Idioma: English Español
Mostrar/Ocultar Blogs / Diarios
Mostrar/Ocultar Fotos / Pics
Blogs 
Descubriendo el mundo

Descubriendo el mundo ✏️ Blogs de Global Global

El blog se compone de los relatos mis viajes en los ultimos 10 anos alrededor del mundo: Europa, Oriente Medio, Asia y centrado ultimamente en Australia y Nueva Zelanda, donde resido actualmente.
Autor: Rigel83  Fecha creación:  Puntos: 5 (6 Votos)
Etapas 7 a 9,  total 12
anterior anterior  1  2  3  4  siguiente siguiente

Otro mundo: El Tibet

Otro mundo: El Tibet


Localización: China China Fecha creación: 17/12/2011 23:28 Puntos: 5 (1 Votos)
Llegaba el día. Tras haber recorrido los Annapurnas, salido de fiesta en Pokhara y disfrutar de Thamel en Kathmandú, llegaba la hora de poner rumbo a las ansiadas montañas del Tíbet. El plan era coger un vuelo a la capital: Lhasa, para allí reunirnos con nuestro guía, el cual nos acompañará los 10 días del viaje planeado desde Lhasa hasta Kathmandú, todo por tierra. Debido a las condiciones socio-políticas del Tíbet, no es posible viajar de manera independiente, siendo imprescindible hacerlo con una agencia, única forma de conseguir el visado. De todas maneras, el grupo lo formábamos sólo nosotros 3.

Llegamos al aeropuerto. Para seguir con la tradición en Nepal nuestro vuelo ha sido retrasado 2 horas. Pasamos una inmensa cantidad de controles de seguridad a cual más estúpido. Para entrar en el aeropuerto las maletas las pasan por rayos x, luego te hacen abrirlas y también eres cacheado. Después del control de pasaporte, el recital se repite. Maletas por rayos x de nuevo, pasamos por el detector de metales y, pites o no pites, te vuelven a cachear y abrir las maletas. Cuando crees que la pesadilla ha terminado, antes de subir al avión… si. Te hacen abrir las maletas de nuevo y te cachean. A ver, no es que me parezca mal que realicen los controles, pero hazlo bien, tronco. Si los rayos x están funcionando de verdad, ¿para que me haces abrir las maletas 3 veces? Pon a alguien que mire a la pantallita por lo menos, tío… Si pito en el detector de metales, cachéame bien una vez. Pero que te toquen el culo 5 veces antes de subirte al avión… pues no es de mi agrado, la verdad. Sobre todo cuando son tíos los que lo hacen…

Tras uno de los vuelos más espectaculares que he tomado en mi vida, sobrevolamos la cordillera de los Himalayas y aterrizamos al otro lado en la capital tibetana. Nos recibe Sunam, nuestro guía, un chico tibetano de 23 años que nos da la bienvenida al país colgando de nuestros cuellos unas bufandas tradicionales. Estaremos 3 días en Lhasa, antes de poner rumbo a las montañas. La primera impresión no es la que esperábamos. Existe una grandísima influencia china en el lugar. El país fue conquistado y sometido por el gobierno chino en los años 50 y fue abierto al turismo hace unos 20 años. Está claro que 50 años dan para mucho y los chinos no han perdido el tiempo. La sensación y dinámica del lugar no es de mi agrado. Los chinos lo controlan todo y tratan fatal a los tibetanos y a su cultura. Éstos no tienen derechos algunos. No tienen pasaporte, no pueden salir del país, cada vez que vamos a comprar algo, como nuestro guía es tibetano, aunque lleguemos antes que los chinos, siempre somos los últimos en ser atendidos. Está prohibido hondear la bandera tibetana. Es más, cuando le pregunto a Sunam cómo es la bandera, éste no se atreve a decírmelo por las represiones que pueda tener. Cuando llegamos al aeropuerto, las autoridades chinas me confiscaron la Lonely Planet porque había una foto del Dalai Lama en ella… Lamentable.


Pero ante esta situación de adversidad, represión y maltrato psicológico, los tibetanos te reciben llenos de alegría y emoción. No se ven turistas y siempre somos los únicos guiris (no chinos) en cada sitio al que vamos. En cada calle, en cada esquina, en cada tienda por la que pasamos nos reciben con una enorme sonrisa. Son gente bondadosa, muy tímidas y se alegran cuando nos ven pasar. A los tibetanos les brillan los ojos y se ven deseosos de vivir la vida y disfrutar de cada momento. Algunos te ofrecen té, o que entres en su casa. Son gente pobre, pero comparten lo poco que tienen. Dicen que el idioma puede crear barreras. Eso puede suceder en otra parte del planeta, pero no con los tibetanos. Ellos no hablan inglés, ni nosotros tibetano. Una noche, decidimos ir a cenar por nuestra cuenta, sin Sunam. La carta estaba en tibetano y en chino, y evidentemente no sabíamos cómo decirle al camarero que queríamos “chicken fried noodles”. Después de echarnos unas risas “haciendo el pollo” y demás, me metieron en la cocina a dirigir al cocinero: “ahora fríe el pollo”, “ahora echa los fideos en la sartén pichita”, “ahora vámonos con las especias”… tremendo. Qué gran noche y qué experiencia más buena.

