Salimos del hotel a las 10:00. Vamos en taxi al mercado que ayer estaba cerrado, el de Panjiayuan. Compramos anillos y pulseras para mis compis (y para mí). Este mercado no tiene nada que ver con los otros, está más bien dedicado a la artesanía así que si os gusta eso, os encantará. Es mucho más tranquilo que los otros y los vendedores no te avasallan así que da gusto pasear por él.
Tras verlo nos encaminamos al Mercado de la Seda (estoy empezando a pensar que nos hemos vuelto sedaadictos) y compro otro edredón del mismo tamaño y peso que el del otro día por bastante menos precio. La verdad es que vamos mejorando con el regateo, así que aprovechamos que estamos solos y no se nos impacienta el muchacho. Además de otras cosas, nos compramos dos supermaletones para meter todas las compras, porque tengo que aclarar que, por indicaciones previas, nos hemos venido de España solamente con una maletita y poca ropa para comprar aquí maletas y ropa nueva, que por cierto ya estamos usando desde que llegamos, para que si en la aduana nos la quieren quitar, que mucho hemos oído sobre el particular, que por lo menos se la queden sudada.
Aprovechamos las maletas nuevas para meter todas las compras y nos vamos en taxi al hotel. De camino quedamos por teléfono para ir al Lago Beihai que no está muy lejos del hotel pero cuando ya estamos en el hotel nos vuelve a llamar diciendo que hay tormenta de arena y que mejor dejamos el parque para otro día porque no se verá mucho. Como tampoco es muy agradable ir por la calle, porque no se puede respirar, nos invita a volver al Mercado de la Seda a comprar algún que otro relojito que en eso sí queremos que nos ayude a regatear. Así que entre pitos y flautas ¡todo el día de compras! ¡qué estrés, por favor!.
Cuando nos cansamos y pensamos que por hoy ya está bien de compras, en la puerta del mercado, mientras descansamos un poco, nos aborda una vendedora callejera y compramos ¡11 pares de calcetines Boss por 50 yuanes!. (lo nuestro ya no tiene nombre)
Hoy decide llevarnos en bus a cenar a un restaurante coreano otro menú que yo tenía apuntado en mi guía: parrilla coreana de ternera y pollo y añade al ágape, entre otras cosas, PERRO EN SALSA. ¡Pues ya no me lo cuentan!. La verdad es que si no te dicen lo que es, ni te enteras, porque aquí casi todos los platos tienen salsas y eso desdibuja bastante los sabores. Vaya, que al final no distingues si comes pollo o cordero, así que mucho menos perro.
Os cuento lo que es la parrilla coreana: Te ponen la carne en trozos cortados, como siempre, del tamaño necesario para poderlos comer con los palillos. La mesa tiene una parrilla encastrada y un camarero se encarga de ir poniendo la carne a asar y cuando está lista te la sirve en el plato. Como además pides más cosas, y ellos te ponen verduras y salsas para mojar la carne, pues no te da tiempo a comertelo todo. Sin olvidar el té que no falta en ninguna mesa.
Bueno, como esta etapa es bastante parca en fotos, porque no hemos hecho mas que comprar y comer, pues os pongo una selección de detalles curiosos, por ejemplo, de las muchas personas que se tapan del sol y de la contaminación:
De cómo todas las puertas de los palacios tienen un escalón que sirve “para que no entren los fantasmas”. En algunos sitios los escalones son verdaderamente altos. Empezaron a bajarlos cuando hubo un emperador que era más bien bajito y siempre tropezaba, así que ordenó que les quitaran altura. Supongo que no le daban miedo los fantasmas.
De cómo los chinos lo copian todo, sin excepción. Esta foto he tenido que ponerla grande para que se vea bien la marca del vehículo:
Y, por último, Seguridad y Salud Laboral. Explicación visual de cómo alargar la pata de una escalera si se queda algo corta:
Ya llevamos 7 días en Beijing y hemos aprendido a movernos por la ciudad sin ayuda externa y sin necesidad de coger un taxi, así que a las 9:30 cogemos el autobús nº 2 que nos deja en Tiananmen (cuesta 1 yuan por persona) y desde allí el metro hasta el Templo Lama que tiene una parada propia. Aquí encontramos budas, budas y más budas.
