Sofía - Roma. Un viaje combinado para estas Navidades. ✏️ Blogs de Europa

Nos íbamos a Roma desde Sofía. Otra cosa muy destacable de nuestro hotel es que el check out lo puedes hacer hasta las 12:00h y eso nos facilitó no dejar las habitaciones hasta poco antes de abandonar el hotel. El vuelo tenía prevista su salida a las 14:30h; por lo que estando en el aeropuerto, T2 (la más moderna y grande de las terminales del aeropuerto de Sofía), a las 12:45h teníamos tiempo para acabar de ver algo en la capital de Bulgaria. Así que, después de tomar algo para desayunar en Coffee Bar, un lugar cercano al hotel; pero fuera del bulevar Vitosha, nos dirigimos andando a la Sinagoga en un paseo de unos 10'. (El día que hicimos las visitas a la ciudad era sábado; por lo que la Sinagoga estaba cerrada al público).

La apertura tuvo lugar en presencia del rey búlgaro Fernando, su esposa Eleonore, el primer ministro Malinov, el Metropolitano Partenii, varios ministros y diplomáticos. Durante la II Guerra Mundial, Sofía y otras ciudades fueron bombardeadas. El 13 de abril de 1944, una bomba cayó en la esquina noreste de la Sinagoga, pero no explotó. La esquina sufrió algunos daños y debido a las vibraciones causadas por la bomba, las hermosas vidrieras de colores se rompieron. Durante el socialismo en 1982, el ministro de Cultura intentó transformar la Sinagoga en una sala de conciertos. Los líderes de la sinagoga mostraron coraje y se resistieron, y el gobierno cumplió con la negativa. La sinagoga fue declarada monumento cultural de importancia nacional en 1956.

El edificio se describe como el orgullo de la comunidad judía búlgara. Es una de las tres sinagogas sefardíes (judías hispano-eslabas) más grandes de Europa y la más grande de la península balcánica. A principios del siglo XX, la comunidad judía de Sofía (liderada por el rabino Dr. Ehrenpreis y el presidente de la comunidad Ezra Sol) recogieron donaciones e invitaron al arquitecto vienés Friedrich Grünanger a preparar un proyecto para la Sinagoga. Puedes ver los nombres de los 10 "contribuyentes principales" a la izquierda en la pared después de entrar. En solo 4 años, el arquitecto logró organizar y completar la construcción. Las lápidas de un antiguo cementerio judío se utilizaron para construir la base de la sinagoga. El valor de su construcción asciende a 437 000 levas de oro.

El edificio de la Sinagoga se construyó en el antiguo sitio de otra conocida con el nombre hebreo "Ahava ve Chesed" (Amor y bondad), cuyo último rabino fue Mossonaci Uziel. La nueva sinagoga fue construida en estilo hispano-moro con elementos de secesión vienesa. De acuerdo con las tradiciones búlgaras para las sinagogas sefardíes, hay un gran patio frente a la entrada. La sinagoga fue construida según un plano rectangular con una cuma central y un nártex. El santuario principal es octogonal, con cuatro semicúpulas en las esquinas puntiagudas y con espacios rectangulares entre ellas. Todos ellos están separados del santuario con arcos que sirven como accesorios del barrio femenino.
El altar ("aron hakodesh") está en un pedestal de mármol blanco rodeado de exquisitos pasamanos. La sala de oración principal tiene 1 170 asientos, y encima de ella hay una cúpula octogonal, que alberga una enorme lámpara de araña. Esta habitación tiene un diámetro de 20 m y su altura total es de 31 m. Fue diseñado para armonizar con las cuatro pequeñas cúpulas sobre las esquinas corrugadas y las ocho pequeñas torres con techos a domeda. El interior estaba ricamente decorado con mosaicos venecianos multicolores, columnas de mármol Carrera y muchas tallas ornamentales y elementos de pared. Las sillas están hechas de roble eslavo de los bosques de Serbia. No se representan rostros humanos, y el techo está pintado para simbolizar los cielos. En el suelo de los caminos central y sur, hay rejillas metálicas incorporadas bajo las cuales se encontraba el sistema de calefacción de invierno. El aire caliente del horno encendido salió de allí. Antes de entrar en la sinagoga, se pueden ver dos torres en el techo, estas son las chimeneas de calefacción por suelo radiante.

La fachada de la sinagoga es ecléctica, una combinación de estilo morisco y veneciano. El edificio se encuentra en 659 m cuadrados y el área total construida es de 1000 m2. La altura de la cúpula desde el interior es de 23 m y el diámetro es de 19 m. La altura total de la sinagoga desde la acera hasta la parte superior de la cúpula es de 31 m. La acústica de la habitación es excelente.
Hoy en día, debido a que la comunidad judía es pequeña, el balcón no se utiliza. Las teologías se llevan a cabo en el gran salón solo durante las grandes fiestas y eventos judíos. Hay alrededor de 400 asientos en él; la mitad izquierda es para mujeres y la derecha para hombres. Las oraciones diarias se llevan a cabo en una pequeña sala de oración (Midrash) a la derecha de la entrada.

El arquitecto incrustó símbolos judíos basados principalmente en el número 8. Un número con un significado simbólico en el judaísmo. En el octavo día, un niño es circuncidado, recibe un nombre y se convierte en miembro de la comunidad. La llama de los candelabros también ardió durante ocho días en el Templo después de su reconsagración al final del impulso de los Macabeos contra la dinastía seléucida gobernante en el 168 a. C. El primer símbolo se encuentra en la lámpara de araña central hecha de latón, en Viena. Su peso es de 1700 kg. Hay alrededor de 400 estrellas de seis estrellas en su periferia, y hay una lámpara de araña más pequeña en el centro y un círculo de lámparas a su alrededor. Cada lámpara en el círculo y la pequeña lámpara de araña en el centro repiten la forma de la araña grande. El número de lámparas en la periferia de la araña grande y pequeña, así como el círculo de lámparas, es de ocho. Todas las lámparas que cuelgan del balcón son pequeñas copias de la gran lámpara de araña. La parte superior de los candelabros y las pequeñas lámparas tienen forma de corona. La corona es la representación simbólica de la Torá (el Pentateuco). El segundo símbolo está en el piso de mosaico veneciano. El adorno utilizado es una estrella octogonal en cuyo centro hay una flor de ocho hojas.

De ahí deshacemos el recorrido y llegamos al hotel para cerrar maletas, dejar las habitaciones y esperar 5' para que el taxi que nos ha pedido la recepción del hotel nos recoja y nos lleve al aeropuerto.

👉 Ver Etapa: Últimas horas en Sofía y traslado a Roma. ⏫ Volver arriba Compartir:

Viajar a Roma para mí y para mi familia siempre es una buena idea. Llevamos viajando a la ciudad eterna en familia unas 7 veces (espero que sean más dentro de poco ) y siempre encontramos algún motivo suficiente para repetir. Este año, 2024, y durante todo el 2025, la excusa perfecta ha sido el Jubileo y las aperturas de las Puertas Santas de las 4 Basílicas Mayores de Roma.

El vuelo de Ryanair salió más que puntual desde la T2 de Sofía (Bulgaria). La terminal 2 del aeropuerto de Sofía es bastante grande y moderna. Con todos los servicios que se necesiten. Durante el paso por la terminal intentamos liberarnos de todas las monedas búlgaras y casi lo conseguimos por completo. La espera la hicimos en una sala a pie de pista; por lo que se nos trasladó en bus hasta la nave. Pero todo bastante bien y rápido y ordenado.

