Oporto+Lisboa+Sintra ✏️ Blogs de Portugal

Hoy era el día de dejar Oporto, con muy buen sabor de boca la verdad. Una ciudad pequeñita con un encanto especial.
Esta ciudad se puede ver tranquilamente en un fin de semana para los que quieran venir sólo a esta ciudad. Lógicamente si entras en algún sitio, necesitas un poco más de tiempo.

Así que nos levantamos, bajamos a desayunar de nuevo. Temprano, pero no tanto como el día anterior, porque teníamos algo más de 2 horas de viaje y queríamos tomarnos el día tranquilamente. Aun así, como comprobamos al volver a bajar tras el desayuno, era temprano, pues se llenó más tarde.
De nuevo a llenarme el tazón de leche del bote de nesquik, comer unos pastelitos y algo a la inglesa, de la comida caliente.

Toca lavarse los dientes, cerrar las maletas y hacer el check out. íbamos con la habitación+desayuno, y según la página de booking y el propio cartel a la entrada del parking, este costaba 9 euros la noche. Pero por algún motivo nos dijeron que estaba incluido en el precio de la habitación, así que 2 noches, 138 euros.

Cogemos el coche, ponemos el GPS y rumbo a Lisboa!! Yo tenía pensado que quizá podíamos parar en algún lugar intermedio, pero finalmente decidimos ir directamente a Lisboa, pues allí hay muchas cosas que ver.

Llegamos al hotel, tras haber pagado 20,95 Euros de peaje, en cabinas de peaje tradicional, menos mal, preguntamos por el parking y metimos el coche. El hotel es el Príncipe Lisboa, y el parking, como vi en algún foro, realmente es pequeño, caben unos 10-15 coches. Pero al menos para ese día no hubo problema y como no lo sacamos hasta que nos fuimos...
Hicimos el check-in y a la habitación. Más pequeña que la de Oporto, pero con 2 camas y muy cómodas.
Dejamos nuestras cosas y lo primero, al bajar a recepción, nos dieron un mapa, y nos comentaron las cosillas más interesantes para ver.
Salimos, y al metro.

Primer problema. El metro de Lisboa, yo había leído en los foros algo sobre una tarjeta de transporte, diaria, por 3,5 y dije, genial, nos pillamos esta, porque seguro que la Lisboa Card no nos compensa. Pero resulta que no eran 3,5 sino 5 al día.
Sí o sí tienes que pagar 0,5 por la cartulina con chip donde vas recargando los billetes que quieres, ya sean individuales o el diario.

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Finalmente decidimos comprar sólo un viaje para cada uno, 1,25 cada viaje más 0,5 cada uno la tarjetita, para ir al centro y comprar la Lisboa Card. No sé si nos compensó, pero utilizabas todos los transportes de lisboa, funiculares y elevadores gratis. Creo que con la diaria también.

Así que llegamos al centro, nos bajamos en la estación de Baixa-Chiado, y con nuestro mapa, llegamos a la Rua Augusta, desde donde se ve el gran arco del triunfo de la Plaza do Comercio.

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Para comprar la Lisboa Card, hay que buscar una oficina o un quiosko de Ask Me Lisboa. Y me dije, seguro que en la Rua Augusta, que es supercéntrica, hay una. Y, ajá!! Allí estaba. Nos acercamos y nos compramos una lisboa Card de 3 días para cada uno. 39 euros por persona. No me parece barato, pero bueno. Te quita de jaleos en algunos casos. Aunque he comprado otras que funcionaban mucho mejor e incluía más cosas.

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Tienes que poner la fecha y la hora en la que la comienzas a usar. En la parte de atras, firmas.
La verdad es que en muchos sitios ni te miraban la fecha, sólo la mostrabas y ya está, pero en todos los transportes tenías que pasarla por el chip, así que me imagino que esté controlado de cuantos días es y esas cosas.

