![]() ![]() Sri Lanka y Maldivas (verano de 2.011) ✏️ Blogs de Sub Continente Indio
Diario de viaje en familia de 13 días de duración a Sri Lanka y Maldivas en el verano de 2.011Autor: Manurguez Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (2 Votos) Índice del Diario: Sri Lanka y Maldivas (verano de 2.011)
01: Planificación del viaje, llegada a Colombo y rumbo al sur
02: Desde Tissamaharama a Ella
03: Hacia Nuwara Eliya
04: El Parque Nacional Horton Plains
05: Kandy
06: De Kandy a Dambulla
07: La Ciudad Santa de Anuradhapura
08: En Polonnaruwa: el Palacio Real y el Cuadrángulo
09: En Polonnaruwa: el Grupo Norte, los Estanques Reales y el Gal Vihara
10: Sigiriya: Los Jardines Reales y los Frescos de las Doncellas
11: Más de Sigiriya y el Orfanato de Elefantes de Pinnawala
12: En Maldivas
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Etapas 4 a 6, total 12
![]() El Parque Nacional Horton PlainsRecorrido a pie del sendero que lleva a las cascadas Baker y al Acantilado del Fin del Mundo, en el Parque Nacional Horton Plains, al sur de Nuwara Eliya
Sin tiempo para desayunar por lo temprano de la hora de salida, nos pusimos rumbo al sur de Nuwara Eliya, para ascender, como ya nos había adelantado nuestro chófer, por una carretera en pésimas condiciones, hasta la entrada del Parque Horton Plains. Tal era su estado, que la subida la hicimos en un 4x4, que nos gestionó la noche anterior.
Visto el sinfín de curvas y baches al que nos tuvimos que enfrentar, agradecimos ir aún en ayunas. A la llegada a la entrada del parque, fuimos recibidos por un ciervo, bastante habituado a ser alimentado por los visitantes. ![]() Pese al clima subtropical de la región, como el parque está a más de 2.000 metros de altitud, por la mañana hacía bastante frio, así que nos pusimos varias capas de ropa y nos fuimos a hacer el sendero circular de unos 6 kilómetros de longitud que recorre la parte más accesible del parque. La parte inicial discurre por un paisaje de pradera de montaña, paralelo al río Belihul (Belihul Oya), con helechos y arbustos de flores de colores muy llamativos. Un primer mirador se encuentra a la altura de una poza denominada Chimney Pool. ![]() Después el sendero se adentra en un bosque subtropical lluvioso con magníficos ejemplares de helechos arborescentes. Esta fue la parte más complicada del recorrido, porque el terreno era empinado y estaba muy resbaladizo, a pesar de que tenía acondicionados escalones para hacerlo más transitable. Al parecer, toda la región que ocupa el parque Horton Plains estaba cubierta de bosque primario, pero fue destruido por un incendio y no se regeneró. ![]() Continuando el sendero por el interior del bosque, se llega a uno de los lugares más conocidos del parque, las cascadas de Baker, que se encuentran en un tributario del río Belihul y que tienen un salto de más de 20 metros. ![]() La senda avanza un trecho a la orilla del río y, saliendo ya del bosque, continúa hasta el otro lugar más famoso del parque, el Acantilado del Fin del Mundo, un precipicio que tiene una altura de 870 metros. Íbamos avanzando por una vereda entre arbustos y, de repente, llegamos a una estrecha pasarela de madera que, no sé ahora pero en aquella época no tenía baranda y daba paso al precipicio. Mejor no mirar para abajo. ![]() Desde este punto, se inicia el camino de retorno a la entrada del parque. La niebla, que se había mantenido relativamente alta al inicio de la mañana, empezó a caer y cubrir el paisaje rápidamente. Los consejos de nuestro chófer nos habían vuelto a ser muy útiles. Con esta excursión terminaba la parte del viaje dedicado a la naturaleza. A partir de ahora, ibamos a empezar la etapa de componente más cultural. Regresamos a Nuwara Eliya, donde recuperamos nuestro coche y nos pusimos camino a Kandy, volviendo a pasar por los campos de té, con un paisaje lleno de verdor, con grandes cascadas que se veían en la lejanía, como las de Kolapathama dentro de la jungla de Mandaram Nuwara. ![]() El coche empezó a tener algún problema y, a duras penas pudimos llegar hasta Kandy. El chófer se dirigió directamente a un taller y nos buscó un tuc-tuc para que nos llevara a nuestro hotel. De esta manera, hicimos un primer recorrido turístico por la ciudad. Etapas 4 a 6, total 12
![]() KandyEstancia en Kandy, ciudad más importante de la Provincia Central, visitando sus bazares, los edificios históricos alrededor del lago y el jardín botánico
Kandy es la ciudad más importante de Sri Lanka en la que estuvimos, ya que Colombo sólo la atravesamos en coche.
