1, 2 y 3...A Lanzarote...Otra Vez ✏️ Blogs de España

Igualmente, después del desayuno, tocaba ir al mercadillo de Teguise, era domingo y aquí si que no podíamos ir en días distintos a las excursiones de los touroperadores pues el mercado sólo es ese día de la semana, así que temprano tomamos rumbo a Teguise , pero al llegar , hormigas de personas, aquello parecía una peregrinación que barbaridad, cuanta gente.

Recomiendo no aparcar en los primeros parking que aparecen conforme llegas de la carretera de Yaiza, como referencia, tomad la gasolinera que hay justo antes de llegar a Teguise y a partir de ahí intentar aparcar o bien si no hay sitio, subid a Teguise, es decir, atravesad el pueblo pues por el otro lado también suele haber aparcamientos (de autobuses sobre todo) pero que están más cerca del mercadillo. A nosotros donde lo dejamos (justo después de la gasolinera) nos costó 1'50 €, supuestamente son aparcamientos vigilados (salvo que encuentres sitio sin pagar) y no estás a más de 5 minutos andando del mercado.

Bueno, antes de empezar a ver puestos, te encuentras con el museo de Mara Mao, es al aire libre, gratuito y mirad que figuras y esculturas, vamos no entiendo mucho pero abstracto parece ¿no? .

Y esta, a los recién casados que visiten la isla

Esta la considero un homenaje a nuestro querido y recientemente fallecido Michael Jackson, va por ti .

Fijaos en la muñeca y en la hucha

El mercadillo, pues un hormiguero de gente, hay bastantes puestos y se pueden hacer buenas compras, desde artesanía, ropa e incluso hay para comer...lo tienen bien montado de cara al turista.

Nosotros compramos unos marcos para las fotos, unos platos, imanes, camisetas...o sea, de todo, pero la verdad es que los precios con respecto a Playa Blanca son un pelín más bajo (dependiendo del puesto donde mires, también hay que decirlo).

A mediodía, sí como leéis , a mediodía, después de estar toda la mañana pateando el mercado por el centro de Teguise (aunque yo fui haciendo fotos a todo lo que me encontraba que me llamara la atención) subimos a la fortaleza de Santa Bárbara que está en lo alto de un cráter. Desistimos entrar, pues teníamos que regresar al hotel para comer, así que nos hicimos unas fotos desde el exterior. Aquí os pongo distintas fotos de Teguise.

De regreso al hotel pasamos de nuevo por el monumento al Campesino...ahora sí que nos hicimos fotos pero no entramos, ya que no teníamos tiempo para más. El de la derecha soy yo…es que el monumento es enorme .

Al día siguiente tomamos de nuevo rumbo al centro de la isla, pero ahora, tocaba visitar Arrecife y la Fundación de César Manrique que nos invitó a su casa, la verdad es que nos gustó mucho, me sorprendió lo bien aprovechado que lo tenía todo. Yo creo que merece la pena su visita, es un tío muy apañado, pero, claro, cada uno tiene sus gustos y puede ser que a muchos, visitar una casa no resulte curioso o le llame la atención. Además de residencia tiene un museo con salas donde se exponen distintas obras.

Ah, se pueden realizar fotos en el interior donde se exponen sus obras pero sin flash y sin trípode (ya os lo dirá el guarda de seguridad). El horario en invierno (01/11 – 30/06) es de lunes a sábados, festivos incluidos desde las 10:00 hasta las 18:00 y los domingos de 10:00 a 15:00. El horario de verano (01/07 al 31/10) es de 10:00 a 19:00 todos los días (incluidos festivos).

Por cierto, mirad que curioso tiene el indicador de los servicios, este hombre estaba en todo

Distintas esculturas que dan la bienvenida a la Fundación.

Una vez dentro, vas pasando por distintas burbujas y pasillos donde se distinguen distintas zonas de la casa.

De nuevo más pasillos y más estancias…parece ser que no era muy alto

Vistas desde una de sus ventanas

Y aquí os pongo los bocetos de muchas de sus obras que están por la isla, la más conocida, quizás, el diablo de Timanfaya.

Ya en el exterior, nos encontramos con más zonas ajardinadas y un autorretrato suyo...

Y aquí terminaba nuestra visita con la Fundación, nos despedimos de César, ojala podamos volver a vernos pronto…

Tomamos rumbo a la capital de la isla, Arrecife, aparcamos en el parking que hay justo al lado del hotel más conocido de la isla, por la polémica que tuvo en su día (y aún la tiene) pues la verdad es que no pega para nada con la imagen de la isla, pero claro, supongo que como todo, el dinero es el dinero.

Paseando por el centro (zona peatonal) encontramos balcones típicos como este

Desembocamos de nuevo en el paseo marítimo, justo al lado del Puente de las Bolas y la Fortaleza de San Gabriel. El puente es el que comunica Arrecife con el islote donde se encuentra el castillo. En este, se encuentra un museo arqueológico pero no entramos, solo nos hicimos fotos desde el exterior. Creo que la entrada son 3 € (pero no estoy muy seguro).