Tras ya tener nuestra tarjetita, decidimos que había que comer algo. No era tarde, pero queríamos luego empezar nuestra visita a Lisboa por Belem. Y para ello había que coger un tranvía porque está lejitos y lleva su tiempo. No más de 20 min. Pero había que buscar la parada, y a saber cada cuanto pasaba...

Para comer buscamos por Rua Augusta, pero no había nada que nos llamase la atención así que acabamos en una cadena de comida rápida portuguesa. Companhia Das Sandes. Es una especie de Pan's and company.
Menú Hot dog con bebida y patatas, bocadillo de frango (pollo) y un agua, 9,69 euros.

Comimos rápido, en una mesita en la terraza en la calle, que el tiempo esta vez acompañaba, y nos fuimos a buscar la parada del tranvía número 15. Sabíamos por la guía que estaba en la plaza do comercio, peeeerooooo, resulta que estaba en obras y habían movido las paradas. Así que como pudimos, fuimos a lo que parecía por las indicaciones la parada más cercana, en la que había gente, y nos dispusimos a esperar, puesto que ponía un 15 en el palo de la parada.
Nos pareció raro porque la vía del tranvía estaba en pleno medio de la calle, pero es que era así, suponemos que porque era una parada provisional...
El tranvía tardó poco el llegar, y para mi sorpresa, era el típico tranvía amarillo que se ve en las fotos! Allí nos subimos y nos pudimos sentar. La ventana estaba abierta, y como no me atrevía a tocarla, por si se caía o algo, así fuimos hasta Belem.
Resulta que en esta línea tienen tranvías nuevos, modernos, pero no nos tocó.

Llegamos a Belem después de todos los quites que nos metió el tranvía, que sí, sí, muy bonito, pero cómodo no mucho.
Te deja al lado del monasterio de los jerónimos. Y allí nos fuimos. Es de lo poco que es gratuito con la Lisboa Card.

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Para entrar, según vas hacia las taquillas, a la derecha está la iglesia, y había mucha cola porque había misa. Nosotros pensábamos que era la cola para entrar al monasterio, pero no. Había que llegar a las taquillas y desde allí entrabas. Así que pasamos de la iglesia, que había demasiada gente.

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Sinceramente, me esperaba más. Es muy bonito, pero no sé porqué me imaginé algo un poco más grande. Había una exposición sobre el monasterio, desde que se había construido, y los reyes que habían participado, junto con una genealogía de los reyes portugueses.

Dimos una vuelta rápida, y salimos buscando la Torre de Belem. Está al otro lado de la autopista, y no sabíamos por donde cruzar. Si sales desde el monasterio y vas hacia la autopista, hay un paso subterráneo, y sino, tienes que ir hacia la derecha, y a la altura de la torre hay un puente para peatones.

Nosotros cruzamos el paso subterraneo, pues delante está el monumento a los descubrimientos, al que entramos, para subir a la parte de arriba, donde hay una terraza. 2 euros con la Lisboa Card. Se construyó en 1960 para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante.
La verdad es que no sé si merece la pena, pero tiene unas vistas muy bonitas, del puente 25 de abril, de la zona de Belem. Pero la terraza es muy, muy estrecha.

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Al bajar caminamos hacia la torre de Belem, pero con tan mala suerte, que acababan de cerrar (que conste que mi guía decía a las 18.00 pero en las fechas en las que estábamos, al parecer, cerraban a las 17.00) Así que nos quedamos sin verlo. Eso sí, la gente que salía, decía que no era para tanto. Le hicimos unas fotucas y dimos la vuelta en dirección al tranvía, que había que cogerlo nuevamente donde el monasterio y hay un paseo hasta allí.

Al pasar delante del monasterio de nuevo, vimos que ya no había nadie haciendo cola en la iglesia, así que entramos. Ya no había misa. Muy bonita.

La idea era ir a la pastelería más famosa de Belem a comprar los pastelitos, Antiga Confitaira de Belem, pero no quiero ni contar la cola que había. Con lo que dijimos, pues va a ser que no. Aunque me quedé con las ganas. Parecía que ya se nos había chafado el día. Así que nada, nos pusimos a la cola del tranvía 15, que nuevamente nos tocó uno viejo.

