on... en UGANDA ✏️ Blogs de Uganda

Lista repasada, cafetera apagada, maletas cerradas y embridadas, neceser sin líquidos situado, documentación confirmada… la puerta se cierra detrás nuestro y… ya! empieza el viaje, un sábado 28 de agosto… aunque no llegaremos a nuestro destino hasta mañana!; primero haremos una “pequeña” escala de 9 h en Londres, con cambio de aeropuerto incluido

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Inter-aeropuertos: lo mejor es salir del London City Airport en DLR (Docklands Light Railway) que conecta con The Tube (el metro) en Canning Town, Tower Gateway o Bank… desde allí podeis hacer todas las conexiones que queráis Underground.
Comer: en green park station encontramos bastantes oferta. Caímos en MYO, una pequeña bocateria a precios razonables en Berkeley Street.
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Noche en el avión, y llegamos al aeropuerto de Entebbe a las 8 de la mañana… y si! ahí estaba Iddi ( asumanimafabi@yahoo.com ), el que sería nuestro conductor durante 15 días (como mínimo), esperándonos con cara de circunstancias, intentando adivinar que “muzungu” éramos entre tantos otros…

- Òscar!!! – gritó en cuanto nos acercamos, y le dió un abrazo que casi lo desmonta!

Quizás he tardado en arrancarme con los posts del viaje, y creo que ya se porqué: el primer día que aterrizo en otro lugar del mundo, las cosas me parecen raras, desalentadoras, demasiado distintas para entender, para disfrutarlas a la primera… mi transformación, necesita un ratito; así me ocurrió con Kampala!.

Llegamos un día gris, el lago Victoria reflejaba esa oscuridad, no percibía el verde esmeralda en ningún rincón, ese verde prometido, todo era más bien plomizo… además, ya se sabe… las capitales son un poco impersonales, el individuo pasa a un segundo plano diluido dentro de “la masa social”, se camina rápido por las calles, hay prisa, casi no se cruzan las miradas, ¿dónde está la sonrisa?.

Visitamos varios lugares elevados para poder tomar una panorámica de las 7 colinas, pasamos por distintas zonas de la ciudad, visitamos la mezquita Nacional… pero dónde lo pasamos mejor fue en el mercado.

- Muzungu!!! where you go?!
- buy me a pineaple!!!
- Muzungu!!! Would you like some banana?

Frutas, tomates, piñas, limas, enormes jack fruit, cebollas, pescado, carne, carbón, y utensilios varios dispuestos encima de unas plataformas de madera irregulares, elevadas un palmo del suelo, intentando mantener el equilibrio sobre el terreno resbaladizo y embarrizado; después buscamos nuestro rincón cerveza o te, y a disfrutar con la visión del pasar de la vida: cargando el camión de refrescos, trajinando bananas, atando fardos, cocinando chapatís, mandazi…
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Rincón… pequeño local sin luz, con arcón “congelador” y mostrador, dos mesas bajitas y banco de madera en el interior, y dos mesas bajitas y sillas de plástico en el exterior.
Precios: Cerveza 500 ml. 2.000 Ush; Agua 1,5 l. 1.000 Ush; Cola o refresco 900 Ush; Te 1 cup. 500 Ush.
Comer: fuimos al New Annex hotel, comida local muy buena. Platos: Pescado (Tilapia), Arroz con carne de vacuno y tortilla de cebolla; Precio de categoría: 33.000 Ush;
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Antes de llegar a nuestro destino, el restaurante, empezó lo que própiamente sería un chaparrón! un diluvio! una lluvia intensa de goterones enormes, y que empezó a caer sin previo aviso… una gota, y el cielo se desplomaba como de repente!… vamos, el tipo de lluvia que nos ha acompañado durante varias jornadas

