![]() ![]() Viajando ando... en el Sudeste Asiático ✏️ Blogs de Asia Sudeste
Comparto con ustedes viajeros mi diario de viaje por el sudeste asiático durante enero y febrero de 2011, recorriendo con un par de amigos Malasia, Singapur, Tailandia, Laos, Vietnam y Camboya... Autor: Polviajero Fecha creación: ⭐ Puntos: 3 (1 Votos) Índice del Diario: Viajando ando... en el Sudeste Asiático
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4-01-2011 - A la ciudad de los Supersónicos... de viaje a Singapur.
Habíamos sacado pasajes para viajar a Singapur el día de ayer. Supuestamente eran tres horas de viaje pero claro, como siempre sabíamos que se iban a hacer más. Nos levantamos a las siete de la mañana listos para salir, en la recepción del hostel otra vez no había nadie así que tuvimos que cobrarnos nuestros 50 ringgits de depósito en latitas de gaseosa de una máquina. Desayunamos en la terminal de autobuses y a las nueve de la mañana ya estábamos de viaje nuevamente, esta vez hacia Singapur. Por suerte el bus tenía aire acondicionado porque el calor que hacía hoy era insoportable. A las dos horas paramos en la ruta para almorzar y aproveché que en la ultra moderna estación había un negocio de anticuarios y cobré unas monedas chinas antiguas. Seguimos camino y alrededor de la una del mediodía cruzamos la frontera de John Barú. Del otro lado, nos esperaba el país de los supersónicos: Singapura... Según cuenta una leyenda malaya que un príncipe de Sumatra vio un león mientras visitaba la isla de Temasek y basado en su buen presagio, fundó a allí la ciudad del León (Singapur). Singapur fue colonia del imperio británico por muchos años hasta que los japoneses la invadieron. Luego del régimen del terror aplicado por los japoneses, el partido socialista de acción popular llegó al país a la independencia y gobernó por treinta años. Durante estas últimas décadas, Singapur se convirtió en la ciudad del futuro... literalmente. Llegamos a Singapur luego de cuatro horas de viaje aproximadamente. El autobus nos dejó en la terminal de la calle Lavendeer... en esa misma calle estaba el hostel pero la verdad que nos costó encontrarlo: no habíamos anotado ni el número de casa ni el teléfono... somos gente muy capaz!!! caminamos para un lado y para otro hasta que encontramos en la calle una conexión wi fi que nos permitió recuperar estos datos tan valiosos... y no estábamos tan lejos! pero bueno, por suerte en la ciudad del futuro hay wi-fi por todos lados... Literalmente tiramos las mochilas en el Little Dot Hostel y nos fuimos a caminar por la ciudad. Empezamos por el barrio hindú... un barrio bastante desordenado, repleto de templos multicolores, un lugar muy distinto a la imagen que uno tiene de Singapur. El templo de Sri Veermakaliamman con un buda sentado de 15 metros de alto y luego el templo taoísta LEONG SAN SEE de 1917 fueron uno de los que más me impactaron. El recorrido nos fue llevando luego a entrar en otro templo hindú donde se estaba haciendo una ceremonia con incienzos y velas... los cantos, las mujeres orando, realmente una multitud de colores. Un lugar fantástico.. poco a poco igual nos fuimos metiendo en la parte más moderna de la ciudad... almorzamos en un shopping interminable, de muchos pisos... el patio de comidas solamente tenía tres pisos, un verdadero paraíso del consumo. Recorrimos luego un pequeño mercado donde aproveché para comprar un par de ojotas porque el calor que hace en la ciudad hace que sea imposible soportar las zapatillas.... (pensé que esas ojotas no iban a durar nada pero la verdad que ya se bancaron varios viajecitos). Llegamos luego de una larga caminata a Mariba Bay, el muelle con el skyline de la ciudad (es decir, la calle de los rascacielos). Un lugar muy futuristas, repleto de barquitos y yates, con unas moles de plomo erguidas hacia el cielo interminables. Llegamos