Como ya he comentado, el vuelo de Ryanair llega al aeropuerto de Ciampino y no al de Fiumicino. Pero, en este caso, a pesar de llegar al segundo aeropuerto de la ciudad, nos va mejor. Está más cerca de la ciudad, a unos 17 km, ahorrándonos tiempo para lo que teníamos previsto para esa misma tarde.

Para llegar a Roma optamos por tomar uno de los taxis que paran en la plaza frente al propio aeropuerto. De Ciampino a Roma (dentro de las Murallas Aurelianas) el tiempo de viaje es de aproximadamente 30', con una tarifa fija de 40,00 €, suplementos incluidos. La tarifa fija de 40,00 € es por vehículo. Cuando vas a tomar un taxi, un empleado te entrega un ticket con una referencia para que lo hagas servir por si se tiene algún inconveniente durante ese trayecto. La verdad es que, si hubiéramos querido, lo podríamos haber utilizado; ya que el taxista no quiso que le pagáramos con tarjeta y, además, quería propina.

Estos autobuses salen del "stallo 2" y tienen parada en Termini y también en Via Crescenzio, en el barrio Prati, relativamente cerca del Vaticano. El precio es de 6€. Lo malo son los horarios. Hay que tener en cuenta a qué hora llega el vuelo y qué horario tiene el bus.

Este bus sólo tiene parada en Termini; por lo que deberíamos coger otro transporte para ir hasta el barrio Prati. El precio es de 6€. Y, según creo, tiene más frecuencia que el anterior; ya que sus salidas están coordinadas con las llegadas de los vuelos.

Es un viaje combinado. Desde el "tallo 6" del aeropuerto se ha de tomar el bus de ATRAL hasta la estación de tren de Ciampino y allí tomar el tren hasta Termini por un precio total de unos 2,70€.

Para esto hay que tomar el autobús ATRAL que tienen una frecuencia entre 15 y 30 minutos hasta la estación de metro Anagnina en 20'. Desde ahí sale la línea A que para en Termini y otros destinos. Precio unos 2,70€.

Los taxis tienen tarifa fija hasta el aeropuerto de 55€ y el tiempo es de unos 40/50 minutos. Nosotros escogimos esta opción al encontrar un taxi muy cerca de nuestro alojamiento.

Reservado a través de Booking, el Vatican Maya Home se encuentra en el 66 Via Ottaviano. Muy cerca del Vaticano Prati. Es un pequeño apartamento con 1 habitación doble grande y un salón con un incómodo sofá cama.
El hombre que nos vino a abrir fue todo amabilidad y simpatía. El apartamento estaba dotado con algo para poder desayunar: café, zumo, tostadas y algo de mantequilla y mermeladas. La ducha del baño es bastante ridícula. Nosotros somos pequeños y cupimos a duras penas. La tasa turística se ha de pagar en efectivo y cada adulto paga por noche 6€. La situación es inmejorable. Muy cerca del Vaticano, rodeado de servicios y, además, via Ottaviano es ahora peatonal y estaba decorada con luces navideñas resultando muy bonita.

Una vez tomada posesión del apartamento nos pusimos ya en marcha con algo de premura. Desde Barcelona había hecho el registro en la web del Jubileo y nos había inscrito, para ese mismo día, en la peregrinación a la Puerta Santa De San Pedro prevista para las 18:00h. ¡¡¡Así que no teníamos tiempo que perder!!! Una vez registrados intenté ponerme en contacto con los organizadores para preguntar cómo y dónde debíamos acudir para hacer esa peregrinación. A fecha de hoy, no he recibido respuesta. De una noticia que vi por TV en la que se mostraba la inaguración de la Piazza Pia, una nueva plaza peatonal que permite unir el Castel Sant'Angelo con la Basílica de San Pedro, deduje que las peregrinaciones debían iniciarse ahí. Así que nos fuimos andando hasta la Piazza Pia.

Una vez allí encontramos un módulo de información y allá que fui. Les pregunté por la peregrinación de las 18:00h a la que estábamos apuntados, con nuestro QR y todo, y la respuesta fue que no había ninguna peregrinación prevista a esa hora y fecha y que hasta mañana no se podría hacer. Por más que insistí en que entonces cómo era posible habernos registrados, no hubo manera. . De todos modos preguntamos a otros voluntarios que vimos por la calle y no sacamos nada. El punto oficial de información, en la Via della Conciliazione, estaba ya cerrado. Sí vimos que desde Piazza Pia había (hay y habrá hasta la finalización del Jubileo) un camino entre petriles que lleva hasta la Basílica; pero se encontraba cerrado. De todos modos, pusimos rumbo hacia la Basílica y en el último tramo de ese camino vimos que un voluntario lo abría y que pasaba una señora con su hija y así que ahí nos pusimos. Y entonces vino la bronca: un hombre de manera muy agresiva y empujando nos hizo salir de ese camino, le recriminamos su hostilidad y nos dijo que él no ponía las normas y que saliéramos de ahí. El voluntario que había abierto el tramo del camino se quedó algo perplejo ante tal actitud y nos pidió disculpas y que volviéramos al día siguiente. De nada sirvió volver a explicar que teníamos el registro para hacer la peregrinación a las 18:00h de ese día, no de otros días. En fin, un inicio nada previsto y una pésima organización.

Después de esta desagradable experiencia nos dedicamos a contemplar la Basílica y la Plaza de San Pedro desde el exterior. Obra maestra de la arquitectura de Gian Lorenzo Bernini (1656-67), la plaza de San Pedro es una escenográfica e inmensa elipse de 240 m de ancho, en cuyo extremo, más allá de un grandioso atrio, se alza la fachada de la basílica coronada por la cúpula de Miguel Ángel. Los dos semicírculos laterales de la elipse son como dos brazos constituidos por imponentes pórticos con cuatro hileras de columnas toscanas. Ambos convergen como si acompañasen y empujasen a los fieles hacia la basílica: en total, son 284 columnas y 88 pilares. Sobre la columnata se encuentran 140 estatuas de santos y grandes escudos de armas de Alejandro VII. Al final del pórtico se encuentra la puerta de bronce que da acceso al Palacio Vaticano. En el centro de la plaza, entre dos grandiosas fuentes, se encuentra el Obelisco Vaticano, procedente de Egipto y de 25 metros de altura. En el suelo, alrededor del Obelisco, podemos encontrar una rosa de los vientos. Si avanzamos hacia una de las fuentes, más allá del círculo de las protecciones que rodean el obelisco, encontraremos una piedra circular desde la que la columnata aparece como una sola hilera de columnas.

Luego nos fuimos a comprar algo para cenar a un supermercado cercano y al apartamento para reorganizar los días siguientes de nuestra estancia en, la posiblemente, más bonita ciudad del mundo.

👉 Ver Etapa: Llegada a Roma. Datos prácticos. Vaticano ⏫ Volver arriba Compartir:

Este día lo teníamos libre para recorrer la ciudad y bien que lo hicimos. Fui añadiendo cosas y más cosas que quería ver, experimentar o volver a contemplar y me salió un recorrido de casi 9,5 km andando.

Primera parada del día en la Chiesa di San Gioacchino in Prati
Horario: 07:00-12:30h y de 16:30h a 19:30h
En via Pompeo Magno, cerca de la Piazza dei Quiriti. La iglesia está confiada a la congregación del Santissimo Redentore y es también título cardenalicio desde 1960 (es el rango que distingue a ciertas iglesias de la diócesis de Roma que se encuentran ligadas a un cardenal de la Iglesia).