Una vuelta más y retiramos pronto hacia el hotel, había sido un día muy intenso. A la mañana siguiente nos dirigimos hacia la UWA para recoger nuestra “gorilla track reserve” , y agradecimos que el alojamiento estuviera un poco apartado del centro… Kampala es una olla a presión, tráfico infernal, están liados desde las 6 de la mañana hasta que oscurece… hay escolares con uniformes de vivos colores, taxis, matatus, furgonetas, autobuses, boda-boda, bicicletas cargadas, y… luego están los guardias de tráfico, que como en todas partes, estorban más que ayudan ! se ven fácilmente porque están en el medio, y porque llevan su uniforme blanco inmaculado!…
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En marcha!!! la carretera, tiene de todo; el principio es bueno, luego empiezan los baches, obras, otra vez asfalto finísimo y finalmente se corta para dar paso a los caminos de polvo rojizo; nos acompañan “millones” de camiones abarrotados de bananas. Cuando empezó a apretar el hambre, ya pasados por Masaka, el Ecuador y Mbririzi, buscamos en Lyantondé algún local para el African Food!

Somos un espectáculo! todo el mundo nos miraba, y nosotros alucinábamos con la gente y los niños… Mathias y su curioso y extremadamente activo grupo, nos buscaba a través de la verja… pasamos un rato muy divertido comentando fotos de la guía!.
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Proseguimos hacia Lake Bunyoni dónde pasaríamos la noche (fría pero de paisaje espectacular)… ya asomaban en el horizonte las colinas más suaves y redondeadas que habíamos visto nunca.

Se sucedían campos infinitos de bananas, bueyes que campaban a sus anchas, y lo más curioso “los corrillos que comentaban y discutían de forma acalorada, las previsiones de los resultados de las elecciones“.
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Actividades Bunyoni: a pié- salidas de treck desde cualquier pueblo a orillas del lago; en canoa o lancha- se puede practicar la pesca o visitar islas.

Nos despertamos sobre las vistas del lago, una fina neblina acompañaba a los primeros pescadores en su lenta travesía.

Teníamos todo el día para llegar a Bwindi, así que le pedimos a Iddi, que transitara por “otras carreteras”, a ver que encontrábamos ¿?… y econtramos!; sonrisas y saludos al grito de “muzungu” de gente triturando piedras de cantera a mano, de los que talaban árboles con hachas, de los que serraban troncos a láminas, de niños trajinando enormes fardos, de mujeres lavando ropa en pequeños barreños…
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Comimos por la carretera, esta vez en Kihihi (en el distrito de Kanungu; compartiendo mesa con 3 lugareños) y llegamos a Bwindi a media tarde; justo para salir del camp a tomar una cervecita caliente sentados en un banco de madera bajo el porche, frente a los chiringuitos de recuerdos. Mañana… nos esperan los Gorilas!!!
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Buenos días! nos levantamos en Bwindi… mañana fría, bruma sobre la selva, sonidos indecriptibles ¿de aves?… los zánganos, empezarán más tarde con el bochorno! en el comedor (abierto hacia la colina que nos espera), están preparadas las mesas con los desayunos:

African tea o coffe, cacao, o café soluble.
Tostadas con margarina, o mermelada de ciruela.
Fruta de temporada: plátanos y piña.
tortilla (yo siempre creí que “fried eggs” eran huevos fritos… pero no pudimos conseguir más que “huevos tortilla”
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A las 7:00 am, nos obligan a sentar-nos frente a una televisión: hacen un reportaje… de los gorilas de la reserva!. No quiero ni contaros, los caretos que llevamos los que nos hemos reunido allí, a esa hora… como cuando nos enchufábamos a ver dibujos en casa, el sábado por la mañana ;). Ah! y no olvidar que la única neurona que tengo despierta, está haciendo esfuerzos sobrehumanos para pillar el inglés borroso que se oye en la cinta de vídeo.

