Descubriendo Riviera Maya - 27 Agosto/4 Septiembre 2010 ✏️ Blogs de Mexico

Ese día el cielo mexicano nos estaba esperando. La excursión nos costó 250 euros los dos, un pastón, ese dinero me costó un buen dolor, pero bueno, de todo se aprende en esta vida. Si me hubiera costado menos, yo creo que me hubiera gustado más.
Habíamos quedado en la puerta de Avis (tienda alquiler vehículos) que estaba en plaza que hay muy cerca del Riu Tequila, como a 100 metros, a las 7 de la mañana. Esa mañana nos levantamos a las 6:15, como el buffet abre a las 7, no nos daba tiempo a ir, fuimos al sports bar, pues lo de siempre, el café con leche y a picotear algo de dulce que hubieran dejado. Ese día no había sandwich que llevarse del frigo, así que pues nada, solo pepsis y agua. LLegamos al sports bar y no llovía, pero cuando salimos....menuda tromba de agua. Esperamos un rato en el lobby, "...esto es 10 minutos...", pues no, no paraba, y se nos hacía las hora. No habíamos cogido el paraguas que teníamos en el armario de la habitación, ¡¡¡que cabeza!!. Pues a mojarnos. Pudimos medio refugiarnos debajo de una sombrilla del Starbucks de la plaza junto al hotel y aún llovía más.
No se veía nada
Como se nos hacía tarde, fui corriendo a ver si había llegado la van a la puerta de Avis (la verdad es que podían haber pasado por el hotel, ¡que mas le daba!), después de un rato, vi dos van, me acerqué, era una de ellas, fui a llamar a mi mujer, y mojándonos a más no poder, nos montamos en la van. Le entregué lo que quedaba de la nota que nos dieron al comprar la excursión, y tras esperar un rato a que llegaran todos los de la excursión, la van comenzó su camino....y nosotros supercalados.
La van nos llevaba a un sitio donde teníamos que esperar a otras van que recogían a gente de otro hotel. Nos juntamos allí unas 70 personas. Allí pagamos las tasas para la reserva, entonces te ponen una pulsera, la verdad es que nadie me vigiló si teníamos la pulsera. No me acuerdo cuánto era esa tasa, pero eran unos 30 pesos por persona creo. Nos dividimos por grupos de 4, nos reunieron en una sala y nos explicaron que íbamos a ver. Nos explicaron que la carretera al lado de la costa estaba muy difícil, con muchos baches, y que la estaban arreglando. Así que teníamos que ir por el interior.
Como ya he dicho nos pusimos en grupos de 4, nosotros nos pusimos con otra pareja de nuestro hotel. Los jeep estaban muy bien, estaban más o menos nuevos, lo que pasa es que los viajecicos por esos caminos son duros. Primero condujo el otro chico, el camino hasta allí transcurre primero por carretera normal durante unos 45 minutos-1 horam, llega hasta Muyil, entonces se gira por un camino a la izquierda y se convierte en tierra, y selva alrededor. Pues muchos baches. El camino estaba dificil, al principio baches pequeños, y poco más. Luego el camino se pone complicado. Baches con mucha agua, se notaba que había llovido mucho. En algunos sitios había casi que parar para pasar. El camino se hace bastante largo porque el paisaje no pasa de árboles y selva alrededor, y esl algo monótono.

Después de hora y algo, el camino se abre, y empieza a verse algo más.

Llegamos por fin al embarcadero, donde cogimos unas lanchas que nos llevarían a Punta Allen.


Después de un ratito en las lanchas, llegamos a Punta Allen, andamos un rato y llegamos al chiringuito. Allí nos tomamos un almuerzo a base de nachos, y bebida. A ese chiringuito volveríamos a la hora de comer. Menudas vistas tiene el chiringuito.

Velocidad en la lancha y el embarcadero en Punta allen

Las vistas desde el chiringuito....y después otra vez a la lancha

Después de almorzar volvimos al embarcadero y nos fuimos en busca de tortugas. Las tortugas son muy bonitas, pero las pobres deben sentirse rodeadas con tantas lanchas alrededor. Salieron a respirar unas cuántas veces.


Después nos fuimos en busca de los delfines. Ese día estaban muy juguetones y solamente se podía sacar bien en video. De todas formas, alguna foto eché.


De nuevo, paseo en lancha, nos dirigimos a la Laguna negra.
¡que tiempo hacía ese día! las típicas tormentas
Durante el trayecto, el gui de la lancha nos iba diciendo aves que veía por el lugar.


Fuimos por la zona de manglares, hasta la laguna negra

Obviamente, se llama laguna negra, por ese color que tiene.

Posteriormente nos fuimos en busca de estrellas de mar. Solamente pude fotografiar una.

Luego, a hacer snorkel, la verdad es que aquí estuvimos poco tiwmpo, a mi me hubiera gustado más , dijeron media hora, que para mi fue mucho menos. Será que estaba a agusto.


No paraban de llamarme para ver la langosta, pero al final llegué tarde


Por último, nos llevaron a la piscina natural. Está bien, aunque a mi me gustó más la de Punta Cana. De todas formas, hay que reconocer que el día nublado no acompañaba, no se veía todo con la luminosidad deseada.


Después, a comer. Volvimos en la lancha a donde habíamos almorzado. Allí, comimos de buffet. Poca cosa, pero suficiente, todo bueno. Había langosta para quien quisiera (con coste adicional). Bebida la que quisieras. Muy bien.
Chiringuito donde comimos

Después de eso, no quedaba nada más. Había que volver.Así que a las lanchas, y regresamos al embarcadero donde habíamos dejado los jeep. Me tocaba a mi. ¡Que divertido! El camino se había convertido en lago. Muchos charcos, mucho barro, sensación de safari total, en algunos sitios algo peligroso, pero tampoco era exagerado.


Después de las 2 horas de camino, dejamos los jeep en el lugar donde los recogimos. Allí nos juntaron, y quien quiso compró el cd con las fotos que hizo el fotografo. Nosotros no lo compramos. Así que nos montamos en la van que nos dejaba otra vez en la parada de Avis. Trayecto correcto. Llegamos al hotel no muy tarde, 7 y algo.
Poco nos quedaba ese día. Cena donde tan bien cenábamos. Y luego, cocteles mientras veíamos el show. Y poco más, mañana hay más, la última excursión.

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Tocaba madrugar, venían a recogernos a las 6. Esta excursión también se organizó en el foro, todo OK. el taxista era Rafael, estuvo muy bien. La verdad, es que al hacer dos excursiones con dos taxista diferentes, descubres que hay muchas posibilidades de hacer excursiones, todas seguras, siempre muy bien. La otra excursion (la de chichen) estuvo genial, pero la verdad es que ésta, porque no es tan larga en distancia, me dejó menos noqueado. En el riu Tequila nos recogían a 3 parejas. Como siempre, tempranico a despertarse. A eso de las 6 menos veinte estabamos yendo al sports bar a desayunar algo. Lo de siempre, café con leche, y algo de bollería. Ese día si había sandwichs, nos cogimos unos cuantos, y nso fuimos a esperar. En la espera, conocimos a las otras parejas del viaje. Y al poco de esperar puntualmente llegó nuestro taxista.
Poco a poco, íbamos recogiendo por otros hoteles, por el Bahía, y por el Palladium. Conocidos todos, nos fuimos en ruta hacia Cobá. Llegamos tempranito, todavía no había abierto. Cuando estás llegando es muy bonito ver de repente los lagos de Cobá, entre tanta selva resulta muy bonito verlos. Desde la van vimos un cocodrilo. Como ya he dicho, no había abierto, esperamos un poco, fuimos al servicio antes de entrar. Luego, contratamos un guía, el cual tengo que decir que no me gustó. Explicó poco, muchas cosas de chichen, y poco de Cobá. Para mi mal. Y nos pusimos en marcha.

Luego fuimos al campo de pelota, ésta mucho más pequeño que el de chichen.
Ahí parecía algo "más fácil" meter la pelota

Después de que nos explicaran poco, el guía decidió que ya había dicho todo y se fue. Nos dijo por dónde se llegaba a la pirámide, y las cosas que nos íbamos a encontrar por el camino. Nos fuimos a coger bicis, había 2 km hasta la pirámide, y decidimos ir en bici. El camino durante el primer km es recto, luego hay que girar, y seguir más o menos la carretera principal, durante el trayecto habían varias edificaciones, y otro campo de pelota.

Dejamos las bicis en el "parking", y entonces aparece imponente la pirámide...y a subirla.

La subida cuesta, y eso que era temprano; se suda un poco, pero bueno se puede hacer sin excesivos problemas. Estuvimos un rato ahí arriba viendo lo bonito que se ve todo, mucho verde. Los lagos de Cobá se veían pero a malas penas.
Vistas desde la pirámide descansando.

Y luego lo mejor, ¡a bajar!.

Esperamos a descansar en la sombra un rato, foto de recuerdo, y de nuevo a las bicis.

Dejamos las bicis, y salimos del recinto. Ahí terminó la visita a Cobá. Volvimos a la van, y nos dirigimos a ver una villa maya. Bueno, más bien es una casica preparada para que los turistas las visitemos, allí sacan cosas que vender, mientras nos enseñan como hacen las hamacas. Además eso parecía un zoológico.


Allí había un hombre haciendo artesanía con madera.

Hicimos alguna compra allí, una pulseras y collares que ellos hacían con materiales reciclados, y nos fuimos al Gran Cenote. Este cenote , para mi opinión, es de visita obligada. Es muy, pero que muy chulo. Agua superclara, muy bien para hacer snorkel, agua muy fría pero eso es lo de menos.

Nadando y nadando vas metiendote por las cuevas que hay.

En una de esas cuevas llegamos a una especie de isla desierta, un pequeño oasis, muy bonito.

Que a gustito se estaba ahí dentro.

Me llamaron que había visto una tortuguita, y pobrecita ella, quería huir, como corría. No la molestamos mucho porque me daba pena.

Había muchos pececillos, además el agua es tan clara que se ve todo impresionante.

Después de estar un rato, no se cuanto, no me acuerdo, yo me hubiera estado allí más tiempo, nos dirigimos a Tulum. Decidimos hacerlo así porque así iriamos a Playa Paraiso por la tarde a descansar.
Pues eso, nos fuimos a Tulum. Nuestro taxista nos dejó en otra zona que no era la entrada principal, nos dijo que por allí tardábamos menos en llegar.
Casi todo el mundo que busca algo sobre Rivier Maya, siempre encuentra alguna imagen de Tulum, es típica esa foto de las ruinas al lado de la playa. Por más que lo ves en foto, la realidad te sigue pareciendo aún más bonita. Toda la zona de Tulum es preciosa, todo muy cuidado, una hierba que parece un campo de golf, y todas esas ruinas alrededor. Sientes casi cómo vivían hace miles de años esas personas allí. Que bien se debía de vivir allí junto a la playa.

En Tulum decidimos no llevar guía, fuimos leyendo los letreros repartidos por las ruinas. El sol allí te da bien dado. Aprovechas bien los sitios de sombra. Es necesaria el agua y la gorra. A la playa de allí no bajamos, eso me hubiera gustado, las vistas de allí abajo en la playa hubieran estado genial. A la proxima será, daba una envidia, ¡con el calor que hacía!.

Desde el acantilado se ven unas vistas impreionantes. ¡Qué decir! solo hay que ir, y comprobadlo.

Después de recorrer toda la zona, muy cansados y soleados, nos fuimos con ganas de ir a comer. Muchas cosas habíamos visto, era la hora de comer. Contaré la historia para demostrar que ante las adversidades, esos taxistas tan amables, se desviven por los clientes, viven del turismo, y no hay que tener miedo. En España, ese problema no se hubiera solucionado tan pronto.
La historia es así. Cansados y soleados, nos montamos en la van esperando el aire acondicionado que nos aliviara, para nuestra sorpresa, el aire no estaba funcionando. Nos dijo que tenía un problema electrico. Bueno, que se le va a hacer, abrimos las ventanillas. La van se puso en marcha, pero lo hizo a poca velocidad, muy, muy lento, empezaba a hacer ruidos raros. Nosotros hablábamos, pero empezamos a darnos cuenta de que algo pasaba. Se hizo el silencio, y esa van sonaba realmente mal. De pronto, alguien dio: "Rafael, va bien la cosa", y la contestación fue: No...y esa van se paró. Allí estábamos, la van nos había dejado tirada. Muy atento, y rápido, Rafael habló con varos taxistas que pasaban, pactó los precios con ellos y nos pidió que lo pagaramos, que luego nos lo descontaba. Allí en el asfalto hacía un calor horrible, menos mal que todo fue más o menos rápido. Pues en varios taxis nos fuimos. En nuestro taxi, el taxista nos dijo que tenía que parar en la gasolinera que no llevaba gasolina, por supuesto, solo faltaba que se quedara tirado el taxi. Había terminado de salir por la gasolinera cuando dio la vuelta hacia el otro sentido e la carretera, y entonces vemos que hay un taxi en un lado de la carretera, nuestro taxista para, y eran de nuestro grupo, ¡ que se habían quedado sin gasolina !. Esto no puede ser, entre la carcajada y el asombro, nos fuimos de allí, porque habían parado otros taxistas, pensando que se irian con ellos. Luego nos contaron que al final el coche arrancó, y llegaron a la gasolinera. La historia que ellos pasaron en el taxi, no la contaré porque es "increible". Después de mucho sufrir llegamos a nuestro restaurante.

La comida estuvo bien, la carne muy buena, los tacos, las fajitas, etc,, todo bien. No me acuerdo cuánto nos costó, pero bueno, no fue excesivo, y además en la comida nos lo pasamos muy bien, de charla, y hablando de la gente aquí en España no se lo creería. Bueno, después de comer nos fuimos a Playa Paraiso, serían eso de las 4:30. Estando comiendo llegó nuestro taxista y nos dijo que a esa hora vendría otra van y nos llevaría a la playa. Como ya he dicho, se portó genial, muy atento, y además en esa situación tan mala estuvo a la altura. Esa van la conducía otro hombre, era un poco mas estrecha, pero al final cabíamos todos, eso es lo importante. LLegamos a la playa, quizás no sea la mejor playa que se pueda ver en la Rivier Maya, pero es muy bonita. En nuestra caso, era el paraiso, estuvimos todo el tiempo dentro del agua, charlando y charlando. Era nuestro pequeño paraiso.

Pero todo lo bueno se acaba, y empezó a anochecer, ¡que felicidad sientes allí dentro del agua!...y lo hermoso que se ve el sol descansando.

Poco más que contar, nos fuimos de allí con añoranza. A la proxima visita a la Riviera Maya volveré allí. Con cansancio, y con alegría volvimos a la van, y fuimos poco a poco despidiendonos de los compañeros del viaje. Quedamos para el día siguiente por la noche en el Cocobongo. No pensaba ir pero nos convencieron, era nuestra última noche allí y no pensábamos trasnochar, pero bueno, la verdad es que no nos arrepentimos, pero es la próxima etapa.
Llegamos a las 8 a nuestro hotel. Tiempo para cambiarnos, arreglarnos un poco, e irnos a cenar. En la habitación nos habían dejado otro muñequito, una propinita, y esto te recibe al llegar a la habitación.

Es una tontería pero a nosotros nos gustaba. Vimos el espectáculo, como siempre. La verdad, no recuerdo que cenamos, esa noche el espectáculo era de animación, nos reimos un rato. Quedamos allí con otros de nuestro hotel que fuimos de excursión. Nos tomamos nuestros cocteles, y a eso de las 12 y media a dormir. Al día siguiente, apreovecharemos el hotel.

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Añoranza. Pena. Nostalgia. Ya notabamos que todo se acababa. Nos quedaba poco. Pero bueno, es lo que toca, las vacaciones no son eternas, que lo bueno hay que contarlo, y gusta mucho contar las cosas, buenas...y malas. Hoy tocaba día de hotel. Desayunar genial, habíamos desaprovechado muchos días de desayunar en el buffet, y había que recuperarlo. Cambiamos de nuevo nuestras toallas, y nos fuimos a la playa.
En la playa descansamos todo lo que se puede descansar, y volvimos andando a la zona donde habiamos estado los otros días. Ese día el mar estaba fuerte, muchas olas. El Caribe no es tan tranquilo como pensábamos.
Que pasada de playa

Llegamos un poco más adelante que cuando llegamos la otra vez, habían muchas rocas, todo muy chulo, y en soledad.

Después bañarnos allí, con demasiado oleaje, volvimos a la zona de hotel. Cuando, habíamos descansado bien, nos fuimos a la zaona de piscina del Yucatán.Allí encontramos a una pareja de la excursión, dejamos nuestras cosas en sus hamacas, estaba todo lleno, y a tomarnos algo en la barra húmeda. Cuando el hambre apretó, nos fuimos a comer. Fuimos los cuatro al Yucatán. Habían llegado el día antes de la excursión y todavía no se había ubicado, yo en su lugar hubiera estado durmiendo todo el día. Comimos muy bien. Quedamos para por la tarde para ir a Playa del Carmen. ïbamos a hacer las últimas compras, y ellos querían ir a algunas agencias para ir a Chichen. Después de comer, volvimos a nuestro hotel. En la psicina buscamos al chico de animació que se encargaba de lo del Cocobongo, y se lo pagamos, nos apuntó, y todo Ok. Creo que eran 55 dolares por pesona. Pagamos en pesos. Nos echamos una pequeña siesta y nos cambiamos.
Tardes de compras, eso no me gusta, pero bueno. Nada parece que sea lo suficientemente bonito. Entre tiendas y tiendas, pasabamos por agencias, al final la contrataron con Infocenter. Después de estar toda la tarde buscando Cenote Azul y no encontrarla, la encontramos cuando ya la había contratado, ¡que cegatos! estaba ahí al lado. Cuando anocheció, volvimos al hotel. Había que cambiarse para ir al Cocobongo.
Esa noche cené bien cenado.
No preguntadme que es cada cosa, pero me lo comí todo

Después de cenar quedamos con las otras parejas del hotel para ver el show. Cuando el show acaba, los de animación se van al Cocobongo. Había mucha gente. Acababan de llegar unos chicos de Viaje de estudios, y eso estaba repleto de juventud, hormonas, y mucha fiesta. Ese día iban también al Cocobongo. A las 11 llegó la van. Nos pusieron la pulsera y nos montamos en la van. Ventajas de pagar antes. Esperamos que fueran entrando algunos chicos más y cuando estuvo llena nos fuimos al Cocobongo. El transporte hasta allí es gratuito. Luego había que volver cuando quisieras, y como quisieras. Y allí llegamos. Se vino con nosotros un chico de animación que nos hacía de guía.

Sin colas fuimos entrando, según nos decía "el portero". Iban pidiendo el carné, pero creo que a los que van con el hotel no se lo piden, o eso creo. Menuda seguridad. Cacheo incluido. LLegamos a una zona de entrada donde podíamos tomar algo si queríamos. Luego vino nuestro guía y pasamos a la discoteca. En la pantalla ponía el tiempo que quedaba para empezar el show. Había mucha gente. ¡Que locura!
Faltaban 22 segundos

Nos subieron a la zona de arriba. Un reservado que estaba vacío, pero que poco a poco se llenó (según llegaban las van desde el hotel). Había barra libre, y un camarero para ese reservado. Había que pedirselo a él, o si quería bajar, bajabas, pero mejor que subiera él. Que maquina el tío camarero, con la linterna y los cubatas en la bandeja entre la gente, y no se le caían.
Del espectáculo, solo diré que es impresionante. Yo no había investigado mucho sobre el Cocobongo, no tenía pensado ir, pero no me arrepiento, y en mi opinión, es muy recomendable. Espectaculo de luces, trapecistas, actuaciones, musica, baile......, muy bien, muy bien.

Entre actuación y actuación, videoclips en la pantalla gigante, sacaban imagenes de gente que estaba por allí, chicas bailando que se le veía todo cuando el chorro de aire les levantaba la falda. Puro espectáculo.

El camarero de vez en cuando pasaba por allí, cogía una copa. Mientras, el espectáculo no paraba...

Y después de 3 horas de espectáculo, se acabó....

A partir de las 3 se acabó la barra libre. Decidimos irnos. Cojimos un taxi para 6, baratito para ir al hotel.
Allí lo curan todo

Nos quedamos tomandonos la última en el sports bar.Nosotros nos fuimos antes porque el día siguiente había muchas cosas que preparar, que penita, se había acabado.
menudas horicas de llegar

Mañana tocaba preparar maleta. Se había acabado el viaje, pero con muchos buenos recuerdos.

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