Esta iglesia fue construida por voluntad del Papa León XIII, que pretendía celebrar de esta manera su jubileo sacerdotal: la primera piedra se puso en 1881, pero las obras se acometieron entre 1891 y 1898, año en el que se abrió la iglesia al público (la obra no se completó hasta 1911). Está dedicada a San Joaquín, padre de la Virgen María, en memoria del nombre de bautismo del Papa.

Las peculiaridades de la iglesia son la cúpula, realizada en aluminio y calada con estrellas de cristal, que dan una sugerente luz a su interior. La iglesia, construida tiene tres naves, en forma de cruz latina, divididas por columnas de granito rosa con capiteles de bronce. Aparece suntuosamente decorada con muebles de mármol policromado y metal. La puerta central está flanqueada por dos columnas donadas por el Zar de Rusia. En 1908 el organero belga Jules Anneessens construyó en esta iglesia un órgano de tres teclados y 29 registros, restaurado en 2008. En su interior 14 capillas dedicadas a 14 de las 27 naciones católicas que contribuyeron, con sus donaciones, a la construcción del edificio. (Brasil, Portugal, Baviera, Polonia, Canadá, Inglaterra, Estados Unidos, España, Francia, Italia, Holanda, Bélgica, Irlanda y Argentina)La capilla de España se creó a partir de una de las salas de la sacristía. Inaugurada el 12 de octubre de 1908 y dedicada a Nuestra Señora del Pilar. El altar de mármol de Carrara está presidido por una reproducción de la estatua de Nuestra Señora del Pilar, rodeada por una vidriera con ángeles. En la pared izquierda una estatua de San José de Calasanz y pinturas que representan a San Juan de la Cruz e Ildefonso de Toledo. En la otra pared, cuatro ventanas con retratos de Isidro el Labrador, Isidoro de Sevilla, Tomás de Villanova, Vincenzo Ferreri, Engrazia de Zaragoza, Isabel de Aragón, Vincenzo y Lorenzo. En el centro hay una estatua de Santa Teresa de Ávila.

Durante la ocupación nazi de Roma, un grupo de perseguidos (judíos y políticos) encontraron refugio dentro de la cúpula de la iglesia. La solución para salvar al grupo de refugiados fue encerrarlos en un espacio estrecho y oscuro situado entre la bóveda de la iglesia y el tejado. La única puerta de entrada se tapió el 3 de noviembre de 1943 y en ese estrecho espacio vivieron entre diez y quince personas: su única conexión con el mundo era una pequeña ventana, situada en el centro de el frontón a 50 m del suelo, por el que pasaban hombres y cosas: comida, ropa, cartas, periódicos, pasatiempos y hasta residuos orgánicos. Los refugiados salieron de su escondite el 7 de junio de 1944. Al final de la guerra, el Gobierno israelí condecoró al padre Antonio Dréssino, párroco de San Gioacchino, a la monja Margherita Bernès de las Hijas de la Caridad (cuya sede estaba justo enfrente), al ingeniero Lestini (que había organizado todo) y a su hija Giuliana.

Desde ahí y una vez cruzado el Tíber, en la via dei Coronari llegamos a la Chiesa di San Salvatore in Lauro para hacer una breve parada.

Majestuosa fachada del Santuario finalizada en el siglo XIX. Sobre el portal, encima del entablamento, se encuentra el escudo de armas del Papa Pío IX, el papa de Marcas que reinó durante las obras de finalización. Más arriba se encuentra una escultura de Rinaldo Rinaldi, que representa, en bajorrelieve, el transporte de la casa de la Virgen desde Nazaret a Loreto y, más arriba, la dedicatoria a la Madonna Lauretana que dice: «Mariae Lauretanae Piceni Patronae ».

Desde 1669 la iglesia pasó a propiedad del Sodalizio dei Piceni de Roma –actuales propietarios de las paredes del edificio y del Conjunto Monumental anexo–, pero a pesar de ello, el pueblo romano continuó, entonces como ahora, llamando al Santuario con su antiguo nombre: San Salvatore in Lauro. El testimonio más antiguo de la iglesia, construida sobre las ruinas de un antiguo templo pagano dedicado a la diosa Europa y rodeada de plantas de laurel – en latín laurus – está presente ya a finales del siglo XII bajo el título de Sancti Salvatoris de Lauro. Inicialmente, en la Edad Media, la iglesia estaba dividida en tres naves, luego reducida a una sola cuando, en 1450, el cardenal Latino Orsini la hizo restaurar y haciendo construir un convento contiguo. Se llevaron a cabo más restauraciones después de 1591, año en el que la iglesia sufrió un desastroso incendio. De este periodo se remontan las obras de reestructuración que incluyeron la introducción de las veinte columnas monolíticas aún hoy existentes, que, recordando el estilo palladiano veneciano, hacen de este Santuario un lugar único en toda Roma. No está claro que los planos de este último proyecto fueron de Ottaviano Nonni, conocido como il Mascherino, quien también diseñó la famosa Torre dei Venti en el Vaticano.

Hoy, en el interior del Santuario de San Salvatore in Lauro es posible admirar obras de Pietro da Cortona, Orbetto y Pierleone y Giuseppe Ghezzi. Aquí se conserva también la reproducción más antigua de la Virgen de Loreto, obra del siglo XVII atribuida por algunos a Duquesnoy, y una reproducción del veneradísimo Crucifijo de Sirolo (1713), obra de Francesco Bellucci. El Santuario es el centro de referencia de los Grupos de Oración del Padre Pío activos en la diócesis de Roma. Cada día 23 (día del fallecimiento del Padre Pío) los fieles presentes son bendecidos con el manto que perteneció al Padre Pío y el 23 de septiembre se realiza procesión hasta la Plaza Navona.

Algunas de sus reliquias se conservan en el Santuario de San Salvatore in Lauro. Se trata de objetos con los que el Padre Pío entró en contacto directo durante su vida, como su manto y un guante que utilizó para cubrir los estigmas, pero también algunas gotas de su sangre, las vendas ensangrentadas y la estola con la que inauguró la Hospital Casa Sollievo della Sofferenza, la gran obra que él quiso y construyó, hoy uno de los centros de investigación médica más importantes de Italia.

Está construida frente a la plaza Navona en el lugar donde Santa Inés fue martirizada en el antiguo estadio de Domiciano. Su construcción comenzó en 1652 por los arquitectos Girolamo Rainaldi y su hijo Carlo Rainaldi. Después de numerosas disputas, Francesco Borromini reemplazaría a ambos, aunque tras la dimisión de Borromini, se volvió a llamar a Carlo Rainaldi, con el fin de que continuara con las obras. La construcción de la iglesia se inició en 1652, por iniciativa del papa Inocencio X, cuyo palacio familiar, el palazzo Pamphili, que se encuentra junto a la iglesia, acababa de ser terminado. Debía ser efectivamente una capilla familiar anexa a su residencia

Los primeros diseños para una iglesia de planta central, de cruz griega, fueron preparados por Girolamo Rainaldi, y por su hijo Carlo Rainaldi en 1652. El diseño recibió duras críticas, incluidos los peldaños hacia la piazza, que se pensaba que se proyectaban excesivamente, por lo que Carlo Rainaldi eliminó la idea del nártex y la sustituyó por una fachada cóncava para que los escalones no fueran tan intrusivos.

