Planning de 5 días escasos en la Gran Manzana ✏️ Blogs of USA

A partir de aquí las etapas se hacen un poco más llevaderas ya que mi pie necesita tomárselo con muuucha calma. Así que os diré que aprovechamos la metrocard a base de bien! Normalmente hubiésemos aprovechado el trayecto hasta el village para dar un buen paseo y así ir conociendo otras zonas, pero visto lo visto, empezamos a movernos en autobús. De esa forma no nos metíamos bajo tierra y podíamos seguir disfrutando de la ciudad sin castigar mi tobillo ☺

Cogimos un autobús en la 5ª que nos dejó justo en Madison Square Park. Desde allí no sólo hay unas vistas fenomenales del Empire sino que tienes de frente y en todo su esplendor el Flatiron, el primer rascacielos y uno de los edificios más bonitos y curiosos. Estuvimos por la zona y volvimos a coger un autobús hasta Washington Square Park y la zona de NYU. Desde ahí ya empezamos a caminar, despacito, hacia la zona del Village.
Se notaba la diferencia con otras zonas de la ciudad, con mucha gente joven, estudiantes de NYU en su mayoría y según nos adentrábamos en el Village con cafeterías encantadoras con banquitos en la puerta y terrazas, tiendas de ropa, todo muy trendy.
Como buena fan de Sex and the city obviamente me hice la foto de rigor en las escaleras de Carrie (Perry Street) y como buenos fans de Friends, le hicimos la foto al edificio ☺

Nos sentamos en la terraza de Le Pain Quotidien a tomar un café al solecito (la lluvia nos dio una pequeña tregua) y reponer fuerzas y desde ahí, despacito, volvimos caminando hasta Madison Sqaure Park. Menos mal que nos lo íbamos a tomar con calma!! Caminamos un montón!!! Llegamos a Madison Sq Park justo para comernos unas de las mejores hamburguesas, en un sitio chulísimo (en el propio parque, en la esquina de Madison con la 23) que se llama Shake Shack. Muy recomendable!

Mientras comíamos la lluvia volvió pero con esas hamburguesas no nos importó, jeje! Así que de nuevo cogimos nuestras patitas y andando hasta la 42, al hotel a descansar un rato y a prepararnos para ir al partido de los Yankees a las 7.

Cogimos el metro en Grand Central y fuimos directos hasta la 161, al comienzo del Bronx. La parada está justo al lado del estadio y el metro iba abarrotado de gente que se dirigía al partido. El ambiente ya se vivía desde el metro y al llegar al estadio más aún. Hay que reconocer que independientemente del deporte en sí, los americanos son únicos en este tipo de espectáculos. El partido en sí es todo un show, las pantallas gigantes no paran de mostrar a la gente, de hacer concursos (del tipo de adivina qué foto es tal jugador de pequeño) y cosas así. Animan un montón y aunque el juego no te interese, consiguen que lo vivas a tope. Sin duda una de las experiencias más recomendables del viaje! Nos lo pasamos bomba!
Obviamente cenamos unos perritos allí mismo y al salimos del partido como a las 9 y media más o menos.

El día había sido intenso para mi pobre pie así que nos fuimos al hotel a descansar. Mañana sería otro día.

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En esta etapa de la teoría a la práctica va un trecho, y es que nada como la climatología o los imprevistos (véase mi tobillo) para darse cuenta de que los plannings también sufren cambios e improvisaciones! Así que renombro la etapa a: Shopping, Midtown, Upper East y Brooklyn.

