Jamakukoviajero Diario de viajes: Cruceroy estancia en Dubai ✏️ Blogs de Emiratos A. U.

Día seis de Enero por la mañana. Después de desayunar hicimos nuestra maleta, pues esa noche desembarcábamos, finalizando así esta primera parte del viaje que nos había llevado a lo largo de la costa de los Emiratos.



De nuevo en el Port Rashid, un taxi nos llevó esta vez hasta las Emirates Towers. Nos dejó en la puerta de estos impresionantes edificios. Al ser Viernes por la mañana, las tiendas de la galería interior estaban cerradas, aquí el Viernes es similar a nuestro Domingo y todo suele estar cerrado hasta la tarde, pero a partir de las dos, prácticamente todo comienza de nuevo a funcionar.


Vista de los edificios de la zona financiera de Dubai desde las cercanías de las Emirates Towers


No había absolutamente nadie, estuvimos bajo estos impresionantes edificios haciendo unas estupendas fotografías y, desde allí nos fuimos caminando hasta la avenida principal que recorre toda la ciudad de Dubai, la Sheikh Zayed Rd. Se trata de una gran avenida con varios carriles para cada dirección, y en la acera interior, paralela a ella, el metro de Dubai. Desde aquí, si miras a la derecha puedes ver el Word Trade Center y, si caminas hacia la izquierda, te vas dirigiendo hacia la zona del Burj Khalifa. Eso hicimos, caminando por debajo de los rascacielos durante una media hora, pasando junto a las paradas de Emirates Towers Metro Station y Fiancial Center Metro Station. Llegamos así, caminando hasta el Hotel Dusit Thani, desde el cual se veía ya muy próximo el Khalifa, pero era imposible acercarse andando, por lo que un taxi nos llevó desde la puerta de este hotel, a la puerta del Dubai Mall que está unido al Burj Khalifa.


Financial District Metro Station

El Dubai Mall es el centro comercial más grande del mundo y, también el más bonito. Nada más entrar, lo primero que ves es el acuario, donde hay todo tipo de fauna marina, contando incluso con un ejemplar de tiburón tigre y mantas de gran tamaño. Se puede bucear dentro de este grandioso acuario.

The Low Ground, está dedicada a cafeterías, chocolaterías, puestos donde puedes probar batidos increíbles de todo tipo de frutas, helados con yogures de miles de sabores, y también es la zona de entrada para subir al Burj Khalifa, At the Top of Burj Khalifa, al que subimos al día siguiente.

Las otras tres plantas, the Ground, la primera y segunda, estaban llenas de tiendas, generalmente por zonas, había zonas de deporte, la milla de oro del centro comercial con todas las marcas más exclusivas, zona de tiendas de zapatos.....
El centro comercial tenía forma de estrella de mar, todos los caminos te acababan llevando hasta un punto central donde había un par de cafeterías donde poder descansar del pateo.

Los brazos de la estrella acababan en puntos principales, como -The Waterfall- una cascada de agua que recorría todas las plantas y le daba un sonido muy relajante a la zona. Otro brazo daba a la Dubai Fountain, donde podías ver el espectáculo de agua y luces muy similar a de la fuente del Belaggio en Las Vegas, en el que, también cada media hora, se agolpaba todo el mundo para poder contemplarlo.


La zona de la Fountain estaba rodeada de un paseo lleno de terrazas donde poder comer cualquier tipo de comida, tomar un café y que, en uno de sus extremos acababa en el Burj Khalifa. Cuando salimos a la plaza, la primera visión de este inmenso edificio no impactó de manera fulminante, no puedes un segundo dejar de mirar el edificio, su forma de aguja que se eleva hasta el infinito y sorprende como deslumbra el sol al reflejarse sobre su superficie de cristal. Decidimos comer en el Carluccio´s, una terraza italiana junto al colosal edificio. De hecho, comimos también que, al día siguiente, repetimos.