En 1653, los Rainaldis fueron reemplazados por Borromini que tuvo que trabajar con los cimientos de Rainaldi, pero hizo ajustes; en el interior, colocó columnas hacia los bordes de los pilares de la cúpula que tenían el efecto de crear una amplia base para las pechinas de las cúpulas en lugar de la base puntiaguda, que era la solución romana habitual. Sus dibujos muestran que en la fachada a la Piazza Navona, diseñó escalones curvos que descendían a la plaza, cuya curvatura convexa juega contra la curvatura cóncava de la fachada para formar un descanso oval frente a la entrada principal. Su fachada debía tener ocho columnas y un frontón roto sobre la entrada. Diseñó las torres de flanqueo con una sola planta, por encima de las cuales habría una disposición compleja de columnas y vanos convexos con balaustradas.

En el momento de la muerte de Inocencio en 1655, la fachada había alcanzado la cima del orden inferior. El sobrino de Inocencio, Camillo Pamphili, se desinteresó en la iglesia y Borromini se desilusionó, lo que finalmente llevó a su renuncia en 1657. Carlo Rainaldi, nombrado de nuevo, realizó una serie de modificaciones en el diseño de Borromini, incluyendo una planta adicional a las torres de flanqueo y la simplificación de sus partes superiores. A la muerte de Camillo, su esposa Olympia, le encargó a Bernini que se hiciera cargo. Fue responsable del frontón sobre la entrada principal y del entablamento en el interior.

En 1668, el hijo de Olympia, Camillo, asumió la responsabilidad de la iglesia. Reincorporó a Carlo Rainaldi como arquitecto y contrató a Ciro Ferri para crear los frescos para el interior de la cúpula. La cúpula está pintada al fresco con la Asunción de María, comenzada en 1670 por Ciro Ferri y terminada después de su muerte en 1689 por Sebastiano Corbellini. Las pechinas de la cúpula fueron pintadas con las Virtudes cardinales (1662-1672) por el protegido de Bernini, Giovanni Battista Gaulli.

El interior casi circular, en realidad un diseño de cruz griega, está rodeado circunferencialmente por obras maestras escultóricas de mármol del Barroco, dedicadas a santos mártires individuales. Hay cuatro altares en los pilares con relieves, inusualmente establecidos en nichos semicirculares. Entre la decoración escultórica se encuentra la Tumba Monumento del Papa Inocencio X (1729) de Giovanni Battista Maini. El monumento fue originalmente planeado a gran escala, pero fue ejecutado dispuesto sobre la entrada principal en un monumento mucho más modesto. Dentro de la iglesia también hay un santuario para Santa Inés, que contiene su cráneo y un relieve de mármol de Alessandro Algardi.

El nombre de esta iglesia no está relacionado con la "agonía" de la mártir: in agone era el antiguo nombre de Piazza Navona (piazza in agone) y a su vez, del griego, 'en el sitio de las competiciones', porque Piazza Navona se construyó siguiendo la forma de un antiguo estadio romano sobre el modelo griego, con un extremo plano, y se usó para las carreras a pie. Desde 'in agone', el uso popular y la pronunciación cambiaron el nombre a 'Navona'.

La Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini está situada frente a la iglesia. A menudo se dice que Bernini esculpió la figura del "Río de la Plata" cubriendo sus ojos como si pensara que la fachada diseñada por su rival Borromini pudiera derrumbarse sobre él.

Borromini y Bernini se convirtieron en rivales, y más, por los encargos arquitectónicos. Más prominentemente, durante el Papado de Pamphili, se estableció una comisión oficial para estudiar los defectos que habían surgido en los cimientos de los campanarios (construidos bajo la dirección de Bernini) en la fachada de la basílica de San Pedro. En testimonio ante la comisión, Borromini fue uno de los muchos duros críticos que atacaron la ingeniería del proyecto. Finalmente, en un duro golpe al prestigio de Bernini como arquitecto, los campanarios de la fachada se derribaron y nunca se reconstruyeron.

Saliendo de la plaza por Via degli Staderari y continuar por Via della Palombella hasta la Piazza Minerva para entrar en Santa Maria Sopra Minerva

En el espacio que actualmente ocupa la Basílica de Santa María sopra Minerva y el antiguo ex convento había tres templos dedicados a Minerva, Isis y Serapis. Ya en el siglo VIII junto a estos templos se encontraba una pequeña iglesia que el Papa Zacarías regaló a unas monjas basilianas que huyeron de Oriente.

La Piazza della Minerva está adornada en el centro por un obelisco egipcio del siglo VI a. C. originario del cercano Iseo Campense (templo de Isis), y para el cual Bernini diseñó la elegante base con el elefante, llamado "Pulcino de la Minerva" por su tamaño. El trabajo fue realizado por Ercole Ferrata (1667).

En 1256 se establecieron allí los Frailes Predicadores y en 1275 obtuvieron la posesión de la Iglesia. El convento de Santa María sopra Minerva permaneció durante unos 10 años bajo las dependencias del primer convento dominico de Roma: Santa Sabina. A principios del siglo XIII esta realidad dominicana se convirtió en una de las más importantes de la ciudad de Roma, albergando ya a más de cincuenta frailes.

La iglesia tiene un título cardenalicio desde 1557. El primer cardenal titular fue Michele Ghislieri, quien se convirtió en Papa en 1566 como Pío V. En 1577 Giovanni Solano (enterrado en la Basílica) estableció en el convento el Colegio de Santo Tomás de Aquino, hoy Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino con el objetivo de asegurar la formación intelectual y espiritual de los frailes dominicos de Italia. Entre 1797 y 1814, durante la ocupación francesa de Roma, el convento fue utilizado como cuartel de infantería, provocando importantes daños. En 1810 se produjeron nuevos cambios debido a la supresión de las órdenes religiosas, de hecho, los frailes se vieron obligados a abandonar su convento y dispersarse. Sólo en 1825 pudieron regresar. Definitivamente expropiado en 1871 por el Estado italiano, que es su actual propietario, sólo en 1929 los frailes obtuvieron permiso para regresar al convento y poder utilizar sólo algunas habitaciones para oficiar en la Basílica.

La arquitectura, de estilo gótico y única en Roma, se remonta a 1280 por los frailes dominicos Fra Sisto y Fra Ristoro. Son los mismos que diseñaron Santa Maria Novella en Florencia. El trabajo duró mucho tiempo. En 1453, por orden del Conde Francesco Orsini, se realizó la fachada principal que admiramos con tres imponentes portales renacentistas y importantes obras de renovación del interior de la Basílica. Las bóvedas de la nave central fueron encargadas por el cardenal Torquemada, tío del célebre inquisidor y enterrado en la Basílica. El arquitecto dominicano Fra Girolamo Bianchedi es responsable del estado actual de la Basílica. Las obras de construcción no terminaron hasta 1725 por orden del Papa Benedicto XIII.

Estamos ante el único ejemplo de iglesia gótica medieval en la ciudad de Roma. Nos encontramos ante tres naves con bóvedas de crucería apoyadas sobre pilares. La bóveda azul con estrellas doradas ofrece un impacto visual muy sugerente. En las dos naves laterales se encuentran varias capillas que han mantenido su aspecto barroco y pertenecieron históricamente a familias nobles: Capranica, Aldobrandini, Grazioli, etc. Estas capillas están repletas de obras de arte. La Basílica parece una auténtica galería de arte. Este enriquecimiento se debe al trabajo de numerosos artistas de gran importancia, entre ellos Lorenzo Bernini, Michelangelo Buonarroti, Filippino Lippi, Antoniazzo Romano, Maderno, Barocci y Melozzo da Forlì.

