SAPA
Llegamos a Sapa bien descansado gracias al buen autobús y al ritmo cogido de viaje, donde ya nos dormimos hasta encima de las piedras con cactus si hace falta.
Teníamos el hotel a un kilometro de la estación de autobuses, pero preferimos coger un taxi para no llevar cargadas las mochilas.
Hotel May Ho Sapa: Hotel muy sencillo y barato. 20€. Sin desayuno, staff con poco ingles, pero muy educado y atento. ascensor. baño grande sin plato de ducha, terraza, calle tranquila. Sin vistas a la montaña. todo perfecto pero con las camas más duras que nunca he dormido. te sentabas y te hacias dañito en las posaderas. pero bueno.. yo dormi bien y me vino bien para la espalda algo duro.
En Sapa estábamos totalmente perdidos. No sabíamos ni que visitar, ni como ni porqué. Así que nos dejamos llevar.
Hay que recordar que, en vietnam, estés donde estés, siempre hay una persona dispuesta a venderte algo. Y así fue.
Llegamos a una cafetería donde ponían unos desayunos excelentes, y preguntamos por un coche que nos llevara a ver cosas.
Nos dijeron que en Media hora venía una guía local a hablar con nosotros.
Al llegar, con un excelente nivel de inglés, le comentábamos que no queríamos hacer el típico trecking de dos días durmiendo en homestay, sino que queríamos visitar lo más importante en coche, con paradas cortas para andar y visitar pueblos, zonas, miradores.
El motivo de hacer trecking o no, es algo personal. Nosotros habíamos leído comentarios de todo tipo, pero es cierto que la mama no es mucho de andar por el campo, llovía. Si andas 3 que era nuestro máximo, vas a recorrer como mucho unos 6-7 Km del valle, y queríamos ver lo máximo posible. Así que sacrificamos el encanto de andar con un guía local, por un tour privado en coche. El precio 75€ por todo el día.
Tampoco queríamos dormir en un homestay. No porque no tenga su encanto, que lo debe de tener y mucho, sino porque teníamos la duda que, si nos tocaba uno en mitad de la nada, además de disfrutar mucho de la paz, también disfrutaríamos mucho de la lluvia, así que decidimos quedarnos en la ciudad de Sapa que nos daría mas juego.
Así que media hora después llega el conductor con un 4x4 muy adecuado por las carreteras que nos llevaría. El conductor, que es el marido de la guía que nos atendió, no sabía hablar inglés, pero nos llamaba la señora cada poco tiempo para interesarnos por nosotros con video llamada de WhatsApp.
Así que empieza el recorrido, y con ello, mis impresiones sobre Sapa y no siempre van a ser positivas.
Para empezar, las afueras de la ciudad están destrozadas por una mega obra que van a hacer que creo que están llenando aquello de mas hoteles y más hoteles.
Luego, el conductor empezó a descender el valle, pero en vez de bajar junto al rio nos subió por un camino en muy mal estado que va izquierda del rio (mirando cuesta abajo)
Allí tuvimos las mejores vistas de Sapa de todo el recorrido, ya que paramos en un par de sitios donde pudimos tomar algo disfrutando de las vistas.
Luego retrocedamos el valle y bajamos por una carretera brutal hasta un puente colgante, donde bajamos para dar un paseo, pero nos agobiaron tantos los vendedores locales, mucho de ellos niños, que lo dimos por imposible y buscamos un sitio mas tranquilo.
Nos llevo por caminos que atravesaban pueblos hasta un punto de la carretera donde a media hora se podía visitar una cascada. Allí nos dimos un paseo largo de hora y media, ya perdidos entre caminos, casas, granjas. y comimos en un restaurante muy muy local. Donde nos llevo el conductor.
Seguimos por oro valle y vimos algunos poblados de otras etnias, para ya volver a Sapa al hotel.
Paseo por el centro, compras The North Fake a gran precio, y la primera tormenta seria de Sapa. La veíamos venir y corrimos al hotel. Subimos en ascensor… y al rato, zasca. Perdida de Luz de todo Sapa. Menos mal que ya estábamos en la habitación. Tardo 20 minutos en volver la luz.
Al día siguiente, no sabíamos si repetir el coche, o vero, pero finalmente daban muchísima lluvia, así que visitamos la turistada de Pueblo de Cat Cat.
La verdad que fue un acierto, porque de allí nos llevamos uno de los mejores recuerdos de vietnam, ¡!la tormenta del siglo!!!
