![]() ![]() From Moscow with love... ✏️ Blogs de Rusia
Una semana inolvidable en la capital rusaAutor: Anthony1345 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (28 Votos) Índice del Diario: From Moscow with love...
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Etapas 4 a 6, total 7
Nuevo día soleado y nuevo despertar temprano para dirigirnos al Kremlin, no sin antes pasarnos por la Plaza Roja para ver si por un casual estaba abierta… Ese día había algunos actos más, pues cuando llegamos a Manezaya estaban haciendo una especie de homenaje al monumento del soldado desconocido, situado en los jardines Alexandrovsky (cerrados)… Por suerte, el Kremlin sí estaba abierto, y después de hacer algo de cola y esperar para comprar la entrada de la Armería (que se vende solo cada cierto tiempo), pudimos cruzar el puente de la Trinidad. En total la entrada son 1000 Rb, 300 de la Plaza de las Catedrales y 700 de la Armería, aunque con el carné de estudiante en total eran 300 Rb (100 y 200). El Kremlin es un conjunto de palacios y catedrales que es la sede del gobierno de Rusia, de ahí que esté tan vigilado. Dentro, en la Plaza de las Catedrales pudimos ver la Catedral de la Anunciación y la de San Miguel Arcángel, pues la de la Asunción y la iglesia de los Doce Apóstoles estaban cerradas. Tampoco se podía subir al Campanario de Iván el Grande.
![]() También aquí se pueden ver el Cañón y la Campana Rota del Zar, también llamados el Zar de los Cañones y la Zarina de las Campanas. Son el cañón y la campana más grandes del mundo, aunque ninguno de los dos funcionó nunca. La Armería por su parte, es un museo no muy grande con una exposición de las propiedades de los zares hasta la caída del zarismo. Vestidos, vajillas, tronos, joyas… quizás lo más llamativo sea la sala de los carruajes. En mi humilde opinión es demasiado caro para lo que se puede ver… Por cierto, no perdáis la entrada, porque la exigen al salir… ![]() Después de tirarnos toda la mañana en el Kremlin, comimos en los jardines Alexandrovsky y fuimos caminando hasta la calle Arbat, calle peatonal y comercial plagada de turistas, artistas callejeros y restaurantes, cafeterías y tiendas de souvenirs. De camino pasamos por la calle Vozdvizenka, que lleva justo a la Puerta de Arbat y en la que se encuentra la curiosa Casa de las Conchas. La calle Arbat es una de las más animadas de la ciudad, y una de las más agradables. La calle termina en el rascacielos del Ministerio de Asuntos Exteriores, una de las siete hermanas de Stalin, siete rascacielos neogóticos construidos en los 50, que intentaban competir con el Empire State de Nueva York, aunque ninguno lo superó en altura. ![]() Más allá, se encuentra el río, el puente Borodinski y la Casa Blanca. Nos tomamos un café carísimo en un Starbucks, e inciamos la vuelta al centro. El regreso desde la Puerta de Arbat lo hicimos por la calle Nikitskaya, para pasar por delante del Conservatorio de Moscú y su monumento a Tchaikovsky, y unas cuantas salas de conciertos. ![]() Como ya era tarde, decidimos hacer tiempo en la plaza Manezaya (que es muy agradable) comiendonos unos helados y haciéndonos unas fotos... hasta que nos echaron de la plaza unos cuantos policias poniendo vallas... ![]() De modo que tuvimos que dar un paseo para esperar el anochecer y ver la iluminación de San Basilio, antes de regresar al hotel a descansar. ![]() Etapas 4 a 6, total 7
Aprovechando que nuestro hotel se encontraba junto al parque Izmailovo, y que era sábado, nos encaminamos a primera hora al mercadillo de artesanía, que abre solo los fines de semana y en el que se puede encontrar prácticamente de todo, y lo que es más importante, a precios más reducidos que en otras partes de la ciudad, más que nada, porque los comerciantes admiten el regateo (y llegan a ser muy pesados). Compramos un par de cosas, las dejamos en el hotel y cogimos el metro en dirección al parque Tsarítsino (metro línea 2). ![]() Ese día lo íbamos a dedicar a ver parques. Sin embargo, cuando nos bajamos en el metro en la parada de Tsarítisino, no encontramos parque por ninguna parte… Resulta que el acceso al parque, se encuentra en la parada siguiente, Orekhovo, aunque eso no lo descubrimos hasta el día siguiente. De forma que frustrados, volvimos al metro y desandamos el camino hacia la parada de Kolomenskaya (también en la línea 2), donde se tiene acceso al parque de Kolomenskoye, una antigua finca de los zares y hoy es una agradable zona de esparcimiento, con un par de iglesias, entre las que destaca la Iglesia de la Ascensión, del siglo XVI, que es Patrimonio de la Humanidad. ![]() Como era la hora de comer, comimos tumbados en césped y aprovechamos para descansar un rato, antes de volver al centro para recorrer la calle Tverskaya. Esta calle, que sale de Manezaya y se extiende varios kilómetros hasta las afueras de Moscú, es una de sus arterias principales, muy comercial, y que esconde tranquilos barrios residenciales en ambas aceras. Stalin sometió esta calle a una cirugía radical