![]() ![]() Bratislava, Viena y Budapest: 3 idiomas, 3 culturas, un sueño hecho realidad. ✏️ Blogs de Europa
Diario de 8 días fantásticos (y no los de El Corte...) en tres países diferentes intentando exprimir sus encantos a cada paso.Autor: Cherendler Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (4 Votos)
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Etapas 4 a 5, total 5
Jueves día 21 de julio.
Asomamos la cabeza por última vez en la gran ciudad imperial (al día siguiente lo haríamos también, pero para irnos a Budapest, así que...) y vemos un cielo cubiertísimo y con lluvia fina...Bueeeno, como la mayoría de Viena "exterior" ya la hemos pateado, nos toca ver ciertas cosas por dentro, así que allá vamos, como todos los días, con el estómago templado tras el bufé en nuestra "casa" vienesa. Hoy hemos descansado más y nos lo tomamos con más calma, por eso a eso de las 10.30 salimos hacia la Biblioteca Nacional bajo una fina lluvia, por lo que no nos paramos en ningún otro lado. Llegamos al sitio donde habíamos visto el día anterior por el que se entraba y, una vez dentro, 4.5€ por persona (siempre con carné de estudiante) para ver la sala Prunksaal, es decir, la Biblioteca Nacional de Austria situada dentro del mismo complejo del Hofburg. La primera impresión es sensacional, miles de libros apilados a cada lado en estanterías de 5 metros de altura, con una cúpula espectacularmente decorada con frescos. Enseguida supimos que era un dinero bien gastado (así como con la capilla Capuchina no lo tuvimos tan claro) y estuvimos allí unos 45 minutos embelesados entre tanta cultura. *** Imagen borrada de Tinypic *** Sala Prunksaal y cúpula. Tanto es así, que casi se nos pasa la hora que teníamos prevista para ir a ver la Ópera, las 12h. Así que corriendo bajo la lluvia, que aún seguía suave pero constante, llegamos a la Ópera (Staatsoper) de Viena donde tuvimos que hacer a penas 4 minutos de fila para conseguir los tickets, en este caso de 3.5€ cada uno. La visita la verdad que vale la pena porque, ya que en julio y agosto está cerrada en cuanto a obras se refiere, por lo menos te deja ver el otro lado de una Ópera, bambalinas también llamadas. Una mujer con un cierto tono portugués nos explicó con orden paso por paso las curiosidades tanto de su origen, como de los destrozos que sufrió en diferentes momentos, como de precios (que a los españoles es lo que más nos va..jeje) que eran muy, pero que muy significativos. Por ejemplo, en el llamado Opernball o Baile de los Debutantes se pagan 250 euros sólo por entrar (eso sí, de frac si eres hombre, de largo si eres mujer) y cantidades que mi ordenador no puede escribir si quieres un palco con mesa y cena. Tras ver los interiores y empaparnos de vals y Strauss, salimos a dar una vueltecilla mirando hacia arriba, porque no era nada halagüeño lo que veíamos. *** Imagen borrada de Tinypic *** Detalle de una lámpara de la Ópera. Fuimos a dar una vuelta por Naschmarkt, el mercado que se encuentra cerca de Karlsplatz y Secession, y aunque la lluvia lo deslució un poco, aún pudimos darle gusto al olfato y a la vista con las comidas que íbamos viendo y que, si repitiésemos Viena, iríamos a comer un día seguro. Había mucha oferta de comida asiática sobre todo, aunque también se pueden ver postres y comidas típicas austríacas. Así que un poco como el día, algo grises, nos fuimos a comer a la pensión y a esperar