A la iglesia se adjunta un gran conjunto conventual en el que actualmente viven aproximadamente 20 frailes. Se reúnen en la Basílica, en el coro de madera detrás del altar mayor, para rezar juntos la Liturgia de las Horas 3 veces al día. Los frailes también velan por la animación espiritual y el cuidado de la Basílica. El convento incluye un espléndido claustro con frescos que sólo puede visitarse en determinadas ocasiones ya que es la parte destinada a la vida de los frailes.

*Capilla Antoniazzo Romano
La Capilla de la Annunziata sufrió varios cambios a lo largo del tiempo, pero el principal fue el realizado por Carlo Maderno, arquitecto suizo-italiano del siglo XVI-XVII, que aún hoy es visible. Entre las principales obras del interior, encontramos a la izquierda el monumento funerario del Papa Urbano VII obra del artista Ambrogio Buonvicini. En el centro de la capilla, sin embargo, se encuentra la famosa "Anunciación" de Antoniazzo Romano, pintor italiano que vivió en Roma entre 1430 y 1508, con dos pinturas al lado que representan a San Domenico y San Giacinto. La escena de la Anunciación, sobre fondo dorado, fue creada por Romano entre 1499 y 1500 con motivo del Jubileo anunciado por el Papa Alejandro VI. La obra fue encargada por la Confraternita dell'Annunziata, una cofradía -ésta- fundada por el cardenal Juan de Torquemada (1388-1468), tío del célebre inquisidor Tomás de Torquemada, con el objetivo caritativo de "dotar" a jóvenes pobres: la La dote, en realidad, era una suma de dinero que garantizaba la oportunidad de encontrar marido, evitando tener que recurrir a actividades menos dignas para poder tener suficiente disponibilidad económica. En el cuadro la Virgen María , mientras el arcángel Gabriel anuncia la concepción virginal de Jesús, se ocupa de entregar la dote a unas jóvenes vestidas de blanco que le son presentadas por Torquemada, quien a su vez viste simplemente con el traje dominicano, pero cuyo cargo está señalado por el sombrero rojo cardenalicio que descansa sobre su pierna. El grupo de jóvenes presentado por el cardenal está representado aquí según una escala proporcional más pequeña, un método típicamente medieval para diferenciar la esfera humana (representada por las niñas y el cardenal) de la sobrenatural (representada por la Virgen y el Arcángel Gabriel).

*Capilla Carafa (Santo Tomás de Aquino)
El cardenal dominico Oliviero Carafa (1430 – 1511) sintió tanta admiración y devoción por el santo dominico Tomás de Aquino (1224 – 1274) que hizo construir esta capilla y pintarla con frescos en su honor. Capilla obra del célebre Filippino Lippi. El muro central sitúa la figura de Santo Tomás presentando al Cardenal Carafa a la Virgen María dentro del escenario de la anunciación. En la parte superior aparece la imagen de la asunción de la Virgen María y una corona de ángeles que parecen bailar a su alrededor, sosteniendo cada uno de ellos un instrumento musical de la época. En la pared derecha se encuentran escenas de la vida de Santo Tomás. En el luneto, a la izquierda, está representado el milagro del Crucifijo que, hablando a Santo Tomás, le dice: "Escribiste bien sobre mí Tomás, ¿qué recompensa quieres?". Y parece que respondió: “Nada menos que tú, Señor”. En la parte inferior, sin embargo, Santo Tomás aparece representado en una silla sosteniendo un libro en la mano con la inscripción: "Sapientiam sapientum perdam", que significa "Destruiré la sabiduría de los sabios", frase tomada de los escritos de San Pablo. Frente a él hay una figura de una persona de aspecto feo que representa el pecado con un pergamino que dice "Sapientia vincit malitiam", "La sabiduría vence a la malicia". Es una clara alusión a la espiritualidad dominicana que siempre se ha caracterizado por la búsqueda de la Verdad. y una lucha contra el vicio y el error. Santo Tomás se encuentra rodeado de cuatro figuras femeninas que representan la filosofía, la teología, la dialéctica y la gramática. Los frescos de la pared izquierda, que supuestamente representaban vicios y virtudes, se perdieron para dejar espacio a la monumental tumba del Papa Pablo IV, uno de los cinco Papas enterrados en esta Basílica.

Debajo del altar mayor se encuentra la tumba de mármol donde se guardan las reliquias de Santa Catalina de Siena, dominica laica y Doctora de la Iglesia. La tumba del siglo XV, restaurada entre 1999 y 2000, representa en su parte superior el cuerpo de la Santa que descansa apoyando su cabeza sobre un mullido cojín. En el frente, sin embargo, dos pequeños ángeles sostienen una inscripción que presenta al peregrino o visitante a la mujer que allí está enterrada: "Sancta Caterina de Senis Ordinis Santi Dominici de Poenitentia" (Santa Catalina de Siena de la Orden de Penitencia de Santo Domingo).

Caterina Benincasa (así se llamaba) nació en 1347 en Siena en el seno de una familia adinerada. A la edad de 6 años, mientras caminaba por la ciudad, vio sobre la iglesia de San Domenico a Jesucristo con vestiduras pontificias, sentado en un trono, y junto a él a los santos Pedro, Pablo y Juan. Tras esta visión decidió hacer voto de castidad. Ingresada en la Orden de la Penitencia de Santo Domingo, dedicó toda su vida, según sus propias palabras, "al honor de Dios y a la salud de las almas". Se preocupó por trabajar por la paz en una época de guerras y luchas fratricidas, y logró convencer al Papa Gregorio XI, que se encontraba entonces en Aviñón para que regresara a Roma como obispo de la ciudad. A lo largo de su vida tuvo una intensa actividad epistolar con Papas, Reyes, Reinas, religiosos y gente común, animando a todos a vivir cristianamente y seguir la voluntad de Dios. Santa Catalina de Siena es copatrona de Roma, Italia y Europa.

*Estatua del Cristo Redentor de Miguel Ángel
Esta escultura de Miguel Ángel Buonarrotti, que representa a Jesucristo resucitado, está realizada en un solo bloque de mármol blanco y tiene una altura de 205 cm. Fue encargado en 1514. El artista trabajó en su creación con esmero, pero hacia el final de su obra apareció una veta negra en el mármol justo en el rostro de Cristo, por lo que el artista comenzó una nueva: la que podemos admirar. Se cree que la primera versión del Cristo de Miguel Ángel fue adaptada y actualmente se conserva también en esta Basílica una estatua de San Sebastián en la capilla Aldobrandini. Por lo tanto, la versión actual no se entregó hasta 1521 y, dado el retraso, Miguel Ángel hizo que uno de sus alumnos la perfeccionara. La estatua originalmente representaba a un Cristo completamente desnudo; más tarde se añadió el cortinaje de bronce dorado. El artista quiso representar toda la fuerza de Jesucristo resucitado a través de una representación anatómica fuerte. Jesucristo abraza los instrumentos de su pasión (la cruz, así como la caña y la esponja con las que le dieron a beber vinagre poco antes de morir). La cruz sostiene toda la figura. De hecho, la cruz es la fuente de fortaleza de quienes creen en Dios. La muerte no fue el fin de la vida de Jesucristo y esta obra de arte representa el momento mismo de su resurrección de entre los muertos. De la muerte y resurrección de Jesucristo, según la creencia cristiana, surgió la salvación de la humanidad. Cristo vuelve su mirada hacia un lado, hacia un público ideal, y esto porque quiere mostrar su rostro, un rostro que expresa amor.