Tras pasar los 3 primeros días en Lhasa era hora de dirigirnos a las montañas: los Himalayas Tibetanos. Al grupo se une “Stincky Breath”, con camisetilla y chaqueta de pana, que será nuestro conductor el resto del viaje. Lo de “Stincky Breath” es porque al nota le cantaba el aliento tela y cada vez que hablaba teníamos automáticamente que bajar las ventanillas. Que caaaabrón… Los Himalayas ya los habíamos visto en Nepal, en la zona de los Annapurnas, por lo que la novedad en este caso sería que llegaríamos al campo base del monte Everest. O eso creíamos nosotros…

Pasan los kilómetros y nos vamos acercando a la cordillera. El paisaje es completamente distinto al nepalí. Es increíble, pero las mismas montañas no parecen las mismas viéndolas de un lado o de otro. En Nepal, todo era verde, bosques, ríos, valles,… El desnivel era muy pronunciado: de 800m a 8000m. En cambio, el Tíbet es un paisaje desértico, no hay árboles y todo es marrón. El desnivel no es tan pronunciado ya que la mayoría del país se sitúa en un altiplano a 3500m de altura, por lo que da la sensación que las montañas no son tan altas. Aún así, las vistas son increíblemente preciosas. El paisaje es muy peculiar, ya que el terreno pasa de ser desértico a nevado en… 10 metros.

Nuestro viaje sigue. Según el itinerario planeado la intención es hacer un trekking de 3 días terminando en el campo base del Everest, a 5.200 metros. Ya hemos estado a más de 5.000mts anteriormente, pero la diferencia es que ahora acamparemos por la noche, y en el Tíbet es invierno. Nos acercamos al lugar donde empezaremos el trekking. Está totalmente enfangado y el coche se queda atascado. “Stincky breath” no tiene ni puta idea de qué hacer, y no hace más que enterrar aún más las ruedas. Con la ayuda de unos pastores conseguimos sacar el coche pero la situación se repite a 100 metros. Resulta que la tracción a las 4 ruedas no funciona y con este coche es imposible continuar. Además, hace un frío de pelotas y Sunam dice que él nunca ha estado aquí en invierno. Saltan las alarmas. La agencia china con la que contratamos el viaje no nos ha comunicado nada de esto y, tras llamar al servicio metereológico, se ve que la temperatura va a caer a -15 grados por la noche. Camping a -15 grados. No tenemos el equipo necesario para ello. Cambiamos de plan y dormimos en un pueblo cercano. Se ve que hay una carretera que llega a un monasterio y, desde él, son 2 horas a pie hasta el Everest. Como mera aclaración, el concepto “carretera” por estos lares se corresponde con el de “camino de cabras” en España. A “Stincky breath” se la pela y conduce a lo bestia. Al llegar al monasterio nos damos cuenta que ha roto la suspensión del coche.

Como es por la mañana, dice que va a llevar el coche a un pueblo cercano y estará de vuelta al día siguiente. Nosotros mientras, ponemos rumbo al Everest. Se ve que el campo base en el lado nepalí es una feria ya, y está lleno de turistas. En el lado del Tíbet no es tan popular por lo visto. Tras 2 horas, llegamos. Es un día totalmente soleado, cielo azul y visibilidad perfecta. Ante nosotros, la cima más alta del planeta nos desafía con su inmensidad. No hay absolutamente nadie más, todo para nosotros. No existen palabras ni fotos que puedan describir las sensaciones que tiene uno en ese momento. Me siento totalmente hipnotizado, no puedo creerlo. Me siento a recapacitar y a pensar dónde hemos llegado… Increíble.

Volvemos al monasterio, hace un frío de la hostia. “Stincky breath” está de vuelta por lo que podremos partir por la mañana. Estamos a 5.000mts y el “hijoputa” lleva la misma chaquetilla que llevaba en Lhasa con 25 grados. No lo entiendo. A nuestro periplo por el Tíbet le quedaba poco ya. Pasaríamos la última noche en un pueblo de montaña y cruzaríamos la frontera al día siguiente. Es una noche de euforia y celebración. Hemos estado en frente del puto Everest!

Empezamos fuerte la tarde, 3 cervezas de 650ml cada uno. Para cenar, botella de ron para los tres. Y, como se acabó, pedimos otra. Ira se quedó dormido en el restaurante y se fue al hotel. Según parece, Russell y yo nos fuimos a una discoteca hasta las mil y no paramos de bailar con las camareras tibetanas. Tengo varias imágenes en mi cabeza de Russell corriendo sin pantalones por la calle también. Lo siguiente que recuerdo es, a la mañana siguiente, Ira haciéndome limpiar un lavabo del hotel lleno de vómito que por lo visto era mío. Yo pensaba: estás seguro que es mío?. No recuerdo nada. Aunque bueno, hay otro al lado de mi cama y mi almohada también está llena. Vaya noche y vaya viaje por el Tíbet. No nos podíamos quejar. Habíamos tenido de todo, absolutamente de todo.