así a la estatua más famosa del país: la estatua de Merlion, una rara criatura híbrida entre león y pez, diseñada en la década del setenta como una imponente fuente, ícono de la ciudad. Recorrimos Clarke Quay, el barrio marítimo de los rascacielos... abrumante realmente. no nos alcanzaban los ojos para mirar tan alto y formas tan extrañas. Caminamos mucho hoy así que nos dimos como premio un enorme café helado en Starbucks... nos volvimos luego hasta el hostel en metro. El metro de Singapur amerita un párrafo aparte. El lujo y la tecnología con la que está dotado resulta increíble. Cintas para no caminar ni un paso, modernas máquinas expendedoras de boletos, plasmas que indican la frecuencia de los trenes, señales digitales que indican donde se ubicarán exactamente las puertas, el orden de la gente para subir... muy distinto todo a nuestra triste realidad cotidiana en los subtes de Buenos Aires. Llegamos de vuelta al hostel cerca de las ocho de la noche. Singapur nos había sorprendido: primero con sus templos, luego con los rascacielos y luego el metro. Caminamos mucho pero valió la pena. La cena fue en un mercadito local a pocas cuadras del hostel... unas alitas de pollo al asador que fueron escasas pero sabrosas... lo mejor fue una bebida que encontramos: pulpa de ananá super fría y deliciosa. Antes de dormir, reservamos hostel y vuelo para nuestro próximo destino: Tailandia.... luego el sueño nos ganó rápidos y era apenas el séptimo día de vacaciones. Quedaba mucho aún. 05-01-2011. En Singapur... el viaje sigue Hoy aprovechamos para hacer un poco de fiaca. Veníamos de varios días de madrugones y caminatas muy largas. Está bien descansar un poco, al fin y al cabo estábamos de vacaciones. Alrededor de las once de la mañana salimos con destino al zoo de singapur. todo recomiendan la visita al zoo como un "must" de la ciudad y efectivamente valió la pena. Como todo lo demás en esta ciudad, está perfectamente organizado: los recorridos por las pasarelas ambientan perfectamente el hábitat de los animales, monos y algunos otros bichos dan vuelta libremente cruzando frente a los ojos sorprendido del turista... en los boxs de vidrio para observar algunos animales hay aire acondicionado... que es muy necesario, no es una exageración futurista! la gente se agolpa ahí en la calurosa tarde. Dos paradas destaco particularmente en todo el recorrido que realizamos en el zoo: la visita a los babuinos, unos monos divertidísimos y alborotado y la visita a los tigres blancos, amos y señores de la selva singapurense. El paisaje que rodea al zoo es bellísimo también. Mucha calma realmente. Avenidas que van zizagueando la selva en perfecto estado. Río y mucho verde alrededor. Nos volvimos a la ciudad en metro (MRT) hasta el barrio chino. Aprovechamos para visitar un par de templos allí y la lluvia nos corrió hacia un outlet de tecnología. Las cosas no están tan baratas como se dice pero la diversidad que hay es impresionante. Seguimos caminando luego para llegar nuevamente a Marina Bay pero esta vez, de noche. Recorrer la ciudad de noche es maravilloso. La caminata fue larga pero valió la pena. A pesar de la llovizna, las postales de los rascacielos iluminados son imborrables. De noche, Singapur es todavía más linda que de día. Los rascacielos van tomando diferentes tonalidades dado que la iluminación pública de la ciudad cambia cada cierta cantidad de minutos: diferentes colores se suceden pasando del amarillo al verde, luego rojo, luego azul... nos tomamos un colectivo para volver hacia el hostel. Nos costó encontrar el plano y descifrar el camino del bus pero lo logramos... llegamos al hostel y comenzó el ritual de internet, ducha, cena y a dormir... habíamos resuelto volar a phuket al día siguiente en vez de cruzar todo malasia en autobus para llegar a las playas del sur de tailandia. los viajes se hacen largos acá y sobre todo, no queríamos cruzar fronteras por tierra... con una tarjeta de crédito, esto se solucionaba fácil. by PABLO polviajero.com Etapas 7 a 9, total 12