Y entre todos ellos destaca el buda gigante, hecho de una sola pieza de sándalo que sale en todas las guías turísticas. La verdad es que es enorme y cuesta creer que sea de una sola pieza:
Hay mucha gente rezando y quemando incienso.
Como podéis observar, cada uno se pone el incienso en un sitio distinto. Este de la foto no se si es que reza para tener más sesera o es que le duele la sesera y reza para ponerse bueno:
Aunque debe tener su misterio porque, aunque hay muchas personas que se ponen el incienso en la cabeza, no todos lo ponen en el mismo sitio:
Bromas aparte, es un lugar donde se respira tranquilidad y recogimiento. Aunque hay mucha gente, no encontramos aglomeración de turistas. Después de pasarnos lo mismo aquí que en la Muralla, estamos empezando a pensar que hemos elegido un mes perfecto para hacer el viaje, no solo porque no hay mucha gente (entiéndase lo que quiero decir, es imposible que en China no haya mucha gente, porque mil millones son bastantes) sino también porque al ser primavera, la temperatura es muy buena.
A lo que íbamos, que me desvío del tema. Se trata de un templo “activo” y eso hace que no haya ruido, que la gente hable en voz baja; vaya que impone.
Para que os hagáis una composición de lugar, se trata de un recinto con muchos edificios, tanto en el paseo central como en los laterales, y cada edificio alberga uno o varios budas distintos. La gente compra incienso y va a quemarlo al buda al que tiene más fe. Algo así como una iglesia o una catedral que, aunque dedicada a un santo concreto, tiene muchas capillas laterales dedicadas, cada una, a santos distintos y la gente le reza al santo al que tiene más devoción. La diferencia es que, igual que os decía en otra etapa con los palacios, una catedral es un edificio único, con todo dentro, y esto está repartido en muchos edificios distintos, dentro de un gran recinto. Este es uno de ellos:
En las calles adyacentes hay un montón de tiendas que venden incienso y hay de todos los precios. Incluso hay del que huele y del que no huele (más baratito para el que quiere quemar mucho en el templo). En todos los “altares” de los budas pone que hay que quemar 3 palos cada vez pero nosotros hemos visto quien quemaba el mazo entero.
También hay gente que pone dinero en unas urnas que hay junto a cada buda. Vaya, como nosotros en las iglesias con el cepillo. Creo que en esta foto se aprecia la urna justo delante de la chica que está de rodillas:
Después de estar un buen rato paseando por el Templo y de comprar incienso, por supuesto, nos vamos en metro a dar una vueltita por el mercado de la seda ¡que ayer no fuimos! y cuando nos cansamos de regatear y estamos de nuevo los tres miembros de la familia juntos, nos vamos al Lago Beihai.
Beihai está junto al Parque Jingshan, el que está a continuación de la Ciudad Prohibida, y desde lo más alto tiene una gran vista de Jingshan y de Beijing.
Fijáos que al fondo de esta foto se aprecia el edificio de la ópera que os conté en otra etapa y a su izquierda el Gran Palacio del Pueblo que está en uno de los laterales de Tiananmen
Este es mucho mayor y tiene un gran lago por el que se puede pasear montado en unas barquitas con patines, como las de la playa. Como en Jingshan, hay que subir un montón de escaleras.
Hasta llegar a la pagoda blanca que se ve al fondo
Al entrar al parque encuentras, a mano derecha, un edificio pequeñito que dentro tiene, en el primer piso, un gong al que hay que darle 3 veces con un tronco de árbol que cuelga de unas cadenas. Hay que pagar unos yuanes, no recuerdo cuántos, pero muy pocos. Dicen que darle tres veces trae suerte. (o te quedas sordo del ruido que hace el dichoso gong porque, encima, a nadie se le ocurre darle flojito y todos le damos a lo bruto, ale, que haga mucho ruido a ver si la suerte va en proporción:
Una vez arriba, hacemos un montón de fotos de la pagoda blanca y de las vistas con la intención de unirlas luego todas y hacer una panorámica de Beijing
Cuando empieza a oscurecer y nos disponemos a salir, encontramos un restaurante dentro del propio parque y decidimos entrar a cenar. Es un sitio de lujo, lujo, con comida china de diseño y un servicio excepcional. Como siempre, el restaurante no es únicamente un salón, sino muchos saloncitos pequeños pero cada uno en un edificio distinto. La cena de los tres nos costó 720 yuanes y eso en China es un superlujo. A nosotros nos encantó tanto el lugar, como la comida. Cuando salimos del restaurante, como ya era de noche, la entrada se veía así de bonita desde el borde del lago
Y esto es lo mismo pero desde la misma entrada:
En fin, hemos pasado un día perfecto. Contemplativo por la mañana en el Templo Lama, no ha faltado un ratito de regateo y hemos terminado con un paseo tranquilo por el parque, seguido de una cena perfecta y una despedida con esta vista:
Nos vamos a dormir tan contentos. Y mañana, a la Ciudad Prohibida.