Ya anocheciendo, un taxi nos llevó de nuevo al barco a recoger las maletas y desde allí, en taxi de nuevo nos marchamos a nuestro hotel, situado en la zona de Al Barsha, junto al Mall Emirates, el centro comercial que, hasta la aparición del Dubai Mall, ostentaba el título de "mayor centro comercial del mundo", era también impresionante y nos servía de campo base para iniciar y acabar nuestras visitas por Dubai, desayunando o bien cenando allí, ya que era paso obligado desde el hotel a la parada de metro, situada en el propio centro comercial.


Nuestro hotel era el Al Barsha Star Metro, un aparta-hotel económico que vimos por el booking y que estaba muy bien valorado por la gente en cuanto a comodidad, tranquilidad y situación. La verdad es que cumplió a la perfección con nuestras expectativas, la habitación era muy amplia y limpia y, lo más importante para mí después de los duros días de pateo por la ciudad, la cama era amplia y el colchón muy confortable. El personal de la recepción muy atento y nos ofreció la posibilidad de contratar distintas actividades a buenos precios. Un hotel muy recomendable.

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Esa mañana madrugamos bastante, pues el día se prometía algo ajetreado, había muchos sitios donde ir y muchas cosas que ver. Desde allí un taxi nos llevó hasta la palmera. No nos entendimos demasiado bien con el taxista, que nos dejó finamente en la parte de atrás del Hotel Atlantis, ya al final de la palmera, así que decidimos empezar nuestra visita por allí.

Sabíamos que no era fácil entrar en el hotel desde allí, de hecho, nada más empezar a andar hacia la entrada principal, una persona del hotel nos paró y preguntó que dónde íbamos. Le respondimos que a almorzar al restaurante del hotel, y nos dejó pasar hacia el interior.



La entrada principal estaba adornada con fuentes y arbustos de rojas flores y, a la derecha había un pequeño aparcamiento donde había cuatro rolls Royce, a cuál más impresionante.
El pasillo central nos llevó hasta la recepción del hotel, en medio había una especie de fuente impresionante entre cuatro columnas inmensas de mármol blanco.


Al fondo se encontraba la salida a las piscinas, pero había que estar acreditado como cliente del hotel para poder pasar por allí, así que desistimos.
Giramos la vista a la izquierda y vimos un pasillo que terminaba al fondo en el acuario del hotel, motivo principal de nuestra visita, nos dirigimos hacia allí y no tuvimos problema alguno en llegar hasta allí. Estuvimos un largo rato contemplando la gran diversidad de peces tropicales, tiburones y mantas de diferentes colores y motivos que se podían ver.


Después de esto seguimos por uno de los pasillos que nos llevaba hasta el monorail, una lanzadera de varios vagones que entraba hasta el Atlantis desde una parada al comienzo de la palmera. Desde aquí tienes una visión general de los brazos de la palmera, con los lujosos chalets que hay en cada uno de sus brazos. Desde esta parada, sólo hay una manera de salir y es en taxi, así que, de nuevo nos movimos así para ir al Dubai Marina a comer en las terrazas.

El taxi nos dejó en el comienzo de -The Walk-, una zona de paseo donde hay mercadillos hyppies donde realizar alguna comprita de regalos, o terrazas de lo más moderno para tomar una copa. Camiando a lo largo del paseo llegas en unos minutos al Hotel Hilton donde, pegado a él hay una playa pública muy bonita, con servicio de hamacas y sombrillas y con una arena finísima y un agua azul turquesa que invita a pasar una agradable jornada allí.
Junto a la playa, se puede ver un pequeño aeródromo dónde se poder pagar por un salto en paracaídas en tamdem, sobrevolando las proximidades de la palmera.

Seguimos paseando durante buena parte de la mañana por el Dubai Marina, para terminar comiendo en -El Dome- unos fantásticos fish n´chips, y en el -Juice Point- nos hicieron un batido de frutas que resultó salvador.