para ampliarla en anchura, demoliendo numerosos edificios y moviendo otros. Hoy conserva algunos edificios históricos, entre ellos el Ayuntamiento de Moscú, y la Galería de alimentación Yelissevsky, donde es posible comprar manzanas o galletas entre mármoles, estucos, espejos dorados y cristales, en lo que parece más un palacio que un supermercado (no es tan caro como podría parecer). Es tan chic que vimos a una parece de recién casados haciendo sus fotos de boda allí (creo que no he visto mayor horterada en la vida). Tras llegar a la animada plaza Pushkin, decidimos descansar para bajar por el anillo de jardines hasta la calle Nikitskaya y volver al Manege para participar en una costumbre rusa: comprar un par de cervezas para beberlas en la calle bajo el sol. ![]() Entramos en el supermercado del centro comercial bajo la plaza, y al salir, apenas unos minutos después, estaba lloviendo de tal manera que era imposible salir de allí… de modo que decidimos hacer la turné por el famoso metro de Moscú. Construido entre los años 30 y 50, fue el mayor instrumento propagandístico del régimen soviético, el llamado palacio del pueblo. La mayoría de estaciones están decoradas con mosaicos dorados, azulejos, vidrieras, esculturas, arañas, columnas…y sobretodo con hoces y martillos y efigies de Lenin. ![]() Nosotros nos dedicamos a hacer el recorrido por la línea 5, en el que la mayoría de estaciones son una pasada. Personalmente, las mejores me parecieron Konsomolskaya, Arbatskaya, Kievskaya, Taganskaya, Novoslobodskaya, Prospect Mira, Park Kulturi y Ploshchad Revolutsii, a falta de ver la de Mayakovskaya. Todavía estaba lloviendo cuando salimos del metro ya en el hotel… ![]() Etapas 4 a 6, total 7
La lluvia ya había desaparecido por la mañana y el sol volvía a lucir, por lo que una vez ubicado el parque de Tsarítsino, hasta allí nos dirigimos a primera hora. Tsarítsino era una inmensa finca de recreo comprada por Catalina la Grande, quien se dedicó a embellecerla, de modo que allí podemos ver un gran palacio neogótico y otros edificios que no llegaron a terminarse, mezclados con las ruinas de antiguos edificios que había allí y que fueron demolidos. Aparte de palacios, hay lagos y una gran fuente cuyos chorros se mueven al ritmo de la música. Muy recomendable y agradable. ![]() De vuelta al centro, nos dirigimos hacia la Galería Pushkin, situada muy cerca de la catedral de Cristo el Salvador. La verdad es que cogimos el mejor momento para entrar, porque justo al ponernos en la cola comenzó a llover. ![]() La galería Pushkin es el museo más importante de Moscú y acoge obras de los cinco continentes, desde la Antigüedad hasta el siglo XX, en cinco edificios que poseen una entrada diferente cada uno. Cada entrada cuesta 400 Rb, y aquí no hay descuento de estudiantes… o sea, que ver el museo entero es carísimo. Nosotros solo vimos dos museos, el principal, el que está en el edificio neoclásico, y el dedicado a los siglos XIX y XX, en el edificio a la izquierda del principal. La colección principal tiene obras hasta el siglo XVIII, algunas muy conocidas, y multitud de copias de piezas romanas, griegas y renacentistas, como las esculturas del Partenón, la tribuna de las Cariátides o el David de Miguel Ángel… Demasiadas copias para mi gusto. Las colecciones impresionistas, que vimos después de comer nuestros bocadillos, sí que me gustaron mucho. Por cierto, no dejan hacer fotos. A la salida, aprovechamos la cercanía de la catedral de Cristo Salvador para entrar a verla, pues esta vez si estaba abierta. Es gratis y no dejan hacer fotos, aunque con cuidado siempre se puede hacer alguna. La verdad es que su interior es mucho más bonito que su exterior. ![]() Una vez vista la catedral cogimos el metro para dirigirnos a la Colina de los Gorriones, para ver las vistas de Moscú desde allí, de forma que nos bajamos en la parada de Vorobevy Gory, pero esa parada nos dejaba en medio del río, por lo que nos volvimos a montar hasta la Universidad, la parada siguiente… Pero desde ahí tampoco había demasiadas vistas, por lo que nos limitamos a pasear hasta el complejo de la universidad Lomonosov y hacernos un par de fotos con el mastodóntico rascacielos de la Universidad, la mayor de las Siete Hermanas, con 256 metros de altura. La verdad es que es impresionante, y mereció la pena venir hasta aquí para verlo… ![]() Vista la Universidad, tuvimos la idea de ir hasta los modernos rascacielos del Moscow City, que yo tenía mucho interés en ver, de forma que fuimos hasta Kievskaya para enlazar con la línea que llega hasta allí, una bifurcación de la línea 4. Pero no la encontramos, básicamente porque el nombre de la estación que nosotros buscábamos no coincidía con el que aparecía en nuestra guía… Así que fuimos andando…tardamos más de 20 minutos en llegar…y al final llegamos casi con la puesta de sol… por lo que apenas vimos nada… ![]() Después de las numerosas caminatas, a la cama a descansar… Etapas 4 a 6, total 7
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