Cuando llegamos de nuevo al centro de Lisboa, pensamos, y ahora que? Así que como el Castillo de San Jorge cierra tarde, nos fuimos hasta allí.
Este castillo está en una de las partes altas de la ciudad, por lo que lo de subir andando no era una opción, y esperamos a que pasase el famoso tranvía 28. 2,85 euros cada viaje. Ja, gratis con la Lisboa Card. Este tranvía se coge en la Rua de Conciençao, que son 3 más arriba de donde te deja el 15 en la plaza do Comercio.
Nos subimos muy apretaditos, casi no entrábamos, y nos preguntamos. Como vamos a saber donde bajarnos si no lo hemos mirado?? Que desastre. Pero la solución fue facil. Tras pasar la Catedral, en una parada el conductor gritó: Castelo de Sao Jorge!!! Y allí nos bajamos.
Fuimos siguiendo las indicaciones de las calles hasta que llegamos. Compramos las entradas. 5,50 cada uno con la Lisboa Card. Creo recordar que 7 sin ella.

No voy a comentar mucho del castillo. Sólo decir que si habéis visitado un castillo en ruinas en cualquier otra ciudad, pues esto es más de lo mismo. Piedras y más piedras. Pero tiene unas vistas bonitas.

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Cuando salimos de allí, aprovechando la cercanía, entramos a la Catedral, que por suerte estaba abierta. Tenía una zona en la que tenías que pagar, pero para ver lo principal, no hacía falta.

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Al salir, bajamos de nuevo al centro, y caminamos por la Rua Augusta, en dirección al Elevador de Santa Justa, pero eran ya las 8 y cerraba el mirador como a las 8,30, aunque el elevador está abierto hasta las 22.00, al menos en nuestras fechas. Por lo que decidimos dejarlo para otro día porque había mucha cola.

Y nos fuimos a buscar un lugar para cenar. Nos fiamos de la guía. Mal hecho. Porque el lugar que decía, no existía. Con lo que al llegar allí y ver eso, cenamos en un italiano que había en la misma plaza, Largo Duque de Cadaval. Se llama Capricciosa. Esto está por detrás de la estación de Rossio, que es donde se cogen los trenes a Sintra.
Una pizza, unos spaguetti carbonara, un agua y los panes italianos, 24,30.


Y con esto y un bizcocho... Decidimos que era hora de irse a dormir, que mañana nos íbamos a Sintra, y estabamos cansados.

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Todo el día anterior habíamos estado pensando como repartir los días de Lisboa, y viendo cuando cerraban las cosas, decidimos que el sábado iríamos a Sintra. El lunes está cerrado el Palacio de Pena, y la Lisboa Card hablaba de que cerraban algunas cosas en Easter, así que no nos arriesgamos por si era el domingo de Pascua.

En buen momento se nos ocurrió!!!! Si estáis pensando en ir, intentarlo en una fecha fuera de Semana Santa. Por lo que tengo entendido, en general no hay mucha gente, pero el día que fuimos nosotros… menuda!!!

Lo siguiente que pensamos tras la decisión fue, y en que vamos???? Cogemos el coche? O cogemos el tren? Hay que decir que con la Lisboa Card el tren a Sintra es gratuito, de ahí la duda.
Tampoco lo penséis, si vais en una fecha que no sea semana santa, adelante con el coche. Al parecer no hay problemas para aparcar. Más cómodo. Hay que contar con que hay unos 3 parking, más bien, explanadas de tierra… Creo que te lo indica como Parking 1, 2 y 3, y el tercero es el último y está pasado el palacio de Pena.
Pero como nos olíamos que podía haber jaleo precisamente por la semana santa, pensamos que era mejor idea ir en transporte público.

Bien, pues con estas nos levantamos, y lo primero, bajamos a desayunar.
La sala de desayuno es más bien pequeña, sobre todo comparada con la que había en Oporto. Aunque no tuvimos problemas ningún día.

