Kuala Lumpur-Bali-Islas Gili ✏️ Blogs de Indonesia

El viaje a Bali surge después de darle muchas vueltas a la búsqueda de un destino para el que hemos dado la vuelta al mundo. Después de pasar por un montón de países y destinos muy apetecibles, acabamos decidiéndonos por Bali. He de decir que de todas las opciones que barajamos esta fue la más cara, pero no me podía resistir a lo que estaba leyendo en foros, blogs, y páginas de todo tipo. Al final este destino me cautivó y no pude más que decidirme a contratar.


La primera intención a la hora de escoger un destino para este viaje, fue descansar, y buscamos islas desconocidas o poco conocidas. Entre varias opciones encontramos las Islas Gili, unas islas pequeñitas que se sitúan entre Bali y Lombok. La intención era pasar en estas recónditas islas 15 días de paz, relax, descanso… y no hacer nada que no fuera descansar. Pero claro… ¿Íbamos a estar tan cerca de Bali y no conocer Bali? Eso no podía ser, así que teníamos que pasar la mitad del tiempo en Bali y tras mirar mucho, muchísimo, decidimos hacer noches en Ubud, un encantador pueblo en el centro de Bali.

Volamos con Air Malasia desde Londres (Aeropuerto de Heathrow) con primera parada en Kuala Lumpur. Esta parada fue un poco de rebote y a estas alturas no me arrepiento nada el haberlo hecho. En el vuelo de ida la escala en Kuala Lumpur era de varias horas y después de pensarlo medio minuto me dije “¿Cómo voy a estar tantas horas en Kuala Lumpur y no conocer las Petronas?” Así que: parada de dos noches en Kuala Lumpur.


Al final el viaje quedó en: Dos noches en Kuala Lumpur, 6 noches en Bali (Ubud) y 7 noches de descanso en Gili Trawangan.


El siguiente paso era buscar hoteles. En Gili Trawangan no había mucho problema, y de todas las opciones que barajamos en todas nos dieron disponibilidad, así que aquí podíamos escoger a la carta. En Ubud era otro problema. El resto de los viajeros normalmente no suelen hacer tantas noches, o eso nos dijeron y encontrar un hotel que nos permitiera hacer 6 noches no fue muy fácil. Mi primera opción era el Alam Shanti, pero no me dieron disponibilidad, así que a buscar y rebuscar. Al final nos decidimos por el Saren Indah, un hotel un poco a las afueras de Ubud, que nos dio todo lo que necesitamos y más, además de ofrecernos tres cenas gratis y un masaje de una hora incluido. Al final como otra pareja se venía con nosotros también se ofrecieron a recogernos gratuitamente en el aeropuerto. Barajamos otras posibilidades, más caras, pero pensamos que no era necesario invertir mucho dinero en los hoteles de Ubud ya que no pasaríamos mucho tiempo en él, como así fue, y que mejor era invertir algo más en las Islas Gili, donde si que no pensábamos que pudiera haber mucho que hacer y queríamos algo mejor, vamos una Villa. Por eso nos decantamos por Gili Villas Indonesia.

Poco después empezamos a cerrar pasos y poco menos de un mes después de empezar estaba ya todo cerrado.

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Empieza el ajetreado viernes 27 de Mayo. El día anterior lo había preparado ya todo: Maleta, dinero, pasaportes y billetes de vuelo. Todo listo. Nuestro avión salía a las 15:30 destino al aeropuerto de Londres Stansted, pero antes de todo esto tenía que ir a trabajar y es que este día tenía una reunión muy importante que no podía perder, así que lo preparé todo, lo metí todo en el coche, y a la reunión. A la una de la tarde, me disculpo y aunque todavía no había concluido yo tengo que marcharme. Recojo a Rubén en su casa, lo metemos todo en el coche y partimos hacia el aeropuerto. Allí nos teníamos que reunir con nuestros amigos y con mis padres, que tendrían que recoger el coche.


