![]() ![]() Tailandia: tour de diez días sin playas. ✏️ Blogs de Tailandia
Recorrido básico por Tailandia, visitando Bangkok, Ayutthaya, Sukhothai, Chiang Rai y Chiang Mai.Autor: Artemisa23 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (19 Votos) Índice del Diario: Tailandia: tour de diez días sin playas.
01: ¿Qué tal Tailandia? ¿Te animas?
02: Vuelo a Bangkok y primeros pasos en la capital tailandesa.
03: Novatas en Bangkok. Algunos datos prácticos para moverse por la ciudad.
04: Recorriendo Bangkok (I): Wat Traimit, Wat Benchamabophit y Wat Po.
05: Recorriendo Bangkok (II). El Gran Columpio. Wat Suthat. Wak Saket (Monte Dorado)
06: Recorriendo Bangkok (III). Chinatown, Silom, Wat Khaek Sri Maha Mariamma, etc.
07: Recorriendo Bangkok (IV). Bangkok de noche: paseo por el río, Khao San Road y Ch
08: Recorriendo Bangkok (V): el Gran Palacio.
09: Recorriendo Bangkok (VI). Wat Arum y recorrido por el río.
10: Ayutthaya.
11: Wat Muang en Ang Thong: el Buda más grande de Tailandia.
12: Sukhothai.
13: De Sukhothai a Chiang Rai, pasando por el Lago Phayao.
14: Excursión desde Chiang Rai: Ruta del opio y Triángulo de Oro.
15: Chiang Rai: Templo Azul y Templo Blanco.
16: Llegada a Chiang Mai. Paseo de noche.
17: Recorriendo los alrededores de Chiang Mai.
18: Recorriendo Chiang Mai y sus templos (I).
19: Recorriendo Chiang Mai y sus templos (II).
20: Regreso a Madrid desde Bangkok. Conclusiones.
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Etapas 16 a 18, total 20
![]() Llegada a Chiang Mai. Paseo de noche.Llegamos a Chiang Mai casi de noche. Primer recorrido nocturno. En Chiang Mai, nos alojamos en The Empress Hotel, que me gustó bastante, con habitaciones amplias y confortables y un buen bufet de desayunos. Además, fueron muy amables con nosotros y tuvieron varios detalles: nos dieron un bolsito y un llavero decorados con elefantes, una chocolatina y una rosa a las señoras con una puesta en escena muy simpática por parte de los camareros.
En cuanto a la ubicación, también sin quejas. Aunque fuera del casco histórico amurallado, está en el centro de la ciudad, muy cerca del mercado nocturno, y se llega a la puerta de la muralla en unos quince minutos andando. Otra cosa es la aventurada tarea de cruzar las calles. Mejor en tuk-tuk o taxi. Pero eso ya lo contaré, que esta etapa es nocturna y son pocas las fotos que me salieron algo decentes. ![]() ![]() Después del viaje en autobús, tenía ganas de caminar, así que en cuanto dejé la maleta en la habitación salí a dar una vuelta. Mi objetivo era llegar al casco histórico amurallado, adonde decidí ir a pie, guiándome por Google Maps. Estaba empezando a anochecer.
![]() Con una población de más de un millón doscientos mil habitantes, Chiang Mai es la segunda ciudad más grande de Tailandia, solo superada por Bangkok. Está situada entre las montañas más altas del país, a orillas del río Ping, el afluente más importante del Chao Phraya. Fundada en 1296 por el rey Mengrai, sucedió a Chiang Rai como capital del reino de Lanna. A su alrededor se construyeron murallas y un foso para protegerla de las incursiones birmanas.
![]() Siguiendo el navegador, me metí por callejuelas secundarias hasta llegar a un puente sobre un canal muy chulo (Mae Kha), que crucé. En ambas orillas había instalado un mercado. Tuve que ir con cuidado porque los coches y las motos circulaban a toda velocidad y en algunas zonas no había aceras.
![]() Cuando llegué frente al foso, el asunto fue a peor, pues ni los pasos de cebra ayudaban a cruzar la calle. Poco a poco fui ganando destreza y, finalmente, conseguí llegar sana y salva a Tha Phae Gate, una de las cuatro puertas abiertas en la muralla, de la que se conservan varios tramos. Había bastante ambiente.]No llevaba ningún plan de visita para esa tarde, entre otras cosas porque ignoraba qué templos estaban abiertos, solo quería pasear y ver el panorama en general. Caminando por Rachadamnoen Road, pude ir más tranquila porque el tráfico era mucho menos denso.