Nos bajaron en moto, en este caso dos motos para los tres por 10€, compramos unas entradas carísimas para entrar en el pueblo, (creo que otros 10€ por persona) y la visita empieza con unas interminables escaleras llenas de tiendas. Allí es cuando empezó a llover. Las escarelas del principio tenían un dedo del agua, las del medio ya bajaban con medio palmo, y las del final ya bajaban con agua hasta la pantorrilla.
Al bajar del todo la cascada y el rio bajaban como yo nunca había visto un rio, dejándome el mejor recuerdo de todo vietnam del viaje.
Finalmente, al acabar la visita, nos dijeron que no podía subirnos en coche porque había llovido mucho, y pillamos 3 motos por 8€ que nos subieron hasta sapa, yo con más miedo que vergüenza.
Comer... y a esperar el Bus.
BUS de SAPA a Hanoi.
No queríamos pillar el tren nocturno por miedo a dormir mal y llegar cansados a Sapa, asñí que finalmente cogimos un bus cama muy barato.
Fuimos el día anterior a una agencia de viaje y le dijimos claramente el express, el que no para… y nos vendió uno que paraba en el medio del autopista a coger y dejar personas.
Los billetes fueron 12€ por persona, pero el recorrido al final con tanta parada fue de 7 horas hasta Hanoi, muchas horas para pasar en un bus, cuando un express podrían haber sido fácilmente 5.
Bueno, al menos el bus era cama, y deleité a medio autobús un par de horas con mis sonidos relajantes de siesta.
Así que llegamos a Hanoi, taxi y nuevamente al hotal calista.
Hanoi:
Tras cenar malamente al llegar tarde de Sapa, nos metemos un desayuno de campeones en el hotel Calista.
Hoy toca visitar Hanoi, donde ya estuvimos hace meses atrás (aunque creo que fue sólo hace 5 días atrás), pero esta vez una vista más cultural.
Vamos primero a andando al Templo de la literatura. Después de todo lo visto es bonito, pero ya estamos poco impresionables, pero obviamente es una de las visitas obligadas si tienes tiempo en Hanoi.
Lo que si que compramos en un bonito pergamino pintado a mano por unos 4€, donde te dan a elegir entre unas pequeñas palabras.
El problema es que nos dieron un pergamino y no sabíamos como llevarlo a casa, así que el objetivo del día se convirtió en conseguir un algo para llevarlo. La primera idea eran dos paquetes de Pringles, una botella de plástico… bueno... buscaríamos. La verdad que pensaba meterlo en Bambú que vi hace unos días que vendían en la zona de muebles.
La segunda visita fue Ciudad imperial de Thang Long. Esta visita ya está bastante mejor, pero tampoco es nada impresionante. Se tarda al menos dos horas en visitar y hay que andar bastante, y tiene algunas salas de museos con aire acondicionado, donde quedarte un rato refrescándote.
La tercera visita, en taxi, fue a la pagoda de Tran Quoc, cerrada al medido día, gratuita. Tuvimos que esperar hasta las 3 y media que abrieran. Una visita de unos 30 minutos.
Y ahora viene el único momento en que nos sentimos estafados, doblemente, en todo el viaje.
Pillamos un taxi para ir a ver la pagoda del Pilar único, lo último que nos quedaba por ver del día, y un taxista, para no andar el kilometro al que estaba (recordar que todo está aun kilómetro, pero llega un momento que ya estás muy cansado), nos llevo un taxista que no nos dio precio, sino que nos dio el taxímetro. Viendo que el resto nos había combrado entre 2 y 4€ por las distancias cortas, de repente, el taxímetro dio un repunte de 2€ a 12€, así de repente.
Y encima al llegar los policías no nos dejaron pasar. No sabemos por qué, posiblemente por no ir vestidos con decoro, pero algunos locales pasaban con menos decoro que nosotros. Curiosamente al lado había un señor alquilando pantalones y camisetas. ¿Estaría compinchados?
Fuera como fuese, o como se diga, nos quedamos con ganas de verlos, y nos fuimos paseando al centro.
Curiosamente, tras 20 minutos andando, sin quererlo llegamos donde las típicas fotos del tren de Hanói que pasa por el medio de una calle, antes un mercado, ahora llena de bares.
Un policía muy atento no te deja entrar, pero a los pocos segundos se te acerca gente para que tomes cosas en sus bares. Te llevan por un portal oscuro, atraviesas una casa, y apareces ya dentro de la calle, donde te llevan directamente a tu bar a tomar algo, bastante más caro que el resto de Hanói.
