![]() ![]() A vueltas con Asturias ✏️ Blogs de España
Una semana por el centro -norte de AsturiasAutor: Iszák Fecha creación: ⭐ Puntos: 4 (1 Votos) Índice del Diario: A vueltas con Asturias
Etapas 4 a 6, total 6
Hoy es el día previsto para visitar Gijón. Los planes son visitar la ciudad durante la primera parte del día y por la tarde yo hacer una inmersión y mi mujer y las niñas visitar el acuario.Llegamos sin ningún contratiempo a la ciudad y aparcamos cerca de la playa de San Lorenzo. El paseo marítimo es de lo más agradable; hay mucha gente tanto por los aledaños como en la misma playa a pesar de que no hace excesivo calor. Nos dirigimos a la plaza del Marqués, verdadero centro neurálgico del turismo. Numerosas tiendas de souvenirs, restaurantes, pastelerías, etc.
Tras comer algo en plan pic-nic, buscamos desesperadamente la famosa heladería Islandia; famosa por sus helados especiales de fabada, queso cabrales, etc. Por fin la encontramos en la calle San Antonio, muy cerca de la plaza del Marqués. Las niñas van a lo tradicional y nosotros nos decantamos por el helado de arroz con leche y el de orujo. Los dos riquísimos y el precio 1,20 euros. Correcto. Sin embargo, a los adultos nos pica la curiosidad de probar uno de esos raros. Nos decidimos por el de fabada y..... ![]() Después del trauma, fuimos a visitar Cimadevilla, la parte más antigua de Gijón, el germen de la actual población que es un montículo con casas pequeñas de pescadores que sube empinada hasta la escultura de Chillida y que domina toda la bahía y la ciudad con sus dos playas. Tras sentir el frescor del viento (me puedo imaginar estar allí en invierno o con temporal), bajamos por los restos del fuerte de Sta Catalina hasta el antiguo puerto de pescadores donde hay unos restaurante típicos de pescado muy acogedores. El olor a fritura de pescado lo envuelve todo incluído el estómago de las niñas que pieden comida como los pajaritos en el nido. Decidimos que se coman una ración de calamares a la romana en El Playú, lugar recomendado en este foro y la verdad, no es para tanto. Es un bar de barrio sin grandes alardes. La ración de calamares vale 8 euros y es sin más, correcta. Tras el tentempié les llevo al acuario y yo a hacer la inmersión con el club speedywater. Los detalles de la misma no creo que sean interesantes para la mayoría de la gente así que me los salto aunque diré que dejé mi impronta en dicho club. Tras la visita al acuario y la inmersión decidimos volver para nuestra zona a cenar y como el día anterior, acabamos en el Rte. El Cruce. Pedimos para ellas una ración de pollo al ajillo con patatas fritas (más que suficiente para la dos) y para nosotros una ración de calamares a la romana (7€), unas patatas tres salsas (10€) y longaniza de Avilés. Cuando nos sacan el plato de las patatas tres salsas, nos echamos las manos a la cabeza porque no vamos a poder con todo así que sugerimos que no nos saque la longaniza; por suerte no habían empezado a prepararla. El cansancio del día y la botella de sidra ![]() ![]() ![]() Etapas 4 a 6, total 6
Hoy va a ser una de las etapas del viaje más bonitas.