El buffet. Correcto. Para el zumo de naranja (siempre, siempre me fijo en el zumo de naranja que tienen los hoteles) era de máquina. De estas que te encuentras en muchos hoteles, más que nada en canarias, o al menos yo me los he encontrado. Suele tener agua, zumo de naranja, zumo de piña, y multifrutas. Todo hay que decir que el multifrutas muchas veces es mezcla de los zumos por separado que haya  Pero en este caso era diferente. Como no, me fui al multifrutas, que suele estar bastante mejor que cualquier zumo de naranja que no sea natural.
Lo que no vi que tuviese, pero tampoco pregunté, fueron platos calientes, como huevos, tortilla, salchichas,… vamos, todas esas cosas que tienen siempre para los guiris. Había algo de pan, bollería, lo de siempre.

Tras desayunar, nos fuimos a la estación de Rossio, que es donde coges el tren, que tiene una conexión con la parada de Los restauradores, línea azul. Con tan mala suerte, que hacía 2 minutos que se había ido el tren. Eso siempre da una rabia… así que a esperar toca. Menos mal que pasan cada media hora.
Empezó a aparecer gente, y gente, y gente, pero bien. El tren era largo, largo y largo  Vamos, como los trenes dobles de cercanías de Madrid, pero no de 2 pisos. El trayecto son unos 40 minutos o algo así.

Cuando llegamos y salimos de la estación, sabíamos que había un autobús que te subía hasta el palacio de Pena, que es lo más importante que ver en Sintra (aunque también hay otras cosas, esto es lo principal) Pero pensamos que andando podríamos ir. Cogimos un mapa en la oficina de información sin esperar a preguntar nada, puesto que había mucha cola, y pensamos en buscar como subir. El caso es que no sé porqué, nos dio por pensar que quizá mejor íbamos en autobús porque a pie parecía algo lejos. Y menos mal!!!!!!!! Menudas carreteras, horribles, estrechas y cuesta arriba que te encuentras. Vamos, que nadie se le ocurra lo de ir a pie, y sobre todo porque los “autobuseros” yo creo que están medio locos y van de rápido… que más vale que te apartes.

Vimos mucha gente a un lado de la estación y miramos las marquesinas. En una ponía que el número 434 es el turístico. Es el que te sube hasta el Palacio de Pena.
El autobús sube por un camino y baja por otro distinto, y el billete que compras son 5 por cabeza y te permite digamos que una ida y una vuelta. Es decir, que si te subes y bajas en el castelo dos Mouros……. Y luego te vuelves a subir, tiene que ser hacia arriba, hacia Pena y luego comenzar a bajar. Digamos que es hacer una vuelta completa.

En las fechas en las que estábamos fue horrible porque iba hasta arriba de gente. Un consejo os doy, sentaros siempre que podáis, no digáis, vah, da igual. Nosotros tuviemos suerte, porque cuando el autobús dijo basta, estábamos bastante bien colocados para el siguiente. Tuvimos que esperar en total, desde que nos pusimos a la cola hasta que subimos al autobús unos 20 minutos. Y nos sentamos.

La primera parada es Sintra pueblo, que está un poco alejado de la estación de tren. Y de ahí comienza a subir por la sinuosa carretera. Por poco atropellamos a unos ciclistas, pero naaaada. Lo de estar sentados viene bien ahora, porque para las curvas pega unos quites y unos frenazos…
Claro, no te explican muy bien las paradas que hay, pero la primera es en Sintra pueblo como comenté, y la siguiente ya es en el castelo dos mouros. Este decidimos que no lo veríamos, pues ya habíamos visto el de San Jorge y la verdad es que más piedras lo siento, pero no me apetecía. La siguiente parada ya es Pena. No recuerdo exactamente si en medio hay una parada que da a otra entrada de Pena y donde creo que también se podían sacar entradas y entrar a los jardines, pero nosotros subimos hasta arriba, que es donde se bajó todo el mundo.

