, se respira el típico ambiente griego isleño que tanto nos gusta.
En el punto más alto del pueblo se encuentra el barrio del castillo, donde se conservan los restos de un castillo veneciano del s. XIII, sobre las ruinas de una antigua acrópolis, construida por Filipo II de Macedonia 340 a.C. El castillo fue construido durante el dominio de la familia Ghisi.

Anatoli, dakos (ensalada de feta, tomate, pan seco y alcaparras), saganaki, calamares, retsina, refresco y botella de agua, 30 €. El sitio tiene unas vistas preciosas.

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Último día en Skopelos, la playa del rey y una despedida con buenas vistas

Hoy es nuestro último día completo en la isla, decidimos tomarlo con calma, tras el desayuno nos vamos a la playa más cercana a nuestro hotel y al pueblo, la playa de Stafilos, cuenta la leyenda que aquí desembarco el que fuera rey de la isla, esta zona de costa es muy bonita, muy cerca, separadas por un promontorio y un sendero, está la playa de Velanio.


Para la hora de comer ya estamos en el pueblo de nuevo, la idea es hacer maletas tras la comida, piscina y despedirnos del pueblo por la tarde. Comemos en pleno puerto, muy cerca de donde el primer día.

Taberna Molos, berenjena rellena, ensalada, pasta, y bolitas de feta con mermelada de tomate y bebidas, nos invitan a postre y aperitivo, 38 €.


Tras hacer maletas y un rato de piscina, nos vamos a dar un paseo de despedida, en el puerto, en la zona izquierda mirando al mar, hay unas escaleras que suben a una zona con varios niveles y sitios para tomar algo con maravillosas vistas del puerto de Skopelos, nos quedamos en una terracita arriba del todo.



Camino del hotel compramos cena en el super además de miel y frappe para llevar de regalo. Última noche en la isla.

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Cambio de isla, nos vamos a Alonissos, Chora, antigua capital

A las 10 de la mañana hacemos el check out en el hotel, queremos tener tiempo para tomar el frappe de rigor en el puerto y así hacemos. Nuestro barco de Blue Star Ferries, el Exp Skiathos, sale a las 12:10, viene puntual, teníamos hecho el check in online, todo perfecto, trayecto muy corto.

En nada vemos aparecer la preciosa Alonissos, muy alargada y cubierta de vegetación hasta el mar, tiene 65 km². Otra isla nueva, otro gran descubrimiento. Alonissos tiene 2700 habitantes, mucha vegetación, preciosas playas y un Parque marino.
El puerto se llama Patitiri, es la capital desde que en 1965, Chora sufriera un terremoto que destruyó parte de las casas, sus habitantes se trasladaron aquí.


Nos estaba esperando el transporte del hotel Paradise, que está justo detrás del puerto, mirando hacia el mar a la izquierda, hay varias maneras de ir, rodeando por el puerto de ferrys al borde del mar a la izquierda, subiendo dos tramos de escaleras o rodeando por la calle principal, de esta manera se puede ir en coche, más cómodo con maletas.
Nada más llegar el hotel nos sorprende, es tal cual muestran las fotos, sobre el mar, en un entorno que a pesar de estar a metros escasos del puerto, goza de una tranquilidad absoluta. Un entorno maravilloso, nos recibe Besie, la encargada, encantadora, hacemos el check in en la terraza y nos vamos a organizar las maletas, la habitación es pequeña, ya me lo dijeron cuando pedí cama extra, pero para nosotros es suficiente, los muebles son de obra y la terraza con esas vistas al mar y a la piscina superan todo. Estamos encantados con la elección, bajamos a comer al mar de la piscina maravillados por las vistas, el entorno y la tranquilidad del sitio.
Hay varios niveles en terrazas con mesas y sillones que van descendiendo y ya en la parte inferior hay un acceso al mar por una escalerita desde las rocas, nos recuerda a Croacia. La zona de piscina es encantadora, hay una familia inglesa y nosotros y pasamos un buen rato bañándonos tras la comida.

Por la tarde subimos a Chora, la antigua capital de la isla, es un pueblo precioso, muy cuidado, tras el terremoto, ingleses y alemanes compraron casas y las restauraron, ahora hay tiendas muy chulas, tabernas y cafés con vistas increíbles.



Es un pueblo con encanto, perfecto para subir a pasear y cenar por las tardes. Además, bastante animado.



En la parte alta, hay una calle con muchas tabernas

Kastro, taberna de cocina a la brasa, pedimos ensalada griega, tomates rellenos, y emperador a la plancha, agua y bebidas, 33 €.

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