Anzoni.


Etapas 7 a 9,  total 12
anterior anterior  1  2  3  4  siguiente siguiente


Arigatou Gozaimasu: Japon!

Arigatou Gozaimasu: Japon!


Localización: Japon Japon Fecha creación: 17/12/2011 23:30 Puntos: 0 (0 Votos)
En esta ocasión tocaba una visita seria y de trabajo a un país del que me habían hablado mucho: Japón. Nunca antes lo había visitado y eso hacía mi viaje más atractivo. Estando sentado en el avión me moría de ganas por llegar. El vuelo son 11 horas desde Auckland a Tokio, y para el tipo de vuelos que normalmente me tengo que ¨comer¨, esto era una siestecita de nada. Japón siempre ha estado situado muy alto en el ránking de mis preferencias en cuanto a países por querer visitar. Pero debido a su localización y sobre todo a su alto coste, siempre lo dejaba para otra ocasión. Esta vez eso se acabaría y finalmente iba a poder experimentar por mi mismo la cultura japonesa.

El plan era sencillo. 2 semanas: en las que 4 días los pasaría en el Instituto Japonés del Deporte trabajando con los equipos de natación y triatlón, y otros 4 días en la Copa del Mundo de Tokio con varios nadadores neozelandeses. Entre medias, tendría 3-4 días libres para mí. Llego al aeropuerto de Tokio y veo que tengo varias llamadas perdidas en el móvil. Llamo al jefe a ver qué pasa. “Oye Antonio, que los 3 nadadores que iban a viajar a Japón están enfermos, por lo que se van a quedar aquí en Nueva Zelanda. Siento el contratiempo, pero no va a haber nadie del equipo en la Copa del Mundo”. Me paro y pienso: Esto supone que, una vez que termine en el Instituto del Deporte, tendré una semana en Japón sin nada que hacer. Cojo el teléfono y le digo al jefe: “Está bien, pero que no se vuelva a repetir. Que sea la última vez que me dejáis aquí solo en Japón con una semana entera para mí y con todo pagado, eh?”. En ese instante, sabía que mi viaje iba a cambiar radicalmente.

Los primeros días fueron geniales en el Instituto del Deporte. Satomi y Yukiya, mis anfitriones, saben cómo tratar a la gente que vienen de fuera. Encantadores. Y los deportistas aún más. Un verdadero placer trabajar con ellos. Estos 4 días se me pasaron volando y antes de lo esperado mi semana libre comenzaba.

Parecía que iba a ser fácil el viajar por Japón, a pesar de todas las advertencias que había recibido en cuanto al idioma y demás. La primera noche, me empezaría a dar cuenta de la realidad. Había ido a correr, por lo que quería cenar algo de hidratos de carbono para recuperar energías. Pienso: hoy vamos a por la opción fácil, un italiano. Entro por la puerta y me sientan de cara a la pared. Se ve que aquí en Japón no tienes derecho a una mesa si vienes solo. Le pido la carta. Evidentemente, no espero que venga en inglés pero esta no trae ni fotos ni algo que pueda leer, sólo símbolos. Se me viene a la cabeza: a ver, algo con nombre internacional que me puedan entender… ¡Pizza! Y la camarera me señala una página. Esta vez, te he ganado Japón. Con una pizza no me voy a equivocar. Elijo la más cara, como paga el curro… Al rato me la traen… no puede ser… ¡la de roquefort! La única que no me gusta. Con el hambre que traigo me la termino por comer. Está bien Japón… 1-0.

Los días siguen en la capital. Esta noche me dirijo al famoso barrio de Shinjuku. Por lo visto, la estación de metro es la más transitada del mundo, con unos 3.5 millones de pasajeros al día. Verás tú el follón. Llego y no es para menos, ¡que de gente! Y todo el mundo corriendo de un lado para otro. Imposible ni siquiera pararte a leer las indicaciones… la masa literalmente “te come”. Y ahí estoy yo intentando encontrar la salida que me deja más cerca de donde yo quiero ir. La mayoría de los carteles están en japonés, por lo que encontrar uno en inglés lleva su tiempo, y uno en inglés que indique para donde tú quieres ir, todavía más. Sigo dando vueltas y nada, no soy capaz de dar con la salida. De hecho, no he visto aún ninguna salida. Sigo andando… por fin encuentro los tornos para pasar el billete. Bueno, algo es algo. Ahora me encuentro en una mega estación con doscientas mil tiendas pero con el mismo problema: ¿Cómo encuentro la salida que quiero? Al rato, desisto. Me da igual la salida ya, quiero salir a la calle y punto. Pero sigo dando vueltas en vano. Estoy hasta los huevos ya, paro a un japonés jovencillo y le pregunto: “Perdona, ¿para irme a la puta calle?” Me acompaña un rato y ya me indica. Muy majetes los japoneses, ni idea de inglés pero te ayudan con todo. Yo creo que es la primera vez en mi vida que le doy las gracias a alguien por mandarme a la calle. Las cosas que le pasan a uno… Ni que decir tiene, que la situación en la calle no mejoró. Gente por todos lados y bicis. Cientos de bicis por todos sitios: por la acera, por el césped, por la carretera,… son las dueñas de la ciudad.