Había unas colas, en 2 palabras , im-presionantes!! Había como 4 taquillas y una taquilla de máquina (era para que tú sacases las entradas, pero había un chico ayudando) y todas hasta arriba. Tardamos como una hora en conseguir las entradas, creo. Tenían descuento con la Lisboa Card, y aquí tienes que dar un cupón que va con el libro que te dan.

Puntualizo que hay varios tipos de entradas para Pena: Los jardines (y la casa de la condesa), Los jardines y el exterior de palacio (y la casa de la condesa), y los jardines, el exterior y el interior de Palacio (y la casa de la condesa). El descuento de la Lisboa card es para este último tipo, y pasó de 13,50 euros a 10,50.
En esta página podéis ver lo referente al palacio
www.parquesdesintra.pt

También hay entradas combinadas para los distintos parques de Sintra, que son 4: El palacio de Pena, el Convento dos Capuchos, el palacio de Monserrate y el Castelo dos Mouros. Son 22 Euros.
Pero a nosotros no nos daba tiempo a verlo todo en un día.

Cuando llegas a la taquilla, te preguntan si quieres coger el trenecito ¿? Es un pequeño tren que por 2 euros te sube de la entrada al palacio. Va a ser que ya no pago más y voy andando. Total, cuando lo ves, es una cuesta que tendrá 200-300 metros y muy fácil de subir.

Cuando conseguimos las entradas, y entrar a los jardines, eran como las 13:00. Vimos el trenecito, y pasamos, y llegamos al exterior de palacio, donde te vuelven a pedir la entrada de nuevo. Y creo que aún te la piden una vez más un poco más arriba (esta no lo aseguro) Y luego sí que te vuelven a pedir la entrada para el interior del palacio.

Con la hora que era, decidimos que mejor comíamos algo.
Hay un restaurante, con carta, pero no nos apetecía pararnos a eso, así que en la parte de arriba, junto a la entrada del palacio, hay una especie de cafetería. Digo una especie, porque mucho no tenían. Había un mini bocadillo de jamón, uno de queso, pero no de jamón y queso aunque el cartel decía que sí. Algo parecido a una miniquiche del tamaño de una magdalena, patatitas, bebidas y alguna cosa más pero poca. Así que pedimos lo que se nos ocurrió de ahí y 13 eurillos que pagamos.
Hacía bueno, así que te podías sentar en las mesas que hay fuera. Y tuvimos suerte y nos pudimos sentar. Ahora bien, lo que no tienen son mesas dentro, así que como haga frio o llueva, apáñatelas como puedas…

Cuando terminamos, nos pusimos a la cola de entrar en el interior del palacio, que no era corta, así que otro ratito esperando (mucho menos que para coger la entrada, no cabe duda) y te piden la entrada y entras al interior, donde la verdad es que mucha cosa no hay.
Cuando salimos, dimos otra vuelta por la parte exterior, que tiene como un corredor alrededor del castillo. Desde aquí hay vistas al Castelo dos Mouros.
Sacamos las fotos de rigor, y ala, visto el palacio.

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La verdad es que como diría mi novio, no es que se llame Pena por el aspecto… aunque un poquito de penilla sí que da, porque una gran parte de la pintura está descascarillada, pero es bonito, con los colores…

Bueno, la visita había sido rápida, y pensamos en visitar los jardines, y la tal casa de la condesa, pero es que el mapa los pintaba muy grande, y queríamos ir a Quinta da Regale ira, que todo el mundo del foro decía que estaba muy bien. Y no sabíamos cuánto íbamos a tardar en esto. La verdad es que me da pena no haberme parado a pasear por los jardines, pero cuando no sabes lo que vas a tardar en las cosas…

Así que salimos dispuestos a coger el bus para bajar a Sintra.
Por el mapa que teníamos del pueblo, la Quinta da Regale ira la pintaba relativamente cerca, como si se pudiera ir andando.
Así que con mucha suerte, nos pudimos sentar de nuevo en el bus. Hay que decir que eran como las 14.30 (para que veáis el tamaño del palacio, lo poco que tardamos en visitarlo) y había como la mitad de cola o menos para coger las entradas.