que el cielo, aunque siguiese tapado, nos respetase en cuanto a lluvia se refiere. Pero antes de eso, fuimos hacia Zanoni & Zanoni a por un pedazo de Sachertorte y ya de paso, cogimos en un establecimiento llamado Ströck (un especie de Panishop vienés) un buchteln (creo) que es parecido al Berliner, un bollo tipo donut pero sin agujero y con mermelada de melocotón o albaricoque por dentro y un pastel rosa por fuera (azúcar glass) de los que dimos buena cuenta tras la comida. *** Imagen borrada de Tinypic *** Vaya postres que tienen por esas tierras! Por la tarde, tras reposar esos postres, nos pusimos en marcha para recorrer alguna zona que no habíamos visto. Aunque antes de nada, fuimos de nuevo a Jesuitenkirche, que como nos había encantado hacía dos días, no queríamos irnos sin volver a ese remanso de paz, y así lo hicimos. Luego, yo quería ir personalmente a Minoritenkirche, una iglesia cercana al Hofburg y cuyo entorno me encantó. Después fuimos de nuevo a Heldenplatz para hacer fotos de día (aunque nublado) y tras un pequeño percance en mi espalda, fuimos al Museums Quartier. Justo entonces empezó a llover algo más y esperamos a que amainase para ir camino del Parlamento donde volví a picar y esta vez compré una currywurst buenísima como no podía ser de otra manera. Luego hacia el Ayuntamiento para verlo por última vez (aunque luego volveríamos). El tiempo por la tarde, salvo en varios momentos, la verdad que se portó bien y nos dejó ver algunas cosas que no habíamos tenido el placer de ver, como por ejemplo el Volksgarten. *** Imagen borrada de Tinypic *** En Minoritenplatz con el Hofburg de fondo. *** Imagen borrada de Tinypic *** Heldenplatz y Hofburg. *** Imagen borrada de Tinypic *** Volksgarten con el museo de Historia de fondo. Como comenzaba a llover otra vez, decidimos acercarnos a Pizza Bizi a un minuto de la catedral en la esquina de la calle Wollzeile con Rotenturmstrasse, y coger 3 porciones de pizza bastante grandes para comer tranquilamente en la pensión y que nos costaron 8,70€ las tres. Tras cenar y recargar una vez más las baterías, íbamos a dar el que sería nuestro último paseo por Viena, una gran ciudad repleta de cosas que hacer y que nosotros, pese a que nos dejamos cosas (siempre hay que dejarse algo...o eso dicen) como Belvedere, Hofburg por dentro y otras tantas cosas, sí que aprovechamos a nuestra manera y de forma diferente a otros viajes, pateando como siempre, pero sin museos, simplemente empapándote de algo que no todos los días puedes ver. Así que nuestro último paseo fue el Ring de noche, empezando por el Rathaus, sentándonos tranquilamente a ver un concierto de Plácido Domingo de 2006, luego fuimos hacia el Parlamento, fotos, hacia Ópera, fotos, y Karlskirche, más fotos. *** Imagen borrada de Tinypic *** Parlamento iluminado. *** Imagen borrada de Tinypic *** Karlskirche iluminada de noche. Finalmente, y antes de ir a dormir un último vistazo a Stephansdom que se erguía allí, solitaria, sin turistas a sus pies y en un silencio que se merece, aunque sea un rato, cuando nadie la ve. *** Imagen borrada de Tinypic *** Stephansdom de noche. Acababa así nuestro periplo por Viena, la ciudad del Vals, Strauss, Sisí y la Sachertorte, entre otras muchísimas cosas. Nos encantó poder pasear por esa ciudad que sorprende a cada paso. Así que sólo nos quedaba decirle un... "Danke, Wien!" Etapas 4 a 5, total 5
Viernes 22 de julio.