Después de dejar el equipaje en el hotel, volvimos a coger un tuc tuc y nos fuimos a hacer compras por el centro y recorrer los alrededores del lago, donde se concentran sus principales monumentos. Visitamos el Sri Dalada Maligawa o Templo del Diente de Buda, lugar sagrado y centro de peregrinación del los budistas. El nombre hace referencia a que aquí se custodia como reliquia un canino de Buda. ![]() En frente del Palacio Real se encuentra el recinto amurallado de Natha Devale, complejo religioso dedicado a los cuatro dioses, y que es el edificio más antiguo de Kandy. Comprende templos tanto budistas como hindúes. ![]() Hasta el anochecer recorrimos las orillas del lago, bastante animadas, porque había un espectáculo musical en el Palacio Real y pudimos ver al típico domador de sepientes con su flauta y dos cestos del que salían dos cobras. ![]() De vuelta al hotel, nos esperaba el chófer para decirnos que había reemplazado el coche y, a la mañana siguiente reanudaríamos el viaje sin problema. Estabamos alojados en un resort con muchas habitaciones que tenía un gran comedor con cocineros que preparaban sobre la marcha los platos que se podían elegir en un buffet libre con platos exóticos. Todo tenía una pinta exquisita, así que señalamos algunas cosas al tun-tun y, después de cocinarlas rápidamente nos las llevaron a la mesa. Al primer bocado, la boca nos ardía del picante con que estaba condimentada. Por tres veces repetimos con platos que se suponían tenían poco o prácticamente nada de pique. El pobre cocinero, muy azorado, nos dijo que nos podía preparar unos spagettis con salsa de toma y sin NADA NADA de pique. Al día siguiente, estuvimos haciendo un recorrido en coche para ver la ciudad desde las colinas que la conforman. Hicimos una parada para ver una amplia perspectiva del lago, con todos los edificios que lo rodean y con una muy bonita vista de la isla Diyathilaka Mandapa. Continuando la subida, fuimos al mirador desde donde contemplamos una magnífica vista de la ciudad, con la blanca estatua del Buda Gigante de la Montaña que, con sus 25 metros de altura, corona una de sus colinas. ![]() Un lugar muy visitado de Kandy es el Jardín Botánico Peradeniya, que tiene más de 200 años de antiguedad. Es un lugar idóneo para pasear mientras se ven las especies de plantas y árboles que existen en el pais. Está bordeado del río Mahaweli, del que hay una bonita vista desde el puente colgante que lo atraviesa. Tiene avenidas dedicadas a variedades de distintas especies, como palmeras o bambúes. También hay un invernadero con más de 300 especies de orquídeas. Paseando por sus avenidas, se veían árboles repletos de murciélagos gigantes colgando de ellos, que ya habíamos visto en Tissamaharama. Cuando echaban a volar desplegaban unas enormes alas de casi 2 metros de envergadura que imponia bastante si te pasaban cerca. ![]() Desde Kandy íbamos a continuar rumbo al norte, hasta Dambulla, donde pondríamos base para visitar el Triángulo Cultural. Etapas 4 a 6, total 12
![]() De Kandy a DambullaRelato de trayecto desde Kandy a Dambulla y visita al Templo de la Cueva de Dambulla
Las carreteras a lo largo de todo Sri Lanka son el punto de concentración de la población, de tal manera que se tiene la sensación de estar continuamente haciendo una travesía urbana. Esto hace que la circulación sea muy lenta, ya que peatones y animales están continuamente cruzandose, junto con coches y tuc-tuc que se incorporan y se paran sin previo aviso. Pero esto tiene de positivo que el viaje se hace mucho más ameno y permite conocer mejor los hábitos de los cingaleses.
Al borde de las carreteras se venden todo tipo de productos y, entre ellos, enorme variedad de frutas tropicales de las que tuvimos la oportunidad de probar algunas tan exquisitas como el rambután, el fruto del jack o el durian, cuyo olor echa para atrás, pero su sabor a mi me pareció delicioso. Nuestro chófer elegía los puestos que ofrecian la mejor calidad y por precios módicos nos cargábamos de frutas que, algunos días, era casi todo lo que comíamos entre el desyuno y la cena. ![]() La distancia entre Kandy y Dambulla es de unos 70 kilómetros y, en este trayecto, sólo hicimos una parada turística en Matale, para ver el Templo Hindú Sri Muthumariamman, que es del siglo XIX, pero de restauración reciente. ![]() Llegando a Dambulla nos fuimos a ver su principal atracción turística: el Royal Rock Temple, que son un conjunto de cuevas que albergan en su interior templos budistas, del siglo I d.C, pero que han tenido numerosas restauraciones. Etán declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. ![]() La visita, que es de pago, incluye el acceso a cinco las cuevas, de las cuales, las más grandes e importantes son las tres primeras. En la primera de ellas, llamada Devaraja Viharaya, hay un Buda reclinado de 15 metros de longitud. La segunda cueva, llamada Maharaja Viharaja, el la más grande de todas y alberga gran cantidad de estatuas de Buda y de reyes cingaleses. La tercera cueva (Maha Alut Viharaja) también contiene un buda reclinado. ![]() Al igual que ocurre en la cueva de Dowa Raja Maha Viharaya, que visitamos en la Provincia de Uva, las restauraciones realizadas me parecieron bastante desafortunadas, especialmente con el colorido de las manos de pintura dadas a las estatuas. Al complejo histórico se añadió en tiempos recientes el llamado Golden Temple, con una enorme estatua dorada de Buda sentado. El edificio no tiene nada que ver arquitectónicamente con el complejo. Su gusto es más que dudoso, pero la verdad es que había en él una gran cantidad de visitantes. Nosotros también nos llevamos una foto para el recuerdo, con su monje budista y todo. ![]() En Dambulla nos íbamos a quedar para desde allí hacer las excursiones al Triángulo Cultural. De nuestro hote en Dambulla, recuerdo que se encontraba en una plantación de mangos. El trayecto nocturno de las habitaciones al restaurante para ir a cenar tenía el aliciente de recorrerlo casi a oscuras viendo pasar los gigantescos murciélagos como los que fotografiamos en Kandy. Aunque sabíamos que eran hervíboros, no podiamos evitar ir a la carrerilla y con el cuello bien encogido. Etapas 4 a 6, total 12
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 5 (2 Votos)
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