![]() En Chiang Mai, hay más de trescientos templos, así que pronto empecé a divisar sus fachadas iluminadas. Algunos estaban abiertos y otros, no. Me resultaron muy llamativos.
![]() ![]() ![]() La descripción de los templos la dejo para las etapas en las que narro las visitas de día. Ahora solo pondré algunas de las fotos que hice, en casi todos los casos sin saber dónde me hallaba, aunque sí es cierto que uno de los templos, donde tuve que pagar para entrar, me llamó especialmente la atención.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Terminé en otra de las puertas de la muralla, Chiang Mai Gate, donde paré un tuk-tuk para regresar al hotel. Ya de noche, no me apetecía volver a sortear cientos de coches y motos para cruza las calles. Me pidió 150 bahts; le ofrecí 120 y le pareció bien. Tardamos unos diez minutos en llegar. Pese a que también conducen de esa manera, me di cuenta de que ir en tuk-tuk por Chiang Mai no era la actividad de alto riesgo de Bangkok. Habría que tenerlo en cuenta para moverse por una ciudad muy grande, pero no tan caótica como la capital. Etapas 16 a 18, total 20
Este día lo dedicamos a hacer excursiones por los alrededores de Chang Mai, incluyendo alguna parada que no figuraba en el programa inicial.
Wat PrhaThat Doi Suthep. Se trata de uno de los templos más sagrados e importantes de Tailandia; por lo tanto de visita imprescindible. Teníamos que haber ido por la tarde, pero por cuestiones logísticas se cambió a primera hora de la mañana. Está situado a 1053 metros de altitud, en la montaña Doi Suthep, a unos quince kilómetros de Chiang Mai. Se llega por una intrincada carretera plagada de curvas que ofrece un paisaje muy bonito, con vegetación exuberante y varias cascadas cuyas aguas caen casi en el pavimento.
Incluso en la distancia, arriba, a la derecha, se vislumbra el reflejo dorado del templo.
![]() ![]() Tras dejar los vehículos, hay dos formas de llegar hasta el templo: una escalinata de 306 escalones, flanqueada por nagas, o más cómoda y rápidamente tomando un funicular. Como lo teníamos incluido, lo utilizamos, dejando la escalera para la bajada (quien quiso, claro). Es una buena opción, que el día es largo...
![]() ![]() El origen del templo se remonta al siglo XIV. Según la leyenda, un monje encontró una reliquia de Buda que se duplicó de modo milagroso. Una de ellas se transportó a lomos de un elefante blanco hasta lo alto de la montaña de Doi Suthep, donde el animal murió, lo que se interpretó como una señal para erigir allí un templo. Posteriormente, el lugar se convirtió en un destino masivo de peregrinación.
![]() Antes de acceder al templo, conviene fijarse en un grabado en relieve que explica su historia. Muy cerca, hay un extraordinario mirador desde donde se tienen unas vistas fabulosas de Chiang Mai, la montaña y los campos circundantes. Las primeras horas de la mañana no son el mejor momento de contemplarlas por la bruma, los reflejos y la intensa luz del sol que da de frente. No obstante, algo pudimos adivinar.
![]() ![]() Pero lo que era malo para una cosa, fue bueno para otra, y las estructuras del templo y, sobre todo, su maravillosa estupa dorada relucían de un modo casi mágico iluminadas de pleno por el sol. Además, al ser tan temprano, aún éramos pocos turistas allí, lo que ciertamente se agradece, pues este templo suele estar muy concurrido y tampoco hay demasiado espacio para moverse.
![]() ![]() ![]() Sí que estaban ya presentes un buen grupo de fieles que oraban y recibían en el interior del templo la bendición de un monje, cuyos rezos pudimos ver y escuchar. Fue un momento emocionante.
![]() Todo el entorno aparecía adornado con bonitos farolillos de colores. En el exterior, frente al templo, había muchas imágenes de Buda, alrededor de los cuales los creyentes desfilaban y presentaban sus ofrendas.
![]() ![]() Cuando acabamos, decidí bajar por la escalera en vez de coger el funicular. También tiene su miga, pero no requiere tanto esfuerzo como para subir y merece la pena recorrerla. En la parte inferior, hay varias esculturas llamativas.