Luego, andando y pasando por dos de las atracciones que atraen a más turistas en la ciudad, el Panteón y la Iglesia de San Ignacio de Loyola, llegamos a la Galleria Sciarra ahora en remodelación, pero que permite pasar por ella y contemplar una gran parte.

La galería es mezcla de arquitectura y arte. Pasaje, construido a finales del siglo XIX, que es un testimonio del Art Nouveau en Italia, también conocido como Stile Liberty.

La historia comienza en el siglo XVI cuando la acaudalada familia Colonna encargó la construcción del Palazzo Sciarra. Este grandioso palacio, que luego pasó a manos de la familia Sciarra mediante matrimonio, se convertiría en la base de la Galleria que conocemos hoy.
A finales del siglo XIX, el Príncipe Maffeo Barberini-Colonna di Sciarra, impulsado por el deseo de crear una maravilla arquitectónica moderna, emprendió una renovación del palacio. Visionaba un espacio que fusionara la grandiosidad del pasado con las innovaciones del presente. Esta visión llevó a la creación de la Galleria Sciarra entre 1885 y 1888.

El Príncipe contó con el arquitecto Giulio De Angelis, figura prominente del Stile Umberto I, un movimiento arquitectónico italiano de finales del siglo XIX caracterizado por su mezcla ecléctica de influencias renacentistas y barrocas. La Galleria fue diseñada como un espacio público, conectando la Via del Corso con la Via Minghetti. Su construcción implicó cubrir el patio preexistente del Palazzo Sciarra con un techo de hierro y vidrio. Esto permitió que la luz natural inundara el espacio, iluminando los detalles intrincados y los colores vibrantes que adornan las paredes y techos. La obra maestra de la Galleria Sciarra radica en sus elaboradas decoraciones. El Príncipe encargó a Giuseppe Cellini que adornara las paredes y techos con una serie de frescos alegóricos. Estas pinturas, ricas en simbolismo, representan el “Triunfo de la Mujer” y se inspiran en las virtudes femeninas de la mitología y la literatura romanas. Inicialmente, la Galleria Sciarra sirvió como un espacio semi-privado, accesible solo para los residentes del palacio y sus invitados.

Desde ahí pasando por la Piazza dei Santi Apostoli y cruzando la via del Plebiscito y tomando la via San Eufemia llegamos a la Piazza del Foro di Traiano con la Chiesa del Santissimo Nome di Maria (en ese momento cerrada) desde donde se tiene una espectacular vista del Foro di Traiano y de su Columna

En el año 113 d.C. para homenajear las conquistas del emperador Trajano en Dacia (actual Rumanía), se construyó la Columna Trajana, que fue la primera que se levantó de tipo cóclido, o sea, con adornos que recorren el tronco en forma de espiral. Se trata de una Columna que, con su base, tiene una altura aproximada de 40 m. En la Columna Trajana existen 17 bloques de piedra masivos --elementos circulares-- monolíticos que tienen un volumen de casi 4 m de diámetro. Estos forman una espiral alrededor de la columna con 23 vueltas de estupendo relieve: son casi 200 metros de refinado mármol blanco que se puede desenrollar como si fuera una película. La película narra las gloriosas batallas de Trajano con los Dacios con el fin de reforzar las fronteras del Imperio sobre el Danubio. En su interior, se puede subir a la parte superior a través de una escalera helicoidal formada por 185 peldaños. Se representan aproximadamente 2.500 figuras; y entre ellas aparece, como es lógico, el emperador Trajano, al menos 59 veces. La Columna, que celebraba la victoria sobre la Dacia, también tenía otros objetivos, como el de ser un monumento-mausoleo de Trajano: Se colocó en la base una urna dorada con las cenizas del emperador, que murió el 8 de agosto de 117, y se colocó por encima una figura de bronce dorado de él, que se perdió sin duda durante la Edad Media. En 1587, el Papa Sixto V (1585-1590) la sustituiría por una nueva figura dedicada a San Pedro.

Subimos por las escaleras de via Magnanapoli hasta dar con la Salita del Grillo bajando por ella y pasando por el Palazzo del Grillo. A través de una pasarela accedimos a la parte baja de la Casa dei Cavallieri di Rodi teniendo una espléndida vista del Foro di Augusto

Nota: Nunca he conseguido visitar su interior porque es complicado.Horario y condiciones: La entrada, que incluye la capilla anexa, está permitida a grupos y asociaciones, con guía propio, que deberán reservar plaza en el teléfono 060608. Visitas sólo los martes y jueves por la mañana. Máximo 25 personas por visita y mínimo, según me comentaros por teléfono, 5 incluyendo el guía que te has de buscar tú. Reservas telefónicas: 060608 todos los días de 9.00 a 19.00 horas. Correo electrónico: info@060608.it

La Casa de los Caballeros de Rodas es el resultado de una estratificación que abarca varios siglos.En el siglo IX, algunos monjes iniciaron la construcción de una iglesia y un monasterio dedicado a San Basilio en la zona del Foro de Augusto, del que se aprovecharon parte de los muros junto con los de una ínsula de época romana.Hacia el año 1230 todo el edificio pasó a ser propiedad de los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, también conocidos como “de Rodas” y “de Malta”. Las reformas encargadas por el cardenal Marco Barbo, prior romano de la Orden, se remontan a 1466 y contribuyeron a dar al edificio el aspecto que conservamos aún hoy. De hecho, a este período pertenece la espléndida logia de cinco arcos, con frescos en su interior y atribuida a Giuliano da Maiano, desde la que el pontífice se asomaba para bendecir a la multitud. Cuando la Orden de los Caballeros trasladó su sede al Aventino en 1566, el Papa Pío V confió el edificio al Instituto de las Hermanas Dominicas, cuyo objetivo era convertir a las niñas judías al catolicismo. Las monjas realizaron obras de ampliación en el edificio, diseñado por Battista Arrigoni da Caravaggio, y rebautizaron la iglesia dedicándola a la Santissima Annunziatina, cuyos restos aún son visibles a lo largo de la Via di Tor de’ Conti. Los dominicos permanecieron en este lugar hasta 1930, cuando el convento fue demolido para dar paso a la apertura de la Via dell'Impero; Posteriormente, entre 1940 y 1950, se iniciaron importantes obras de restauración por parte del Ayuntamiento de Roma, que permitieron recuperar toda la casa, que luego fue cedida de nuevo para su uso a la Soberana Orden de Malta desde 1946.

En su interior se pueden visitar actualmente la Sala de Honor, la Sala Bizantina y la Sala de la Logia, decorada con frescos y techos de madera. En el nivel subterráneo del edificio se puede admirar la Capilla Palatina, dedicada a San Juan Bautista, patrón de la Orden de los Caballeros.

