![]() ![]() Uganda. Consejos, precios y experiencia de visitar este país en temporada baja ✏️ Blogs de Uganda
Se trata de un viaje exprés de una semana con dos objetivos muy claros. Ver gorilas y el mítico picozapato.
En este diario trataré de exponer mi experiencia de los lugares visitados, qué vale la pena desde mi perspectiva y qué no, comparando siempre que sea posible con las vivencias de otros viajes. Creo que de esta forma se ayuda al viajero que está organizando a hacerse una mejor idea de lo que va a ver. Y como siempre intentando dar todos los precios y costes posibles, los cuales cuando leo otros diarios me ayudan mucho a organizar mi viaje y a presupuestar.
Con esto, empezamos el viaje.Autor: Alvengal Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (9 Votos)
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Etapas 4 a 4, total 4
Dejamos QENP y volvimos a Kampala por la carretera que pasa por Kibale.
No teníamos tiempo ni presupuesto para hacer el rastreo de chimpancés. Sin embargo, nos detuvimos unos km después del parque en Bigodi, más concretamente en el humedal que hay allí. Hicimos un pequeño paseo de hora y media alrededor del humedal, en el que es posible ver bastantes tipos de monos ![]() ![]() ![]() pájaros ![]() e insectos ![]() ![]() Nos costó 15$ por persona y fue una visita bastante agradable. Como nos gustaron las explicaciones del guía, le dimos 5$ de propina. Comimos en un restaurante del pueblo por 20000UGX por persona y empezamos definitivamente la vuelta a Kampala, a la que llegamos sobre las 21:30 de la noche, después de un atasco kilométrico en la periferia de la ciudad. Además, una moto patinó sobre la arena del borde de la calzada y se metió literalmente debajo del coche. Yo pensaba que habíamos atropellado al chico que la conducía, pero se levantó, saco la moto y siguió. Kampala es de lejos la ciudad con más tráfico que he visto en mi vida. Tráfico y caos. Nos alojamos en el Victoria Mews Hotel. Nos costó 49,5 con desayuno incluido y una muy buena habitación. Al reservar ya prácticamente de noche y de camino a la ciudad no había muchas alternativas disponibles. Una pizza y unas patatas fritas nos costaron 14€ en el restaurante del hotel. Eran casi las 22:30 y no queríamos buscar sitio. Amanecimos tarde, pues no teníamos prisa ninguna. Queríamos ir a un mercado para comprar recuerdos y luego a Entebbe a buscar al picozapato. Sitio donde pasaríamos además la última noche antes del vuelo. El mercadillo era en Bagala Craft Market. Eramos los únicos turistas. Es lo que tiene la temporada baja, y quizá por la ausencia de turistas y de ventas, conseguimos muy buenos precios en aquello que quisimos comprar. ![]() Cuando acabamos, vuelta al coche y a hacer la distancia de Kampala a Entebbe. El picozapato se encontraba normalmente en los humedales de Mabamba, en pleno lago Victoria. Edward nos llevó hasta el muelle de Entebbe, donde por 60$ nos consiguió una excurisón en barco hasta Mabamba. Al parecer contratándola directamente desde Mabamba costa 100$. Estuvimos casi una hora cruzando con el barco el lago Victoria hasta llegar a los humedales. La cosa es que tras un buen rato mirando entre los juncos y no ver nada, se aproximó a otras canoas donde había unos guías. Por lo visto antiguamente el picozapato se encontraba entre los juncos próximos al lago, pero ahora había que adentrarse en el humedal. Como el barco que habíamos cogido era muy grande no tuvimos más remedio que subirnos en el que estaba esperando con los guías. Edward pagó una vez finalizada la actividad los 60$ a los guías, y 200.000UGX de su bolsillo al primer barco, ya que se trataba de un fallo suyo. Como nos supo mal, le repusimos el dinero. Mi consejo es ir directamente a Mabamba e intentar conseguir la excursión desde allí. Desde Entebbe está muy lejos y habrá que pagar barco por llegar a los humedales y otro barco para moverse entre los juncos. Una vez en la barca comenzamos a recorrer unos caminos abiertos entre la vegetación. El entorno era espectacular. ![]() Tras un buen rato disfrutando del paisaje, comenzó la preocupación, pues habíamos ido a ver el picozapato y no había rastro de él. Como si fuese una película de dinosaurios, una sombra en el cielo comenzó a proyectarse. ![]() Con el zoom de la cámara conseguí hacerle una foto y al ampliar vimos que se trataba del picozapato. Lo habíamos visto, pero a varias decenas de metros de altura. No era suficiente. Siguió planeando en lo alto hasta que de pronto comenzó a bajar en picado, y como un misil, desapareció entre la vegetación. Los guías, aceleraron el barco hasta que llegamos a un punto donde tuvieron que apagar el motor e impulsarse con unos palos que clavaban en el fondo y a base de fuerza hacían que el barco se moviese. Recorrimos así un par de cientos de metros hasta que llegamos a un claro donde había otro barco con turistas que no dejaban de hacer fotos. Eso significaba sólo una cosa. Ahí estaba el picozapato. Y así fue, pero para nuestra sorpresa no había uno, sino tres. Se trataba de una pareja con una cría en el nido. ![]() Por lo visto los guías sabían que llevaban varios días cuidando a una cría y estaban casi seguros de que se encontrarían allí. La experiencia fue increíble. La hembra enseguida echó a volar de nuevo y no volvió a aparecer. ![]() Pero el macho estuvo todo el rato construyendo el nido, cuidando del polluelo y como buen picozapato, mirándonos fijamente. Fijamente no, fijísimamente ![]() ![]() ![]() ![]() Fue de lejos la experiencia que más me gustó de todo el viaje. Sólo coincidimos con otro barco de turistas. No sé si en temporada alta habrá más, posiblemente, y quizá por eso la experiencia se estropee porque en el claro no hay sitio para muchos más barcos. El hecho de que justo cuando estábamos por la zona el pájaro dejase de volar y fuese al nido cambió radicalemente la experiencia. Podía haber seguido volando y quizá no lo hubiésemos podido ver de tan cerca. Al final la naturaleza es lo que tiene. Unas veces te priva de ver a sus animales, como el leopardo en QENP y otras veces te regala momentos como este. Estuvimos todo el tiempo que quisimos, hasta que volvimos al primer barco, deshicimos el camino por el lago Victoria y llegamos al puerto de Entebbe. Comimos en el Emiboozi Restrobar donde invitamos a Edward a una hamburguesa. Pusimos gasolina por última vez para llenar el depósito, gastando en total 313€ en todo el viaje. Tras eso, nos dejó en el Aivilo Home, un hotel cercano al aeropuerto que nos costó 44$. El hotel tenía muy buena pinta pero apenas disfrutamos de él. Nos íbamos a las tres de la mañana al aeropuerto pues el vuelo salía a las 6. Nos dejaron pagar mitad en euros mitad en chelines para quitárnoslos de encima. Además, por 10$ nos llevaron de madrugada al aeropuerto. Así pusimos fin a un viaje corto pero intenso en Uganda, donde nos dejamos muchas cosas por hacer. Quizá esto sirva para que volvamos en un futuro. Las cosas que más esperábamos, como los safaris y los gorilas, no fueron las que más nos gustaron. No es que fuesen malas, pero quizá habíamos puesto las expectativas demasiado altas. En cambio cosas desconocidas como el lago Bunyonyi o buscar al picozapato nos sorprendieron gratamente. Etapas 4 a 4, total 4
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