Viaje a Noruega ✏️ Blogs de NoruegaMi viaje a Noruega. Desde Oslo hasta las Islas Lofoten pasando por Bergen, los Fiordos y TrondheimAutor: Daigor Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (6 Votos) Índice del Diario: Viaje a Noruega
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Etapas 7 a 9, total 10
Etapa 6
TERCER DÍA. Nos despertamos relativamente temprano, teníamos que llegar hasta Alesund. Pero antes nos apetecía dar un paseo por las montañas de este fantástico lugar. En Geiranger hay muchos caminos que te permiten visitar las montañas alrededor del fiordo. Teniendo más tiempo nos hubiese gustado disfrutar más del lugar y recorrer los caminos que te llevan por las montañas hasta llegar a las caletas escondidas que se asoman al fiordo. Finalmente nos decidimos por ir a visitar la Cascada de Storseterfossen. Desde nuestra cabaña salía el camino que en una media hora nos llevó hasta este maravilloso lugar. Obviamente no había nadie por todo el camino. El camino es muy suave y poco a poco te vas acercando a las montañas nevadas caminando entre pastos de ovejas y rebaños de ovejas. Hay que tener cuidado con los carneros que vigilan sus hembras… De vez en cuando hay indicaciones que te guían. Se llega hasta una llanura con un riachuelo y allí te metes por un camino de rocas que va bajando. De repente te encuentras con la Cascada de Storseterfossen, y la cosa increíble es que el camino se mete por detrás de la cortina de agua. Es una experiencia muy fascinante estar por detrás de una cascada. Además el lugar es muy bonito. No hay que perdérselo. Te recarga de energías. Felices y recargados volvimos a la cabaña y nos preparamos para recorrer la siguiente etapa. Geirange y Alesund están relativamente cerca. Pero nosotros queríamos visitar el famoso Camino del Trol, Trollstigen. Saliendo de Geiranger la carretera te lleva hasta una parte alta donde tienes una muy bonita visión del fiordo. Aquí empieza la Ruta Dorada, una carretera que te lleva hasta Andalsnes a través de magníficos paisajes. Una vez llegados a Valldal el camino se desvía. La carretera te lleva por el oeste hacia Alesund y por el este hacia el Camino del Trol, dirección Andalsnes. El camino se alarga unas cuantas horas, pero vale la pena recorrerlo. Después de pasar a través de paisajes verdes, lagos y riachuelos, casi al final de la ruta se llega a uno de los puntos más sorprendentes: El Camino del Trol, Trollstigen. Viniendo desde Geiranger el camino va subiendo las montañas nevadas bastante suavemente. En la parte más alta había nieves y un viento helado. De repente nos encontramos con una espectacular bajada. Son 11 cerradas curvas de una tremenda pendiente y a lo largo de la cual se pasa al lado de la Cascada de Stigfossen de unos 180 metros de altura. La carretera tiene varios miradores para pararse. Teóricamente esta carretera tiene el único cartel al mundo con la señal de peligro paso de Troles, aunque nosotros no lo encontramos. ¿Se lo habrán llevado los Troles? … Una vez llegado abajo en el verde valle cogimos la carretera hacia Alesund, que sigue a lo largo de la costa de varios fiordos. Por la tarde llegamos a Alesund, la ciudad estilo Art Nouveau. En Alesund nos alojamos en un camping con cabañas un poco fuera de la ciudad. Dejadas las cosas nos dirigimos a visitar la ciudad. El único inconveniente fue que empezó a llover bastante, y pasear bajo tanta lluvia fue complicado. Además la ciudad parecía desierta. La poca gente que había estaba en los centros comerciales y en las bibliotecas. Alesund es una pequeña ciudad reconstruida después de un incendio que la destruyó al principio del siglo XX. Su rápida reconstrucción se hizo siguiendo las pautas del movimiento artístico más activo en aquella época: el Art Nouveau o Modernismo. El resultado, una ciudad completamente diferente de las ciudades noruegas. Además la mayoría de los edificios son de ladrillos y no de madera. Aquí pasamos una tranquila tarde. CUARTO DÍA Este era el último día de ruta entre fiordos, nuestra meta era Trondheim. Ya no estaba lloviendo. Desde Alesund hasta Trondheim hay dos caminos posibles: Coger la Carretera del Atlántico pasando por Molde y Kristiansund a través de múltiples islas e increíbles puentes, o coger la vieja autopista E6. La Carretera del Atlántico la venden como una carretera espectacular, varios puentes conectan las pequeñas islas. Con el único inconveniente que para recorrer la carretera hay que pagar. Nos dijeron que para apreciar la espectacularidad de los puentes hay que verlos desde otro punto de vista que no sea estando encima de la carretera. Además es una autopista y no te puedes parar donde te apetece. Finalmente decidimos ir hacia Trondheim con la autopista normal E6 por un recorrido de unos 450 km. Así que el último tramo de nuestra ruta lo hicimos desviando hacia el interior de Noruega y en unas 4-5 horas llegamos a Trondheim. Etapas 7 a 9, total 10