Nos bajamos esta vez en Sintra pueblo. Allí al lado está el Palacio Nacional de Sintra. Bastante más austero que el de Pena, blanco y amarillo nada más, y como era gratis con la Lisboa Card, allí que nos fuimos.
Pues no está mal, no había prácticamente nadie visitándolo, todo el mundo creo que se queda visitando el de pena y listo. He de decir que no estuvo mal, además siendo gratis…

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Al salir, miramos a ver como ir a la Quinta da Regaleira (fuimos después que al palacio nacional pues cierra más tarde) y encontramos un cartel que ponía, andando 5 min. Y así fue.
Es un lugar un poco tétrico, tipo casa de los Monsters, donde estoy seguro de que si mandan a alguien quedarse sólo, a dormir, dice que ni hablar.
Pero es bonito. Tiene unos jardines chulos, y no demasiado grandes.
Lo que sí tiene son pasadizos, unos cuantos, por lo que llevaros una linterna, o el móvil con la batería cargada, porque nos encontramos unos chicos que habían descargado toda la batería del móvil.

Lo primero entramos en un pasadizo que quedaba a mano y que llegaba hasta la capilla. Y ahí, si quería podías subir a una pequeña torre, pero que no encerraba más secreto.
A esa altura está la casa, y te explica cosillas de la casa. También tiene un par de torrecitas a las que te puedes subir.

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Y tras esto comenzó el paseo por los jardines y sus pasadizos. Hay un punto que se llama Pozo iniciático que se hunde unos 27 metros en la tierra, y tiene varias entradas. Desde arriba o desde algún pasadizo como hicimos nosotros, que te llevaba como a la mitad. Y luego bajamos los escalones hasta el final y seguimos por otro pasadizo.
Alguno de esos pasadizos tiene como una iluminación de leds.
Cuidado con los charcos del suelo y cuidado con los salientes… que no están indicados y te puedes dejar la cabeza si eres un poco alto.

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Después del entretenimiento de ver todos los pequeños pasadizos (tampoco os esperéis una pasada, pero está bien lo de meterse en la oscuridad y ver donde vas a parar) vimos los jardines y luego, vuelta al pueblo.

Antes de irnos al tren, pensamos que era una buena idea tomar algo en las callejuelas de Sintra. Encontramos la famosa pastelería piriquita, que yo en aquel momento ni me acordaba, así que en esa misma calle un poco más adentro, hay otra pastelería que se llama Vila Velha con bastante encanto, que está muy bien y tienen mesitas para sentarse.
Pedimos lo típico allí. Queijada, que está hecho de queso, huevo, azúcar y harina. Y travesseiros, que significa almohada, son de hojaldre, rellenos de dulce de huevos y almendra, y espolvoreados de azúcar. Con un café y una infusión.
2 Queijadas 1,60
2 Travesseiros 2,50
1 café 0,7
1 infusión 1,75
Total=6,55

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Y después de haber descansado, era hora de volver a Lisboa, porque los otros castillos no los íbamos a ver.
Para coger un autobús desde Sintra Pueblo está difícil porque baja todo el mundo de Pena y Dos mouros, así que recomiendo ir andando, que está muy cerca.

Esta vez, llegamos bien para el tren, ni mucho ni poco tuvimos que esperar.
El trayecto estuvo genial para descansar los pies…

Durante el trayecto, pensamos en que hacer en lo que quedaba de tarde, que tampoco era tanto, pero algo podríamos hacer. Así que decidimos ir al Elevador da Bica.
Ciertamente, aun con el mapa, nos costó encontrarlo.
Al bajarnos en la estación de Rossio, nos fuimos al metro de Los Restauradores, y ahí coges la línea azul en dirección a Santa Apolonia, y haces trasbordo en Baixa-Chiado a la línea verde, en dirección a Cais do Sodré.
Entonces sales, y caminas de nuevo hacia la ciudad, porque al otro lado ya está el río. Y buscando, buscando, lo encontramos. Está digamos que dentro de un edificio, donde pone claramente “Elevador da Bica” no recuerdo bien cuánto cuesta, pero no es barato, más que el tranvía 28, pero con la Lisboa Card es gratis!! Así que para dentro. Más o menos se mueven cada media hora.
Foto y foto y foto, luego salió hacia arriba!!