Por la tarde teníamos contratado desde el hotel la excursión por el desierto en 4x4, pero un percance en el vehículo esa mañana, dio al traste con la experiencia; Queda pendiente para una próxima visita.
Cambiamos los planes y nos fuimos al casco antiguo, para ver el zoco del oro, de las especias y de las telas.
Primero la línea roja, y después enlace con la línea verde, para bajar en la parada Al Ras.

Desde allí, hacia la izquierda, llegas en breve caminando a la entrada del zoco del oro. La verdad es que esta zona nos decepcionó un poco, pero es normal, esperábamos una zona similar a otros sitios donde hemos estado y no había tanto turismo, pero aquí, debido a la gran cantidad de visitantes que hay, ha perdido todo su encanto, y los vendedores se te echan encima para intentar venderte sus productos. No encontré ese encanto del regateo limpio y el trato amable, al contrario, fue todo como un simple intercambio comercial que si te interesa lo tomas y si no lo dejas.
Salimos pronto de allí y nos fuimos hacia el Creek, el puerto de la zona antigua. En una barca cruzamos hasta la otra orilla para ver el distrito de bastakiya donde aún podemos encontrar casas con el estilo tradicional, galerías de arte y cafés , y la fortaleza de Al-Fahidi, ahora convertida en el museo de Dubai.




A la mañana siguiente nos levantamos con la sensación rara del último día de viaje, triste porque está a punto de terminar, contento también de volver a casa y descansar, y con la premura de aprovechar el poco tiempo disponible, como si hubiera mil cosas que ver todavía y muy poco tiempo para ello. No obstante, sabíamos que iba a ser un día largo, que apenas íbamos a dormir y que sería un viaje de vuelta agotador, así que decidimos ir con calma.
Todo había salido bien durante el viaje y tocaba disfrutar un poco del primaveral tiempo que hacía. Un taxi nos llevó de nuevo al Madinat a desayunar en el Stabucks de la plaza central, y no había nadie, solamente se oía el sonido de los pájaros, así que desayunamos con esta paz y con las vistas del Burj al Arab de fondo.




Desde allí nos movímos hasta la -Jumeirah Public Beach-, merece la pena pagar 5 dirhams por estar allí un buen rato disfrutando de esta magnífica playa.
Para comer, de nuevo al Dubai Marina, a la terraza de -El Carluccio´s- en la Dubai Fountain y con vistas al Burj Khalifa


Terminada la comida, bajamos al Low Ground, la planta más baja del centro comercial, pues desde allí se inicia la visita a lo alto del Burj Khalifa. Hay una zona de recepción y carteles indicadores por toda la planta de -At the Top of Burj Khalifa-. Nuestra visita estaba reservada desde internet para esa tarde a las cuatro y media. es importante reservar por internet debido a dos motivos; Por un lado, las visitas están masificadas y hay que hacer la reserva con bastante antelación y, por otro, el precio, por internet es de veinte euros por persona, y en la entrada es de ochenta euros.
Desde arriba las vistas son espectaculares y, ver atardecer desde allí, con toda la ciudad de Dubai iluminada del color anaranjado del sol al atardecer, muy especial.

Bajamos ya de noche y volvimos a la zona de nuestro hotel para descansar un rato pues la vuelta iba a ser larga.
Sobre las tres de la mañana, el servicio de taxi de nuestro -Al Barsha Star Metro hotel- nos llevó en muy poco tiempo al aeropuerto, dando por terminada nuestra visita a Los Emiratos Árabes.

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El día cinco de Enero a mediodía, atracamos en Port Rashid, el puerto de Dubai. El barco ya no se movería de allí. Teníamos toda esa tarde y el día seis para estar en Dubai dentro de lo que todavía era crucero de Costa. La idea era dejar el barco el seis por la noche y, con que un taxi nos llevará hasta el hotel que teníamos reservado por internet unos días más.

PC317749 copia por Jamakuko Juliano, en Flickr
Port Rashid en Dubai

El día cinco, después de comer relajadamente en el barco, preparamos nuestra mochila de ataque para pasar la tarde en Dubai.La zona elegida fue el Madinat Jumeirah, pensamos en acercarnos a aquella zona y pasar la tarde por allí, para luego acercarnos a la playa pública que hay junto al hotel Jumeirah, y hacer unas fotos desde allí al Burj al Arab con el sol detrás atardeciendo.