Los rastreadores ya han salido para localizar a las familias peludas… ahora les toca organizar-nos, dar una pequeña charla de comportamiento y empezar a andar… Nos tocó solos! Òscar y yo detrás del guía, dos rastreadores más, abrían y cerraban la corta expedición! están en una forma excelente… mientras nosotros íbamos serpenteando el camino, ellos atajaban todo lo que podían por pendientes del 75%!!!
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Hicimos un breve descanso en la cima, y empezó el descenso. Transcurridas 2 horas de nuestra salida, llegó la recompensa:

- Quitaros las mochilas, preparad las cámaras, el grupo de Mubare está muy cerca…

- Adelante! en silencio… vamos a acercarnos… grhmmm! grhmmm! (ruidos guturales para que el grupo sepa que se trata de humanos amigos).

- Allí está! ves a Malaika, es la hembra con su cría de 5 semanas!

Òscar la vió un poco, pero estaba bastante resguardada en un terreno de difícil acceso.

- Tranquilos… porque por detrás se acerca el joven macho, Muyambi o Kanyonyi, girad lentamente.

Se acercó, se paró un poco lejos, Òscar se agachó para tomar una buena foto, y él se acercó aún más, y más, quería pasar por ahí… se quedó tan cerca, que la cámara no lo podía ni enfocar… daban ganas de achucharle un abrazo!

- Levántate lentamente, y hazte a un lado.

Se acercó entonces al guía, y lo saludó! (estoy flipando!) con el puño cerrado, le tocó la chaqueta larga… hizo lo mismo con el ranger :O… casi se me saltan las lágrimas!
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El trabajo que realizan habituando y preparando a las familias, para que los humanos puedan visitarlas, es inestimable!
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Quedamos embobados viendo como empezaba a mordisquear el desayuno, y de repente… Prrrrrt!!! Un súper pedo!… bueno, es lo que tiene comer tanta fibra! cuando apareció Ruhondeza el “espalda plateada” por detrás de unos arbustos, se convirtió en serenata… jejeje


Pero el espectáculo se troncó de repente, por el diluvio Universal; ellos se escondieron, y nosotros aguantamos esos goterones durante 40 minutos!!! Cuando ya parecía que hubiéramos estado nadando vestidos en el lago, entonces… paró.

Volvieron a salir, no sin antes, dar muestra de su poder golpeándose fuertemente en el pecho… el sonido nos paralizó! Nos quedaron 5 minutos para fotografiar al jefe… y sonó la alarma del reloj: fin de la experiencia, 1 hora exacta, ni un minuto más!
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A la vuelta, se nos unieron un par de rangers más. Ya he dicho que de subida corría, no? pues de bajada (a pesar de la fina llovizna y las piedras resbaladizas) volaban!. Así llegamos a Watoto y esperamos, sandwich en mano, la llegada del vehículo para volver al campamento… embarrizados hasta el cuello, no se acercaban a nosotros, ni las gallinas!

Por la tarde, volvimos a salir a dar una vuelta; objetivo: cerveza caliente frente a los chiringuitos de recuerdos, pero antes, dimos una vuelta por la aldea. Aprendimos varias palabras en Luchinga.

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Cada región tiene sus propia lengua.
Vocabulario: Moray gje = Como estás?; Webaly = Gracias; Kaly = Adiós; Echecoco = animales (escrito tal como suena).
Alojamiento: Buhoma Community Rest Camp. Banda de poco lujo, sin luz, baños comunes con agua caliente.
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A la mañana siguiente volvimos de nuevo a la carretera para dejar atrás los bosques de eucaliptos que tornaban el aire denso y húmedo. Camino a Ishasha, pueblo que pasábamos, mercado que sorteábamos… de ganado, de productos agrícolas, de ropa, o todo a la vez.

Cuanto más nos acercábamos a uno, más gente por la carretera, más fardos en las cabezas, más grupos charlando, más bicicletas y sobre todo… más bananas! finalmente nos detuvimos en el de Butogota, entre un tumulto de gente nos fuimos abriendo paso calle abajo hacia el descampado y nos dimos un “garbeo”!.

- ¿que querrán comprar esos “muzungus”?