Otro de los aspectos que me llama mucho la atención en Japón es el tema váter. Por un lado tenemos el mega avanzado váter futurista típico de hoteles con el chorrito de agua que te limpia él solo, con la taza del váter térmica para que no tengas frío cuando te sientas y demás polladas. En cambio, como la necesidad te pille en plena calle o en una zona no muy industrializada, lo que te espera es un boquete en el suelo. Está claro que aquí en Japón no existe el término medio. Aunque bueno, lo mejor es que aquí en Japón el curro paga los cubatas. Porque, con los tickets en japonés, a ver cómo van a saber si lo que me he tomado son 2 cafés o 3 “jotabés”. Lástima que esté en plena puesta a punto para el Kepler Challenge, carrera que corro en 3 semanas y para la que he estado entrenando los últimos 11 meses. No es plan de echarlo todo a perder ahora.

Siguen pasando los días y hoy me dirijo al barrio de Shibuya, el barrio de la moda en Tokio. Los japoneses son muy “fashion” por así decirlo. Les gusta mucho el ir medio disfrazado por la calle y con cortes de pelo chungos. Este barrio está lleno de tiendas de moda y de metro-sexuales por la calle. O mejor dicho, medio-metro-sexuales porque son tela de bajitos, tronco. Me encanta eso de entrar en el vagón del metro y ser el más alto y que la gente se acojone cuando empujas. Lo que no me gusta tanto es cuando vas a mear y el orinal te llega a la altura de la rodilla, pero bueno. Todo no puede ser perfecto. Total, ahí estoy yo en medio del barrio de moda con unos vaqueros y una camiseta. Totalmente atrasado en el tiempo para lo que se lleva hoy en día en Japón. Pero para mi sorpresa, estando en el famoso cruce de Shibuya (ese que sale en tantas pelis) se me acerca un nota con gafas de pasta y perilla. Yo pienso: Éste es palomo cojo, fijo. Me comenta: “Hola mira, estamos buscando modelos para una promoción nueva una firma de ropa japonesa, y me gustaría saber si te interesa”. Yo, paralizado, me quedo callado sin saber que cojones decir. Ya tiene que estar la cosa chunga de modelos aquí para que me ofrezcan a mí un trabajo de esto. Lo miro y le digo: “Mira, no creo que podáis pagarme mi caché como modelo. Además, me voy de Tokio mañana”.

Después de varios días en la capital, me encuentro un poco cansado de las aglomeraciones, las prisas y demás por lo que decido visitar otras zonas del país. Como no tengo muchos días, toca elegir. Opto por Kyoto e Hiroshima. Al llegar a esta última, me noto un dolor enorme en el tendón de Aquiles. Como no quiero forzar el tobillo, decido alquilar una bici para recoger la ciudad. La piva del hotel me dice, espera que te explico las normas que seguimos aquí en Japón para conducir las bicis. La miro a los ojos y le digo: “No te preocupes, esas normas ya me las sé yo. Aquí básicamente se conduce por donde te salga de los cojones”. Me mira y sonríe. Típico japonés. Son correctos y amables digas lo que digas. Me gusta Japón.

Anzoni

Etapas 7 a 9,  total 12
anterior anterior  1  2  3  4  siguiente siguiente


Wicked en Western Australia

Wicked en Western Australia


Localización: Australia Australia Fecha creación: 17/12/2011 23:32 Puntos: 0 (0 Votos)
Agosto de 2011. Tras un verano inolvidable en Nueva Zelanda llegaba el gran viaje de año. Mi amigo Jaime, mundialmente conocido como “el Agricul”, sería mi compañero de aventuras durante las próximas 3 semanas. Llevaba mucho tiempo queriendo hacer un viaje juntos. Un par de años atrás el había venido a Nueva Zelanda a visitarme y a viajar por el país, pero debido a motivos laborales, me había sido imposible unirme a él para recorrer la isla. Está vez, la suerte cambiaría. El destino elegido era la costa oeste de Australia y el plan muy sencillo: 3 semanas en caravana, empezando en Perth y terminando en Darwin. Más de 4000kms en los que nos esperarían todo tipo de aventuras...