El día se levantó lluvioso y con niebla así que el plan de subir al Empire tuvo que cancelarse. Sólo nos quedaba un día más en NYC por lo que si al día siguiente llovía, no nos quedaría más remedio que subir con lluvia (las entradas ya estaban compradas desde España). Nos arriesgamos y dejamos el Empire para el día siguiente.
Así que entre que nos decidíamos y que tardamos bastante más en levantarnos y desayunar, ese día empezamos la ruta más tarde. Decidimos dedicar gran parte de la mañana a hacer shopping para no dejarlo todo para el último día. Fuimos paseando hasta Macy’s en la 34 entre la 7ª y la 8º, de allí a Times Square y de allí nos dirigimos al Upper East Side hacia Bloomingdale’s, Barney’s y Saks… Ya cargaditos seguimos bajando hacia el hotel para descargar los bártulos y de nuevo encaminarnos hacia el norte, esta vez para comer en PJ Clarke’s .
El sitio es una pasada, tan lleno de historia y de los personajes que habrán pasado por ahí… Comimos casi en penumbra y al ritmo de Ella Fitzgerald. Las hamburguesas estaban de 10. Genial!

En teoría esa tarde teníamos pensado hacer un crucero al atardecer de Circle Line Cruises, se coge en la 42 y bordea la isla por el Hudson viendo el skyline iluminarse. Pero como estaba lloviendo pensamos que no lo disfrutaríamos del todo y como se nos había quedado sin hacer el puente de Brooklyn el día que me torcí el tobillo, decidimos dejar el crucero y en su lugar ir a Brooklyn. Estaba claro que con mi pie no podía cruzarme el puente pero por lo menos valía la pena ir en metro hasta allí, pasear por Brooklyn, ver el skyline y volver de nuevo en metro.

Así que eso hicimos. Cogimos el metro hasta York Street y paseamos por Brooklyn. Fuimos hasta el River Café y esperamos ver anochecer en un parque que está al lado. La noche era nebulosa y encima no habían encendido el Empire así que me llevé una sensación algo agridulce.. Me esperaba más y encima recordaba el skyline de la última vez, con sus torres, y claro, no es lo mismo…
Aún así ver el puente ahí mismo y los edificios siempre es un subidón!

Intentamos cenar en Front Pizza (recomendado por la forera Hanna) pero al llegar nos dijeron que justo estaban cerrando (eran las 9) así que ojo con los horarios para los que queráis cenar ahí!
Estábamos cansados, mojados y me dolía mucho el pie así que cogimos el metro de vuelta y decidimos cenar una porción de pizza sentados en Bryant Park. Mirad esta foto desde el parque para que os hagáis una idea de la neblina…

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Amanecía nuestro último día en la ciudad. El avión salía de JFK a las 21.00h así que contábamos con coger el shuttle (NYCAirporter) en Grand Central con Park Av como muy tarde a las 17.30.
El hotel nos proporcionó late check out así que hasta la una no teníamos que dejar la habitación. Mucho mád cómodo porque el plan era subir pronto al Empire State y ya después desayunar, acabar las últimas compras y hacer las maletas y dejar la habitación.

Tuvimos mucha suerte. Tras cuatro días lluviosos, el último amaneció despejado así que finalmente hicimos bien en dejar el Empire para el último día.
Las entradas ya las llevábamos compradas e impresas desde España y a esa hora la cola para subir era minímima así que en cuestión de 10 minutos nos plantamos en el piso 86.
Fantásticas vistas del Chrysler, del downtown y de nuestro amado Flatiron!

Al salir, subimos caminando hasta Times Square donde compramos algunos detallitos para traer a España y acabamos desayunando en un Applebee's (malísimo por cierto..) De ahí nos fuimos de nuevo al hotel a intentar cerrar las maletas como podíamos, tarea que finalmente completamos a base de golpes

Dejamos las maletas en el hotel (previo pago de 2$ por bulto) y nos fuimos de nuevo a Madison Square Park, frente a nuestro Flatiron y disfrutando de las últimas horas en NYC. Comimos de nuevo en Shake Shack (en serio, súper recomendable) y dimosnuestro último paseo subiendo por Madison hasta la 42. Llegaba la hora de recoger las maletas y encaminarnos hacia el JFK.

El resto, ya lo sabéis. Algo de tráfico para llegar hasta el aeropuerto, espera en la puerta de embarque y vuelo de vuelta algo más encajonados que a la ida porque al imprimir tarde las tarjetas de embarque me quitaron los asientos asignados en salida de emergencia!!!

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