Aquí los cañones que se encuentran a la entrada, como siempre, metiéndome en la boca del lobo, el que juega con fuego…se suele quemar.

Terminada nuestra visita, regresamos de nuevo al parking, nos quedó pendiente visitar la Iglesia y otra fortaleza que hay (la de San José) pero no teníamos tiempo para más si queríamos comer en el hotel, así que tendrá que ser en otra ocasión, de todas formas, desde mi punto de vista, la capital no tiene mucho más que ver.

Aquí estoy yo….con un par de…bolas (del puente, del puente).

Esta parte de la isla ya la conocíamos pero en su día fuimos con excursión organizada, ahora decidimos pasear e ir por libre, sobre todo para rememorar aquella visita anterior.

Salimos temprano, después de desayunar y tomamos rumbo primero a las Salinas del Janubio que son las primeras que nos encontramos conforme salimos de Playa Blanca en dirección a Yaiza.

La visita fue una pena, sí, hacía un día espléndido, pero para poder contemplar los Hervideros en su máximo apogeo tiene que haber mar revuelto, sino, no ves nada, bueno sí, ves algo pero no lo que buscábamos. .

Los Hervideros son un conjunto de cavidades y huecos de lava creadas naturalmente por el mar. Cuando la mar está revuelta, las olas suben por las cavidades, provocando imágenes espectaculares (de ahí el nombre de Hervidero) pues parece como si el agua estuviera hirviendo.

En fin, que no se movía ni una pluma y el mar estaba “la mar” de tranquila .

De nuevo vemos llegar coches y…¡¡¡atención, atención!!! un autobús se divisa a lo lejos, así que replegamos y tomamos rumbo al Golfo que seguro que la excursión venía a los Hervideros, seguro.

Tienes dos accesos, uno desde donde puedes divisarlo desde lo alto y las vistas desde mi punto de vista son más espectaculares y otro, donde el acceso es a pie del lago. Primero fuimos a las vistas desde arriba, donde está el pueblo, así que dimos un pequeño rodeo al cráter que forma lo que se llama El Golfo.

Es un anfiteatro abierto al océano y se formó a raíz de las erupciones de 1730. La laguna (denominada Laguna de los Ciclos) existente surgió debido a la inundación del cráter y su color verde se debe a las algas que habitan en su superficie. El lago está comunicado subterráneamente con el mar y ni que decir tiene que el espacio está protegido (declarado Reserva Natural) y no se puede acceder al lago, vamos, que no se puede bañarse en él.

Lo lógico y una vez visitado el Golfo, hubiese sido visitar el Parque Timanfaya o montar en camello, pero la verdad es que ya lo conocíamos, en su día ya subimos en camello (con nuestra foto incluida y todo) y visitamos el islote Hilario y las distintas demostraciones que te hacen así que no fuimos de nuevo para ver y pagar algo ya visitado.

Otro lugar del sur que recomiendo visitar son las playas del Papagayo, la verdad es que son muy bonitas y merece la pena darse un baño en ellas, la arena es fina y dorada y aunque hay zonas de la playa que puede tener piedras, es fácil localizar zonas donde se ve que el acceso al agua no tiene rocas.

El agua es cristalina, limpia y no estaba fría (para ser Atlántico) y algunas calas son nudistas. Si vais andando hay varios senderos, algunos más abruptos y directos y otros más suaves pero más largos, el paseo se hace agradable (siempre y cuando el hotel no te pille lejos) . En coche, creo que tienes que pagar algo, pero como no accedimos con él, no puedo confirmaros nada.

Desde el hotel, si os gusta andar (hay un buen trecho) a mi se me hacía agradable el paseo y vas viendo por un lado Fuerteventura, también a tu espalda dejas la playas del Papagayo y por otro, distintos hoteles y urbanizaciones hasta que llegas a Marina Rubicón, donde cambia el ambiente, se nota.

Paseando te encuentras con un castillo, bueno, mejor dicho una torre, aunque se le denomina Castillo de las Coloradas.

En Playa Blanca, cantidad de tiendas donde puedes comprar de todo, desde perfumes, electrónica, ropa y tabaco . La playa de Playa Dorada está muy bien para darte un baño, aunque había bastante gente, en cambio la de Playa Blanca, al ser más pequeña, estaba más tranquila pero también he de decir que es algo más rocosa. Cerca (vamos en frente) salen/llegan a/de Fuerteventura.

Y bueno, aquí acaba este diario, como siempre, espero que no haya resultado pesado para la lectura y que os pueda orientar si queréis visitar y conocer la isla, a nosotros, es la segunda vez que la visitamos y nos ha encantado, cada vez nos gusta más, según el título del diario, aún me queda una tercera vez quien sabe pues aún no quedan cosas por conocer de ella como visitar La Graciosa o la Isla de Lobos que está cerca así como más sitios y lugares de interior.