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La verdad es que un poco decepcionante sí que es, porque te sube como 200 metros o 300. Pero para subir andando… Te deja en el barrio alto, y cerca del mirador de Santa Catarina, hacia donde nos dirigimos.
No sé si por toda la zona, pero al menos por la calle por la que fuimos nosotros te ofrecían alguna que otra droga a cada paso que dabas, y encima, cuando llegas al mirador, ves que es un lugar de encuentro de jóvenes lisboetas para hacer botellón… Así que hicimos un par de fotos de lo más bonito que se ve desde allí que es el puente 25 de septiembre y nos piramos.

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Por la hora que era, decidimos que podíamos cenar, claro que eran las 8 u 8,30, pero tampoco en el día de hoy había más que hacer. Y escogimos un lugar de la guía que quedaba cercano, es el Café no Chiado (www.cafenochiado.com). Muy bonito, y no había mucha gente, supongo que por ser temprano… Aunque costó encontrarlo porque está en largo do Picadeiro, que en el mapa de la propia guía no sale, y está entre 2 calles en una plaza, que son Rua Antonio María Cardoso y Rua Dos Duques de Bragança. Lo mejor es ir por esta segunda y lo encuentras.
Que elegimos para cenar? Bacalao a bras, y arroz de Pato. Por una vez no nos trajeron nada de eso por lo que te cobran, aunque luego en la carta nos lo querían cobrar… Pero se lo comentamos y no hubo problema.
Bacalhau a Bras, 15,20 Euros.
Arroz con Pato 14.20 Euros
1 agua ½ 2,20
Total cena = 31,60
Ya veis que si te pones a cenar bien, no es del todo barato, o al menos algunos sitios. Quizá hay más baratos, pero no supimos.

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Después de cenar caminamos un poco, y llegamos a una plaza en la Rua Garret, donde está A Brasileira, un local antiguo y típico donde tomarse una Bica, vamos, un café sólo con azúcar (Beba isto com açucar) que fue eslogan del bar en 1905.

Y finalmente, ahí está el metro de Chiado, que cogimos para irnos al hotel y a dormir.

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Ya es domingo por la mañana, y después de mucho pensar que hacer, nos pareció buena idea ir a la antigua EXPO que tiene Lisboa.
Allí se encuentran la torre y el puente Vasco de Gama, que junto con el 25 de septiembre son impresionantes, y también hay un centro comercial con 2 torres a los lados que lo guardan, y el acuario.

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Para llegar hasta allí hay que coger la línea roja hasta Oriente que nos pillaba justo la línea del hotel.
Sales al otro lado del centro comercial, por lo que has de cruzarlo o rodearlo para ir a la zona de la EXPO. Como cuando fuimos estaba abierto, lo cruzamos.
Si había otra salida más cercana, no la supimos.

Al cruzar te encuentras con una explanada con varios edificios, y tienes que caminar hacia la derecha para encontrar el acuario.
La verdad es que por fuera no es que me entusiasmase mucho, es simplemente una mole de hormigón (quizá los arquitectos me tachen de inculta, que habitualmente les encanta utilizar hormigón en cantidades astronómicas en sus proyectos, pero yo soy mucho más de edificios tradicionales, así que perdón si mi comentario molesta a alguien)

Al lado de la entrada hay una cascada de agua muy mona, para hacerse fotucas

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La entrada costó 13,60 con el descuento de la Lisboa Card de un 15%. Pero esto incluye la exposición temporal que en este caso era sobre tortugas. He de decir que mereció la pena. Fantástica.

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En cuanto al resto del acuario, pues muy bien, como otros que he visto, con un tanque gigante típico, aunque creo que es de los más grandes que hay, y con especies diferentes a las que yo conocía.