![]() Jardín Botánico de la Reina Sirikit. Hay otro Jardín Botánico de la Reina Sirikit cerca de Bangkok, pero de este vi muy pocas referencias en internet, pues no muchos turistas lo incluyen en sus itinerarios. Al principio, pensé que se trataría de una parada de relleno, pero me gustó más de lo que me imaginaba. Se trata de un centro situado en la ladera de una de las montañas próximas a Chiang Mai donde se llevan a cabo investigaciones para conservar los recursos naturales vegetales de Tailandia. Es bastante extenso, cuenta con senderos, invernaderos, cascadas y se exponen gran variedad de flores y plantas. El entorno es precioso.
![]() ![]() ![]() En cualquier caso, solo por ver los paisajes por los que serpentea la carretera ya mereció la pena el desplazamiento. En las inmediaciones, desde la ventanilla del bus, vi a un par de elefantes campando a sus anchas entre los árboles; supongo que hay algún "santuario" en esa zona. Lástima que se me escaparan antes de poder captarlos con la cámara.
![]() El parque se puede recorrer a pie, pero para ahorrar tiempo se pueden utilizar unos trenecitos que comunican unas zonas con otras. En un parte, están los invernaderos con las plantas distribuidas por categorías y especies. Las había bastante curiosas y exóticas.
![]() ![]() ![]() La zona que más me gustó es la que se llama “Canopy Walks”, que comprende una pasarela elevada sobre el bosque, con suelo de rejilla y miradores de cristal; un kilómetro de longitud aproximadamente que permite contemplar la fantástica y frondosa vegetación que cubre la montaña.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Claro está que no es lo mismo que recorrer pausadamente los senderos que van por el interior del bosque, pero agradecí mucho tener al menos esa oportunidad. No obstante, pudimos dar un paseo entre la vegetación y deleitarnos con la vista de alguna de las cascadas.
![]() ![]() Orquídeas y Mariposas. Fuimos a comer en la ladera de otra montaña, en un restaurante que cuenta con una granja de orquídeas y un mariposario. Las orquídeas no son plantas que abunden en Tailandia, y sus especies autóctonas tienen unas flores pequeñas, no tan espectaculares como las de otras latitudes, así que se trataba de plantas mantenidas con riegos y abonos. No obstante, todas estaban florecidas y eran preciosas, de modo que los amantes de las flores disfrutamos mucho contemplándolas y fotografiándolas.
![]() También pasamos un buen rato en el mariposario, que era amplio, bien instalado y con muchas mariposas, aunque solo de cuatro o cinco especies diferentes. Me hubiese gustado más variedad, pero fue bonito ver como se posaban en mi mano.
![]() Poblado Karen (mujeres de cuello largo o mujeres jirafa). Las visitas a estos poblados es un asunto bastante controvertido, pues no resulta fácil discernir, sobre todo desde el punto de vista occidental, el papel de estas mujeres en la sociedad actual, en particular si se les obliga a llevar esos collares permanentes que deforman el cuello solo para convertirlas en una mera atracción turística. Sinceramente, me lo pensé antes de ir y, ahora, al recordarlo, aún sigo dándole vueltas.
![]() En algunas zonas de África también hay mujeres que se ponen anillos en el cuello, pero no tienen nada que ver con las asiáticas. Según nos contaron, no son tribus autóctonas, sino minorías de origen tibetano-birmano, en especial de la región de Sham, que tuvieron que abandonar sus tierras para huir de la persecución de que eran objeto. Tras cruzar la frontera con Tailandia, se instalaron en el norte, en torno a Chiang Rai, donde han logrado sobrevivir.
![]() ![]() En Tailandia, pese a hallar refugios para asentarse, no se han llegado a integrar socialmente porque sus costumbres y su apariencia son diferentes; además, ni siquiera los nacidos en el país pueden aspirar a disfrutar de su nacionalidad, con lo cual necesitan agenciarse un modo de vida, y abrirse al turismo es el que les resulta más fácil y lucrativo. Quizás no tengan otro. En cualquier caso, nos aseguraron que actualmente a las niñas pequeñas no les ponen los anillos (los que llevan son de adorno, de quita y pon) y las jóvenes deciden libremente a una edad adecuada si desean seguir esa tradición ancestral o no.