Después de pasar por la zona de legumbres secas, hortalizas, verduras, zapatos, camisas, bolsos, colchones, carnes (vacuno, cabra, antílope…) y gallinas vivas, nos decantamos por comprar un manojo de bananitas amarillas, un cuenco de pistachos y dos bolas Mandazi.

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El primer “game drive” llegados a Ishasha, fue todo un éxito!… al fondo los elefantes:
- a la derecha las leonas trepadoras:
- a la izquierda los búfalos, aves, y por todas partes los Impala o Kobus Kob (sólo se diferencian por las manchas de sus patas):

Ya solo nos quedaba pasar la noche en el campamento, escuchando movimiento de matorrales detrás de la banda, ruiditos por el techo de palma, y gruñidos a lo lejos, probablemente de los hipopótamos del riachuelo cercano… Bueno, en realidad el centinela es Òscar, yo me limito a poner la cabeza sobre la almohada y dormir… como un tronco!!! ;))
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“El cazador que persigue a un elefante no se detiene para tirar piedras a los pájaros”. Proverbio Ugandés.

Está claro! ya tiene suficiente trabajo persiguiendo esa enorme masa, que con paso lento (cada vez mueve una pata, manteniendo las otras tres firmes en el suelo) alcanza velocidades de vértigo. Me hizo gracia el proverbio.
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Os contaré “rápidamente” nuestra primera noche y amanecer en Ishasha. Estávamos en el comedor del campamento Bettina y su guía, Òscar, Iddi y yo, disfrutando de una cena a la luz de las velas y empezando a notar la fría brisa nocturna.

- Iddi! te apetece jugar al parchís?

- ambayo? (en swajili…-”lo cualo?”-)

- Si hombre… al parchís: 4 colores, 4 jugadores, un dado y todo un safari!

La alemana se retiraba a los aposentos, situados a unos 100 metros campo a través; así que aproveché ese momento, para no ir sola a buscar el juego… si vale, pero… y volver?.

Salí de la habitación “cagando leches“, con el frontal bien amarrado iba enfocando a derecha e izquierda en movimientos nerviosos, casi violentos, escuchando todo tipo de ruiditos… y el comedor, que lo veía leeeejos, nuca llegaba… derecha, izquierda, respiración acelerada… agarraba fuertemente el parchís, iba a usarlo como arma en caso de ataque de alguna béstia!

Òscar me esperaba en la puerta del comedor:

- Que te ha pasado? veía la lucecita brincar por el camino!… estas blanca?

- Nada! sólo esperaba no morir aplastada por un hipopótamo!… o engullida por una leona terpadora!

- Aha!!! ok. I understand…. the ludo!!! yes I want play!!! (Iddi, todo emocionado).

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Entrada PN: 30$/por persona y día + 40.000 Ush por el coche y conductor.
Transporte: no hay transporte público, así que debes entrar en coche privado (furgoneta o taxi) y puedes alquilar los servicios de un guía.
Alojamiento: Isasha Campsite. Banda redonda de ladrillo y techo de chapa y palma. Sin luz… bueno, lámpara de gasóleo. 15.000 Ush/p.p doble.
Cena: Spaguetti y pollo a la cazuela, con ese caldo exquisito que preparan en toda Uganda, a la luz de las velas.
En las partidas de “ludo” hemos tenido siempre espectadores… se lo pasaban pipa! y nosotros también!
De camino a la habitación, noche cerrada, las dos lucecitas brincábamos nerviosamente! Buenas noches!
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Son espectaculares los “game drive” a primera hora de la mañana, con la pelota roja asomando por el horizonte, el cielo encendido en un halo salmón, las extensiones acolchadas en verde oscuro y mantos de niebla que se desvanecen lentamente… poco me esperaba, el sobresalto que me desgarró un par de cuerdas vocales.

Jiji… estoy muy puesta en anatomía, gracias al libro que me acompañó durante el viaje: Hijos del ancho mundo, de Abraham Verghese.