Desde el puerto, un taxi nos llevó hasta la entrada del Madinat, justo allí hay un pequeño puente donde sacamos unas fotos muy bonitas del Burj.

P1058830 copia por Jamakuko Juliano, en Flickr
El Burj al Arab desde el Madinat Jumeirah

Cuando entras por la puerta principal, lo primero que encuentras es una zona ambientada al estilo de un zoco, con pequeños puestos donde venden todo tipo de enseres típicos de la zona y souvenirs para los turistas. Entre puesto y puesto, puedes encontrar cafeterías, restaurantes, joyerías y hasta un rocódromo. Uno de los restaurantes se llama Alhambra, un local de tapas típico español, pero no llegamos a pasar dentro.
En el exterior hay una plaza con una pequeña laguna dentro al estilo de Venecia, rodeada de palmeras y por las torres del Madinat, una zona muy bonita de visitar.


P1089287 copia por Jamakuko Juliano, en Flickr

Zoco del Madinat

Desde allí nos fuimos caminando hacia la derecha hasta la entrada del Burj al Arab, no te dejaban pasar si no llevabas reserva para almorzar o cenar en el restaurante que hay dentro, pero la vista desde la entrada era buena del hotel. Estuvimos viendo incluso un helicóptero como despegaba de la plataforma circular que hay en la parte superior.

Si continúas andando en la misma dirección pasas, en primer lugar, junto al Wild Wadi, un parque acuático con muy buena pinta para pasar un día al estilo "acualandia". Más adelante se encuentra el impresionante Hotel Jumeirah, con su estructura en forma de ola y fantásticamente decorado para Navidad. Continuamos andando, pasamos por una pequeña mezquita y llegamos a la playa pública de Jumeirah. Se trata de una playita de arena finísima y blanca como la harina, con un agua quieta y transparente que comienza a los pies del Burj y acaba en una especie de faro. Este era el lugar que buscábamos para nuestras fotos del Burj.

P1058915 copia por Jamakuko Juliano, en Flickr

Burj al Arab desde la Jumeirah public beach
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Hotel Jumeirah (derecha), y Burj al Arab

Una vez nos quedamos satisfechos de las instantáneas realizadas, volvimos andando hasta el Madinat y , como ya era casi de noche, pudimos observar el majestuoso Burj al Arab iluminado.

De nuevo un taxi nos llevaría hasta el Dubai Marina, habíamos leído en los foros, que es todo un espectáculo verlo de noche. El taxi nos dejó sólo a unos pasos de la parada del metro, que utilizamos para volver esa noche hasta las inmediaciones del puerto.
El Dubai Marina es un paseo de varios kilómetros a lo largo de un canal que discurre encañonándolo entre rascacielos a cuyos lados, podemos encontrar terrazas donde cenar todo tipo de comidas, tomar una copa oyendo música en directo, degustar un delicioso zumo de frutas naturales o, simplemente pasear disfrutando de las impresionantes vistas y de unas agradable noche de Enero en Dubai.

P1058972 copia por Jamakuko Juliano, en Flickr
Dubai Marina de noche



Es ésta la zona outdoor por excelencia de la ciudad y, recorriendo todo el paseo, te encuentras gente en ambas direcciones corriendo, patinando o montando en bicicleta. Era tan increíble esta zona, que nos reservamos otro día para comer en las terrazas y poder disfrutar de estas vistas con la luz del día. Así lo hicimos un par de días más tarde y la visita respondió con creces a lo esperado. Las vistas del canal desde uno de los puentes, con los yates del Puerto Naútico y los rascacielos al fondo fueron de lo mejor, y comer con estas postales, a la orilla del canal, en una de estas terrazas, una gozada total.

P1079215 copia por Jamakuko Juliano, en Flickr
Puerto Naútico del Dubai Marina

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