![]() ![]() Islandia - tiempos, dinero y distancias de la ring road ✏️ Blogs de Islandia
En este diario voy a centrarme principalmente en tiempos de visita, distancias y coste de recorrer la ring road, con el objetivo de ayudar a la planificación del viaje.Autor: Alvengal Fecha creación: ⭐ Puntos: 3.5 (2 Votos) Índice del Diario: Islandia - tiempos, dinero y distancias de la ring road
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Etapas 4 a 6, total 7
Iba a ser el día del viaje que más nos gustó de todos. Posiblemente fuesen los paisajes más espectaculares de la carretera 1 los que vimos en las siguientes horas. El objetivo era ver la Diamond Beach y Vestrahorn. Como la única actividad que teníamos contratada era la cueva de hielo del día anterior, habíamos decidido que a partir de ese día, iríamos con completa libertad en cuanto a campings y km a recorrer. Según nos apeteciera conduciríamos más o menos.
Nos levantamos temprano para ver Svartifoss. No desayunamos con el objetivo de encontrarnos con la menor cantidad de personas posibles. La ruta ida y vuelta son unos 3km, con un par de miradores, que recorrimos en 1h20’ sin ninguna dificultad. ![]() Tras esto, desayuno y pasamos por el centro de visitantes para pagar la noche de camping. Al contrario que otras noches, este camping contaba con buen servicio de duchas, baños, electricidad y áreas comunes, y pese a que nos pareciese caro, pagamos por la estancia. Volvimos a la carretera 1 en dirección a la Diamond Beach, pero parábamos allí donde nos apetecía. De hecho, fue así como descubrimos uno de los glaciares que más nos gustó. Estábamos prácticamente solos, con un par más de personas. Se trataba del Svínafellsjökull. ![]() Se encuentra tras un desvío corto desde la carretera 1, y desde el parking hay apenas 5 minutos andando hasta el lago glaciar. La perspectiva del glaciar cayendo desde la montaña, el entorno, y la soledad fueron el cóctel para que se convirtiese en uno de los recuerdos del viaje. Estuvimos unos 45’ paseando enfrente de la pared del glaciar, subiéndonos a los icebergs que estaban en la orilla y haciendo fotos. ![]() Tras esto, retomamos la ruta por la carretera 1. Desde el camping hasta la Diamond Beach tardamos 1h30’ de coche, haciendo numerosas paradas. El parking en la playa nos costó 1000 ISK. Decidimos parar en la parte oeste, antes de cruzar el puente, pues parecía que había menos coches aparcados. Pese a ser uno de los lugares más turísticos de Islandia, nos encontramos bastante solos también. Quizá había unas 6 u 8 personas más visitando aquel lado de la playa. Estuvimos unos 40’ haciendo fotos y paseando. Vimos un par de focas en la desembocadura. Nos gustó bastante el entorno y los icebergs. ![]() ![]() Después continuamos hasta Höfn, pueblo donde paramos a comer y pasamos por el supermercado Nettó Tardamos 1h15’ desde la playa. Finalmente, recorrimos los 15km (17’) desde el pueblo hasta Vestrahorn. Se trata de propiedad privada por lo que hay que pagar una entrada. Nos costó 5000 ISK la entrada a los cinco. Es caro pero vale más que la pena. Este creo que fue el sitio que más me gustó. Habría unos 20 coches en los diferentes parkings de la playa pero debido a la inmensidad del lugar no nos cruzamos apenas con nadie. El chico de la entrada, un español que trabajaba allí, nos dijo que en los acantilados de la propiedad se podían ver con suerte frailecillos (puffins) y algunas focas. Tan sólo vimos un par de focas. Desilusionados en ese aspecto, volvimos a la playa a recorrerla y fotografiarla. Estuvimos 1h30’ andando. ![]() ![]() Esta fue nuestra última parada del día. Eran las 18:30 de la tarde, y queríamos llegar a Egilsstaðir, donde había un camping abierto, ya que los otros quedaban cerca de donde estábamos y aún quedaban muchas horas de sol. Comenzamos un trayecto de 3h20’ donde tuvo lugar el momento más tenso del viaje. Según el Google Maps y los km que marcaba, nos llegaba de sobra la gasolina del depósito, pese a que estábamos entrando en el último cuarto del depósito. Comenzamos a recorrer la carretera 1 por un asfalto que iba pegado a la costa. Las vistas eran espectaculares, pero el viento también (supongo que es lo que tiene ir tan pegado al mar). Recorrimos un par de fiordos, pero fue en Berufjödur donde dejamos la carretera 1 sin darnos cuenta y nos metimos en la 939. El Google Maps, al marcar de azul el itinerario, no deja ver el grosor de la carretera por la que vas a circular (culpa nuestra no ver con detenimiento las carreteras), por lo que abandonamos la carretera 1 marcada con un trazo negro amplio propio de las carreteras asfaltadas y nos adentramos en la 939, trazada en un gris fino. Esto quería decir que era un camino de grava. Los primeros km no estaban mal, no era la comodidad de la carretera 1 pero el viento había cesado al adentrarnos y las vistas eran también muy bonitas. El