Aterrizamos en Perth y la primera en la frente. Hacía 2 meses que habíamos reservado y pagado una caravana 4x4 con la compañía Wicked. Llegamos y nos dicen: “El que la tenía alquilada, ha extendido el alquiler otra semana más, y la furgo no está aquí. Os ofrecemos que os pilléis este coche con una tienda de campaña”. Contengo al Agricul para que no le parta la cara a la piva: “Estás de broma, ¿no?” Después de mucho discutir, llegamos al acuerdo de pillar otra furgo que no es 4x4 y cuando lleguemos a Broome cambiarla por otra que sí lo es. Nos ahorramos un poco de pasta y, de todas formas, sólo necesitamos la tracción a las 4 ruedas para atravesar el Kimberley. En teoría hay que pagar 500 dolares extra para atravesarlo, pero les decimos que no vamos a ir. Cualquiera que mire un mapa, sabe que para llegar a Darwin hay que pasar por el Kimberley o darte una vuelta de la hostia. Más aún, ¿para qué vas a querer una 4x4 si no vas a pasar por ahí? Es un poco canteo. Rollo capítulo de los Simpson: “Homer, no te comas la tarta”, “Tarta, yo voy a andar con la boca abierta, no te cruces en mi camino, eh?”. Al final cuela y el negocio no nos ha salido tan mal al final.

Los primeros días los dedicamos a recorrer el sur de Perth. A las furgonetas Wicked el nombre les viene al pelo: están destrozadas. Pero lo bueno es que no tienes que tener mucho cuidado con ellas. La nuestra es de las de gama baja. Pierde tela de aceite… la cabrona bebe más que nosotros. Lo mejor es el mecanismo para subir la ventanilla. A medida que le das a la manivela el cristal se desvía por fuera y nunca cuadra con el marco de la puerta, por lo que no la puedes cerrar. Menos mal que la cinta americana nos soluciona todos los problemas. Luego, cada noche al irte a dormir tienes escrito en el techo: “Good night. I had sex in your bed”… Y tú piensas…. “Gracias por compartirlo, hijo de puta”.

 El Agricul siempre se preocupa mucho de dejar todo ordenado en la parte de atrás, donde tenemos la cocina. Yo siempre le digo lo mismo: “Tú tranquilo que en cuanto cojamos un par de curvas, las cosas se colocan en su sitio ellas solitas”. Otras veces, en cambio, tengo que reconocer que es mejor tener las cosas ordenadas. Como un día en el que tras 20 minutos conduciendo por Perth nos dimos cuenta que llevábamos la puerta de atrás totalmente levantada. Seguro que la imagen de mis gallumbos colgados en la parte de atrás no fue del agrado de muchos.

Pasaban los días y llegábamos a Exmouth, un pueblo situado a las orillas de la barrera de coral de Ningaloo, uno de los highlights del viaje. Son muchos los que consideran a este coral mejor incluso que el de la famosa Gran Barrera debido al reducido número de personas que lo visitan por su remota localización. Y no es para menos, no hay ni Pirri en las carreteras, tronco. El Agricul buceó la última vez hace varios años, por lo que tiene que pasar un examen previo. Vaya pesadilla. 2 horas de traducciones nos llevó el terminarlo. Eso sí, mereció la pena. 2 inmersiones que probablemente son de las mejores que he hecho en mi vida. Vimos de todo: tiburones, tortugas, serpientes de agua, pez escorpión, rayas… Hasta ballenas en el viaje de vuelta. Simplemente espectacular.

El siguiente destino es el Parque Nacional de Karajini, donde haremos un poco de escalada y cañones. Estamos un poco preocupados porque la furgo nos está empezando a dar más problemas de los esperados y las carreteras estás totalmente desiertas. Nos cruzamos con un coche cada hora… Llegamos al pueblo que da entrada al Parque, no hay nadie en las calles y hace un calor tremendo. Nos abastecemos de comida en el supermercado y al ir a pagar la cajera me dice: “¿Vives en Nueva Zelanda?” señalando mi camiseta. “Yo soy de Auckland, pero me vine aquí porque Nueva Zelanda es demasiado tranquilo, muy aburrido”. Miro al Agricul y le digo: “Si, aquí es que hay un ambiente de la hostia, eh?, la vida tiene que ser super entretenida aquí”. Los días siguientes los pasamos entre gargantas y ríos. Un sitio precioso y digno de visitar, uno de mis preferidos en este viaje. La escalada no es que sea uno de mis fuertes, por lo que el Agricul me dio varias lecciones. La mejor, una de las últimas: Agricul: “Como me gusta la montaña, me siento como pez en el agua”… 2 segundos después… ¡hostión! Lección aprendida: nunca te confíes.

 Llegábamos a Broome deseosos de tomarnos un par de cervezas con un poco de ambiente, pero el panorama no mejoraba. Y es que el tema de pivas en Western Australia es muy triste. Las únicas hembras que hemos visto en las últimas 2 semanas han sido las vacas que nos hemos cruzado en la carretera. Las cuales, por cierto, son unas suicidas. Se esperan al borde a esperar a que te acerques y cuando estás a 100 metros… se cruzan las muy cabronas! La de frenazos que hemos tenido que dar… Ese día nos dirigimos a la oficina de Wicked para cambiar la furgo. Siendo fieles a las normas de la compañía (tocarle los huevos al cliente) nos dicen que la furgo no estará lista hasta mañana, por lo que tenemos que pasar otra noche en la ciudad. Ese día lo aprovechamos para relajarnos en la playa. Llegamos y hay un cartel que dice: “Prohibido el baño”. No me jodas, si estuvimos aquí ayer. La situación en estos casos es curiosa. Basta que pongan un letrero con lo que está prohibido hacer, para que la peña vaya y lo haga. Como… “no pisar el césped” o “prohibido jugar a la pelota”. Por lo que decimos… bah! Si nos dicen algo, nos hacemos el turista despistao y ya está. Bajamos a la playa y hay otro cartel: “Se ha visto recientemente un cocodrilo en la zona”. Ehmm… “las normas estás para cumplirlas, Agricul”.