Recién levantados, con los ojos medio pegados aún, nos dirigimos hacia la pequeña construcción que hacía de wc. Entré con el frontal, revisé paredes para controlar la situación de arácnidos y/o lagartijas… nada! (charlie, la cueva está limpia!), después me pareció ver una sombra en el agujero negro… lo iluminé, moví el frontal, me quedé inmóvil unos instantes… nada! (pensé que la sugestión, es el peor aliado en situaciones como estas :)… me situé… y antes de que me llagaran los pantalones a media pierna, vi una “cosa” que salía como un bólido del agujero.

- Aaaaaaah!!! (imaginados chillido tipo película de Hitchcock y los pájaros del árbol más cercano, saliendo en bandada…)

Salí corriendo, y ahí estaba Òscar con cara de sueño…

- Tranquila… el murciélago ya ha salido! él se ha asustado más que tu! ERA ENOOOORME!!! ¿lo has visto?

(a mi me caía una lagrimilla) - Sí, claro! con el ojete!!!!

- Creo que has despertado a todo el mundo

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Durante la mañana vimos babuinos, savanah grass monkey, impalas, kob, facocero, alcéfalos, topi, oribi, elefantes… y la cosa no acabó aquí; llegamos al mediodía a Katunguru, después de haber encontrado y acogido en nuestra furgoneta a Bettina + su mega-objetivo + portátil, quien había tenido un rebentón por segundo día consecutivo y llevaba una hora y media esperando que pasara alguien por allí!

… en la pequeña pensión del pueblo, dejamos las mochilas, comimos, dimos una vuelta (corta; porque el pueblo no se extiende más de 100 metros en cualquier dirección) hasta el puente que cruza el canal y esperamos que llegara la hora de ir a Mweya, para hacer la travesía por el Kazinga…

la cámara sacaba humo! el famoso cocodrilo del Nilo,… todo un espectáculo!, marabúes,martín pescador, abejarucos, águilas pescadoras, hammercob, glossy flycatcher, cálaos, ganso de egipto, garza bueyera, la grulla (símbolo de la bandera ugandesa), Jaribú africano, tejedores de baglafecht (de amarillo llamativo)… no encontramos a picozapato. Ooooooh! ; búfalos, hipos, más elefantes… y un leopardo de ojos verdes!
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Pasamos la noche en Katunguru (aquí: proyectos de conservación; Katunguru womens group), también fue una odisea salir a cenar… nunca sabes que te vas a encontrar, aún teniendo sólo 100 metros de camino.

Habíamos visto otro restaurante al final de la calle. Estaba muy oscuro, una única farola indicaba el camino… vimos revolotear una nube de mosquitos alrededor; nada del otro mundo!. Pedimos la cena sentados al lado de la ventana, y la nube era más densa… de repente, los dos muchachos que hablaban animadamente en el porche, se refugiaron en el interior del local… el dueño nos pidió si queríamos cenar en la habitación más interior… fuera, la nube crecía!

En el comedor una mesa… estaba bastante oscuro, la única bombilla hipnotizaba unos cien mosquitos… empezamos, y se me ocurrió girar la cabeza :S

- Òscar! no mires la pared…

Los mosquitos corrían por todas partes! la pared estaba plagada! engullimos rápido y volvimos a la pensión, con los ojos medio cerrados… al cabo de 1 hora, no había ni rastro de la invasión fantasma!

Actividades: travesía en bote por el canal, 15$/por persona. Las explicaciones del guía, fantásticas!
Transporte: hay autobuses que llegan a Katunguru, y entre pueblos lo mejor son los boda-boda.
Alojamiento: pensión, Rwenzori Salaam; 35.000 Ush/doble, con baño interior.
Cena: Pacific Restaurant, cerca del puente; Fish y una montaña de arroz blanco con salsa de cacahuete, 13.200 Ugsh.
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Buenos días! Hoy nos queda por delante la visita “especial” al pueblo y minas de sal de Katwe, una larga carretera hasta Kasese, y un camino aún más arduo hasta Bugoye… pero con una grata recompensa en forma de “habitación para 2“, paisajes, tranquilidad…

os lo contaremos en el próximo post

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