Tailandia Recorriendo Tailandia Mi viaje por Tailandia duró unos quince días aproximadamente… y sí, fue poco. Faltó tiempo. Porque en Tailandia hay mucho para ver y hacer… El recorrido empezó con Picu, un compañero de viaje por las playas del Sur, en Phuket y Phi Phi… de ahí nos fuimos bien hacia el norte, en avión, a Chiang Mai. Quedamos deslumbrados con los templos y la naturaleza del norte de Tailandia. Y luego Bangkok… la gran ciudad del sudeste asiático, a la que sin dudas quiero volver una y otra vez. Picu terminó su viaje en Bnagkok y yo me quedé unos días más para arreglar unos temas de visa. Luego me fui de Tailandia hacia Laos y Vietnam, impresionantes países también, pero volví a Bangkok a buscar a un amigo que llegaba al sudeste desde Buenos Aires para iniciar sus vacaciones. Unos días en Bangkok con Nacho, una visita a Ayuthaya, la antigua capital y luego a Camboya… Complicado el itinerario, medio enredado pero tuvo que ver con idas y llegadas de compañeros de viaje… si clickean en las solapas, pueden ver los relatos de cada ciudad. Etapas 7 a 9, total 12
Phuket Día 9 – Jueves 6 de enero de 2011 Singapur nos había deslumbrado. La modernidad, el orden, todo era perfecto… el metro era un atractivo en sí mismo. Viajar en un transporte, con tanta tecnología, todo mecanizado y perfecto… nos hacía recordar a cada instante que estábamos muy lejos de casa. Nos íbamos hoy de Singapur por lo que nos levantamos temprano para desayunar, terminar de armar las mochilas y partir. Nos fuimos en el MTR (metro) hasta el aeropuerto mismo. Después de dos días en la ciudad, ya nos manejábamos perfecto y podíamos realizar las combinaciones sin dificultad. Llegamos al aeropuerto temprano, alrededor de las 10 y media de la mañana y nuestro vuelo salía recién a las 13:05. Tuvimos tiempo de gastar los últimos dólares singapurenses en el clásico Subway…y luego, derechito al avión! El vuelo salió alas 13:00hs, a horario, a pesar de que justo en el momento de despegar se largó una tormenta terrible. El vuelo fue por AIR ASIA, una aerolínea lowcost muy buena que vuela uniendo cientos de destinos en el sudeste asiático… sin nada de comida, eso si! si querés comer algo tenés que pagarlo cash! y si te sobra la plata, te comprás un avioncito de juguete! Llegamos a Tailandia luego de volar una hora y cuarenta y cinco minutos. Llegamos al Aeropuerto Internacional de Puket, una isla al sur de país. Allí hicimos migraciones (y no nos pidieron el certificado de fiebre amarilla). Luego de unos pocos minutos estábamos retirando nuestras mochilas y al salir del aeropuerto se avalanzaron sobre nosotros decenas de vendedores de tours, taxistas, cambio de dinero, en fin… de todo. pero por suerte encontramos las camionetas del aeropuerto que por un módico precio te acercan a la zona hotelera de las playas…. Nos íbamos a quedar en un hostel en la zona de Kata Beach. Básicamente la isla de Puket está dividida en el sector de la ciudad ( aburrida, sin mucho para hacer) y tres sectores de playa: Patong, que es la zona de descontrol, travas, boliches, puterío y de más, repleto de turistas sobre todo europeos y bueno, mucha joda. La otra zona era de los hoteles caros, all inclusive (un lugar no apto para nuestro presupuesto) y finalmente, Kata beach, la playa que elegimos para quedarnos, lugar muy tranquilo, zona hippie chic de la isla, llena de surfers y escuelas de buceo. Llegar a Kata beach nos llevó bastante tiempo, ya que era una de las paradas más lejanas de todo el viaje. En la combi había unas diez personas y solo desde el aeropuerto a la ciudad de puket había unos 50 km. En el medio del viaje paramos en una oficina donde supuestamente