Antes de ir a la Ciudad Prohibida, nos queda ver el Mausoleo de Mao Zedong así que cogemos el bus nº 2 y allí nos dirigimos. Esta es la cola para entrar:
Cuando nos ponemos en la cola se acerca un chino a nosotros y, como puede, nos hace comprender que no se puede entrar con nada y que nos acompaña hasta donde se pueden dejar las mochilas que llevamos en una consigna. Es al otro lado de la avenida pero cuando llegamos no nos apetece dejar la mochila de la fotografía, así que le damos las gracias al chino y nos volvemos a la cola.
Decidimos entrar por separado y que el que se queda fuera aguante las dos mochilas. Yo entro primero y quedamos en la puerta de detrás. Esta es la salida:
Se tarda justo un cuarto de hora desde que te pones en la cola, hasta que vuelves a salir por la puerta de detrás. Hay mucha gente y te hacen pasar dos controles de seguridad, pero todo va muy rápido porque no dejan que la gente se pare. Tampoco permiten hacer fotografías dentro. El buen señor está de cuerpo presente en una urna y parece un ninot de cartón piedra.
Cuando los dos hemos salido hacemos las últimas fotos en la plaza, porque seguramente no volveremos aquí y nos encaminamos a la Ciudad Prohibida.
Compramos las entradas (60 yuanes) y una guía de esas que tienen un pinganillo, en español claro, y hacemos la visita siguiendo sus indicaciones.
La Ciudad Prohibida es más de lo mismo y está todo un pelín descuidado. Hay dos edificios vallados porque los están arreglando. Aunque las fotos parezcan del mismo sitio no lo son; fijáos en que una valla es roja y otra azul.
En general, en la Ciudad Prohibida la distribución es la siguiente: una puerta, un edificio y una gran explanada; otra puerta, otro edificio y otra gran explanada. Así todo hasta que llegas al otro extremo. Las explanadas son de un tamaño mayúsculo y no tienen ni una sola sombra, como no sea que te vayas a los laterales
Lo normal es que no te dejen entrar a los edificios (salvo a algunos que tienen algo expuesto). Esta es la cama de los emperadores que tuvimos que ver a través de un cristal y peleándonos con un montón de gente que quería, como nosotros, acercarse:
Os pongo unas cuantas fotos más pero, como en todo el diario, omito los detalles de historia que cuenta mejor que yo cualquier guía:
Tinajas como esta podréis encontrar en cualquiera de las visitas que hagáis. Tienen una utilidad más allá de lo decorativo porque como todos los edificios son de madera, tenían pavor a un posible incendio y claro, todavía no se había creado el cuerpo de bomberos así que tenían siempre los chismes llenos de agua, por si las moscas. En la foto el tamaño engaña porque pueden caber dentro varias personas:
Esta es una placa conmemorativa, como muchas otras que hay en otros palacios. Esta tiene de particular que pesa no se cuánto montón de toneladas y tiene un metro de grosor. La trajeron desde una cantera a 50 kilómetros de Beijing y tardaron 28 días porque lo hicieron a base de hacer pozos de agua por el camino, la congelaban (no se cómo, la verdad) y hacían deslizar la placa de mármol por el hielo. Todo a base de cuerdas y personas tirando de ella, nada de máquinas claro. Por cierto, también aquí el tamaño engaña porque el puntito azul que se ve al fondo es una persona.
Y este es un árbol resultado de unir un ciprés y un pino. Ya veis que tiene dos troncos y a partir de la unión, sale un solo árbol:
Cuando llegamos al final, la autoguía nos dice que podemos volver de nuevo hacia atrás y que elijamos de los dos laterales, el que prefiramos, para que nos vaya contando lo que vemos, pero como ya hemos andado bastante decidimos no volver atrás así que dejamos el pinganillo, nos devuelven la fianza que dimos por él y nos marchamos.