Nos levantamos sobre las 9:30 pero entre los preparativos, el tranquilo desayuno (para algo estamos de vacaciones), etc se nos hacen las 11:00 para salir. Este día sale más nublado y el viento hace que la sensación térmica sea inferior a la temperatura real (unos 20º C). Hoy toca Cudillero por lo que enfilamos la autopista del Cantábrico dirección La Coruña. Durante el corto recorrido podemos contemplar la majestuosa obra de ingeniería que supone salvar los ríos y pequeños estuarios que salpican el recorrido con sus inmensos viaductos. Lo primero que impresiona al entrar a Cudillero (para quien no lo conozca) es la pendiente que te obliga a bajar y la estrechez de las calles. Da la impresión de que vas a llegar a un punto en que tu coche no va a poder pasar. Sin embargo esa incertidumbre enseguida se disipa cuando ves a la policía local gestionando el paso alternativo para los que bajan y para los que suben. Se nota que tienen experiencia. El aparcamiento se encuentra abajo del todo, en el puerto, y es muy grande para lo pequeño que es el pueblo. Reconozco que antes de planificar este viaje, desconocía cualquier referencia a Cudillero; no me sonaba como lugar turístico y al ver el parking, me pareció exagerado; sin embargo, conforme pasaba el tiempo y coches y coches bajaban y bajaban, el aparcamiento se llenó por completo. El pueblo es sencillamente precioso y por qué no decirlo incómodo a más no poder para los que viven allí todo el año. Tienen que tener muy buenas piernas. Muchas calles parecen balcones sobre el mar y otras, canales de agua por su estrechez (me encantaría ver el pueblo en un día de persistente lluvia) ![]() ![]() Para los que tengan pensado ir por Asturias es de visita obligada; las casas se "agarran" al desfiladero; las puertas de los hogares están abiertas y el visitante pasa a centímetros de la cocina o el salón. En el meollo del pueblo, donde están todos los restaurantes turísticos hay un pequeño centro de interpretación al que no va nadie porque la entrada de adulto vale la fortuna de 1 € ![]() Siguiendo nuestra política de economía anticrisis, pillamos unas empanadas de atún y algo de dulce en un ultramarinos y nos lo comemos tranquilamente junto al puerto. Desde nuestra privilegiada situación observamos como los dos primeros restaurantes "La taberna del puerto" y "parra" tienen suerte desigual en cuanto a afluencia de comensales. Mientras que el segundo tiene unas cuantas mesas libres en plena hora de la comida, en el primero hay alrededor de 10, 12 personas haciendo cola esperando a que dejen mesas libres. La razón es un menú del día por 12 € que incluye 3 primeros (sopa de marisco, paella de marisco y el tercero no recuerdo) y 3 segundos (lenguado al horno, lubina y....) postre pan y vino. Atractivo. El olor a pescado frito lo inunda todo y de hecho la ventana del piso de arriba del centro de interpretación estaba a escasos centímetros de la ventana de la cocina de uno de los restaurantes, con los asistimos en vivo al proceso de preparación de los diferentes platos. Tras el paseo por el pueblo nos dirigimos a la playa de la Concha de Artedo, muy cerca de allí: 1ª sorpresa: para acceder a ella, hay que bajar una pronunciada cuesta de aproximadamente 1,5 km jodidamente empinada y muy estrecha hasta el punto que hay partes por las que no pasan dos coches a la vez. 2ª sorpresa: Abajo del todo nos encontramos un parking amplísimo super bien cuidado y preparado, donde dejar el coche sin pagar lo suficientemente lejos de la playa como para que no haya trajín de coches y lo suficientemente cerca como para poder ir con todo el tinglado sin cansarte demasiado. 3ª sorpresa: el camino hasta la playa es una senda elevada en madera que bordea el río que desemboca en la misma playa y que camina entre frondosos eucaliptos. Al final de la senda un puente tb en madera supera la barrera del río que divide la playa en dos partes. 4ª sorpresa: la propia playa. ¡Qué magnífico espectáculo! ![]() Allí pasamos la tarde recogiendo cantos rodados de múltiples colores a cual más bonito y haciendo diques a los hilillos de agua del río. Idílico. Por motivos técnicos (un problemilla con la tarjeta de mi cámara de fotos) nuestra jornada se alargó y tuvimos que desplazarnos por segunda vez hasta Gijón. Ya es la hora de cenar y, teniendo en cuenta que nuestro restaurante preferido, El Cruce, está cerrado por descanso semanal (miércoles) buscamos otra alternativa por la zona. Nos decantamos, gracias en parte a los amigos de este foro, por Casa Paquín en Perdones (creo que lo he escrito bien). Nuestro menú: chuletitas de cordero con patatas para las niñas 13 €, pimientos del padrón 5,50, chipirones fritos 7€ y ensalada mixta 5,50€ todas ellas raciones inmensas. Como curiosidad, los de la mesa de al lado pidieron medio cachopo de merluza y una ventresca de bonito a la plancha. No sé cuanto valían pero cuando sacaron los platos, todos los que estábamos alrededor ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Etapas 4 a 6, total 6
Amanecemos a las 9:30; está nublado, con viento pero la temperatura es de 20º, es decir super agradabale. Las niñas, como de costumbre locas con el gato de la casa rural. Hoy nos sacan para desayunar un roscón hecho por la señora de la casa riquísimo.