Salimos de ese recinto y por la via Baccina debíamos llegar a un puesto de comida recomendado que tienen pasta sin gluten; pero al llegar vemos que sólo cierra los martes y era martes Así que continuamos por esta bonita calle hasta via dei Serpenti y girar a la derecha cuando se convierte en la via del Fagutale para desembocar en el Colosseo

La Cordonata Capitolina está decorada con varias obras escultóricas: además de las estatuas de los dos leones colocadas en la base, hacia la mitad de la subida se encuentra, en el zona de césped entre la cordonata y la escalinata de Aracoeli, la estatua de Cola di Rienzo (Nicola Gabrini, Roma 1313 – † 1354, más conocido como Cola di Rienzo, fue un notario papal y tribuno del pueblo romano que proclamó en Roma una nueva forma de gobierno inspirada en la República romana a la que llamó “El buen Estado” y de trágico final después de una azarosa vida).; en la cima se encuentran las estatuas de los dioscuros Cástor y Pólux (Los dioscuros se consideraban asistentes de la humanidad y patrones de los viajeros y marineros en particular, invocándose para encontrar vientos favorables), provenientes de un Templo de Cástor y Pólux situado en el Circo Flaminio, y dos trofeos de armas de mármol, llamados Trofei di Mario, provenientes del ninfeo de Alejandro de la Piazza Vittorio Emanuele II.

La Piazza del Campidoglio se encuentra en la cima de la colina Capitolina, en la depresión situada entre el Arx y el Capitolium, las dos cimas de la colina. Toda la colina capitolina fue progresivamente abandonada al final del mundo antiguo, hasta reducirse en la Edad Media a pasto de cabras, motivo por el cual era conocido como monte Caprino. A partir del siglo XII, cuando se escogió el Tabularium como sede del Ayuntamiento, toda la zona experimentó una lenta recuperación, aunque su renacimiento definitivo se produjo en el siglo XVI, cuando el papa Paulo III, con ocasión de la visita a Roma del emperador Carlos V, pidió a Miguel Ángel que remodelara la plaza: este proyectó renovar las fachadas del Palazzo Senatorio (correspondiente al antiguo Tabularium) y del Palazzo dei Conservatori y construir un tercer edificio, el Palazzo Nuovo, de manera que formara una plaza de forma trapezoidal, embellecida por esculturas clásicas, y diseñó su pavimentación.

Desde la Edad Media la zona había sido la sede de la administración civil de Roma. Sobre los restos del Tabularium había una fortaleza de la familia Corsi, de la cual tomó posesión en 1114 el pueblo romano; fue destinada a ser la sede del senado de la ciudad y ampliada en el siglo XIV. La explanada de grava que había delante estaba destinada a las reuniones del pueblo y la bordeaban edificios que albergaban la sede de los banderesi, es decir, los capitanes de la milicia de la ciudad. En 1453, el papa Nicolás V ordenó a Rossellino que construyera el Palazzo dei Conservatori, remodelando profundamente las casas de los banderesi, para realizar la sede de la nueva magistratura. Rossellino realizó un edificio con un pórtico con arcos de medio punto en la planta baja y una fachada con ventanas cruzadas y logias geminadas. El Palazzo dei Conservatori será demolido casi completamente en 1540 por Miguel Ángel. Entre 1534 y 1538 Miguel Ángel remodeló completamente la plaza, diseñando todos sus detalles y orientándola hacia la Basílica de San Pedro, el nuevo centro político de la ciudad, en lugar de hacia el Foro Romano. Se cuenta que la remodelación de la plaza la encargó el entonces papa Paulo III, el cual se avergonzaba del estado en el que se encontraba la célebre colina tras el desfile triunfal organizado en Roma en honor a Carlos V en 1536.

Miguel Ángel conservó la orientación oblicua de las preexistencias, obteniendo un espacio abierto de planta ligeramente trapezoidal (el Palazzo Senatorio y el Palazzo dei Conservatori forman un ángulo de 80°, sobre el cual alineó las nuevas fachadas con el objetivo de expandir la perspectiva hacia el foco visual constituido por el Palazzo Senatorio. Para esto pensó en construir un nuevo palacio, llamado Palazzo Nuovo, para cerrar la perspectiva hacia la basílica de Santa María en Aracoeli, y pavimentar la plaza eliminando la explanada de tierra existente; rediseñó el Palazzo dei Conservatori eliminando todas las estructuras precedentes y armonizándolo con el Palazzo Senatorio, al cual le añadió una doble escalinata que servía para acceder a la nueva entrada, orientada hacia la plaza en lugar de hacia los foros. Modificó también la fachada para uniformarla con la del Palazzo dei Conservatori añadiendo pilastras de orden gigante (que aparece por primera vez en los edificios públicos), una cornisa con barandilla (elemento novedoso), y una torre. Al Palazzo dei Conservatori le añadió una fachada porticada, y también pilastras de orden gigante (que la dividen de manera rítmica y regular), y una cornisa con barandilla y estatuas; finalmente realizó un edificio simétrico a él en el lado opuesto de la plaza. Miguel Ángel proyectó también la escalinata de la Cordonata Capitolina y la barandilla desde la cual se puede ver la Piazza d'Aracoeli.

En el centro de la Piazza destaca elegante y severo uno de los emblemas de Roma: la estatua ecuestre de bronce dedicada al gran emperador- filósofo Marco Aurelio. El monumento es el único entre las veintidós “equi magni” o grandes estatuas ecuestres, que ha llegado intacta hasta nuestros días porque se creía que el personaje representado era Constantino, el primer emperador cristiano. Probablemente eregida en el 176 d.C. en el Foro Romano o en la plaza del templo dinástico que rodeaba la Columna Antonina, la estatua fue trasladada en 1538 hasta la Colina Capitolina por voluntad del Papa Pablo III Farnesio. De poco más de 4 m de altura, realizada en bronce y originalmente cubierta por un dorado, oculta una de las más temidas supersticiones del pasado: atada al mechón de pelos entre las orejas del caballo, una “lechuza”. Los romanos convencidos de que la estatua ocultaba un verdadereo manto de oro temían que el mal tiempo pudiese hacer realidad la leyenda de “Marco Aurelio descubre en oro” y cuando la estatua hubiera devuelto todo el oro, la “lechuza” cantaría anunciando el fin de Roma y del mundo entero. No se sabe si fue por el valor de la obra o a modo de conjuro que, tras la colocación de la escultura, el pontífice instituyó el título de Guardián del Caballo, un prestigioso encargo que se recompensaba simbólicamente con bienes de diverso tipo, tales como pimienta, vino, cera, agasajos y almendras azucaradas. Huellas de la antigua capa de oro son todavía visibles en el original, ahora conservado dentro de los Museos Capitolinos y reemplazado en el centro de la plaza por una copia de bronce hacia finales de los años noventa.

Las obras fueron tan despacio que Miguel Ángel (fallecido en 1564) solo pudo ver finalizada la doble escalinata que servía como el nuevo acceso al Palazzo Senatorio, con la colocación de las dos estatuas que representan al Nilo y al Tíber. La fachada y la cima de la torre estaban todavía incompletas, mientras que el Palazzo Nuovo ni siquiera se había empezado. Pese al fallecimiento de Miguel Ángel, las obras se completaron siguiendo las líneas maestras de su proyecto original. Se ocupó de esto en particular Giacomo Della Porta, a quien se debe la reconstrucción del Palazzo dei Conservatori y la finalización de la fachada del Palazzo Senatorio, con la colocación, en la hornacina central, de una estatua de Atenea retirada del Palazzo dei Conservatori, que en 1593 fue sustituida por otra estatua de Atenea, mucho más pequeña (demasiado pequeña para las dimensiones de la hornacina, tanto que se tuvo que colocar sobre tres pedestales), de pórfido rojo y mármol blanco, transformada en una alegoría de la diosa Roma. Las únicas dos fuentes que en 1588 pudo realizar Della Porta para la colina capitolina son los dos leones de basalto a los lados de la base de la Cordonata Capitolina, trasladados aquí en 1582 desde los restos del Templo de Isis, completados con dos jarrones de mármol fabricados para recoger el agua. Los dos leones originales, trasladados en 1885 a los Museos Vaticanos, fueron colocados de nuevo en su lugar en 1955.

