Belfast y Dublin 2012 ✏️ Blogs de Irlanda

Nuestro hotel en Dublín fue el "The Ripley Court Hotel", lo reservamos a través de www.booking.com, que aunque las críticas no eran demasiado malas, pero creo que hay zonas mejores para reservar, aunque la situación del hotel es muy importante para nosotros, en mi opinión, tendríamos que haber buscado un poco mas, está situado en Talbott St., tiene parking própio, pero es un sotano reconvertido en aparcamiento que tienes que esperar que te abra la verja el portero del hotel, también dispone de wifi, pero solamente en la recepción, en sentido estricto, ya que en el comedor del desayuno no llega y eso que se encuentra en la habitación de al lado, el desayuno deja bastante que desear, un consejo, no pedir ni los huevos, ni el bacon, ni nada frito, dedicaros a los cereales, las tostadas y el queso. Al menos los sillones de recepción son increiblemente cómodos y acogedores.
Las habitaciones interiores, dan a un patio interior con los contenedores de basura y un fuerte olor a comida, las camas son muy comodas, pero los baños necesitan un poco de reforma. Los recepcionistas son amables, dentro del mismo hotel hay un típico pub.
Como ya he dicho el hotel tiene una excelente localización, al lado de la estación del tren, al lado de autobuses y cerca de la calle O´Connell.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Como era el último día que teníamos el coche, aprovechamos para ir hacia el sur, la zona de Glendalough, y allí que nos dirigimos, se tarda aproximadamente una hora en llegar, como era sábado, había muchísima gente, el parking estaba completo, pero nosotros pudimos encontrar un lugar al lado de la carretera y después de pedirle permiso al dueño de la casa de al lado, que amablemente nos recomendó "el camino verde", comenzamos la visita.

Un consejo previo, si quereis, llevad la comida y la bebida, pues el camino es largo y al final hay una explanada de cesped al lado del lago, magnifica, para comer, jugar a la pelota o descansar simplemente, pero si no llevais nada, en el parking, hay un merendero donde se puede comer hamburguesas y perritos calientes, ademas del WC por supuesto a precios de turista.

Una visita totalmente recomendable, paisajes impresionantes, bosques, cesped, los lagos y una tranquilidad envidiable, al principio se encuentra un cementerio con aires de peli de miedo con las famosas cruces celtas y una abadia en ruinas.

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Después de un montón de fotos atravesamos un puente, un río que nos llevó al "camino verde" y atravesamos una zona boscosa hasta llegar a los dos lagos, el primero el pequeño, el lago bajo, fantástico, seguimos hasta la zona de descanso, una zona de cesped, con árboles milenarios y el lago alto, maravilla de la naturaleza, fotos de nuevo, tranquilidad y reposo.

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Nosotros comimos en la zona de merienda, después de mas de dos horas de caminar, teníamos un hambre de lobo, y después de despedirnos del lugar, volvimos al coche y nos dirigimos al aeropuerto, para devolverlo. Avis era nuestra casa de alquiler, tuvimos que llevarlo después de llenar el depósito al lugar asignado, hicimos los trámites de devolución y nos acompañaron con una furgoneta a la terminal numero dos, delante de la terminal sale el autobus para el centro de Dublin, por 6 o 7 euros, pero ojo, para llegar a la parada hay que entrar en la Terminal subir un piso, atravesar las pasarela y bajar de nuevo, hay un cobrador, donde puedes comprar el ticket, por supuesto el billete de ida y vuelta es mas barato que comprar solamente un trayecto. Dentro del bus hay un wifi gratuito y paramos en la calle
O´Connell, cerquísima del hotel, de nuevo buscamos un sitio para cenar, queríamos un sitio cerca ya que estábamos bastante cansados, nos fuimos a un hotel, en la misma calle Talbot, donde servían cocina típica irlandesa, además de unas pintas, el O´Sheas Hotel, luego al hotel a descansar.

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Al día siguiente era domingo y hacía un poco de mal tiempo, pero a medida que avanzaba el día fue mejorando y aumentando el tamaño de nuestras mochilas con la ropa que nos iba sobrando.

Decidimos ir al Trinity College, pasar por la estatua de Molly Malone, Grafton Street, St. Stephen Green y Merrion Sq.

Primero el Trinity College, cogimos una visita guiada en español de la biblioteca y del libro de Kells, una visita guiada, muy interesante, un estudiante de la universidad, nos explicó las tradiciones mas curiosas de la universidad, pasando por los edificios emblemáticos, hasta que nos dejó al lado del edificio de la biblioteca y donde se guarda el libro de Kells, el libro es un texto en latín de los cuatro evangelios ornamentado espléndidamente de hace mas de 1000 años de antigüedad, la biblioteca es una de las grandes bibliotecas del mundo que posee la mayor colección de manuscritos y libros impresos de Irlanda, se visita The Long Room, una sala de madera adornada con bustos de marmol, que parecía sacada de los libros de Harry Potter.