cada pasajero tenía que decir a qué alojamiento iba y donde querdaba para que una oficinista le indique el recorrido preciso al chofer… justo varios de los alojamientos que teníamos reservados eran en lugares viejos, sucios y feos (según esta oficina y nos recomendaban otros)… nada, un negociado berreta que con nosotros no tuvo sentido. Se hacían los que no conocían donde quedaba la dirección donde íbamos, el teléfono no lo contestaba nadie… en fin, perdimos tiempo porque no cambiamos nuestra reserva… lo intentaron de diez maneras diferentes… pero no lograron hacernos cambiar de opinión. Cuestión que entre una cosa y otra salimos hacia Kata a las cuatro y pico de la tarde… una pérdida de tiempo total!! Llegamos a Kata y nos instalamos en el hostel… una habitación muy grande, con un balcon buenísimo que nos permitía ver el centro del balneario y a lo lejos, el mar. Nos fuimos a disfrutar un rato de la playa antes de que anochezca y si bien era tarde ya, nos metimos un poco en el mar… el agua cristalina invitaba a tirarse y relajar un poco ahí luego de un día que había empezado tan temprano y con tanto viaje. La playa de Kata es enorme, tiene varios kilómetros de largo de extensión y si el mar está bajo, también es bastante ancha…. para llegar hasta la playa, hay que cruzar por un pequeño rio, una zona de manglar y la ruta de evacuación de tsunamis… nos quedamos un rato largo en la playa y aprovechamos que pasamos por un puesto donde se vendía pollo frito para comprar algo para almorzar en la playa… es como que queríamos hacer todo junto: comer, estar en el mar, disfrutar de la playa… en fin, la tarde cerró perfecta con un inolvidable atardecer con el sol ocultándose detrás de una isla en la mar… bellísimo. Nos volvimos al hostal a eso de las siete de la tarde y arreglamos para encontrarnos con Marta y Ricardo en Patong Beach, donde ellos estaban parando… esto merece un párrafo aparte: patong beach es un verdadero descontrol, muuucha fiesta, un caos de gente por todos lados, boliches con música de todo tipo, hoteles muy lujosos, un centro comercial interminable… mucho gringo viejo por este lado de la isla, en búsqueda de la gran oferta de turismo sexual (en cualquier situación te ofrecen un “happy ending”….) Travestis en todas las esquinas, niñas paseándose de la mano de gente muy mayor, turistas europeos tomando lo que sea donde se,… en fin, una auténtica vida loca! Ahí nos encontramos con Marta y Ricardo a cenar, dimos un par de vueltas, tomamos algunas cervezas Chai (la quilmes local) y escuchamos algunos músicos en vivo haciendo covers en un bar… nos volvimos a kata luego en tuc tuc por unos 10 dólares y luego, el ritual de todas las noches, música, ducha e internet y ahora un gran balcon para tomar unos buenos mates antes de ir a dormir… DIA 10 – Viernes 07-01-11 … en la isla de PHI PHI (el paraíso está en Tailandia) Una combi nos pasó a buscar a las siete y media de la mañana con Marta y Ricardo incluidos. Habíamos arreglado el día anterior hacer juntos la excursión a la isla de Phi phi, lo más parecido al paraíso que he visto en mi vida. Fue un día realmente increíble, no le faltó nada… Fuimos en combi hasta el muelle de la ciudad de Puket, fueron casi cuarenta minutos de viaje… resultó grande esta isla!! pasamos por una estatua de buda gigante que me quedé con ganas de fotografiar y unos elefantes se cruzaron en nuestro camino mientras íbamos por la ruta camino al muelle. Tuvimos que esperar bastante rato ahí hasta que llegaron todos los pasajeros que iban en nuestro barco (unos cincuenta más o menos). Nos embarcamos y empezamos a navegar por el mar de Andaman… el agua es majestuosa, cristalina, muy tranquila. Paramos primero en KHai Island para hacer un rato de snorkeling y comer algo en la playa. Un buen refrigerio de frutas y gaseosas fue ideal para una mañana nublada pero