
Día 7 (19-08-19): vuelo en helicóptero sobre la isla y traslado a Koke'e State Park pasando por Waimea Canyon
A las 7 de la mañana en pie, se presentaba por delante uno de los mejores días del viaje, aunque en ese momento no lo sabíamos… Hoy tocaba cambiar de zona: del norte nos trasladaríamos al lado oeste, concretamente a Koke’e State Park. Para hacerlo no es posible desplazarse hacia la izquierda como dicta el sentido común, sino que hay que rodear prácticamente toda la isla, bajando hacia el sur por el este y luego volviendo a subir por la zona de Waimea Canyon hasta Koke’e:

Como la isla es pequeña, no se tarda demasiado en hacer este recorrido, pero de camino nos detendríamos en Lihue para realizar una de las actividades estrella del viaje: el vuelo en helicóptero sobre Kauai.
Así pues, después de recogerlo todo, nos despedimos de nuestros amables anfitriones y sobre las 8:20 h salimos hacia el aeropuerto de Lihue. Teníamos el vuelo reservado a las 10:30h y hay que hacer el check-in como mínimo 45 minutos antes. Desde Princeville se tarda unos 50 minutos en llegar al helipuerto (1 hora desde Hanalei), pero queríamos ir con margen por si había alguna incidencia en la carretera.
Hay varias compañías que ofrecen este vuelo escénico, nosotros lo hicimos con Blue Hawaiian Helicopters y quedamos muy contentos, fuimos sentados delante y la vista es magnífica. Además, tuvimos muy buen tiempo, a excepción de algunas nubes en algunos puntos, y buena visibilidad, pero eso ya es cuestión de suerte.
Sobre las 9:15 llegamos al aeropuerto y ya hicimos el check-in, aunque tuvimos que esperar hasta las 10:00 (media hora antes del vuelo) para ver el vídeo con la charla sobre seguridad. Los nervios apretaban, ¡qué ganas!

Finalmente llegó nuestro momento: subimos al que sería nuestro flamante vehículo durante una hora más o menos, y tras ajustarnos los cinturones, despegamos. Las vistas son ya preciosas desde el minuto cero:


El piloto nos iba explicando las diferentes zonas que íbamos sobrevolando, además de buenas vistas es muy interesante conocer algunos datos curiosos sobre la isla. Hicimos un millón de fotos, os pongo solo algunas para que os hagáis una idea.

Se sobrevuela la parte central de la isla, con algunos lugares de muy difícil acceso y que solo pueden verse desde el aire:

Te acercas a preciosas cascadas a las cuales, de otra forma, sería imposible llegar:


Posteriormente el paisaje va cambiando, se vuelve todo más árido y de colores rojizos a medida que nos internamos en la zona de Waimea Canyon, al oeste de Kauai:

La paleta de colores que podemos observar desde el aire es simplemente magnífica:


Finalmente, llega la guinda del pastel, sobrevolar la espectacular costa de Napali que nosotros ya habíamos visto días atrás desde el mar:



Aquí sí que hicimos como un millón de fotos





Ya en ruta de regreso hacia Lihue, las vistas de la costa este también son fabulosas:



Volvimos alucinados, encantados con todo lo que habíamos visto. No os voy a engañar: es una excursión cara para durar solo una hora. Sin embargo, si podéis permitíroslo no os arrepentiréis, la sensación al sobrevolar la isla y disfrutar a vista de pájaro hasta de sus rincones más recónditos es inigualable.
Tras probar las dos opciones, me resultaría muy difícil elegir entre la excursión en barco por Napali o el vuelo en helicóptero sobre toda la isla, así que mi consejo es el siguiente: ahorrad dinerito y haced las dos cosas. Para eso trabajamos, ¿no? Nos lo merecemos

Después del subidón de adrenalina tocaba volver a poner los pies en la tierra, nunca mejor dicho, y seguir en ruta hacia el sur. Nos dirigimos hacia la pequeña población de Waimea, desde el aeropuerto de Lihue nos llevó sobre una hora llegar hasta allí.
Como eran ya las 12:30h paramos a comer algo en un sitio llamado Hawaian Barbeque. Es un local de aspecto humilde pero la comida estaba buena y a muy buen precio para ser Hawaii (un plato de salmón y otro de bento, ambos con ensalada y arroz, y un par de aguas, 22 dólares).
También aprovechamos para hacer compra en un Supersave de Waimea, ya que en Koke’e no hay nada, tan solo un restaurante en el Koke'e Lodge que ni siquiera ofrece cenas. Como alquilamos una cabaña, podíamos cocinar en el alojamiento sin problema y durante el día la idea era llevarnos pícnic a las rutas de senderismo.
Otra cosa a tener en cuenta: llenar el depósito de gasolina antes de subir hacia las montañas, y eso hicimos. A partir de allí ya no hay gasolineras disponibles y hay que ir cubiertos para poder cubrir el trayecto de subida y el de bajada.
Ya bien aprovisionados de comida y combustible, nos dirigimos a las oficinas donde se hace el check-in de las Koke’e Cabins. A tener en cuenta (te avisan al reservar): las cabañas están ubicadas en el centro del Koke’e State Park, pero sin embargo la oficina para hacer el check-in está en el pueblo de Waimea. No es posible recoger las llaves de la cabaña una vez llegas al parque, así que muy importante no pasarse de largo porque luego volver de Koke’e a Waimea es un buen trecho.
El horario de la oficina de las Koke’e Cabins es de 9 a 17h los siete días de la semana, pero te arreglan el check-in fuera de horas si es necesario, aunque aconsejan encarecidamente hacerlo mientras están ellos presencialmente. Nosotros nos dirigimos allí sobre las 14 h y ya nos entregaron la llave y nos dieron toda la información necesaria, informándonos de que podríamos entrar a la cabaña a partir de las 15:30h.
Ese horario ya nos venía bien, porque nuestra idea era ir subiendo tranquilamente por la carretera de Waimea Canyon Drive parando en varios miradores para ver el cañón de Waimea de camino a Koke’e, así que eso hicimos (nos llevó un par de horas en ruta con las paradas).
Waimea Canyon es una espectacular garganta difícil de describir, algunos lo llaman el Gran Cañón del Pacífico. Salvando las distancias, lo que más me gustó fue el contraste de colores entre la tierra rojiza y el verde de la vegetación, y la gran diferencia con el paisaje del otro lado de la isla, tan selvático y exuberante mientras que aquí era todo mucho más árido.
El cañón mide 16 km de largo, 1'6 km de ancho y más de 1 km de profundidad. Pueden observarse diferentes capas de tierra, cada una de las cuales representa una erupción y el consiguiente flujo de lava asociado, dando lugar al cañón formado por millones de años de erosión.
Nosotros subimos hacia las Koke'e Cabins por la Waimea Canyon Drive, pero también se puede ir por Koke'e Road desde Kekaha (lo hicimos de bajada). Las mejores vistas se encuentran yendo desde Waimea por Waimea Canyon Drive. Hay varios miradores que ofrecen panorámicas espectaculares:
Waimea Canyon Lookout: este mirador se encuentra poco después del marcador de la milla 10 de la carretera. Las vistas son una maravilla.