Curiosamente, y sin quererlo, estaba a punto de pasar el tren, y pudimos disfrutar de la turistada. Es bastante curioso, hay que reconocerlo.
youtube.com/ ...PXdTADHORo
Aún no teníamos el objetivo del día, así que al volver hacia el mercado, encontramos una tienda de tuberías de PVC entre otras. Al empezar a tocar las tuberías, ya que era zona no turística, se quedaron un poco extrañados, pero conseguimos una tubería que les sobraba del tamaño perfecto del pergamino, así que nos midieron dos palmos y nos cobraron 0,40ctm de euro por la tubería, perfecta para el pergamino.
Llegamos al mercado de Dong Xuan. Es gigantesco, y merece la pena perderse por dentro, pero mucho ojo que a las 5 de la tarde ya están cerrando.
Poco más. Cena, pasear y al hotel, a por la próxima etapa. Hue.
Hue:
Ya nos estaba avisando el comandante del vuelo. 36º a la llegada. A todo esto, hay que sumarle una humedad importante. creo que alcanzamos los 39.
Vuelo tranquilo, con retraso otra vez, de Hanoi a Hue.
En HUE hace calor y no llueve, o al menos no llueve hasta octubre, donde puede llover mucho, hacia abajo, de lado y hacia arriba, como dijo Forrest Gump.
Así que, tras esperarnos en conductor, que teníamos apalabrado en el homestay (12€)
Candyinn Hue. 25€ Un lugar tranquilo, con un dueño peculiar. Nos dieron una habitación que ardía de calor. Fácilmente 40ºC dentro, y nos dijeron que el aire acondicionado se encendía sólo cuando estuviéramos. Así lo hicimos. Lo mejor del homestay es que su dueño nos da soluciones y así fue.
Salimos a comer y nos metimos en un restaurante demasiado local, así que comimos poca cosa a un gran precio.
Un taxi para la ciudad imperial de Hue.
Menudo desastre y mal humor. Un calor insoportable. Al final, como siempre, encontramos la solución. Fiesta de camisetas mojadas. Cada poco, empapar la camiseta en un baño, beber mucha agua, y a soportar la visita. Fácilmente se te pueden ir 3 horas.
La ciudad imperial es bella y hermosa. Tiene mucho que ver y está más que en restauración, podríamos decir que está en construcción y la están dejando poco a poco como fue en el pasado. La verdad que están invirtiendo mucho dinero en la ciudad. He leído que en 2025 estará terminada, pero aún así queda mucho por ver.
La visita es impresionante, y perderte por las calles y los rincones no tiene precio.
Las cosas cierran pronto, y ya no nos dio tiempo a visitar más.
Tras terminar fuimos poco a poco andando al centro. Hue es barato.
A la hora de cenar junto al homestay está la zona de marcha, con muchos bares, discotecas, resturantes.. un lugar ameno y divertido.
Antes de cenar, hablamos con el dueño de Candy y le explicamos que queríamos al día siguiente visitar alguna tumba y viajar a Hoi An, Nos ofreció varias soluciones, y al final hicimos lo siguiente.
Coche Privado con las siguientes visitas:
- Recogida en el hotel
- tu hieu pagoda
- Tumba de Tu Duc
- Lap An Lagoon
- Passo de montaña de Hai Van
- Montañas de mármol en hoy An
- Traslado al hotel.
Todo esto nos cobró 125€, pero tengo que descontar 25 del alojamiento, 10 euros de traslado del aeropuerto, la comisión y el cambio, por lo que creo recordar que el viaje a Hoin An con las paradas fueron de 85€.
Nos quedamos con ganas de ver la Tumba Imperial de Khai Dinh, pero como no se puede ver todo, y no tenemos tiempo, pues para la próxima vida.
Ya por la mañana salimos hacia la pagoda de TU hien. Es un lugar curioso donde viven los monjes, pero es visitable. Lo único que te piden es que respetes el entorno y no molestes. En 30 minutos se puede visitar
La siguiente visita es la Tumba de Tu Duc: este lugar es muy bello y hermoso. La visita dura cerca de dos horas, y tiene mucho que ver. Hasta su estanque con comida para inflar a los peces.
Ya con ello, nos despedimos del conductor y nos lleva a otro coche para trasladarnos a Hoi An y empezar la última etapa de nuestro viaje, bueno, casi la última.