![]() No está claro el motivo por el que estas mujeres padaung comenzaron a llevar anillos en el cuello, pero las versiones más verosímiles se refieren a patrones de belleza, señal de identidad y muestra de estatus, ya que la cantidad de anillos dependía de las posibilidades económicas de las familias. Otra polémica se refiere a las consecuencias del alargamiento del cuello y la clavícula en la salud de estas mujeres; sin embargo, es algo en lo que prefiero no entrar a valorar por completa ignorancia.
![]() ![]() ![]() El poblado original de los Karen está en Mae Hong Song y otras tribus se establecieron en los alrededores de Chiang Rai, pero cerca de Chiang Mai se creó un asentamiento para que pudiesen obtener unos ingresos adicionales al estar más cerca de los turistas. Cada visitante paga una especie de entrada de entre 500 y 800 tahbs, que, según se asegura, ellos mismos administran y emplean para su manutención. A cambio, se visten con las ropas tradicionales, reciben a los visitantes con un baile típico y, desde luego, se dejan fotografiar. He leído cosas diferentes sobre esto y, por lo que vi, puedo decir que no cobraron nada por posar para una foto, lo hicieron sin problemas, incluso con una sonrisa. Por supuesto, es de buena educación pedirles permiso primero.
![]() Aunque había mujeres de todas las edades, las más mayores eran las que llevaban un número mayor de anillos, algo lógico, pues se van añadiendo aros paulatinamente a lo largo de su vida. También vimos varias chicas, algunas guapísimas, vestidas simplemente con los trajes tradicionales, sin nada en el cuello. Muchas de ellas realizan labores de artesanía y venden los productos en sus mercadillos. Detrás de los puestos y de los tenderetes, se pueden observar las casas de madera o caña, chozas más bien, donde parece que viven. Y digo parece porque, pese a que nos dijeron que es así, sinceramente me cuesta creerlo o, mejor dicho, aceptarlo. En fin, es un asunto complejo.
![]() Después volvimos al hotel y cada cual se dedicó a lo que quiso hasta las siete, hora en que nos citaron para ir a cenar a un restaurante fuera de la ciudad. Hasta entonces, fui a dar una vuelta por el centro y, de paso, vi dos templos (Wat Si Don Chai y Wat Chet Lin, el templo de los nenúfares), pero ese relato prefiero dejarlo para las etapas siguientes.
Cena típica kantoke y bailes típicos. Fuimos a cenar a un restaurante a varios kilómetros de Chiang Mai, especializado en cenas típicas, llamadas “Khantoke”, cuyo propósito es combinar la gastronomía tradicional tailandesa con un espectáculo de música y bailes locales que antaño solían representarse solo para los miembros de la realeza. Claro, ya no es así. Estuve pensando si ir o no, ya que no soy muy aficionada a estas cenas típicas, a las que nunca me apunto cuando son opcionales. En este caso, estaba incluida en el precio del viaje, así que finalmente decidí acudir.
![]() Las mesas estaban instaladas al estilo tailandés, por lo que había que sentarse en el suelo (bueno, en cojines). Para facilitar un poco las cosas, debajo de las mesas había un hueco para meter las piernas; pero no poder apoyar la espalda en un respaldo durante casi tres horas resulta bastante incómodo a ciertas edades para nuestros gustos occidentales.
![]() El menú estaba compuesto de una sopa y seis variedades de comida tradicional, servida en cuencos en el centro de la mesa para cada cuatro comensales con fruta de postre. Se podía repetir. No fue nada del otro mundo. Comimos bastante mejor en otros restaurantes, incluso en algunos hoteles. Sí que me gustó el espectáculo de baile y música. Me pareció bastante vistoso y las bailarinas llevaban unos vestidos muy bonitos.
![]() Etapas 16 a 18, total 20
Este día era libre para que cada cual hiciese lo que le apeteciera en Chiang Mai y alrededores hasta el traslado al aeropuerto para coger el vuelo que nos llevaría a Bangkok, donde nos alojaríamos esa noche.
![]() ![]() Los santuarios de elefantes. Entre las opciones posibles, estaba acudir a un santuario de elefantes para realizar las actividades típicas en estos lugares: darles de comer, pasear con ellos, bañarlos, etc. En fin, otro de los asuntos controvertidos del turismo en Tailandia. Además, mientras estaba escribiendo este diario, llegó la noticia de que una joven turista española había muerto por una mala caída tras un golpe que le propinó una elefanta mientras la estaba bañando.