No tuvimos problemas y llegamos bien al aeropuerto. Facturamos y esperamos comiendo algo a embarcar.


Aquí empieza el estrés, y es que teníamos muy justo el cambio de aeropuerto en Londres. Cuando reservamos todos los vuelos, me di cuenta que había muchos problemas para el cambio: teníamos 5 horas por delante, pero claro teníamos que estar al menos dos horas antes de la salida del vuelo en el aeropuerto lo que se reducía a 3 horas para cambiar de Stansted a Heathrow. Problema dos: la hora en la que llegábamos a Londres, hora punta, y todo el mundo decía que el trayecto en autobús, con los atascos y demás podía ser mortal y que al final perdiéramos el vuelo, así que… el trayecto lo hacíamos primero en tren de Stansted a la parada de Tottenham Hale, donde tomábamos la línea Victoria hasta Finsbury Park, donde nos esperaba Fernando (amigo de Rubén) para acompañarnos hasta el aeropuerto y así tener un poco de tiempo para charlar. En Finsbury Park cambiamos a la Linea Piccadily que nos llevaba directamente al aeropuerto de Heathrow, terminal 4, desde donde salía el vuelo a las 22:50 destino Kuala Lumpur.


Pese al estrés inicial, el trayecto lo llevamos bien, un poco lento pero llegamos en dos horas, así que el estrés se había acabado. Hicimos todos los trámites y ya solo quedaba esperar tomando una cervecita a que saliera el vuelo.


El vuelo salió en hora, y el vuelo fue bueno y sin contratiempos. A Air Malasia le doy una buena puntuación, porque además de la amabilidad y la atención propia del carácter malayo, la comida no estuvo mal (para ser en un vuelo) y pudimos descansar. Además gracias a las gestiones de Rubén fuimos en salida de emergencia, así que pudimos extender las piernas y dormir “a pierna suelta”.


A la altura de Tailandia ya estábamos, o al menos yo, más que despiertos y empecé a mirar toda emocionada por la ventanilla, acordándome del viaje de María y Raúl, e intentando descifrar que era cada cosa que veíamos por la ventanilla: Puket!!! Es Puket!!! Y todas esas islas!!! Que bonito!!!


Y para muestra, un botón:


Y ya en nada, ahí estábamos, divisando Kuala Lumpur: “Habíamos llegado!!!”, tras 12 horas de vuelo, allí estábamos, sobrevolando Kuala Lumpur…. “Las Petronas!!! Mira R, ahí están las Petronas!!! Y la torre Menara!!!” (lo único que pude distinguir desde las alturas).



A todo esto, ya eran las 17:00 horas del sábado 28 de Mayo, seis horas más que en España, pero todavía no lo suficientemente cansados. Habíamos dormido bastante, lo suficiente como para no acusar un gran cansancio y tener ganas de ver cosillas. Aquí empezaba ya nuestra aventura en Kuala Lumpur.



Datos:

Vuelo de EasyJet a Londres: 83,13 €.
Vuelo de Air Malasia Londres-Kuala Lumpur y Dempasar-Londres: 794,5 €.
Billete de Tren en Londres: 27 libras (ida/vuelta)
Billete de Metro en Londres: 5 Libras.

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Acabábamos de aterrizar en Kuala Lumpur después de 12 horas de vuelo y ya necesitábamos llegar al hotel y darnos una ducha. Sobre todo al sentir el impacto del sofocante calor y de la humedad tan pegajosa en el cuerpo. Pasar del frio del avión a este sofocante calor no podía traer nada bueno. Así que lo mejor era salir rápido del avión y … cola, hay que esperar cola en inmigración. Pues nada, nos armamos de paciencia y… “OH! No hemos cubierto la ficha de inmigración”, pues ale, a recoger 4, rebuscar en el bolso bolígrafos y a cubrir mientras esperamos en la cola. Tampoco estuvimos mucho o no se hizo muy largo. Entregamos los pasaportes, nos toman las huellas, cuño en el pasaporte y… “Buen viaje y bienvenidos a Kuala Lumpur”. Ahora si, ya estamos en terreno Malayo, así que a por las maletas. Una vez que las tenemos todas nos dirigimos al centro de taxis. Aquí es muy fácil, les dices el número de personas que sois, el número de maletas que tenéis y ya os dicen el importe, sin tener que regatear que ... ufff, como estresa. En nuestro caso al ser cuatro, con sus cuatro maletas grandes y dos pequeñas nos tuvieron que poner una furgoneta así que pagamos un poco más pero al ser más personas entre los cuatro no nos ha salido mal: 46 euros por llevarnos del KLIA al centro de Kuala Lumpur (una hora de viaje más o menos). El problema fue llegar al hotel.


Nos alojábamos en el Radius Internacional. Un hotel muy bien situado entre las Petronas y la torre Menara, a un paso de los centros comerciales, de Bukit Bintang, de la zona de movida y de una parada del monorraíl. Le decimos al taxista el nombre del hotel y nada, nos ponemos en camino. Vamos observando la perfecta colocación de las palmeras en la zona exterior de Kuala Lumpur. Todas perfectamente colocadas y ordenadas. Poco a poco vamos divisando el Sky Line de Kuala Lumpur y en nada ya sobresalen las Petronas. Ahora si, ya si, estamos en Kuala Lumpur. Empezaba a anochecer o por lo menos a bajar mucho el sol. E hicimos la entrada en la zona centro de Kuala Lumpur por Times Square (que no es como el de Nueva York, jeje). Damos vueltas y vueltas y vueltas, y nada que el hotel no aparece, tras pasar 3 veces por la misma zona, sacamos la reserva del hotel y se la entregamos al señor taxista, que seguía dando vueltas y ni siquiera preguntaba. Vamos, no sabía donde estaba el hotel. Así que en lugar de una hora tardamos dos en llegar. Cuando nos bajamos del taxi ya era de noche. Calculo que las siete o siete y media de la tarde.


Cheking en el hotel, ducha rápida y en nada, a la calle!!! Y a donde vamos? Pues dirección las Petronas. Se veían desde la calle, así que no hay mucha perdida. "Sigámoslas!!".


Por cierto, desde la habitación del hotel teníamos vistas a la torre Menara y a las Petronas. Quizá era lo mejor que tenía el hotel, porque aunque a Rubén no le gustó mucho a mi me pareció que estaba de sobra para poder descansar, dormir, y desayunar y a un paso de todo.


Poco a poco nos acercábamos a las Petronas, cada vez estaban más cerca hasta que las teníamos justo delante.



Impresionantes…. Sobre todo de noche. Son espectaculares. La iluminación que tienen no podían haberla hecho mejor.


Como ya era tarde y sabíamos que los restaurantes cierran pronto, entramos en el centro comercial de las Petronas dispuestos a cenar. Buscamos un restaurante de comida típicamente malaya y pedimos. Eran más o menos las diez de la noche y ya no pudimos tomar el postre porque la cocina estaba cerrada, pero al menos cenamos. Fue la comida más picante que comimos en todo el viaje. Extremadamente picante, hasta que la boca deja de sentir y ya te comes lo que sea. Ufff, que recuerdo! Y que rica la limonada!! Que fresquita!! Creo que necesitábamos comer comida de verdad que desde hacía un día no habíamos comido nada que no fuera comidas de avión.


Cuando terminamos de cenar buscamos la salida y nos dirigimos al frente de las Petronas. Espectaculares. Sin muchas palabras para describirlo así que mejor unas imágenes



Después de la sesión fotográfica, un paseo hasta las cercanías del hotel y …. Como nos vamos a ir a acostar sin tomar un copa? Así que entramos en un bar y nos tomamos unos mojitos que nos sentaron de maravilla y ahora si, “a dormir! Mañana nos espera un duro día”.


Datos:
Hotel Radius International: 44,28€ las dos noches por persona.
Taxi KLIA-Hotel: 46 € los cuatro.

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