![]() ![]() El Imperio del Sol Naciente ✏️ Blogs de Japon
Viaje organizado de 15 días a Japón realizado en Agosto de 2007, visitando Tokio, Hakone, Takayama, Kanazawa, Kyoto, Hiroshima, Nara y Osaka.Autor: Miguelang031075 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (53 Votos) Índice del Diario: El Imperio del Sol Naciente
01: Vuelo rumbo a Tokio y adaptación
02: Un intenso día en Tokio
03: Templos y mausoleos de Nikko
04: Jardines de Tokio
05: Un viaje por tierras de volcanes y onsens
06: Rumbo a Takayama
07: Atravesando los Alpes Japoneses: Shirakawa-go y Kanazawa
08: Llegando a Kyoto
09: Un día de templos en Kyoto
10: Nara
11: Hiroshima y Miyajima
12: El castillo de Himeji
13: Un Día En Osaka
14: Despedida de Japón
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Etapas 10 a 12, total 14
Llega el undécimo día de viaje, que ya se está aproximando a su fin. Nos encontramos en Kyoto y esta mañana nos vamos en tren de excursión a Nara, donde llegamos aproximadamente sobre las 10. Nara es la segunda ciudad de Japón con más legado cultural después de Kyoto, con hasta 8 lugares Patrimonio de la Humanidad. Fue además la primera capital fija del imperio nipón, a finales del siglo VIII. El traslado de la corte imperial a esta ciudad se debió en buena parte a la intromisión cada vez mayor del sacerdocio budista en los asuntos de palacio, así como de las intrigas de la aristocracia.
Lo primero que llama la atención al llegar al parque de Nara-koen, la zona donde están todos los templos, son los ciervos que hay en libertad. En total hay sobre 1200. Con anterioridad a la expansión del budismo por Japón, se pensaba que los ciervos eran mensajeros de los dioses. Así, hoy en día, estos animalillos están declarados Tesoro Nacional. Observamos que estos ciervos no son nada tímidos, están esperando que la gente les de comida y hasta persiguen a los niños para robarles la merienda (Cual si fueran el mismísimo oso Yogui ![]() ![]() ![]() Tras la gracia de los ciervos hacemos una corta visita al santuario Kasuga Taisha, fundado en el siglo VIII por el clan Fujiwara, el que tenía todo el poder e influencia sobre la corte imperial. Seguimos de camino hacia el templo Todai-Ji, con ciervos por todos lados que están como Pedro por su casa. Para entrar al recinto del templo hay que atravesar la gran puerta Nandai-mon, con una estatua en madera de un guerrero Nio a cada lado. Estas tallas son del siglo XIII y se dice de que son de las más bellas de Japón.
![]() La sala Daibutsu-Den es la principal atracción de Nara, y el edificio de madera más grande del mundo. El Daibutsu (Gran Buda) que hay en esta sala es de los más grandes del mundo, 16 m de altura. Es la representación del Dainichi Buda o Buda cósmico. Se cree que esta estatua fue mandada construir por el emperador para protegerse de la viruela, que había hecho estragos en Japón en años anteriores. Detrás de la estatua hay una columna de madera con un agujero. Se dice que el que atraviesa el agujero adquirirá sabiduría para siempre. Es divertido ver a la gente mayor intentar salir del agujero, aunque lo sería más si algún mentecato se quedara atascado ![]() ![]() ![]() ![]() Una vez fuera de la sala Daibutsu-Den, tomamos la senda que sube hacia el templo de Nigatsu-do, donde se celebra el Omizutori Matsuri o ceremonia de la extracción del agua. Los monjes del Todai-Ji desfilan por la terraza del Nigatsu-do con grandes antorchas en llamas y dejan caer una lluvia de ascuas sobre los espectadores para purificarlos. La ceremonia de extracción del agua ocurre después de medianoche.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Atravesando de nuevo Nara-koen volvemos a la estación de tren, donde tenemos un tiempo libre antes de regresar a Kyoto.