problema surgió cuando poco a poco comenzamos a subir la falda del fiordo. Ganábamos altura, iba apareciendo la nieve en los laterales de la carretera y la temperatura bajaba. A todo esto, nos había saltado la reserva de la autocaravana. Lo que de normal era un consumo de 10l/100km ahora con la subida estaba siendo 30l/100km por lo que no sabíamos cuánto duraría. Había un par de coches de personas islandesas paradas en la carretera tomando cervezas (si, así como lo leéis) y les preguntamos cómo estaba la carretera delante y si subía mucho más. Nos dijeron que no subía, pero que había un pequeño tramo con nieve. Decidimos continuar porque dar la vuelta no era una opción ya que la gasolina no iba a llegar. Llegamos al último tramo donde apareció una larga pendiente con una zona de nieve cruzando la carretera. Intentamos subirla pero en la nieve las ruedas deslizaron y la caravana se caló. Tuvimos que dejarnos caer marcha atrás y coger velocidad antes de afrontar de nuevo la subida. A la segunda sí que pudimos pasarla, pero llega a haber cinco metros más de nieve y no salimos de ahí. Ahora el nuevo problema era la temperatura. La carretera estaba llena de charcos y el termómetro marcaba -1ºC. Con miedo a las placas de hielo recorrimos el resto de kilómetros hasta empezar a bajar la montaña. La temperatura iba subiendo y el consumo se redujo notablemente. Llegamos justos pero llegamos a Egilsstaðir. Allí pusimos gasolina y dormimos en el camping. No hicimos uso de las duchas, sólo del baño y de la electricidad. Nos costó 11800 ISK aprox (para 5 personas). Etapas 4 a 6, total 7
Arrancamos rumbo a Stuðlagil, uno de los lugares más conocidos de Islandia.
Se trata de un cañón con las típicas formaciones hexagonales de basalto. Sin embargo, de todos los lugares que visitamos éste era el que tenía las formaciones más "bestias". Decidimos recorrer la parte este del cañón, la que permite descender hasta el borde del agua para ver estas formaciones. Tras la bifurcación entre el lado oeste - este, hay que recorrer 2,5km aprox de camino de tierra, que con un vehículo de tracción dos ruedas se debería poder recorrer sin problema. En muchos lugares de internet pone que solo 4x4 pero estaba lleno de coches normales. Pero con la autocaravana no nos atrevimos y bien que hicimos porque había un tramo embarrado que no hubiésemos pasado por el ancho y peso de ésta (insisto, con un coche normal si). Tras estos 2,5km hay un parking donde ya no se puede seguir, y hay que recorrer otros 2,5km hasta el punto conocido. El lugar vale más que la pena, si bien es verdad que dudo que se llegue a ver el agua turquesa como en las fotos de internet. Igual con el sol en el lugar correcto, agua tranquila sin mucha corriente y día despejado se puede, pero lo veo muy complicado. Fotos de instagram aparte, el sitio es muy bonito e impresionante. ![]() ![]() No pudimos bajar hasta el borde del agua porque había una cuerda con la que ayudarse que estaba incrustada en un bloque de hielo. Y estaba todo muy resbaladizo como para tomar riesgos y acabar en el fondo del cañón. Entre la ida y vuelta y las fotos estuvimos unas 3h30'. Continuamos con el coche hasta Detifoss. Aquí nuevamente la cascada se puede visitar por el lado este u oeste. En este caso optamos por el oeste porque la carretera este está sin asfaltar y estaba cortada. Llegamos hasta el parking, a escasos 5 minutos de la cascada. Estaba todo el camino hasta ella con más de un metro de nieve, por lo que nos dedicamos a seguir huellas. Llegamos a un mirador con vistas a la cascada. Por lo que había leído en internet, hay más miradores, pero debido a la cantidad de nieve no podíamos ir a ningún otro. Creo también que más en el norte hay otra cascada a la que se puede llegar andando, pero por el mismo motivo que antes no pudimos llegar. Estuvimos más o menos una hora. Si se visitan todos los miradores no se cuánto tiempo se puede llegar a tardar. Debido a la lejanía del mirador que estaba abierto, solo pudimos observarla desde lejos, y se nos quedó esa espina clavada, haciendo que no fuese nuestra preferida. Estoy seguro de que si te puedes acercar más a la caída de agua, debido al caudal, posiblemente sea la más espectacular. ![]() Desde aquí seguimos a nuestra última parada del día, los baños de Mývatn. El precio rondaba los 46€, y la pinta de cerveza unos 9€. Nos pareció un sitio increíble. El color del agua es espectacular, y las vistas al lado posiblemente más. Sin embargo, no fueron los baños que más nos gustaron. En la siguiente jornada veréis el por qué. ![]() Finalmente, nos pusimos a buscar uno de los 3 campings de Mývatn. Uno de ellos estaba cerrado, y los otros dos no tenían electricidad, por lo que decidimos parar en una parcela que había enfrente de uno de ellos por libre. Etapas 4 a 6, total 7
A las ocho de la mañana salimos del camping y nos dirigimos a Leirhnjukur.