Pu'u Ka Pele Lookout: algo más arriba, desde este mirador es posible ver las Waipo'o Falls cuando llueve intensamente, especialmente en invierno. Hay un trekking hasta las cascadas muy recomendable y no demasiado largo (unas dos horas ida y vuelta), nosotros lo haríamos al día siguiente.

Pu'u Hinahina Lookout: pasado el marcador de la milla 13, tiene dos puntos de vista, hacia el este para ver el cañón y también hacia el oeste, donde puede observarse la isla de Ni'ihau en días despejados (en nuestro caso pudimos intuirla, con un poco de imaginación se ve perfectamente





Llegamos a nuestra cabaña sobre las 16 y dejamos las cosas, sobre todo queríamos guardar la comida en la nevera. Como ya comenté en el foro, estas cabinas son muy rudimentarias, necesitarían una buena reforma, y la relación calidad/precio no es buena. Eso sí, la ubicación es excepcional si se quiere hacer senderismo por Koke’e y Waimea (el alojamiento en Waimea pueblo es escaso y muy caro). Así que es recomendable pasar un par de noches aquí si la intención es hacer caminatas por la zona y estar un par de días en plena naturaleza, sin mucho atisbo de civilización (bueno, os acompañarán los famosos pollos hawaianos, que en esta zona abundan).

Tras descargar nuestros trastos y tomar posesión de nuestra casita de madera, pensábamos hacer el trail hasta Waipo’o Falls, que es de unas 2- 2.5 horas, pero finalmente lo dejamos para el día siguiente y seguimos ruta en coche en dirección norte.
Subiendo la carretera desde el Koke'e Lodge y las cabañas hacia el norte, se nota el cambio en la vegetación, el terreno ya no es tan seco como en Waimea porque aquí hay más abundancia de lluvia durante todo el año.
En la zona casi al final de la carretera hay dos miradores con vistas espectaculares, desde los cuales se puede ver la costa de Napali por el otro lado (lado oeste, donde tan solo se llega haciendo el Kalalau Trail), parecía increíble que por la mañana estábamos prácticamente ahí mismo pero habíamos tenido que darle toda la vuelta a la isla para llegar al lado.
Kalalau Lookout: en el marcador de la milla 18. Buenas vistas de la zona final del Kalalau Trail, pero no tanto como en el siguiente mirador.

Pu'u o Kila Lookout: al final de la carretera, menos visitado pero con mejores vistas que el anterior, sin duda se puede disfrutar de una de las mejores panorámicas del pacífico desde ese balcón sobre el Kalalau Valley.


El Kalalau Valley o valle de Kalalau es el valle más grande de la zona de Napali y estuvo habitado hasta 1919. Su playa únicamente es accesible mediante un trekking de 17'7 km (el Kalalau Trail que comentamos en anteriores etapas, 17'7 km solo ida y luego toca pegarse otros 17'7 de vuelta) o en kayak.

Es frecuente la irrupción de nubes dentro del valle, aunque tal como llegan pueden desaparecer si se espera un rato, y recomiendan ir temprano para encontrarlo más despejado (aunque nosotros por la tarde lo vimos bastante bien). En este mirador también empiezan los senderos que recorreríamos al día siguiente, el Pihea Trail y Alaka'i Swamp Trail.

Cuando acabamos de recorrer los miradores de esa zona eran ya sobre las 17:30h, no demasiado tarde, pero esa hora tampoco nos permitía empezar ningún trail sin que se nos hiciera de noche, así que nos retiramos a descansar. La verdad es que estábamos agotados, supongo que de las emociones del día, porque no habíamos hecho mucho esfuerzo físico.
Así que cenamos temprano y a dormir para reponer fuerzas, que el día siguiente iba a ser para dedicarlo a las rutas de senderismo del Koke’e State Park y de Waimea Canyon, dos de las maravillas naturales de Kauai.