Amanece otro día nublado en Viena, pero eso poco nos importa ya...con tal de que no esté así en Budapest... Llenamos por última vez la barriga en la Pensión Neuer Markt y listos para coger el metro dirección Meidling (una de las muchas estaciones de Viena). Es una estación pequeña así que no tiene mucha pérdida. Nos habíamos informado en la oficina de turismo de Albertina así que sabíamos cuánto iba a ser el precio del trayecto en tren. Compramos los billetes a 36 euros cada uno (sí, bastante caros...) y a esperar a la hora de salida (aún nos quedaba media hora que aprovechamos para leer un poco). El tren llega y sale puntual, las 10.10 de la mañana y en poco menos de tres horas está prevista la llegada a Keleti Palayudvar. He de decir que hay más trenes de distintos precios, a distintas horas y desde distintas estaciones de Viena, pero elegimos éste porque es el que mejor nos venía tanto de horario como de estación de llegada (hay otros que llegan a Dèli palayudvar, en el distrito del Castillo). Pese a un pequeño retraso de unos 15 minutos, llegamos con normalidad y el cielo nos da la bienvenida con nubes y claros (ojalá hubiese sido así todos los días...). Como no llevamos ni un florín encima decidimos ir andando al hotel (no aprendimos de nuestras aventuras en Bratislava y nos gusta el riesgo, jeje). Sobre el mapa son dos avenidas grandes, pero conforme vamos andando nos damos cuenta de la longitud del recorrido. Además, para más "inri" comienza a descargar una fina lluvia que incomoda bastante, pero seguimos rumbo al hotel con paso firme. Tras 40 minutos andando (aunque no se hacen pesados, al final lo único que quieres es llegar de una vez!) llegamos al Hotel Alpha Fiesta. *** Imagen borrada de Tinypic *** Sala de estar del Hotel Alpha Fiesta. Nos recibe una chica muy amable en recepción y, tras las indicaciones pertinentes, subimos a nuestra habitación. Para los que esperen un hotelazo de 4 estrellas, que no se engañen. Es un buen hotel y sobre todo, está muy pero que muy bien situado, a escasos minutos de Szent Basilika, de la Ópera y de la Zsynagoga, pero no esperéis una habitación de lujo. Es grande, eso sí, la ducha deja bastante que desear, pero por lo demás está bien, correcta. El desayuno es tipo bufé otra vez, y sinceramente, está muy bien. Quizá, para los más dulzones, falte algo de "azúcar", pero lo que es el salado lo dominan a la perfección ![]() Tras un breve descanso y comer algo en la habitación del hotel, a eso de las 16.00 salimos a tomar contacto con la ciudad. En un principio es sólo ver por encima y hacernos a la idea de distancias y demás para los próximos días, pero vas viendo cosas, vas calentándote y...acabas en sitios que no tenías previsto simplemente por la ley de la atracción, jeje. Lo primero que hacemos es ir a Vaci utca, la gran calle comercial de Budapest, para cambiar euros a florines. Tras habernos enterado a cuánto estaba el cambio oficial en internet, vamso buscando a lo largo de toda la calle hasta que topamos con el mejor hasta entonces visto. Como consejo, no cambiéis en los de Western Union, el cambio es bastante malo y si no estás muy listo, te clavan comisión. Para que os hagáis una idea, nosotros lo cambiamos a 266.1 florines cada euro y en algunos de Western Union iban a 261 e incluso menos. Antes de cambiar tienes que tener claro que no te cobran comisión (lo tienen que poner en los carteles que anuncian) y hacer antes tú con la calculadora del móvil (como nosotros) el cambio que te tendrían que dar. Así lo hicimos, y así lo hizo la chica. Sin trampa ni cartón. *** Imagen borrada de Tinypic *** Orilla del Danubio con el tranvía de paso. Tras hacernos con "dineros frescos" ponemos un pie detrás del otro y empezamos a disfrutar de la capital húngara. Puesto que ya estamos al lado del puente Erzsebet y de Belvarosi Templom (con otro precioso andamio!! que los tenemos de todos los colores