Llegamos a una central geotérmica donde tuvimos que aparcar porque el camino estaba cortado debido a la nieve y seguir por la carretera andando. Tras una breve subida llegamos al punto donde comenzaba la caminata. El problema es que estaba todo cubierto por más de un metro de nieve y no había camino. Tan solo un par de huellas que se dirigían a una montaña a un km aproximadamente la cual no estaba nevada. Más tarde entendimos que no estaba nevada debido a la actividad geotérmica de la zona. Anduvimos con cuidado disfrutando de un paisaje virgen con nieve hasta donde alcanzaba la vista. Hacía muy buen día (no nos había llovido todavía hasta la fecha) y no hacía frío. Llegamos a unas pozas donde borboteaba el agua, y estuvimos casi una hora recorriendo la zona. Desconozco cuánto tiempo hay que dedicarle en condiciones normales puesto que no pudimos recorrer los caminos (de hecho no se veían, íbamos por donde considerábamos) y acabamos por regresar cuando vimos que la nieve ya no estaba pisada, se hundía en exceso, y era cada vez más difícil reconocer el camino de vuelta. ![]() ![]() ![]() Sin duda, por el entorno y la soledad, se convirtió en uno de los sitios que más nos gustó de todo el viaje. De aquí nos acercamos al Krafla, pero al estar todo nevado y congelado, no se distinguía lo que era lago de ladera de la cuenca volcánica, por lo que nos pareció poca cosa. Vuelta al coche y fuimos a Hverir Aquí si que pudimos pasear entre las fumarolas por los caminos. Es curioso de ver, pero si no se pasa por la zona no me acercaría adrede a verlas. ![]() Tras esto fuimos a Hverfjall, a unos 20 minutos de Hverir. Este cráter si que nos gustó. Si bien, por falta de tiempo apenas recorrimos el perímetro, es impresionante el paisaje, su tamaño y el color completamente negro. El parking nos costó 1000 ISK. ![]() De aquí nos fuimos a Godafoss, donde tras un par de horas llegamos al parking. Comimos antes de ver la cascada. Fue una de las que más nos gustó, por la proximidad de los miradores, por el caudal, por su forma... ![]() Finalmente, pusimos rumbo a Akureyri. Aquí quiero comentar que hay que atravesar un túnel de pago, el único del país hasta que la inversión de la obra se haya recuperado y pasará a ser gratuito. Nos costó unos 1800 ISK comprándolo por internet, lo cual es más barato que pagarlo después (no hay peaje, hay cámaras que pasan la factura al propietario del vehículo, o agencia de alquiler). En Akureyri fuimos a las termas de la Forest Lagoon, de lejos las mejores del país (según nos contó una amiga islandesa que vivía en Akureyri con la que quedamos). El agua aquí no es turquesa como en las de Myvatn, pero se encuentran en medio de la ladera del fiordo, entre árboles y tanto las vistas como las instalaciones son mucho mejores. Nos costaron parecido (no apunté el precio) a las del día anterior, euro arriba o abajo. Dormimos en una zona asfaltada en medio del bosque donde nos indicó que los propios islandeses duermen en verano, con lo que nos ahorramos otra noche de camping. Ese día, paramos en un supermercado, junto al cual se encontraba una tienda de comida selecta de origen islandés. Decidimos comprar reno y ballena. Respecto a la ballena, animal bastante polémico de comer, expongo el por qué se está tratando de prohibir en Islandia y mi opinión. El origen de la prohibición radica en que la caza tradicional de ballenas hace al animal agonizar durante horas. Sin embargo, existen alternativas a esta caza tradicional (posiblemente más costosas para los pescadores) donde se reduce notablemente el sufrimiento y que en teoría son las que se tienen que aplicar a día de hoy (otra cosa es que lo apliquen, tampoco sé si el gobierno tiene forma de saber cuando llega una ballena al puerto de qué forma ha sido cazada).Hay un cupo de unas 200 ballenas al año, y se pescan de un solo tipo (el cual no recuerdo, pero en su momento lo miré y no estaba amenazado ni en peligro de extinción, tiene una población bastante saludable). Tras exponer esto, lo que quiero decir es que la ballena, si se caza como es debida, es comprable al consumo de cualquier otro animal cuyo consumo es más habitual para nosotros. En España se supone que las vacas se tienen que sacrificar bajo unos parámetros en el matadero, pero como consumidores no tenemos la certeza de que se respeten. Son las autoridades las que tiene que velar porque así sea. De la misma forma, considero que en Islandia, con las ballenas, han de ser sus autoridades las que regulen que los ejemplares cazados que llegan al consumidor lo hagan bajo los parámetros que ellos han determinado. Un mito que corre es que están en peligro de extinción y no es así. La parte que comimos venía de la cola. Su sabor es como el atún rojo pero muchísimo más sabroso. Como curiosidad, 500g nos costó 15€. Etapas 4 a 6, total 7
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