con el sol que pegaba fuerte. Encontramos unas rocas en uno de los extremos de la pequeña isla donde los peces se amontonaban de a decenas… no hacía falta usar el snorkel para verlos!! Seguimos viaje luego hasta otra isla donde había unas cuevas que según la leyenda, escondían tesoros vikingos (como llegaron acá los vikingos? bue… mejor no preguntar) Pasamos por una laguna natural que se forma entre las islas y luego fuimos a la playa habitada por unos simpáticos monitos que se acercaban a la lancha en búsqueda de comida… luego bajamos en la isla de PHI PHI DOm a comer en un restaurant en TON SAI BAI… fue un almuerzo buffet, muy bueno… (pero ahora que pasó el tiempo me arrepiento de no haber pasado mas tiempo en la playa en vez de quedarme comiendo… es un lugar tan lindo que vale la pena ayunar con tal de ver un segundo más ese mar cristalino). Después de un buen almuerzo seguimos viajes para hacer snorkeling en mar abierto… la verdad que fue una experiencia increíble. Un mar hermoso… azul intenso, solos con los snorkel persiguiendo peces entre un enorme coral. Creo que va a ser uno de los momentos más lindos del viaje…. estuvimos un rato largo dando vueltas nadando alrededor del coral, y luego seguimos camino hacia PHI PHI LEY, la isla mas linda, la playa… de la película de LA PLAYA… arena blanca, agua cristalina, las rocas que afloran en el mar formando pequeños islotes… phi phi es el lugar que más se parece a lo que siempre imaginé como paraíso. Nos quedamos en la playa un buen rato, hicimos snorkeling por ahi (aunque hay tantos turistas en esa playa que no hay muchos peces dando vueltas). Luego me fui caminando por un sendero mientras los demás se quedaron en la playa. Algunos turistas iban por ahí y me intrigó. El sendero llevaba al otro lado de la isla, a un mirador de una bellísima isla frente a otra playa. Caminar por ese sendero lleno de vegetación, parecía haber entrado en la película de di caprio realmente… como a las cinco y medio de la tarde emprendimos la vuelta y tardamos como una hora y media en llegar de vuelta al hostal. Fue un día increíble pero largo… un excelente día. Nos fuimos a ver el atardecer en la playa y luego cenamos en un restaurant ahí mismo en la otra punta de la Bahia de kata. El ritual luego: ducha, algo de música e internet… Día 11- Sábado 8 de enero de 2011…. en Phang Nga Bay (James Bond Island) Arreglamos con Marta y Ricardo para pasar juntos este día en la llamada isla de James Bond, en la bahía de phang nga. Llegar desde el hostel al muelle esta vez nos llevó más de una hora porque fuimos a otro muelle… allí tuvimos que esperar a todos los integrantes del grupo (que eran bastantes). los últimos en llegar eran justamente nuestros compañeros de viaje!!! el nombre de nuestro grupo… BOMB! estaba lleno de contingentes y turistas… era bueno recordar el nombre del grupo en medio de tanto caos. Navegamos por la Bahía de Phang Nga durante una hora y media hasta llegar a la primer isla desde donde disfrutamos de unas playas increíbles. Luego nos fuimos a la isla donde se filmó 007, un lugar bellísimo, con una pequeña bahía unas afloraciones rocosas impresionantes que salen desde el mar hacia el cielo… decenas y decenas de fotos en ese lugar… Estuvimos poco más de una hora disfrutando de la playa y seguimos viaje hacia la isla de Panyee donde almorzamos con una pareja de rusos y un gordo de las Islas Vírgenes que se nos comió todo el pescado y las rabas de la mesa… totalmente desubicado!!! lo mejor del almuerzo fue el camarón frito que por suerte nos trajeron para repetir… Seguimos viaje a la isla de Panak para andar en canoa por unas cuevas… otra experiencia majestuosa. Nos subimos a unos botes y nos llevaron por las tranquilas aguas de una laguna interior que se forma en la isla de Panak… la tranquilidad que transmitía esa agua calma, con el verde intenso