Entrábamos en la última semana del viaje y nos acercábamos al plato fuerte: El Kimberley. Dicho área se sitúa en el noroeste de Australia y engloba varios parques nacionales. Es famoso por su riqueza en fauna y flora. Debido a su remota localización, todos los vehículos que entran deben ser autosuficientes. Nosotros dedicaremos 7 días a recorrer los 650km de carretera sin asfalto que cruzan la zona. Los primeros días son increíbles. El Kimberley supera mis expectativas en todos los sentidos. Visitamos las primeras gargantas, alguna cueva, vemos los primeros cocodrilos, algunas serpientes al correr por la mañana temprano… Me encanta. Pasamos las noches entorno a hogueras o buscando constelaciones en un cielo plagado de estrellas. Además, no hay mucha gente, por lo que la sensación es muy buena. Toda nuestra “suerte” se esperaría al último día para salir a la luz. Hay una garganta que visitar en la que hay un letrero que dice: “solo 4x4”. Esos somos nosotros. Vamos para dentro con la Wicked. La cosa se empieza a poner chunga, cada vez más, hasta que nos quedamos atascados. Intentamos desenterrar las ruedas durante una hora sin éxito. Pero el problema es que las ruedas delanteras no giran! Se suponía que habíamos alquilado una furgo 4x4, pero parece que esto no es lo que nos han dado. Llega un viejo en su coche y dice que la furgo es “All Wheel drive” y no “4 wheel drive”. A ver, yo no soy mecánico, pero se contar, tronco. La furgo tiene 4 ruedas, por lo que All y 4 es lo mismo. Intenta explicármelo, pero no me queda nada claro. Es igual, dice que nos remolca para sacarnos. Cuando lo va a hacer, llega el ranger. Se acerca al coche y nos echa una peta por haber metido el coche aquí. Como si eso lo pudiéramos cambiar ahora… Después de darnos una clase sobre vehículos y carreteras, accede a remolcarnos. Nos damos la vuelta y vamos a otra garganta donde no hace falta tracción a las 4 ruedas. Se ve que Murphy también se dio la vuelta con nosotros. Al llegar, nos damos cuenta que la cerradura de la puerta de atrás no cierra (está atascada), por lo que no podemos dejar la furgo ahí con todo abierto. Por si aún no fuera poco, también hemos pinchado, por lo que habrá que cambiar la rueda. Con esta situación, decidimos amarrar la puerta con una cuerda al interior e irnos a ver la garganta y relajarnos por un par de horas. Ya nos las arreglaremos a la vuelta. Dicho y hecho. Al volver, al Agricul arregla la cerradura (que costó lo suyo) y yo cambio la rueda. Vuelta a la normalidad… o eso creíamos.

Sólo nos quedaba visitar un parque nacional: los Bungles Bungles. Para llegar a ellos hay que conducir 50km por una carretera chunga y cruzar 3 ríos. Como llevamos la Wicked al límite preferimos no forzar. Aparcamos y hacemos autoestop. Nos para una familia australiana con dos niñas y un niño. Al llegar nos ofrecen pasar el día con ellos, ya que necesitas conducir dentro del parque también, y no hay manera de hacerlo a pie. Veo que el Agricul sale del coche con prisas. Le digo: “que, hoy no podías rajarte como en la wicked, eh mamon?”, y me dice: “ya ves… tenia uno, que te juro que si me lo tiro, al niño gordito lo peino, eh?”. Que cabrón… Pasamos un día agradable con la familia y al atardecer, nos encontrábamos de vuelta en la furgo. El viaje estaba llegando a su fin. Nos quedaban 3 días para conducir los últimos 1000km hasta Darwin.