La puerta Norte, que es la contraria a la de la plaza de Tiananmen tiene una bonita vista del Parque Jingshan:
Llegamos andando hasta el hotel, que está muy cerca, callejeando y viendo las tiendas. Nos llama la atención, sobre todo, cómo venden la comida. Todo está muy sucio, los animales paseandose entre la comida y si además piensas en el asunto de los escupitajos, pues no apetece mucho comprar, la verdad.
Esta es la carnicería:
La venta y transporte de huevos:
Y la frutería:
A las 16:30 nos vamos a ver la Universidad donde estudia nuestro hijo. Nos enseña el campus y nos lleva al despacho que comparte con otros estudiantes y es donde hacen el proyecto de fin de carrera.
Yo quería acercarme al gimnasio que será la sede olímpica de bádminton y gimnasia rítmica pero todos los alrededores están en obras y es imposible. Dice que la semana anterior estaba todo terminado, que no entiende por qué lo han vuelto a levantar.
Nos damos un paseo por las calles adyacentes a la Universidad y vemos más de cerca el día a día de esta ciudad; lo que no ven los turistas. Ponen el quiosco de venta en cualquier sitio (la ventana de su casa, la portería, en misma acera de la calle) y venden de todo (verduras, ropa, música, tabaco, … de todo).
Para cenar, repetimos en el sitio al que ya habíamos ido otro día, donde ponían los tendones de cordero en pinchitos, que a los dos les gustaron mucho y cenamos por 147 yuanes los tres. De ahí al hotel y directos a la cama.
Creo que no lo he comentado hasta ahora, pero tengo que decir que las camas en las que hemos dormido en este país son muy duras. En este hotel un día hasta me asomé al colchón a ver si era de verdad un colchón o una tabla. Cada día nos levantamos con los huesos molidos y con la sensación de haber dormido en el suelo.
ayyyyy me quedo con las ganas de leerlo todo pero es que me da una envidiaaaaaaa. Yo me voy en Marzo un mesecito, atravesando casi toda China, y ya tengo unas ganas... asique cuando vuelva ya te dare envidia :P!! jajaja!!
saludos!!
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Todo es depende en q zona estés y a q tipo de establecimiento vayas
Nosotros pagamos por cabeza en comidas desde menos de 3€ al cambio en un bar de "menus del día" al lado de nuestro primer hotel de shanghai a como bien dice @Walterd a 25€ en un sitio tradicional de pato; pero vamos yo diría q la media de comidas quitando la mas barata y la mas cara dudo q pasase de 5/6€ con bebida
Mírate el hilo de comidas en china, q seguramente veas cosas q te interesen
Muchas gracias, yo pensaba en unos 6/7 por comida. No sé si es demasiado poco, pero por lo que veo sí que por ese precio se puede comer en sitios populares. Muchas gracias por responder
China extiende ingreso sin visa a argentinos hasta final del 2026
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China informó que el país extenderá la exención de visado para los ciudadanos de 45 naciones hasta el 31 de Diciembre de 2026.
La decisión busca «facilitar los intercambios entre ciudadanos chinos y de otros países», según el comunicado oficial.
Los nacionales con pasaporte ordinario podrán ingresar a China sin visado por motivos de turismo, negocios, visitas familiares, intercambios o tránsito, siempre que su estancia no supere los 30 días.
[i]Con el fin de aplicar las directrices de la cuarta sesión plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China, ampliar la apertura de alto nivel y seguir facilitando los viajes transfronterizos, China ha decidido extender la política de exención de visado para Francia y otros países hasta el 31 de diciembre de 2026:
Según el portal de servicios consulares del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, los siguientes 45 países y territorios se ven afectados por esta prórroga de un año de la exención de visado:
[b]Alemania, Andorra, Arabia Saudí, Argentina, Australia... Leer más ...
Estoy pensando ir en marzo pero no sé si no hará mucho frío. Les ruta sería Pekín, Pingyao, Xian, Chengdú y Shanhai. Sólo tengo 14 o 15 días completos. No veo que me dé para más. Qué opinas de la ruta? Gracias!