era algo increíble. El paseo en corte fue corto, pero hermoso…. De allí emprendimos la vuelta a la isla de Phujet, unos cuarenta minutos de viaje a toda velocidad para recorrer el mar de Andaman una vez más. Tuvimos una parada de una hora en la isla de Naka para disfrutar un poco de la playa. El agua cristalina y la arena blanquísima hacían de esa isla un lugar paradisíaco. En el día de hoy la verdad que hemos visto lugares hermosos, creo, sin temor a equivocarme que son los paisajes más bellos que he visto en mi vida. Volvimos más que satisfechos al hostel luego de despedirnos de Marta y Ricardo que volvían a Kuala Lumpur para volar luego a China (Su viaje era algo realmente impresionante!!) Con Picu nos volvimos para Kata Beach, hubo un rato para unos masajes y una picadita antes de comer una buena pizza en el centro de kata. Nos quedaba aún un día más de playa por lo que había que reponer energías. Dejamos las cosas listas como para salir a la playa al día siguiente bien temprano: era nuestro último día en el Mar de Andaman y había que aprovecharlo. Día 12 – Domingo 9 de enero de 2011 Todos los días de nuestras vacaciones eran distintos y hasta ahora todos inolvidables. Hoy no teníamos pensando hacer mucho sin embargo igual iba a ser un día para aprovechar al máximo. A eso de las nueve de la mañana nos fuimos a la playa. Nos quedamos en Kata Beach toda la mañana. Kata era la playa que estaba a apenas 200 metros del hotel y era la que menos habíamos disfrutado. Pero teníamos todo el día para hacerlo. Nos alquilamos una reposera, sombrilla y un par de snorkels también. Nos pasamos la mañana yendo de la sombrilla al mar y del mar a la sombrilla. Disfrutamos bastante de esta mañana de sol y del mar, persiguiendo algunos peces, en fin… de auténticas vacaciones!! Al mediodía nos fuimos para Patong Beach, dos playas más al norte que la neustra. Más grande, con mucha más gente y con un amplio centro comercial que a la noche se transforma en un boliche a cielo abierto. El agua cristalina de Patong nos volvió a atrapar, me dormí una buena siesta luego de almorzar y luego de disfrutar de un rato más del mar, nos fuimos a recorrer un poco los negocios para comprar algunos recuerdos. Había cientos de locales de venta de lo que sea y aprovechamos para despuntar un poco el vicio consumista. Regatear en Tailandia la verdad que es una actividad artesanal. Siempre me queda la idea de que estoy pagando demás y eso no me gusta!! Volvimos al hostel a darnos una ducha y luego nos fuimos en taxi al aeropuerto. Estábamos a más de una hora de camino y teníamos el tiempo justo, pero bueno… igual el avión se retrasó una hora y media. Me hizo acordar al viaje del año pasado cuando apareció el cartel “DELAYED”… my god!! En fin, salimos pasadas las ocho de la noche con destino a la ciudad de Chiang Mai, bien al norte de Tailandia. (Hace más de dos horas que estamos volando y estoy aprovechando a poner el diario al día mientras llegamos a CHiang Mai, justo acaban de anunciar que en unos minutos vamos a aterrizar). Por suerte el hostel estaba cerca del aeropuerto (a menos de 15 cuadras) así que vamos a poder llegar rápido porque se hizo bastante tarde. Son las 11 de la noche y todavía estamos dando vueltas en el Aeropuerto porque Picu no encuentra su pasaporte… volvió al avión a buscarlo y al final lo tenía en su bolsillo!!! Llegamos casi a medianoche al hostel, que era una gran casona con un parque inmenso (no se porqué motivo la asocié con esas casas donde se cometen asesinatos). El vecindario era super tranquilo, con enormes mansiones y la verdad que ni ganas de salir tan tarde. Una gaseosa y a dormir… al día siguiente ya tendríamos tiempo de recorrer ala ciudad y sus tiempos. Ahora era tiempo de descansar. Pablo Garcia polviajero.com Etapas 7 a 9, total 12
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