Esa noche planeamos conducir bastante. Nada más lejos de la realidad. A la hora de salir, se empiezan a encender varias luces en el salpicadero, algo totalmente normal cuando lo que conduces es una Wicked. Cada vez que coges una cuesta entras en reserva, se enciende la luz del aceite, y demás. Esta vez, hay otra luz más, que no sabemos lo que es. No le damos importancia. Al rato huele a quemado tela, y un humo blanco sale del capó. Paramos. Es más que evidente que la luz que no conocíamos era la del agua. Es imposible abrir el capó, está ardiendo. Saco el teléfono para llamar a Wicked, no hay cobertura. Ando en una dirección durante media hora para ver si encuentro algo, nada. Es de noche, por lo que decidimos empujar la furgo a una parada de descanso que hay a 100m y pasar la noche ahí. Nos levantamos temprano, a las 5 de la mañana ya es de día. Cuando estamos desayunando un coche para a nuestro lado. Sale un alemán con rastas: Maddo. Le comento lo que pasa y me dice: “venga, súbete al coche y vamos a buscar cobertura para el móvil”. Agricul se queda con la furgo. El principal problema es que perdemos agua. Cuando recogimos la furgo nos comentaron que ante cualquier cosa que le pase a la furgo, antes de hacer nada les llamemos. Si no, ellos no se hacen responsables. Tras conducir más de 1 hora, encontramos cobertura. Llamo a Wicked y me dicen: “Échale agua normal y conduce hasta el pueblo más cercano”. Joder, ya lo podríais haberlo escrito en el librito que nos habéis dado, y no tendríamos que haber montado la que hemos liado. Volvemos al coche. Vamos a echarle agua y Maddo se da cuenta del verdadero problema: la correa del ventilador está rota. Lo miro y le digo: “Ah claro, la correa del ventilador”, como si supiese de lo que estoy hablando. Luego todo cobra sentido. La correa está rota, el ventilador no funciona, el coche se calienta y usa todo el agua. A llamar a Wicked otra vez, con su hora de camino correspondiente para encontrar cobertura, claro. Me dan el número de grúa. Los llamo. La central es en Queensland, me pasan a Western Australia. Tardo 20 minutos en explicarle donde estamos, cuando todo parece que está hecho… pierdo la cobertura. Llamo otra vez y repito todo el proceso. Cuando han tomado todos mis datos por segunda vez, se me acaba la batería del móvil. No puede ser… Maddo me deja su móvil. Es un número gratuito. Los llamo. En un minuto la conexión se corta… va a ser que el número no es gratuito. Intentamos recargar el móvil de Maddo con mi tarjeta de crédito… Como es de Nueva Zelanda no la aceptan. Se ofrece a usar la suya, recargado. Llamo a la grúa otra vez, repito por enésima vez el proceso y, finalmente, la grúa está en camino.

Parecía que empezábamos a ver la luz al final del túnel. Si la vida algo me ha enseñado en mis viajes es, que por muy mala que parezca una situación, al final las cosas por una razón o por otra terminan arreglándose. En cada rincón de este planeta existen personas bondadosas y de gran corazón. Es una sensación indescriptible encontrar a gente como Maddo dispuestas a ayudar a otros sin pedir nada a cambio. Gracias amigo. Espero poder devolverte el gran favor que nos hiciste en este viaje algún día.

La Wicked fue remolcada hasta un pueblo llamado Kununurra. Como no pudieron arreglarla en un par de días, tuvimos que coger el autobús para llegar a tiempo a Darwin. Después de 3 inolvidables semanas, nos encontrábamos en Darwin celebrándolo en un pub de la calle principal. La camarera pregunta: “¿Qué te pongo?”. Yo pienso: “Me pones nervioso”. Y es que el tema de pivas sigue estando escaso por estos lares. Tuvimos una noche larga. Fuimos de empalmada al aeropuerto. Una fiesta justificada. El viaje había sido increíble. Fue una gran experiencia acompañado de un buen amigo. Gracias Agricul.

Anzoni

Etapas 7 a 9,  total 12
anterior anterior  1  2  3  4  siguiente siguiente


📊 Estadísticas de Diario ⭐ 5 (6 Votos)
  Puntos Votos Media Visitas
Actual 0 0 Media 31
Anterior 0 0 Media 62
Total 30 6 Media 19833

05 Puntos
04 Puntos
03 Puntos
02 Puntos
01 Puntos
Para votar necesitas conectarte como usuario registrado.
Te puedes registrar gratis haciendo click aquí

comment_icon  Últimos comentarios al diario Descubriendo el mundo
Total comentarios: 2  Visualizar todos los comentarios
Imagen: Universo18  universo18  19/12/2011 01:22   📚 Diarios de universo18
rigel cuantos buenos destinos, te dejo mis puntazos.
Por cierto solo se permite un enlace a tu blog al final de la ultima etapa del diario, lo que si puedes es publicitarlo abriendo un hilo en el foro en la zona de web de viajes. Saludos
Imagen: Wilderness  Wilderness  16/01/2012 19:05   📚 Diarios de Wilderness
Muy bueno, tanto este como el de la West Coast, aunque espero no repetir tus aventuras con los coches! Wicked la dejaremos para otra ocasión...
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO


👉 Registrate AQUÍ

Diarios relacionados
Desde Barcelona hasta Hong Kong...por tierraDesde Barcelona hasta Hong Kong...por tierra Viaje desde la ciudad de Barcelona hasta Hong Kong, por tierra en su mayor parte... ⭐ Puntos 4.70 (10 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 341
Camposantos, necrópolis, tumbas...Camposantos, necrópolis, tumbas... Para intentar conocer la vida de cualquier lugar no hay mejor cosa que conocer su cementerio... ⭐ Puntos 5.00 (7 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 332
Mis viajes por Europa y AfricaMis viajes por Europa y Africa En este blog aparecen algunos viajes que mi marido y yo hemos hecho, todos ellos irrepetibles y mágicos. Son estos: AMSTERDAM, VENECIA, FLORENCIA, TURQUIA... ⭐ Puntos 4.38 (69 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 316
Mon Tour D'Algérie: Argelia, Túnez y Francia a pedales. (CONSTRUCCIÓN)Mon Tour D'Algérie: Argelia, Túnez y Francia a pedales. (CONSTRUCCIÓN) 2300 kilometros en bicicleta cruzando Argelia de... ⭐ Puntos 4.93 (15 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 273
LIBRO DE VIAJESLIBRO DE VIAJES Siempre he creido que para entender el mundo que nos rodea es mucho mejor hacerlo en primera persona, la verdadera universidad es viajar. ⭐ Puntos 4.47 (17 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 240
forum_icon Foros de Viajes
Questionmark Tema: Sugerencias de destinos ¿Dónde puedo ir?
Foro de Viajes General Foro de Viajes General: Información General para Viajar: Pasaportes, visados, vacunas, información legal y sanitaria, seguros de viaje, consejos generales de viaje.
Ir a tema del foro Ir a tema del foro
Últimos 5 Mensajes de 3334
1700114 Lecturas
AutorMensaje
martituks
Imagen: Martituks
Dr. Livingstone
Dr. Livingstone
14-07-2015
Mensajes: 6689

Fecha: Mar May 20, 2025 09:44 pm    Título: Re: Sugerencias de destinos ¿Dónde puedo ir?

Yo soy muy repetitiva con este destino pero Madeira nos encantó Mr. Green Fuimos cuando nuestro hijo tenía 2 años y ahora que tiene casi 5 lo podríamos aprovechar más porque podría hacer alguna levada. Hace calor pero no es asfixiante; de día manga corta y bien para bañarse y algunas noches con sudadera.
xansolo
Imagen: Xansolo
Willy Fog
Willy Fog
25-09-2014
Mensajes: 10749

Fecha: Mar May 20, 2025 09:58 pm    Título: Re: Sugerencias de destinos ¿Dónde puedo ir?

Con un niño de 5 años y quizás prefiriendo por ello transporte público, el norte de Italia sí puede ser buena idea, bien lo que dices, o bien Florencia y desde ahí hacer unas cuantas excursiones (Siena, Pisa, Lucca, San Gimignano)...

Con 10 días también podría ser buena idea Bélgica (Bruselas, Brujas, Gante, Amberes, Lovaina, Malinas...)

Dejaría para más adelante tema de naturaleza o de conducir... Una idea a futuro podría ser Escocia o Irlanda, que en verano se está fresquito...
TheKiller
Imagen: TheKiller
Experto
Experto
28-04-2017
Mensajes: 213

Fecha: Mie May 21, 2025 07:59 am    Título: Re: Sugerencias de destinos ¿Dónde puedo ir?

ALROJO Escribió:
TheKiller Escribió:
Hola

Tema resuelto.Vamos a Munich, gracias a todos!

@TheKiller pues ahora a preparar el viaje (nos vemos por los hilos de Baviera) y a disfrutar el destino!! Aplauso Aplauso

De hecho ya he hecho una consulta en el tema de Transporte Público y ya voy montando el viaje . Gracias!
michi_ast
Imagen: Michi_ast
Indiana Jones
Indiana Jones
20-09-2016
Mensajes: 1279

Fecha: Jue May 22, 2025 10:18 am    Título: Re: Sugerencias de destinos ¿Dónde puedo ir?

TheKiller Escribió:
Hola

Tema resuelto.Vamos a Munich, gracias a todos!

Yo he estado hace poco, en enero, y la verdad que nos gustó mucho, además seguro que teneis mejor tiempo Ojos que se mueven Ojos que se mueven y podeis ir un día a Salzburgo en tren que se tarda 1 hora solo
Salodari
Imagen: Salodari
Moderador de Diarios
Moderador de Diarios
03-04-2009
Mensajes: 22023

Fecha: Mie Jun 11, 2025 11:51 am    Título: Re: Sugerencias de destinos ¿Dónde puedo ir?

Últimos mensajes movidos a Viajes de Novios, Bodas o Luna de Miel
Respuesta Rápida en el Foro

¡Regístrate Aquí para escribir en el Foro!


Mostrar/Ocultar Galería de Fotos
Europa
Presentación Extremadura, Algarve y Centro de Portugal
Oficinas-...
Cruceros
MSC Seaview
Igoruiz
Global
Bakery
Zacarias77
Global
Vistas cielo
Zacarias77
All the content and photo-galleries in this Portal are property of LosViajeros.com or our Users. Aviso Legal - Privacidad - Publicidad
Nosotros en Redes Sociales: Pag. de Facebook Twitter instagram Canal de Youtube