Hay el pez luna, que es bastante feo, pero que yo en mi vida había visto… No tengo ninguna foto buena.

Hay también pingüinos, y nutrias de mar que tienen nombre y todo. Y todos los peces que puedas imaginar en un acuario. Las nutrias son lo más llamativo y uno de los símbolos del acuario. Estas tienen pelo!

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La verdad es que la visita mereció mucho la pena, lo pasé genial (soy como una cría con estas cosas)



Después cogimos de nuevo el metro para volver al centro de la ciudad, y subir por fin al Elevador de Santa Justa. Tuvimos suerte que no hay mucha cola. Si tienes una tarjeta de las verdes de transporte, sólo te sirve para el ascensor, no para el mirador, al que para seguir subiendo es por unas escaleras de caracol y cuesta 1,5. Con la Lisboa Card, gratis.
Hay unas vistas fantásticas. Pega el sol un montón,así que en verano me imagino que será bastante horrible, pero en Abril es estupendo un poquito de sol.

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Tras salir del Elevador acabas en el barrio alto. Así que por la hora, decidimo parar a comer. Dónde? Decidimos que intentaríamos fiarnos de nuevo de la guía, teniendo en cuenta que quizá ya no estuviese ese restaurante... pero si estaba. Entramos en la Cervecería Trindade, que era un antiguo comercio, a comer más bacalao a Bras.

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Tras salir después de una buena comida, como estábamos en el barrio alto, decidimos subirnos en el tranvía 28, que teníamos gratis con la Lisboa Card. Fuimos primero en un dirección, hasta terminar el barrio alto, que acaba, al menos el que cogimos (ojo que unos terminan antes que otros) en un parque y una iglesia. Era la basílica da Estela. No entramos, pero por fuera es bonita.

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Volvimos a coger el tranvía para ir hasta la otra punta, lo mismo digo en este caso, depende de la hora, termina en un sitio u otro. Nosotros pasamos la catedral y nos bajamos un poquito más arriba para dedicarnos a pasear.

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Caminando, caminando, llegamos al centro, a la plaza del Comercio.
La zona está en obras y quizá por eso todo estaba deslucido, pero me decepcionó bastante. Para ser una de las principales plazas de Lisboa la vi muy desangelada, solo con la estatua en el centro y el resto cemento. Y cemento, y cemento. Y los arboles?? Nada de nada.
Nos acercamos hasta el borde del mar, porque playa tampoco… y dimos la vuelta.

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Y después nos acercamos hasta el edifico en recuerdo de Saramago.

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Después cogimos el metro, para ir a la plaza de Rossio, donde se encuentra el Elevador da Gloria, también gratis con la Lisboa Card. Como no, hacia arriba que nos fuimos, pero como todos, subes a la parte alta de Lisboa. Y con las mismas, volvimos a bajar.

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Nos apetecía meternos a tomar algo en una pastelería típica, como es la Confitería Nacional al lado de la plaza de Rossio, peroe estaba muy llena, así que nos fuimos a otra que está también en la plaza Rossio, que es la pasteleria Suiça. Nuestra idea era pillarnos unos pasteles de nata, pero no les quedaban!!!! Toda una decepción, así que nos tomamos unos zumos para descansar y luego nos salimos.
Comenzamos a caminar por la Rua Augusta de nuevo y vimos una pastelería con mucho movimiento, así que entramos, y por 2 euros nos tomamos 2 pastelitos de nata al fin!!!!!!!

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Dimos otra vuelta y la verdad es que con lo agotados que estábamos decidimos que mejor cenábamos algo para irnos al hotel. Nos metimos en la Rua Augusta en una especie de pizzería, a comer una pizza y una ensalada. No logro recordar el nombre del sitio y no encuentro el ticket... pero os puedo decir que no me entusiasmó mucho pero bueno, no estaba muy mal.

Y tras esto, directamente a dormir al hotel, que al dia siguiente toca recoger y largar a casa.

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