![]() ![]() Al regresar a Kyoto, paramos a comer en un restaurante italiano de la estación. Yo me como una tontería, lo más barato, y después me voy a un restaurante de sushi y me compro una cajita, que me como tan tranquilamente en el hotel. A primera hora de la tarde nos acercamos al templo Higashi Hongan-Ji, que está a 10 minutos de nuestro hotel y la entrada es gratuita. Ya por la noche salimos de nuevo por Pontocho para cenar. Esta calle es de lo más variada: mientras que a la derecha (según vienes de Gión) están todos los restaurantes, cafeterías, etc..., al otro lado están todas las salas de ambiente más sórdido. Al final, como no encontramos ningún lugar donde cenar a un precio razonable, terminamos en un centro recreativo tomando carne a la parrilla. ¡Puajj!. Lo mejor, que de regreso por Pontocho, entramos en un pub donde hay una actuación de jazz en directo. El bar es tan pequeño que tengo el saxo y el chelo detrás de mi cogote. A eso de las 23:30 ó 0:00 nos marchamos para el hotel, ya que al día siguiente salimos temprano en shinkansen hacia Hiroshima. Etapas 10 a 12, total 14
Día 12 del viaje. Hoy tenemos una excursión de día completo a Hiroshima y a la isla de Miyajima. Como pasaremos la noche en Hiroshima tenemos que llevarnos una pequeña bolsa con lo imprescindible para 1 día, porque el equipaje principal se irá a Osaka. Además, tenemos cambio de guía. El anterior ha tenido que dejar el circuito por problemas personales. En su lugar nos han puesto a dos japonesitas: una, que es la guía principal y que habla sólo inglés, y la otra, que está en prácticas y habla un poco de español. El shinkansen tiene prevista la salid a las 8:50 h, aunque finalmente se retrasa 4 minutos, para gran preocupación de la guía. El viaje se hace corto y no es especialmente interesante, ya que atravesamos muchos túneles, y el paisaje no es tampoco nada del otro mundo. Sobre las 10:30 aproximadamente llegamos a la estación de Hiroshima y nos dirigimos a toda prisa (una constante en la guía japonesa) hacia el hotel, que está a pocos minutos. Se llama New Hiroden. Tenemos que dejar las cosas y rápidamente volver hacia la estación, de cuyas cercanías parte la línea de tranvía (Hiroshima Eki) que se dirige hacia el puerto de Hiroshima, donde embarcaremos hacia Miyajima. El trayecto es pesadísimo, de más de 1 hora, parando en las 1000 y una estaciones, y pegando botes continuamente. Llegamos al puerto con la hora ajustada y como el ferry parte en 5 minutos la guía sale corriendo a toda pastilla (para levantar 2 palmos del suelo como corre la condenada) y nosotros detrás. Desde la cubierta del ferry el paisaje es bonito, la bahía es montañosa y podemos apreciar rápidamente la isla de Miyajima. Hace un día estupendo.
![]() ![]() ![]() Al atracar el ferry en la isla de Miyajima vamos a visitar en primer lugar una de las atracciones turísticas más importantes de Japón, como es la torii flotante del santuario Itsukushima-Jinja. Qué pena que a la hora a la que llegamos es marea baja, por lo que no vemos la torii rodeada de agua. Pierde un poco de magia, pero aún así impacta.
![]() ![]() ![]() El santuario de Itsukushima data del siglo VI, aunque su aspecto actual es del siglo XII. Se construyó con forma de embarcadero por la condición sagrada de la isla. Las gentes del pueblo no podían pisar la isla, por lo que tenían que llegar al santuario en barca, atravesando la torii flotante. A un lado del santuario hay un escenario de no flotante (danza hipnótica que refleja la estética minimalista de la filosofía zen).
![]() ![]() ![]() La guía nos va explicando cada una de las salas más importantes del santuario, aunque la mujer va perdiendo adeptos por segundos. Al final nos quedamos tan sólo 4 ó 5 personas con ella, creo que más por deferencia y para que no se quede compuesta y sin grupo. Con el poco tiempo libre que nos queda no es posible visitar otros templos de la ciudad, como el Daigan-Ji o el Daisho-In, el parque con los ciervos, etc..., así que buscamos un restaurante para comer.