Preferimos hacer las cuentas hoy para no ir con urgencias el día de la salida por lo que arreglamos el pago: 56 € por dos habitaciones dobles x día + 4€ de desayuno x día x persona. Salimos hacia la capital del principado a las 11 de la mañana; el trayecto cómodo y corto: 29 Km todo por autovía pero al llegar a la entrada de la ciudad nos topamos con un gran embotellamiento (uno de Madrid lo denominaría pequeña retención). Cuando conseguimos llegar al origen del mismo.... ![]() Tras salvar el obstáculo, nos evitamos complicaciones y metemos el coche en el parking de la calle Sta Clara que, viendo un plano de la ciudad, está equidistante a los puntos más interesantes de la ciudad: casco antiguo, teatro Campoamor, Hotel Reconquista, sede de la Diputación, calle Gascona y Campo de San Francisco. He de decir que la visita a Oviedo es complicada con niños pequeños porque no es que les interesen demasiado la catedral tal, o el rey que fundo dinastía cual; es más su mayor ilusión fue montarse en las esculturas de los caballos que hay en la sede de Cajastur y en las esculturas que salpican el campo de San Francisco. El día es bastante caluroso aunque no pasamos de los 25º pero unido a que el centro está levantado por las obras, el ruido de las máquinas y el tráfico, la sensación es más sofocante. En cuanto podemos huimos del meollo para dirigirnos al centro histórico. En la plaza de la catedral nos aborda una empresa turistica que nos ofrece visita guiada a la plaza, la catedral, la cámara de los tesoros y el casco histórico. El precio es de 4€ por adulto; los niños no pagan. Teniendo en cuenta que sólo la entrada a la cámara vale 3€, creo que merece la pena hacer la visita guiada. Eso sí, lo que iban a ser 3/4 de hora según la guía, se convirtió en 1:30 lo que con las niñas, llegó a hacerse un poco largo ![]() Después de casi 1:30 h. de explicaciones, tuvimos que dejar al grupo en una de las calles del centro e irnos a comer algo porque las crías se estaban poniendo insoportables. Entramos al mercado que está al lado de la plaza del Fontán, una de las más populares y bonitas y compramos unas viandas (empanada y los famosos preñados que están cojonudos pero que repiten un montón) para saciar el hambre y la sed de las que dimos buena cuenta a la sombra de los árboles del campo de San Francisco, un parque ideal para el paseo salpicado de esculturas que son la delicia de los niños y de los no tan niños. ![]() Tras la comida y el obligado helado, nos dirigimos a la calle Gascona para saborear una sidrina bien echada. Antes paramos en la fuente de las Huertas (fuente del siglo XIII curiosa por estar por debajo del nivel de la calle y rodeada por edificios altos. Allí al lado hay un edificio muy curioso pintado de bonito color que resultó ser una guardería ![]() La Gascona es un tramo de calle empinada hacia arriba (las noches de juerga tienen que ser un verdadero espectáculo) llena de chigres o sidrerías. Entramos una de las primeras "el reguerón";son la 16:30 h y los camareros y cocineros están comiendo en una mesa en la calle. Lo primero que nos dicen es que la cocina está cerrada, pero nosotros no venimos a comer sino a ![]() A pesar de la primeras reticencia, el camarero entra y nos escancia un par de vasos de sidra y se vuelve a salir a la calle. Yo que tenía sed me bebo el culín en un plis plas y cuando voy a echarme otro, entra el camarero diciéndome que no que lo escancia él y que hay que tomarse un tiempo entre uno y otro porque si no hay subidón. Nos instruye con las tres reglas básicas de la sidra: hay que saber echarla; hay que saber beberla y hay que saber mearla. Después de escanciar pacientemente toda la botella (me pregunto si hacen lo mismo cuando el local está lleno de gente) salimos del garito un poco mareados: está claro que no sabemos echarla y no sabemos beberla...) y nos dirigimos al coche para cumplir con una promesa que le hicimos a la pequeña: visitar Sta María del Naranco o San Miguel de lillo... NO. Ir al chiquipark del Ikea que había visto desde el coche por la mañana ![]() Tras cumplir con la promesa decidimos volver hacia nuestra zona con la intención de cenar en Avilés. Despues de cinco días a base de carne, necesitamos tomar algo de pasta. Al final y con muchas dudas os metemos en un restaurante italiano "La Máscara". Son casi la 21:00 pero está vacío. El local está muy bien decorado, elegante pero cuando sacan la carta, nos damos cuenta por qué está vacío: los precios son altos. Cualquier pizza (justa para dos personas y poco si no comes otra cosa) cuesta entre 9 y 12€ (dos meses antes estuvimos en Italia y por 8€ tenías una pizza gigante). Pero es que un plato de spagetti normalito con salsa de tomate a secas costaba 7,50 € y eso no se justifica con nada. Durante la cena aparecen una familia (padres y 2 adolescentes) italiana ![]() Volvemos a casa dando un paseo en una noche ideal. Etapas 4 a 6, total 6
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4 (1 Votos)
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |