21 días de viaje por libre en Tailandia ✏️ Blogs de Tailandia

El viaje en minivan no se nos hizo muy pesado, en unas tres horas y algo llegamos a Sukhothai, y eso que al conductor le costó un poco encontrar nuestra guesthouse. Finalmente llegamos e hicimos check-in. Se llamaba Vitton Guesthouse y estaba muy bien, habitaciones muy limpias y nuevas, ducha sin plato pero con cortina, y aire acondicionado. Ojo, que por lo que vimos hay un edificio nuevo y otro viejo, nosotros estabamos en el nuevo, el viejo no sé como estará.

Salimos a cenar y vimos que por "Old Sukhothai" no había mucha animación, la mayoría de la gente suele alojarse en "New Sukhothai", ya que es donde está la estación de autobus, la de tren, los mercados nocturnos, bancos, etc. De hecho nos encontramos con una americano que no encontraba ningún sitio para cambiar dinero. Como era un poco tarde, sobre las 9 encontramos un único restaurante abierto, pero nos gustó mucho. Nos salió por 180 Bath con cerveza tamaño grande. Estuvimos un rato de sobremesa y nos fuimos a la cama, allí no había mucho más que hacer.

Día 28 de OCtubre

Desayunamos un sitio al lado de donde cenamos el día anterior. Después de desayunar volvimos al hotel a hacer check-out y dejamos el equipaje en el hotel. Hablamos con la chica de recepción, que nos dijo que a la vuelta nos podiamos duchar gratis, todo un detalle.

Lo siguiente era alquilar una bici para ver el parque historico. Junto al hotel había un sitio de alquiler de bicis, 50 Bath por todo el día. Lo bueno de estar en "Old Sukhothai" es que el parque historico está a un par de minutos en bici. Desde "New Sukhothai" está como a 15 kilometros por lo que es un paseo largo en bici. La gente suele preferir coger un bus o tuk-tuk para acercarse al parque historico y luego alquilar bici.

Hicimos más o menos como en Ayutthaya, fuimos recorriendo las distintas ruinas, guiandonos con un mapa que nos dieron en el sitio donde alquilamos las bicis. Para mi gusto Sukhothai está mucho mejor acondicionado que Ayutthata para ir en bici. Las distintas zonas de templos están muy bien, no hay nada de tráfico y hay un montón de arboles, estanques y praderas de cesped. El paseo en bici se hace muy agradable, aunque como os pille un día con sol como nos pasó a nosotros más os vale llevar gorro y agua en abundancia.

Comenzamos visitando la zona central, dentro de las murallas. Pagamos la entrada justo al entrar al recinto amurallado. Os conviene guardarla, por si salís del recinto y queréis volver a entrar, como hicimos nosotros. Nos fuimos directos al Wat Mahatat, que nos encantó, tanto por la arquitectura como por las esculturas como por el entorno. Nos tiramos como una hora dando vueltas y sacando fotos:

Una de las miles de fotos del Wat Mahatat

Hay muchos más templos en esa zona que también son interesantes, pero como nos habían recomendado ir al Wat Si Chum en las horas centrales del día nos fuimos para allá. El Wat Si Chum está en la zona norte, como a unos 5-10 minutos en bici. Cuando llegamos allí estaba prácticamente desierto. Pagamos la entrada de la zona norte y entramos a verlo:

Entrada del Wat Si Chum

Dentro del Wat Si Chum hay un buda gigante impresionante, con abertura en el techo por la que entra la luz, de ahí lo de visitarlo en las horas centrales del día:

Interior del Wat Si Chum

El sitio tiene un encanto especial y aunque es pequeño nos quedamos un buen rato. De ahí nos fuimos al Wat Phra Pai Luang, que está por la misma zona y también merece la pena.

Una vez vista la zona norte decidimos irnos a la zona oeste, que es la más alejada. Es un paseo de unos 20 minutos en bici, menos si vas desde la zona central. Durante un buen rato hay que ir por una carretera que va hacia el noroeste. Es de doble sentido y con bastante tráfico, pero no es muy estrecha y se va bien. Hicimos una parada para comer en un sitio que no tenía pinta de recibir muchos turistas, pero por suerte tenían una carta en Inglés.

Después de seguir un rato más por la carretera encontramos un desvio a la izquierda para entrar en la zona turistica. Nada más salir de la carretera encontramos la taquilla y compramos la entrada para la zona oeste. Comenzamos visitando el Wat Sapan Hin, que esta en lo alto de una colina. Tiene una especie de escalera para subir, que no está en muy buenas condiciones. La vista arriba es bonita y el templo está bien. Además coincidimos con un grupo de scouts y estuvo curioso.

De ahí fuimos hacia el sur y luego hacia el este haciendo un circulo, para ir viendo el resto de templos que había y al mismo tiempo irnos acercando a la zona central. Sobre el terreno hay muchos más caminos de los que figuran en el mapa, pero conseguimos orientarnos y llegar a la zona central otra vez. Allí mostramos los tickets que habíamos comprado al comienzo del día y pasamos. Una vez dentro visitamos el Wat Si Saway que también nos gustó mucho:

Wat Si Saway

Y de ahí volvimos al Wat Mahatat a ver la puesta de sol:

Puesta de sol tras estatua de buda en Wat Mahatat

Mientras esperabamos para ver la puesta de sol comenzaron con los preparativos del festival Loy Kratong, que coincide con la doceava luna del año, en el 2009 fue el 2 de Noviembre. Había niños ensayando una especie de desfile, y gente mayor ensayando una representación de una batalla, muy curioso. Seguramente pasar el Loy Kratong en Sukhothai esté bien, pero nosotros habíamos decidido pasarlo en Chiang Mai, que nos nos decepcionó, ya os contaré.

Vista la puesta de sol volvimos al hotel, nos dimos una ducha y aprovechamos el rato que nos quedaba hasta que nos vinieran a buscar para darnos un thai massage o un feet massage, según gustos. Nos lo dimos en el restaurante donde cenamos el día anterior, en una zona junto a la cocina. Fue todo un poco improvisado pero a mi por lo menos mi thai massage me sentó genial. Al rato de acabar volvimos al hotel y ahí estaba nuestra pickup para llevarnos a Pitsalunok. A mi y a otro coleguilla nos tocó ir en la parte de atrás, que no tiene techo, con el equipaje. Fue una experiencia curiosa, y tumbado sobre las maletas se iba muy comodo. En una hora o así llegamos a la estación de tren de Pitsalunok.

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Llegamos a Pitsalunok sobre las 21:00. Nos pareció una ciudad lugubre, sucia, y con una cantidad increible de insectos. Después de untarnos bien de repelente fuimos a un 7Eleven para comprar algo para picar para el viaje en tren, y de paso buscar un sitio para cenar.

Nos costó un poco de trabajo, pero al final encontramos un hotel abierto. Aunque la carta estaba en Inglés los camareros no hablaban ni entendían Inglés. Pero bueno, entre mímica y señalar con el dedo nos pudimos entender. Fue muy divertido ver a mi novia intentando explicar con gestos que en su bocadillo quería el huevo frito en vez de cocido. Después de tanto esfuerzo se lo trajeron con el huevo cocido, lo que causo no pocas risas Yo por mi parte tuve oportunidad de probar mi primer curri verde, que me hizo llorar y no precisamente de alegría.

Luego para hacer tiempo nos fuimos al karaoke del hotel. Estaba muy bien montado, con un proyector donde se podía ver el vídeo y la letra, y un micro inalambrico para cantar. Cuando llegamos había unos ciegos cantando que lo hacían bastante bien, o al menos nos lo pareció. Preguntamos si tenían alguna "spanish song" pero nos dijeron que no, mecachis. Estuvimos a punto de intentar cantar una canción thai leyendo los subtitulos en Inglés, pero al final no nos atrevimos.

De allí nos fuimos de vuelta a la estación. El tren llegó con media hora de retraso, a la 1:30.

Día 28 de OCtubre

Tren nocturno

El tren nocturno consistía en un vagón con un pasillo central y literas a ambos lados, una arriba y otra abajo. Junto a cada litera había un pequeño compartimento para dejar el equipaje:

Tren nocturno en Northern Line

Fuimos a las literas que teníamos asignadas según el billete, y a mi me tocó la de arriba, que por lo que vimos en el precio es un poco más barata que la de abajo, curioso.

Yo ya iba avisado que en el tren se pasan un poco con el aire acondicionado, y de hecho llevaba a mano mi forro polar por si acaso. Resulta que la salida del aire acondicionado da directamente a la litera de arriba, por lo que hace un frío glacial. Dormi arrebujado con la manta que me dieron, con la ropa de calle, el forro polar, un antifaz y los tapones para los oidos. Por suerte no hay fotos del momento Pase bastante frío, de hecho me atrevería a decir que en el transiberiano en invierno se está más calentito, pero al final consegui dormir un rato.

Me desperte sobre las 7:00 y me fui al baño, lugar del que prefiero no hablar. Sobre las 7:30 más o menos llegamos a Lampang, y bajamos del tren, más bien dormidos.

Lampang

La zona de la estación de tren de Lampang no es muy turística, intentamos buscar un sitio para desayunar que tuvieran un desayuno occidental, pero no encontramos nada. Acabamos en un sitio tomando té, excepto uno de los componentes del grupo, que se atrevió con el desayuno thai tradicional, creo recordar que fue una sopa de fideos con cerdo. Por lo que nos contó no estaba mal.

Después nos cogimos un tuk-tuk grande para ir a la oficina de la TAT. El conductor no hablaba nada de Inglés y no nos entendió, por lo que acabamos en una oficina de correos, pero al final conseguimos hacernos entender y nos llevo a la TAT. Allí nos dijeron a que estación de autobuses teníamos que ir, y a que hora salía el bus a Chiang Rai. Afortunadamente en 20 minutos salía un autobus de primera, que "sólo" tardaba 3 horas en llegar.

El tuk-tuk nos llevo a la estación y llegamos con tiempo para comprar los billetes, que se compraban en el propio autobus. El autobus era más bien viejillo, y el motor debía estar un poco cascado. Al final para conseguir salir de la estación de autobuses nos tocó empujarlo un rato

Empujando el bus en Lampang

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Llegamos a Chiang Rai más o menos a la hora que nos habían dicho, tras unas tres horas y media de viaje. El autobus nos dejó en la estación de autobuses nueva, que se encuentra en las afueras de Chiang Rai, bastante lejos del centro. Nada más bajar del bus nos encontramos algunos conductores de tuk-tuk que se ofrecían a llevarnos al centro de Chiang Rai. Como el precio que pedían nos pareció caro no les hicimos mucho caso.

Luego descubrimos que había un servicio regular de tuk-tuks entre la estación nueva y la vieja, que está en el centro de Chiang Rai, por 50 Baths por persona. Nos subimos en un tuk-tuk compartido y en unos 15 minutos estabamos en la estación vieja.

Una vez allí empezamos a buscar alojamiento. Probamos con uno de los sitios recomendados en la guía (la Let's Go) llamado "Baan Bua Guest House", pero estaba lleno. Pero justo al lado había otro llamado "Orchids Guest House" que también se encontraba alejado de la calle principal y tenía buena pinta. Entramos a preguntar, nos enseñaron una habitación y nos gustó: nueva, espaciosa, con baño limpio y grande (aunque con ducha de agujero), y en una zona tranquila. La habitación eran 400 Baths, y para poder usar el aire acondicionado había que pagar 50 Baths más.

Mientras haciamos el check-in nos preguntaron si ibamos a hacer una excursión de trekking, porque al
parecer nos podían recomendar guías. Esto posiblemente os lo diran en cualquier sitio en el que os alojéis. Ya instalados comimos algo por la calle Jed Yod, que estaba casi al lado de nuestra guest house y tenía mogollón de restaurantes y pubs. Después volvimos a echarnos una siesta porque estabamos hechos polvo del viaje en tren.

Tras la siesta la idea era buscar un sitio para contratar una excursión de trekking de tres días. Saliendo por la recepción se nos presentó uno de los guías de trekking que trabajaban con la guest house. Nos dijo que se llamaba Tom Karen, y nos enseño su licencia de guía. Decidimos darle una oportunidad y nos empezó a contar las excursiones que organizaba. Al parecer nos hacía una excursión de tres días más o menos como llevabamos pensada, haciendo alguna caminata por la jungla, durmiendo en poblados indígenas, montando en elefante, haciendo paseos por el río, visitando el triangulo de oro, etc.

La diferencia estaba en que si contratabamos sus servicios teníamos la opción de dormir en su casa, en un poblado Karen (de ahí su apellido), y al día siguiente hacer un paseo por una zona que según él nos iba a gustar mucho y donde no ibamos a encontrar ni un solo turista. Nos lo vendió tan bien que al final por 2400 Bath por persona (quizá un poco caro) contratamos la excursión de tres días con todo incluido. Elegimos la opción de dormir una de las noches en su casa y hacer el paseo que nos recomendaba.

Después de esto salimos a echar un vistazo al mercado nocturno de Chiang Rai, que está francamente bien, tanto por las cosas que se puede comprar (hay productos de artesania y falsificaciones) como por los precios. Después de comprar bastantes cosillas nos fuimos a la parte del mercado de comidas. Consistía en una zona central con mesas rodeada de un montón de puestos de comida alineados donde había de todo, estaba bastante bien montado.

Después de eso nos fuimos a la cama. Hacía fresquito y no pusimos el aire acondicionado, y dormimos como marmotas toda la noche.

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