A las 3 de la tarde ya estamos de vuelta en el ferry para volver a Hiroshima en el mismo tranvía de la mañana. Llegamos un poco después de las 4 y empezamos la visita guiada de la ciudad. Todos los puntos de interés están relacionados con la bomba atómica lanzada el 6 de Agosto de 1945. Lo primero que vemos es la cúpula de la bomba atómica. Era el salón de Promoción Industrial, hasta que cayó la bomba atómica. Fue el único edificio que quedó en pie y es actualmente el símbolo de Hiroshima. No se restauró, para que quedara constancia del desastre. ![]() En el Parque Conmemorativo de la Paz está el monumento conmemorativo de la Paz de los Nños, inspirado en Sadako, víctima de leucemia. La niña enfermó a los 10 años y decidió hacer 1000 grullas de papel, costumbre según la cuál puedes conseguir el objetivo que te propongas. Sadako pensaba que de esta manera se recuperaría de la enfermedad, pero falleció antes de concluir la tarea. Sin embargo, sus compañeros de clase terminaron por ella. Hoy en día continua esta costumbre, y las grullas de papel que vienen de todo Japón se exponen alrededor de este monumento conmemorativo. En este lugar es difícil que no se escape alguna lágrima. Es una historia bastante triste.
![]() ![]() En el Parque Conmemorativo de la Paz hay otras dedicatorias, como el Cenotafio, que contiene el nombre de todas las víctimas conocidas de la bomba, o la Llama de la Paz, que sólo se extinguirá cuando se haya destruido el último arma nuclear de nuestro planeta.
![]() Tras este recorrido por los puntos relacionados con la bomba atómica, vamos a visitar el espeluznante Museo Conmemorativo de la Paz (entrada simbólica de 50 JPY). El museo tiene varias partes. Por un lado la parte histórica o informativa, donde se explica cómo Japón entró en la II Guerra Mundial, el ataque a EEUU, por qué eligio EEUU la ciudad de Hiroshima, la destrucción de la ciudad, cómo se fueron extendiendo los efectos devastadores de la bomba con el paso del tiempo y las enfermedades que comenzaron a padecer aquellas personas que tuvieron la suerte o la desgracia de sobrevivir al impacto de la bomba. Tras la caída de la bomba, 4 km a la redonda desde la cúpula de la bomba atómica, quedaron arrasados, no sobreviviendo nadie, pero lo peor es que la radiación se llegó a extender muchos más km. Si esto ya es suficientemente triste, la 2ª parte donde se muestra una pequeña exposición es para echarse a llorar directamente. Se puede ver la huella de una persona sobre el suelo tras quedar desintegrada por los cientos o miles de ºC alcanzados, o el diseño de un kimono fundido o integrado directamente en la piel humana, hierros totalmente deformados por las temperaturas tan altas, objetos personales de niños que estudiaban en el colegio en el momento de la tragedia (uniformes, carteras,...). Ver las fotografías de cómo quedó la ciudad es terrible. En resumen, al salir del museo no hay palabras, te quedas en absoluto silencio. No sabes qué decir después de lo visto. Finalizado todo este recorrido nos vamos a un centro comercial para cambiar de aires y de estado de ánimo. Los días de viaje pesan ya bastante y es necesario tomarse un descanso. Al final de la tarde cogemos de nuevo el tranvía para regresar hasta la estación de tren. Aprovechamos y cenamos en un pequeño pub del edificio de la estación. Volvemos no demasiado tarde al hotel ya que al día siguiente tenemos un largo día de autocar hasta Osaka. Etapas 10 a 12, total 14
Día 13 del viaje. Hoy es uno de esos días de trámite que hay en todo viaje, que no son especialmente interesantes y casi prescindibles, aunque bien es cierto que vamos a visitar el castillo de Himeji, pero va a ser en autocar, y de camino hasta Osaka, así que me parece que vamos a pasar unas cuantas horas pegados al asiento. Salimos de Hiroshima después de desayunar. Haciendo un paréntesis, desde el hotel Shinagawa en Tokio, los desayunos no han vuelto a ser igual. Aquel buffet fue tan increíble, que ninguno de los hoteles posteriores han alcanzado siquiera las expectativas