Ya desde antes de emprender el viaje, había decidido no ir a ningún santuario de elefantes, sobre todo cuando supe a qué van allí los turistas, aparte de hacerse fotos con los animales, claro está, posiblemente su propósito principal, no nos vamos a engañar. Y es que, sinceramente, lo de dar de comer y bañar o bañarse con un elefante me parece algo absurdo, pues no creo que estos paquidermos necesiten ayuda para hacer ninguna de esas cosas, y puede que tampoco les apetezcan justo en el momento en que aparezca el turista. Si se hubiese tratado de verlos en su hábitat natural, tipo safari, mi opinión quizás habría sido diferente. De todas formas, me gustaría compartir las explicaciones que nos dieron acerca de esos llamados “santuarios”, que han proliferado mucho en los últimos tiempos. El primer razonamiento es que todos esos animales fueron domesticados hace decenios, algunos no han conocido otra vida; por lo tanto, ninguno fue capturado ni sacado de su vida natural para integrarlo en uno de esos santuarios. Luego, nos comentaron las diferencias esenciales que hay entre los elefantes africanos y los asiáticos, algo que la mayoría conocemos. Los africanos son más grandes, tienen colmillos tanto las hembras como los machos, son más agresivos y, por lo tanto, resulta prácticamente imposible domesticarlos. Los asiáticos son más pequeños, la hembra no tiene colmillos, su comportamiento es más tranquilo y se pueden domesticar. De hecho, en el Sudeste Asiático lo han hecho durante más de dos mil años, bien para utilizarlos como armas de guerra o como fuerza de trabajo, en la agricultura, para el transporte y en la industria maderera. En 1998, fue prohibida la tala en el país y todos esos animales quedaron sin utilidad, a expensas de sus cuidadores, que debían mantenerlos, lo que no resulta fácil ni barato debido a la gran cantidad de comida que necesitan ingerir diariamente. Devolverlos a la vida salvaje tampoco era una opción, ya que un animal domesticado no podría sobrevivir por sí mismo. Entonces surgió la idea de sacar fondos utilizándolos como atracción turística en los llamados santuarios, donde los elefantes domesticados podrían subsistir hasta la vejez; un elefante en cautividad puede vivir hasta veinte años más que uno salvaje. Pero, claro está, las actividades de los animales pueden diferir mucho de unos lugares a otros, provocando también su explotación en algunos casos. Paradójicamente, en sus páginas web, algunos santuarios se promocionan proclamándose a sí mismos los verdaderos defensores de los elefantes en contraste con otros (la competencia) que los desatienden y maltratan. En fin, la polémica está servida. Cada cual tiene su opinión y las hay para todos los gustos.
Otra opción era acudir a los centros comerciales, uno de los más populares es "Maya", aunque están lejos de los más lujosos y llamativos de Bangkok.
![]() Recorriendo Chiang Mai. Nosotras, por nuestra parte, en vez de "ir de compras", escogimos "ir de templos"
![]() ![]() ![]() De modo que, consultando unos apuntes que llevaba escritos y tirando de Google Maps, me dediqué a visitar varios templos en Chiang Mai, al tiempo que iba recorriendo buena parte del casco histórico de la ciudad.
Los templos de Chiang Mai. En Chiang Mai, hay más de 300 templos, así que te los vas encontrando por todas partes, sobre todo en la zona amurallada, donde están algunos de los más interesantes. Visité varios, unos muy conocidos y otros de los que nadie habla pero que me llamaron la atención por lo que fuese. Curiosamente, los “anónimos” eran gratuitos, mientras que en los “famosos” había que pagar una entrada, entre 50 y 100 bahts. A continuación, haré una recopilación de los que visité por dentro con una calificación totalmente personal.
![]() Wat Phra Sigh (imprescindible). Se encuentra dentro del recinto amurallado y es uno de los templos más importantes de Chiang Mai. Lo fundó el rey Phayu en 1345 para depositar las cenizas de su padre; posteriormente se le fueron añadiendo edificios y estructuras. Desde 1935, goza de la categoría de templo real.
![]() ![]() ![]() ![]() El complejo es grande y muy bonito. Cuenta dos viharn, una estupa dorada preciosa, un usubot, un monasterio y una escuela, así que resulta fácil cruzarse con monjes, novicios y estudiantes. Se trata de un bello ejemplo de la arquitectura Lanna con influencias birmanas, destacando sus tejados múltiples, las elaboradas tallas en madera y las pinturas murales.
![]() ![]() ![]() ![]() El viharn Lai Kham alberga la imagen de Phra Buddha Sihing, un Buda muy venerado por gran cantidad de fieles. Hecho de una aleación de oro y cobre, se cree que procede de Sri Lanka y podría tener más de 700 años, aunque no está demostrado que sea la escultura original.
![]() Siguiendo por la calle Rachadamnoen, que sale frente a Wat Phra Sigh, vi otros dos templos, uno en cada acera. Y entré a echar una ojeada.
Wat Tung Yu. Además de ser un templo muy bonito, es un poco diferente, ya que un voluntario se ofrece a resolver cualquier duda que tengas sobre el lugar o sobre el budismo en sí. También hay un espacio destinado a la meditación, donde todo el mundo es bien recibido.
![]() Wat Si Koet. Está casi enfrente del anterior. Según he leído, ofrecen masajes muy económicos. Pero no puedo opinar, ya que solo di una vuelta alrededor y entré a ver su interior.
![]() ![]() ![]() De camino hacia el siguiente templo, pasé por la plaza donde se halla el Monumento de los Tres Reyes, dedicado a Mengrai, Rankamhaeng y Ngam Muang, los supuestos fundadores de la ciudad. Alló, oí a una señora llamándome a gritos mientras corría hacia mí: me traía la camisa que yo utilizaba para cubrirme los brazos en los templos y que se me había caído al suelo. Son muy amables. ![]() Wat Chiang Man, el templo más antiguo de Chiang Mal (muy interesante). Situado al norte, en uno de los extremos del recinto amurallado, es el templo más antiguo de Chiang Mai, ya que fue fundado por el rey Mangrai en 1296. Las dos salas de oración del templo cuentan con una decoración muy vistosa, aunque el color rojo de la primera resulta un poco estridente.
![]() ![]() ![]() En el viharn principal, se conservan dos pequeñas pero muy veneradas imágenes de Buda, una de mármol y otra de cristal, a las que los fieles les confieren propiedades milagrosas. Están rodeadas de otras esculturas, las paredes cuentan con coloridas pinturas que reflejan escenas de la vida de Buda y las contraventanas tienen grabados muy bonitos. Es gratuito.
![]() ![]() ![]() Su arquitectura es una mezcla de los estilos Lanna y Sri Lanka. Sobre todo, me gustó mucho la estupa, apoyada sobre una base sostenida por esculturas de multitud de elefantes y con la parte superior dorada.
![]() ![]() Pese a su importancia, me pareció un templo muy tranquilo, al que acude poca gente. El entorno es también muy agradable. Durante un buen rato estuve sola allí. Bueno, sola en cuanto a extranjeros, pues en una de las entradas al templo se ha instalado un parking de pago al que acudían los lugareños.
![]() ![]() Wat Lok Moli (muy interesante). Para ver este templo que llevaba apuntado en mis notas, tuve que salir del recinto amurallado, cruzar la avenida que está frente al canal y dirigirme al lado opuesto de Wat Chiang Man, a unos cuatrocientos metros de la puerta de Chang Phuak. También es muy antiguo, pues data del siglo XIV, aunque ha sufrido numerosas modificaciones y restauraciones. En la puerta, hay dos guerreros de colores rojo y verde.
![]() ![]() Ya en el recinto, la entrada está protegida por las figuras de dos elefantes que conducen a una escalera flanqueada por sendas nagas. Una vez dentro, se puede ver que el techo, las columnas y las paredes están muy ornamentados. Es gratuito.
![]() ![]() ![]() A su alrededor, en el mismo complejo, hay otros edificios más modernos pero también muy chulos, con numerosas estatuas de dioses, diosas y criaturas mitológicas. En la parte posterior, hay un viejo chedi que en su momento fue uno de los más altos de Chiang Mai. Está rodeado por varias figuras de Buda y alberga las cenizas de varios reyes de la dinastía Mengrai. En la parte posterior del templo, un monje se afanaba en la limpieza de la escalera.
![]() ![]() ![]() Al salir, divisé en la acera de enfrente, pegados a la muralla, otros dos templos que me llamaron la atención. Para llegar, tuve que cruzar la avenida por una pasarela muy resultona sobre el canal.
![]() Etapas 16 a 18, total 20
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