oiga! Bratislava, Viena o Budapest, se los quitan de las manos!!c ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** Duende del Danubio. Tras las fotos de rigor y de ir respirando Hungría, cruzándonos con una boda, sobrepasando a familias con sus críos (que relantizan el paso, obviamente) y aprvechando que el Sol se hace paso de entre las nubes con fuerza, vamos llegando a nuestro primer destino: Puente de las Cadenas. Para ello primero tienes que llegar a Roosevelt ter, presidida a un lado por el hotel de lujo Intercontinental y a otro por el Gresham Palota, actual Hotel Four Seasons, también "de bien". Comenzamos a cruzar el Puente de las Cadenas y ahí decidimos ir al hotel (menos mal que está a unos 10 minutos andando) a coger la otra cámara y dejar las sudaderas, que visto lo visto, no las íbamos a necesitar por hoy. De vuelta al Puente y esta vez sí, lo cruzamos, y ya que estamos y hace buen tiempo, subimos a la parte de arriba, no por el funicular, sino por las escaleras que llevan a Matyas templom y el Bastión. *** Imagen borrada de Tinypic *** Funicular que sube a la zona del Castillo de Buda. Con la boca abierta nos quedamos ya que nos parece precioso. Nuestras expectativas sobre esa parte de la ciudad se ven cumplidas de pleno y no sabemos ni qué hacer. Damos una vuelta, observamos nuestro alrededor y nos adentramos en el interior de la muralla del Bastión. Se puede pagar para subir y ver las vistas 2 metros más arriba, pero sinceramente, creo que no merece la pena, más que nada, porque al final está abierto a todo el mundo ya que hay una cafetería y, claro, no pueden cortar el acceso porque se les corta el chollo..jeje. *** Imagen borrada de Tinypic *** Matyas Templom. *** Imagen borrada de Tinypic *** Bastión, Castillo y colina Gellert. Las vistas desde ahí son increíbles. Tienes toda la zona de Pest a tus pies, y por supuestísimo, "la joya de la corona", el Parlamento al frente. *** Imagen borrada de Tinypic *** Parlamento desde el Bastión de los Pescadores. Tras disfrutar de todas esas vistas y hacer un primer contacto con esa zona de la ciudad, antes de volver a bajar, paseamos por la zona de detrás del Castillo. *** Imagen borrada de Tinypic *** Castillo entre banderas. *** Imagen borrada de Tinypic *** Estatua ecuestre detrás del Castillo. Volvemos a bajar por donde antes subimos, y desandamos el camino dirección Roosevelt ter. Desde ahí vemos una perspectiva diferente del Puente más famoso de Budapest y admiramos como se reflejan los últimos resquicios de sol sobre las aguas, algo turbias, del Danubi. Antes de ir a cenar, pasamos por la Basílica de San Esteban (Szent Istvan Basilika) que, debido a los últimos rayos de luz, tiene su fachada un color anaranjado que hace el ambiente cálido y acogedor, pese a estar en un país a más de 2.500 kilómetros de casa, cosa extraña pero fortalecedora. *** Imagen borrada de Tinypic *** Puente de las Cadenas. *** Imagen borrada de Tinypic *** Basílica San Esteban. Decidimos ir a cenar a la zona de Liszt Ferenc ter, a un restaurante nombrado en el foro y que se llama Menza. Antes de llegar pasamos por la Ópera en Andrassy ut, la avenida nombrada patrimonio mundial de la Unesco. *** Imagen borrada de Tinypic *** Ópera de Budapest (Magyar Operahàz) En cuanto al restaurante, la verdad que esperábamos algo mejor, pero aún así, por 6446 HUF (unos 26 euros) comimos los dos bastante bien: un goulash típico de Hungría y bastante bueno, un plato de pato con salsa de mango y una ensalada tipo césar y no sé si algo más (ahora no recuerdo). Una vez cenados, una vuelta hasta el Café New York en Erszebet korut para verlo de noche. De ahí bajamos por Dohàny Utca hasta la gran Sinagoga. Tras esto, para el hotel a disfrutar de un merecido descanso y preparar la ruta para el día siguiente. Buen primer día, sí señor, a ver si sigue este tiempo... Etapas 4 a 5, total 5
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