[align=justify]Desde el Campidoglio se puede acceder a la Basílica di Santa Maria Aracoeli por una de sus puerta laterales y también se puede acceder al Palazzo Caffarelli, o Villa Caffarelli que se encuentra en la colina del Capitolio, sobre la Roca de Tarpej y que hoy forma parte de los Museos del Capitalinos

La Basílica di Santa Maria in Aracoeli está situada en la cumbre más alta del Monte Capitolino y es la iglesia escogida por el Senado y el Pueblo Romano (Senatus Populusque Romanus).Originalmente, la iglesia recibió el nombre de Santa Maria in Capitolo y en el siglo XIV se rebautizó. Según una leyenda medieval, la iglesia estaba construida sobre un Ara primogeniti Dei de César Augusto, en el lugar donde la sibila tiburtina profetizó a Augusto la llegada de Cristo. «Por esta razón las figuras de Augusto y de la sibila tiburtina se encuentran pintadas a ambos lados del arco sobre el altar».

En la Edad Media se ejecutaba a los criminales condenados a los pies de su escalinata; en aquel lugar, el autoproclamado Tribuno y resucitador de la República Romana, Cola di Rienzo encontró la muerte, cerca del lugar donde una estatua lo recuerda.

La iglesia se asentó en el lugar donde había una abadía bizantina mencionada en el año 574; al principio siguió el rito griego, un signo de poder del exarca bizantino. Tomada por el papado en el siglo IX, la iglesia fue entregada primero a los benedictinos, luego, por una bula papal, a los franciscanos en 1249-1250; con los franciscanos recibió su aspecto románico-gótica. Los arcos que dividen la nave central de las laterales están apoyados en columnas procedentes de las ruinas romanas. Durante la Edad Media, esta iglesia se convirtió en el centro de la vida civil y religiosa de la ciudad. En particular, durante la República romana del siglo XIV, cuando Cola di Rienzo inauguró la monumental escalera de 124 escalones en frente de la iglesia, diseñada en 1348 por Simone Andreozzi, con ocasión de la Peste Negra. La construcción de la nueva escalera de mármol se encargó como un voto a la Virgen para el final de la epidemia de peste que se extendió por toda Europa. Fue construido con mármol obtenido de la escalera del Templo de Serapide en el Quirinale y luego fue inaugurado por el tribuno Cola di Rienzo. Fue considerado una verdadero Scala Santa. Las solteronas que buscaban un marido la subían de rodillas o las mujeres que querían un hijo. En el siglo XVII, los extranjeros solían dormir en la escalera, hasta que el príncipe Caffarelli los alejó haciendo rodar barriles llenos de piedras en las escaleras

En 1571, Santa María en Aracoeli albergó las celebraciones en honor de Marco Antonio Colonna después de la victoriosa batalla de Lepanto sobre la flota turca. Para conmemorar la ocasión, el techo compartimentado fue dorado y pintado (se acabó en 1575), para agredecer a la Virgen la victoria. En 1797, con la república romana derivada de la invasión napoleónica, la basílica fue desconsagrada y convertida en establo.

La fachada inacabada ha perdido los mosaicos y posteriores frescos que originalmente la decoraron, excepto un mosaico en el tímpano de la puerta principal. Entre sus numerosos tesoros hay frescos del siglo XV obra de Pinturicchio representando la vida de san Bernardino de Siena en la Cappella Bufalini, la primera capilla a la derecha. Otros rasgos espléndidos son el techo de madera, la planta estilo cosmati, una Transfiguración pintada sobre tabla por Girolamo Siciolante da Sermoneta, la tumba de Giovanni Crivelli obra de Donatello, la tumba de Cecchino Bracci, diseñada por su amigo Miguel Ángel, y obras de otros artistas destacados como Pietro Cavallini (hoy sólo uno de sus frescos se conserva), Benozzo Gozzoli y Giulio Romano. Alberga también una Virgen y un monumento sepulcral obra de Arnolfo di Cambio en el transepto. Las reliquias de santa Elena, madre de Constantino el Grande se conservan en Santa María en Aracoeli. El papa Honorio IV también se encuentra enterrado en la iglesia. La tablilla con el monograma de Jesús que san Bernardino de Siena usaba para promover la devoción al Santo Nombre de Jesús se conserva en Aracoeli.

La iglesia también es famosa por la talla de madera del niño Jesús (Santo Bambino), del siglo XV de madera de olivo proveniente del huerto de Getsemaní y cubierta de valiosos exvotos. Mucha gente de Roma creía en el poder de esta estatua. Fue robada en febrero de 1994 y nunca se recuperó. Actualmente, hay una copia en la iglesia. Está guardada en su propia capilla junto a la sacristía. En la misa de Nochebuena la imagen se lleva a un trono ante el altar mayor y se retira el velo en el Gloria. Hasta la epifanía la imagen cubierta de joyas reside en el belén de Navidad en la nave de la izquierda.

Cada tarde, a las 17:30h se repite desde hace siglos "el milagro": una verdadera "aparición" del santo fundador de la Orden de los Jesuitas. La maquinaria barroca de la Iglesia del Gesù nos presenta una magnífica estatua de bronce de San Ignacio. La estatua original, obra de Pierre II Le Gros, fue fundida durante la ocupación francesa en 1798.

La propia disposición arquitectónica de la capilla en la que se ubica el lienzo recuerda a la de un teatro. Las inmensas columnas, colocadas a los lados de la capilla, abren un "arco escénico" bajo el cual se desarrolla "mágicamente" la escena. El lienzo colocado en la hornacina situada encima del sarcófago de San Ignacio actúa como telón. Atribuida a Andrea Pozzo, representa, arriba, al santo recibiendo de manos de Cristo resucitado el estandarte con el monograma del nombre de Jesús; y debajo, sobre un fondo indefinido, dos ángeles, de los cuales el de la izquierda sostiene el libro abierto de los Evangelios y el de la derecha señala hacia cuatro personajes, símbolos de los cuatro continentes conocidos en la época. El lienzo, a modo de telón, sube y baja con un sistema de balancines. Y es en este punto cuando ocurre el "milagro": el lienzo desciende y deja espacio para una impresionante escultura de bronce dorado. Parece que estamos siendo testigos de la gloria del mismo santo en el Cielo..

Pues en esta visita estábamos allí congregados unos cuantos a la espera del "milagro" que debía producirse a las 17:30h cuando a las 17:20h se oye decir "Oggi, come ogni 31 dicembre, la macchina barocca non funziona" (hoy, como cada 31 de diciembre, la máquina barroca no funciona)

Así que pusimos rumbo a via Ottaviano para comprar cerca del apartamento unas cuantas uvas y poder celebrar el Año Nuevo a la española. Cruzamos el Tíber y pasamos de nuevo por la Piazza San Pedro.

Después de descansar un rato y cenar algo en el apartamento nos fuimos andando por via Cola di Rienzo hasta la Piazza del Popolo a esperar los fuegos artificiales celebrando el Año Nuevo.

👉 Ver Etapa: Fin de año en Roma, pero antes mucho más. ⏫ Volver arriba Compartir: