![]() ![]() 11 días en la Riviera Maya, ¡11 días en el paraíso! ✏️ Blogs de Mexico
Vacaciones Iberostar Grand Paraiso del 23 nov al 3 dic 2010Autor: Super_paco Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (27 Votos) Índice del Diario: 11 días en la Riviera Maya, ¡11 días en el paraíso!
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Etapas 4 a 6, total 10
Tras haber descansado a cuerpo de rey (esta vez sí) nos levantamos tempranito para realizar nuestra primera gran excursión: Chichén Itzá, Valladolid, cenote Ik kil, cenote exkeken y Ek Balam, todo en un día.
Como el hotel está algo más alejado que el resto de resorts de los sitios a visitar y me encanta llegar de los primeros a las zonas arqueológicas, no porque sea un estudioso sino que me encantan las fotos en las que no hay nadie más, nos levantamos tempranito. Llenamos las mochilas con los refrescos del minibar y nos fuimos para el lobby para coger el cochecito que nos llevaría a la puerta del complejo. Eran las 06.30hrs; cuando llegamos allí nos esperaba pacientemente nuestro taxista, Guillermo, que nos acompañaría en nuestras excursiones. Metimos las bebidas en la nevera que llevaba en el maletero del taxi y salimos rumbo a Chichén Itza, comienza la aventura!!! El viaje dura algo menos de tres horas (media hora hasta playa del Carmen, otra media hora más hasta Tulum y luego una hora y pico más hasta Chichén, así que si os alojáis cerca de Tulum podréis dormir un poquito más…). Como íbamos bien de tiempo paramos en Valladolid a desayunar. Es un lugar pintoresco pero sin mucho atractivo, lugar de paso obligado; lo dicho, desayunamos, estiramos las piernas, un cigarrito y al taxi de nuevo. Llegamos a Chichén sobre las 09.15, allí nos esperaba en las escaleras nuestro guía al que previamente había llamado Guillermo por teléfono. Pagamos los pases y entramos al complejo……¡lo conseguimos! ¡no había casi nadie! Tras un breve trayecto por una zona arbolada llegamos a un claro y ahí se mostraba, majestuosa e imponente: la pirámide de Kukulkán Estábamos solos frente a esta maravilla, tan sólo se oían algunos pájaros a lo lejos y las explicaciones del guía, que nos contaba mil y una historias sobre los Mayas y sus costumbres. Por un instante nos trasladamos al pasado ¡Qué maravilla de lugar! ¡Qué civilización más enigmática! ……..¡Qué pasada! Tras disfrutar durante más de dos horas del fantástico complejo arqueológico cambiamos de tercio: souvenirs!!! Aprovechamos para adquirir artesanía Maya y cachivaches varios a precios de ganga (los más bajos de toda la Riviera Maya, así que a compraaar!). Como hacía ya un calor de justicia tocaba refrescarse un poquito, así que nos montamos en el taxi y nos fuimos rumbo al cenote ik kil. Nuevamente tuvimos suerte, no había casi nadie y, pasado un ratito los pocos que habían se fueron, así que solos de nuevo!! …menudos saltos!...el que casi se ve en la foto entrando en el agua después de saltar de la plataforma de arriba soy yo!!! Qué planchazo cuando caes y qué cague da cuando estás en el aire!! El lugar en sí es precioso, menos grande que otros cenotes pero mucho más espectacular. Luego fuimos a comer a un buffet (la casa Mayab) cerca de Chichén, muy colorido y típico, con actuaciones en vivo y comida mejicana. Repusimos fuerzas y ¡a para otro cenote! Fuimos a Exkeken, diferente de ik kil pero muy bonito también. Al contrario que el anterior, éste es cerrado, con una pequeña abertura en el techo por donde entra un rayo de luz. El tiempo se nos echó encima y decidimos no bañarnos para no llegar tarde a Ek Balam y así poder visitarlo antes del atardecer. (la foto no es mía…se nos quedó la cámara de fotos en el taxi….gracias internet) Ek Balam nos sorprendió mucho y para bien, está muy bien conservada y cuidada. Había poca gente, la única excursión que nos encontramos fue de españoles que se alojaban en el Bahía Príncipe. Tras recorrer la acrópolis llegamos frente a la imponente pirámide. ¡ A subir! La verdad es que si no miras para abajo mientras subes, todo va bien, pero como te dé por mirar…puf! Llegamos arriba y disfrutamos de las maravillosas vistas, ¡nos rodeaba las selva por todas partes! El bajar fue otra historia, llegamos abajo sanos y salvos, que es lo que importa…¡¡Cuantas emociones en un solo día! Eran ya las cinco de la tarde y empezaba ya a anochecer por lo que nos volvimos al taxi para emprender el camino de vuelta al hotel, ¡vaya día! ….y aun quedaba la noche… Decidimos ir a cenar al restaurante de marisco del Maya pues esa noche había buffet internacional en el Grand (temáticos cerrados) y así aprovechábamos para visitarlo. La cena fue estupenda y el hotel, precioso, muy cuidado, más de estilo mexicano. Tras la cena fuimos a tomar una copa al impresionante bar dentro de la pirámide pero había muy poco ambiente, por no decir ninguno (está comprobado que el horario español y americano es muy distinto). Y como aun era temprano y somos españoles, nos recorrimos todo el hotel y, finalmente, acabamos dando un paseo por la playa hasta nuestro hotel, ¡qué mar! ¡Incluso de noche es precioso! Nuestra tercera noche tocaba a su fín, ¡Cuánto habíamos disfrutado ya! y ¡Cuánto quedaba aun por disfrutar! Etapas 4 a 6, total 10
Amaneció un nuevo día, soleado como los anteriores.
Hoy más diversión en una nueva excursión: Xcaret! Al estar mucho más cerca del hotel, nos permitimos el lujo de dormir un poco más. Tras desayunar tranquilamente cogimos un taxi en el hotel y nos fuimos para Playa del Carmen. Habíamos barajado tres posibilidades: Xcaret, Xelhá o Sian kan. Al final nos decantamos por Xcaret porque nos pareció más variada y por el espectáculo nocturno, del que se habla muy bien. Cuando vayamos la próxima vez (algún día) probaremos otra. Las entrdas “plus”, que incluyen el día completo, chaleco, equipo de snorkel, comida y dos bebidas, las adquirimos por internet desde España (con un 10% de dto. Web). Al llegar allí las presentamos en taquilla y nos pusieron las pulseritas. ¡otra más! Tuvimos que recorrer medio parque hasta llegar a la zona de taquillas “plus”, aquello es enorme! Lo bueno es que justo al lado está la entrada al río. Cogimos el equipo y al agua! Ya no paramos en todo el día, lo pasamos muy bien pero si he de ser sincero no nos entusiasmó con locura. Todo está muy bien montado y muy bonito, pero,…le falta algo para ser genial, de todas formas es un gran parque. Al atardecer nos fuimos a ver el espectáculo. ¡Nos encantó! Lo mejor, sobre todo la primera parte, que hace referencia al mundo Maya. La segunda parte es un recorrido por el folklore mexicano, muy bonita también pero, pasadas unas canciones nos fuimos para el hotel porque esa misma noche había espectáculo mexicano en el hotel y, además,¡ teníamos cena en el restaurante gourmet! ….y entonces probé la langosta termidor!!!!!! Etapas 4 a 6, total 10
Después de dos días fuera tocaba descansar…¡bastantes madrugones tenemos ya el resto del año como para continuar todas las vacaciones poniendo el despertador! Así que..a disfrutar del hotel!!!
Los siguientes tres días (de sábado a lunes) los dedicamos por completo a mimarnos y a que nos mimasen, mención especial tiene el 7º día, lunes 29 de noviembre, que tendrá su propia etapa. Lo dicho, nos levantamos con la luz del día, sin prisas ni agobios, mientras mi mujer se arreglaba, yo aprovechaba para leer la prensa, que amablemente nos traían cada mañana a primera hora, en la terraza de nuestra habitación. No es que me interesara mucho las noticias del mundo en esos momentos, la verdad; lo importante para nosotros era la previsión del tiempo…..Soleado ¡Bien! Tras disfrutar de un suculento desayuno, nos fuimos a la playa a pasar las mañanas. El tiempo acompañaba, el mar en calma, la arena blanca, así que a bañarnos y, entre baño y baño, ¡a poner música caribeña en el ipod y a probar la extensa carta de cócktails! ¡Esto es vida! Aprovechamos también para dar nuestros paseos por la playa. Hacia la izquierda, la playa del resto de complejo Iberostar, la cual no está nada mal, quizás un poco masificada ya que las tumbonas las comparten los 4 hoteles; más adelante no merece mucho la pena seguir, no se puede avanzar, un hotel abandonado tiene construido un espigón que hace las veces de barrera y es muy complicado cruzar. Lo mejor está hacia la derecha, Punta Maroma. Esta vez continuamos paseando tras llegar al Catalonia y fuimos hasta el faro ¡Qué playa! ¡Ahora sí! Es como dicen, sin algas, clara, con multitud de cangrejos que se esconden bajo la arena al vernos, peces en el agua, ¡maravillosa! También aproveché para echar algún que otro partidito de volley playa (para evitar tener que aflojar el cinturón más de la cuenta…). Todos americanos, enormes, y, por suerte igual de malos que yo! Nos pasamos más tiempo recogiendo el balón que jugando….En fin, a mis 39 ya no estoy en plena forma pero, en una “segunda luna de miel” y ante tu mujer tienes que aparentar….(¡menudas agujetas!) Tras tanto “esfuerzo” había que reponer fuerzas así que…a comer! Habían abierto el restaurante de la playa que había estado cerrado por obras. Es una maravilla, circular, rodeado de grandes ventanales con vistas al mar Caribe, lujo total frente al mar! El buffet era estupendo pero, al tener la posibilidad de pedir a la carta, la solicitamos y……tachán! Langosta a la brasa, bogavante, camarones gigantes!!!! ¿Esto está incluido? ¿sí? ¡Al ataqueeee! Sé que el marisco de aguas cálidas tiene menos sabor que el genuino gallego (riquísimo), ya lo había probado en Punta Cana y no me pareció nada del otro mundo pero éste es otra cosa, un lujo para el paladar! …¡y en un marco incomparable! Tras es festín tocaba descansar un poquito y, qué mejor que una cama balinesa frente a la barra húmeda de la piscina? Allí se encontraba, siempre atento, nuestro gran amigo Marcelino, un chico encantador. Memorizó desde el primer día nuestros nombres y nuestros gustos. No hacía falta pedir, con sólo vernos acercarnos ya nos preparaba los “cacharritos”, Un barman estupendo, siempre sonriente y con una historia que contar, te hacía sentir como un rey. Al contrario de lo que parece, las tardes en la piscina eran muy divertidas, los animadores no paraban de hacer actividades (casi todas en torno a la barra húmeda, invadida por americanos, que habían fijado allí su segunda residencia…). Todas las tardes aparecía un monitor cargado de aletas, bombonas y todo el equipo de submarinismo para que nos animásemos a aprender en la piscina (con diploma PADI incluido). Una hora después, sin éxito, recogía de nuevo todo el material y hasta el día siguiente, también ofrecían clases de merengue, torneos de ping pong, billar, dardos, clases de cocina mexicana y repostería, partidillos de basket y volley en la piscina pero nada, los americanos a lo suyo: tequila, tequila y más tequila!! La única actividad que triunfaba era…….¡el Bingo! …y porque no tenían que moverse de la barra, que si no, ni eso… Al fin y al cabo, las vacaciones son para relajarse, ¿no? Allí lo tomamos al pie de la letra y si no lo consigues, el personal de hotel se afana en que tu estancia sea perfecta. Aun no has terminado tu copa y ya te vienen a preguntar “¿el señor quiere otra ronda?” ¿Cómo le iba a decir que no a tan amable camarera? ¿Sus toallas están húmedas? ¿Se las cambio? ¡Bárbaro! Por la tarde aparece por la piscina un camarero con un carrito lleno de tartas, café e infusiones por si lo tuyo no son las copas (sobra decir que nadie le hace caso…), él lo intenta, se coloca delante de la barra pero nada, a la hora se marcha sin éxito. Y Si entre tanto “ajetreo” resulta difícil echar una siestecita, el hotel también dispone de una piscina “silenciosa” donde poder leer, nadar, jugar al ajedrez, descansar en un jacuzzi calentito, y sobretodo ¡dormir! Menudos ronquidos…y eso que era silenciosa! Al atardecer del sábado nos arreglamos y nos fuimos a Playa del Carmen. Cogimos el taxi en el lobby del hotel. El taxi salió por 200 pesos (12€) y, media hora más tarde, estábamos en Playa. Paseamos por su 5ª avenida, llena de bares, restaurantes, tiendas de moda y, sobretodo, souvenirs. De entre la amplia variedad de restaurantes elegimos “La Parrilla”, un grill mexicano pintoresco, con actuaciones en vivo, muy bonito y muy guiri, o sea, para nosotros. Desde su terraza, en la primera planta se disfrutaba del ambiente de la calle, saboreando una corona y escuchando rancheras…. Paseamos un poco más y nos fuimos para el hotel. Para la noche del domingo, sin embargo, preferimos quedarnos en hotel a cenar por lo que al atardecer, aprovechamos para hacer compras en el centro comercial del complejo y luego irnos al Spa del hotel. Para la cena elegimos el restaurante Tony´s de carnes y mariscos. La ensalada de mariscos, el cordero y el famoso “mar y tierra” son insuperables …Y por la noche al espectáculo en “el coliseo”! Etapas 4 a 6, total 10
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