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Al salir nos dirigimos hacia Grafton St., pasando por la estatua de Molly Malone.

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El barrio es mucho mejor que el de O´Connell, tiendas de marcas de renombre, junto a otras que vale la pena recorrer, aconsejo perderse por las calle cercanas, al final paramos a comer por casualidad en la tienda AVOCA, www.avoca.ie, en Wicklow St., que ademas de ser una preciosa tienda de cosas para la casa, era también una cafetería, unas tartas deliciosas.

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Después de comer, recorrimos Grafton St. para acabar en St. Stephen´s Green, un parque para pasear, salimos por Merrion Row y giramos por Merrion Sq. hasta llegar al parque del mismo nombre donde se encuentra la estatua de Oscar Wilde y en la esquina la casa donde vivió, la estatua es curiosa, está pintada de colores. Mucha gente haciendo fotos.

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Volvimos de nuevo a la zona de Grafton donde tomamos unas pintas en M. J. O´Neill en la misma Wicklock St. , un pub muy bonito, enorme, en la barra había hasta 30 tiradores de pintas distintas.

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Mas tarde decidimos irnos a cenar a un japones cercano "Yamamori Noodles" muy básico, pero desde luego estaba lleno, 12-13 South Great George´s St., al salir fuimos tranquilamente andando al hotel, al llegar a nuestra zona, se veían algunas personas con mala pinta o un poco pasados, pero sin mas novedad llegamos, mañana nuestro último día.

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Realmente no era nuestro último día, pero nuestro avión salía al día siguiente a las 7.30 de la mañana, por lo tanto, poco ibamos a ver.

Hoy teníamos un largo día por delante, primero la Guinness Storehouse, que desde nuestro hotel fueron 3/4 de hora andando tranquilamente, se puede ir en autobus, pero a nosotros nos gusta andar y callejear y estamos acostumbrados a largos recorridos, pasamos de nuevo por la zona del Temple Bar, el Dublin Castle;

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y la Catedral de Christ Church;

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Llegamos a la fabrica con las entradas sacadas por internet; www.guinness-storehouse.com, lo recomiendo, mas barato y mas rápido, ya que según a la hora que vayais se forman unas colas importantes, además tienen una consigna, para dejar las mochilas y te dan una audioguía pero que tienes que dejar el DNI o pasaporte para que te las den.

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Empieza la visita, la forma del museo es de una enorme pinta y en cuanto vas ascendiendo, vas viendo el proceso de elaboración de la cerveza, además de las curiosidades sobre la cerveza Guinness, en el segundo piso, te la dan a probar y en el último en el bar "Gravity" te dan una pinta entera que está incluida en la entrada, todo esto antes de comer!!! con todo lo que ello significa,

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Después de degustar la pinta y de disfrutar de las maravillosas vistas del bar, ya que es totalmente acristalado, luego vuelves a la planta baja donde está la tienda, devuelves el audio guía donde dejaste el DNI y recoges tus pertenencias que has dejado en la consigna.

Volvimos sobre nuestros pasos, pero esta vez pasando por el Area Medieval, nos paramos a comer en La Dolce Vita, en Cow´s Lane, Old City, pensabamos comer en la terraza, pero de repente se puso a llover y terminamos haciendolo dentro, unos macarrones con gorgonzola y pera que nos quitó el atontamiento rapidamente de la Guinness, también tenían Wifi gratuito, así pudimos disfrutar de todos los rincones del barrio medieval, hasta llegar de nuevo al Temple Bar, a esa hora con mucha menos gente que el primer día y pudimos verlo mejor.

Llegamos de nuevo al puente hacia O´Connell y ahí nos separamos para hacer las últimas compras, unos de nuevo a la zona de Grafton St. y otros al centro comercial de la Henry St. el "Jervis Shopping Centre".

Nos volvimos a encontrar para ir al hotel, pero antes hicimos un parón en el Starbucks para tomar un chocolate, hacer uso del wifi y del aseo, que tiene un código que solo lo tienes si consumes ya que está impreso en el tiquet de los cafés.

Por último cenamos de pizza de un sitio "take away" enfrente del hotel, regentado por un simpático italiano, comimos en la recepción del hotel sin problema, en los cómodos sillones orejeros de recepción haciendo uso del wifi otra vez.

Dejamos dicho en recepción que nos pidieran un taxi para las seis de la mañana y allí puntualmente nos estuvo esperando para llevarnos finalmente al aeropuerto y despues de 20/25 minutos nos dejó en la terminal número dos de Air Lingus, el taxi nos costó aproximadamente 30 €, nos dipusimos a hacer el check-in para volver con mucha pena a nuestro caluroso hogar.

Hicimos los trámites, he de decir que ninguno facturamos, todos llevabamos equipaje de mano y además de bolsos o mochilas con equipos electrónicos y no hubo ningún problema a la hora de embarcar, nada que ver con Ryanair y eso que son compañías del país.

A las 7.30 despegamos y volvimos a casa. Volveremos con mas tiempo, nos faltan cosas que ver.

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