Etapa 7
Después de un largo recorrido desde Alesund llegamos a Trondheim a mediodía. El día era estupendo, soleado y con nada de frío. Fuimos a buscar alojamiento. Aquí también en la oficina de turismo tienen un listado de personas que alquilan habitaciones en sus casas. Conseguimos habitación en casa de una señora. La casa estaba un poco fuera del centro, pero teniendo coche no había problemas. Fuimos a dejar nuestras cosas en la casa. La casa era de madera, como la mayoría en Noruega, era bastante grande con un enorme salón y un jardín. En la parte superior las habitaciones. Lo que nos dejó un poco descolocados era el caos que reinaba en la casa. Era una locura, desorden por todas partes. Aunque en general era una casa limpia y la dueña muy amable, nos sorprendió bastante el desorden. Además, por la mañana nos preparó un abundante desayuno típico noruego. Con arenque, salmos ahumado, tostadas y mermeladas, y más cosas. Por la tarde, aprovechando el magnífico día fuimos a dar un paseo por la ciudad. Trondheim es una ciudad con más de mil años de historia. Fue capital Noruega por más de 200 años. Hoy en día es la tercera ciudad más grande de Noruega y es una activa ciudad universitaria. Pasear por sus calles es muy bonito. Te encuentras por todas partes con rincones ricos de historias y cultura. En el centro histórico están las pintorescas casas de madera. En la orilla del Río Nidelva que atraviesa la ciudad se encuentra uno de los barrios más característicos de la ciudad con las famosas casas de madera de colores. Puedes cruzar el río Nidelva por el antiguo puente, Gamle Bybro, de hierro forjado pintado de rojo, que te proporciona una de las más espectaculares vistas a las casas de colores. Por el otro lado, la característica calle Bakklanded con sus casitas típicas. A partir de aquí empieza el ascenso al Fuerte Kristiansen, es un ascenso bastante empinado. Para hacer un tramo de esta empinada subida pusieron el único elevador de bicicletas que hay en el mundo. Pone una moneda, engancha la bicicleta y sube la cuesta. Otro sitio importante y que no hay que perderse es la famosa Catedral Nidaro, Nidarosdomen (Nidaro era el antiguo nombre de Trondheim). Es la catedral medioeval más septentrional del mundo, además de ser la más grande de Escandinavia y el centro de peregrinaje más importante de la Europa del Norte. La tarde la pasamos paseando por las tranquilas calles de la ciudad. Trondheim es tan tranquila que incluso los pajaritos se acercan sin miedo a los humanos y comen desde sus manos. Una curiosidad fue encontrarnos a lo largo del país con iglesias donde en su interior tenían un especie de bar o cocina y mesas de madera para sentarse a comer. Servían comida a los necesitados. Después de pasar la noche en la “casa desastre”, y después de un mega desayuno, fuimos a devolver el coche. Dejamos nuestros equipajes en la estación de autobuses y durante la mañana seguimos paseando por las lindas calles de Trondheim. La pena fue que el tiempo cambió y empezó a llover. Por la tarde teníamos el vuelo hacia el Círculo Polar Ártico, hasta Bodo. Desde Bodo teníamos que coger un barco hacia las rupestres Islas Lofoten. Pero aún no sabíamos cómo podíamos hacer para llegar hasta allí. En las agencias de Trondheim no sabían ayudarnos. Para subir hacia el norte existe también un tren, pero la diferencia de precio entre el tren y el vuelo, además del tiempo de recorrido, nos hizo tomar la decisión de coger el avión. Recogimos nuestros equipajes y desde la estación de buses salimos hacia el aeropuerto. En poco más de una hora de vuelo estábamos en Bodo, en el Círculo Polar Ártico. Aquí, totalmente a la aventura y a lo loco, teníamos que conseguir llegar hasta las Islas Lofoten y si la suerte lo permitía conseguir ver el Sol de Medianoche. Etapas 7 a 9, total 10
Etapa 8
Llegamos a Bodo por la tarde. Ya que en estas latitudes no hay noche no había problemas de luz. El aeropuerto estaba prácticamente en la ciudad. Un Bus nos dejó en la plaza del pequeño pueblo a la orilla del mar. Desde la plaza preguntamos a una chica por donde estaba nuestro hotel, y ella sin pensarlo nos hizo subir a su coche y nos acercó al hotel. En general la gente de Noruega es amable, pero lo que hemos notado es que en el norte son muchos más amables e intentan ayudarte como pueden. El hotel era muy normalito, en Bodo no hay mucho donde elegir. Desde aquí nos ayudaron a conseguir un pasaje para llegar a las Islas Lofoten, y muy importante, el primer alojamiento en un Rorbuer (típica casa de pescadores) en Stamsund. Al día siguiente era fiesta, y no había barcos que nos llevaban a las islas. La única solución era coger el famoso Hurtigruten, un crucero transporte que desde Bergen sube por lo largo de la costa y los fiordos noruegos hasta Cabo Norte. Las salidas son diarias y es un crucero bastante caro. Puedes elegir hacer sólo tramos del viaje, como en nuestro caso, que sólo íbamos de Bodo a las Lofoten. El Hurtigruten antiguamente era uno de los pocos medios de transporte que te llevaban hasta el Norte, pero hoy en día es más bien un crucero turístico. Bueno, aunque el doble de caro de un barco normal, al final no quedaba más remedio que comprar el pasaje si queríamos llegar hasta las Islas Lofoten. En Bodo no había mucho que hacer, el tiempo no estaba muy allá, el aire frío del Círculo Polar Ártico se notaba en el cuerpo. Por la mañana llegó el Hurtigruten. Subimos al lujoso crucero con dirección Stamsund en la Isla Vestvagoy. Nos quedaban solo tres días para visitar las Islas Lofoten e intentar ver el Sol de Medianoche. Después teníamos que volver a Bodo donde nos esperaba un avión hasta Oslo. El trayecto hasta Stamsund duró un par de horitas. En este tiempo nos relajamos en el Hurtigruten disfrutando del ambiente como si fuéramos pasajeros del crucero. Al final pensamos que la experiencia en el Hurtigruten valió la pena. Aunque breve, hicimos parte del histórico recorrido de este legendario barco. La Islas Lofoten son una cadena de islas con montañas altas, puntiagudas, y son conocidas por su gran belleza natural y casi intacta. Tienen muchas playas y zonas vírgenes. Las islas están muy poco pobladas, básicamente viven pescadores, aunque recientemente se está desarrollando un poco más el turismo. El día estaba nubloso. Una vez llegados seguimos las indicaciones de unos autóctonos que nos dijeron donde estaba nuestro alojamiento. Llegamos en un día de fiesta, lo poco que había en las Lofoten estaba cerrado. Después de una media hora de camino, durante el cual nos perdimos y que amablemente fuimos rescatados por una pareja que con su coche nos acercó, llegamos a nuestro alojamiento. Nos dijeron que era uno de los Rurbuer más acogedores de las Lofoten, el Justad Vandrerhjem og Rurbuer, un nombre impronunciable, y la verdad es que lo era. Un Rurbuer es una típica casa de pescadores noruegos, aquellos que traen el pescado más apreciado de los mares más crueles y tempestuosos del mundo, y que viven desde tiempos inmemoriales en estas típicas casas de madera. Actualmente se utilizan con fines también turísticos y es el alojamiento más apreciado para los visitantes de las islas Lofoten. El hombre que se encargaba del lugar era un señor mayor, tenía una tranquilidad increíble, y te daba la sensación que le daba igual cualquier cosa, pero en positivo. Estaba todo cerrado, no pasa nada, está lloviendo, no pasa nada, no había medios de transporte para moverse en la isla, no pasa nada, no había nadie que alquilaba coches, no pasa nada… y así con todo. Desde luego es un lugar donde ir para relajarte y olvidarte del mundo entero. El rurbuer era un hostel de HI, tenía camas en habitaciones compartidas y pequeñas cabañas privadas. Hay que pensar que en este lugar no llegan muchos turistas, y no hay básicamente nada para ellos. Menos mal que nos trajimos comida desde Bodo, en Stamsund no había restaurantes, y si los había estaban cerrados. Nos salvaron los sobrecitos de comida liofilizada que nos acompañaron por toda Noruega. Nos relajamos en este espectacular lugar, dimos un paseo por los alrededores, aunque por desgracia tampoco los sitios que alquilaban bicicletas estaban abiertos. Un consejo: Alquilar un coche con antelación si quieren visitar las Lofoten sin problemas de transportes. Pero por fin estábamos en un sitio remoto en el Círculo Polar Ártico... Al día siguiente nos informamos sobre donde estaba el lugar mejor para ver el Sol de Medianoche, y para nuestra sorpresa nos dijeron que desde Stansund no se puede ver, se ve por el otro lado de la isla, por detrás de las altas montañas. No caímos en el detalle de que el sol de medianoche pasa por el norte, y nosotros estábamos hacia el sur. Ya era muy tarde para remediar el error, además el tiempo no estaba muy bien y no se hubiese visto de todas formas. Fuimos paseando por las laderas de los alrededores y supuestamente era noche. La luz era como si fueran las 4 de la tarde en un día de invierno. Extrañamente no hacia el frío que nos esperábamos. En lugar del Sol de Medianoche vimos la luz de medianoche… Será en otro momento, en otro viaje. Aunque fue fascinante ver como nunca oscurecía. Una cosa que me pareció muy curiosa en estos lugares tan al norte del mundo, fue ver los pájaros… Si, la cosa rara es que hasta por la noche los pájaros están despiertos y moviéndose buscando comida como si fuera día. Parecía que no dormían nunca… Al día siguiente, la idea era llegar hasta Svolvaer, un pueblo un poco más grande que Stansund. Etapas 7 a 9, total 10
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (6 Votos)
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