![]() Nuestra primera parada no se produce demasiado tarde, en torno a las 10 de la mañana, en la ciudad de Kurashiki. Lo que más destaca en esta pequeña ciudad son los edificios antiguos existentes en torno a un tramo del canal, convertidos hoy en día muchos de ellos en museos. En la época feudal esos edificios eran utilizados como almacenes de arroz, que era transportado en barcos desde los campos de cultivo de los alrededores. El paseo por el canal, con los puentes antiguos, los sauces que cuelgan hasta el agua y las carpas, es francamente agradable. La pena es que la guía japonesa, sólo nos ha dejado poco más de 1 hora para pasear (Esta mujer siempre con prisas) y no hay posibilidad de visitar ninguno de los museos, como el Ohara de arte europeo, o el museo del juguete rural. Algunos edificios antiguos están convertidos en tiendas de souvenirs, pero a mí ya me parece todo cascarria. Me producen alergia. ![]() ![]() Subimos de nuevo al autocar. Tenemos unas cuantas horas para llegar a Himeji, aunque antes pararemos en ruta para comer. La guía japonesa está empeñada en hacer de animadora social y empieza a cantar canciones típicas (y muy infantiles) japonesas, y además quiere que nos aprendamos la letra y le hagamos los coros. Por supuesto no tiene éxito alguno
![]() Llegamos por fin al área de servicio. La guía con sus prisas de siempre nos dice que 30 minutos para comer. ¡Ja!. No sabe a quién se enfrenta. Al final le sacamos más tiempo. El lugar está a tope. Hay muchos puestos para comprar comida rápida, sobre todo de bolitas de arroz (yo pensaba que era yakitori), pero yo voy a lo seguro, es decir, al restaurante, aunque hay tal cola, que al final nos tenemos que agrupar si queremos terminar a tiempo, eso sí, creo que con la espera ya nos hemos chupado casi todo el tiempo que dio la guía. Pido otro menú típico con los fideos y con la tempura, que me tengo que comer como si fuera la última cosa que estuviera haciendo en este mundo. Al final pasa lo de siempre, sufrir casi una indigestión de las prisas para que luego otros lleguen más tarde todavía. Salimos hacia Himeji, a donde llegamos sobre las 14:30 ó 15:00. Vamos a visitar el castillo de la ciudad, conocido también como Shirasagi ("la garza blanca"), debido a su esbelta figura. Es una de las fortalezas más importantes de Japón que aún quedan en pie. El castillo tiene una torre central de 5 pisos y otras tres más pequeñas. Todo el recinto está rodeado por fosos y murallas defensivas, con aperturas para lanzar flechas y aceite o agua hirviendo. La construcción actual data de finales del siglo XVI. ![]() ![]() Realizamos la visita con nuestra guía japonesa. Las explicaciones no son nada del otro mundo a decir verdad. Lo más interesante es ver las pequeñas trampas que tiene el castillo para sorprender a los atacantes. Algunos pasillos son estrechos y en ángulo recto, para impedirles un avance rápido a los intrusos y tenderles emboscadas. Como en otros castillos y templos del país hay que quitarse los zapatos, que además tienes que llevar contigo en una bolsa. Además hay zapatillas para hacer el recorrido por el interior. En buena hora se me ocurre ponerme unas. El recorrido va subiendo por todos los pisos de la torre central (hasta 5) y los peldaños de las escaleras son altos y estrechos. Las zapatillas se me salen. Y yo con el vértigo que tengo ![]() ![]() Después de la parada de los baños volvemos al autocar para ir ya directamente hasta el hotel de Osaka. En esta ocasión la guía principal y la aprendiz se confabulan y vuelven a la carga. Nos explican en qué consiste la papiroflexia y nos empiezan a repartir hojas de papel. Llega la hora de los trabajos manuales y tenemos que hacer con el papel el monte Fuji. Según ellas es lo más básico, aquello por lo que comienzan los niños pequeños, así que empiezan a decirnos las instrucciones de dobla por aquí y corta por allá. Claro, a mí los trabajos manuales nunca se me dieron bien ![]() ![]() ![]() Etapas 10 a 12, total 14
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