Lo mejor de Tailandia & Krabi ✏️ Blogs de Tailandia

La noche a sido rara porque a eso de las 4 de la mañana un pájaro me despertó porque hacia un ruido que parecía una alarma.
A las 6:30 pasan despertando a todo el mundo a voces, ducha rápida, desayuno y de nuevo a las canoas hasta donde nos espera el bus, una siesta en las dos horas y media que tenemos hasta Ayyuttaya, visitamos 3 templos, hace muchísimo calor y hay mucha gente porque es domingo y los thai aprovechan para hacer sus ofrendas, también nos cuenta Sofía que si es mas de 9 templos al día trae buena suerte y entonces tienen que venir aquí que hay muchos juntos.
Saliendo del ultimo templo atravesamos un mercado donde Sofía compra cosas típicas para darnos a probar, unas tortitas dulces que dentro se le ponen unos pelos de colores, algo que parece castañas pero la cascara es negra y con cuernos y mas cositas, comimos de nuevo en grupo, esta vez un restaurante con aire acondicionado, como siempre las bebidas aparte.

Después de comer nos llevan a un templo, como se supone que solo queremos ver monos pues han cambiado el programa y ya no se va a Lupburi, nos llevan a un templo horroroso donde hay esculturas que no aportan nada que dicen representa el infierno y además de monos ni rastro, hay dos subidos a un árbol, además de suciedad, restos de comida y moscas, un señor llama al resto de los simios sin éxito. Creo que Sofía esta avergonzada por lo que hemos visto y decide saltarse el programa y llevarnos a Lupburi, de camino nos para en el arcén de la carretera para que veamos como cocinan ratas de campo, las ensartan con un palito y abiertas al medio, toda una delicia.

Llegamos a Lupburi y ahora entiendo el porque de la ciudad de los monos, hay mas monos que gente, parece una plaga. Hay un templo pequeño donde no se entra sino que se bordea por fuera y todo esta lleno de monos, advertencia antes de bajar del bus, el pelo cogido con coleta, no collares, no pendientes, no bolsas, no gafas, por lo visto son unos mangantes de echo a Kitie que llevaba una bolsa de caramelos antes de llegar al recinto del templo ya se la habían roto. Hay un chico que espanta a los monos a la gente que no deja que se le suban, pero otra gente estaba encantada que se le pusieran en lo alto. Mi novio también se dejo que se le subieran pero cuando se canso del mono este no se quería bajar y como pudo se lo saco de encima pero el mono se revolvió contra el y cogió el asa de la cámara y empezó a tirar, el otro muy hábil saco un caramelito del bolsillo y el mono se olvido de lo demás.
Dos personas del grupo se llevaron un recuerdo, sendos bocaditos un chico en el brazo y una chica en la mano, pues nada una visita al hospital ese día y consecutivos.
En la puerta del bus esperaba el espantasimios para su correspondiente propina.

Otro paseo de un par de horas y llegamos a Phitsanulok, mi chico había quedado con una pareja de Villanova para acercarnos a un templo que había cerca y tuvimos que aligerar el paso pues cerraba, fue el único templo que nos dieron pañuelo para taparnos.
Después de visitar el templo nos fuimos a cenar pero ya estaba casi todo cerrado y en el Kentaky nos comimos los cuatro trozos de pollo que quedaban. Volvimos al hotel a coger un taxi puesto que mi novio quería ir a lo de las espinacas (es que según nos contó Sofía es que se ponen en un lado de la calle y tiene el otro y con sartenes cual partido de tenis te tiran las espinacas que tu tienes que recoger) mientras esperábamos el taxi vinieron los hombresmonos del hospital y todo bien, llego nuestro taxi y nos llevo al mercado nocturno, le dijimos que nos recogiera dentro de una hora pero a todo decía que si, con lo que ya supimos que no vendría. No había espinacas así que dimos una vuelta por el mercado donde no había ni un solo turista, ya cansados y como nuestro conductor no vino volvimos caminando al hotel y caímos rendidos.

---

Un día mas amanecimos a las 6:30 de la mañana, rehicimos las maletas y bajamos a desayunar, metimos las maletas en el bus y nos encaminamos a Shukotai, conjunto de templos declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Cuando llegamos allí todavía no hacia mucho calor, el grupo se repartió; los que iban en tuc-tuc para 4 personas y los que iban en bici, había muchísimas bicis y lo que nos dijeron fue que nos aseguráramos de que frenara al menos uno de los dos frenos, que los frenos son al revés la derecha frena adelante y la izquierda atrás, pues yo me cogí una rosita con el timbre pintado de la bandera americana, mi novio una mas grande en azul.

Además de templos hay; estanques, lagos, árboles, flores de loto, plantas.
Llegábamos a un templo aparcábamos, visitábamos y nos marchábamos, siempre en grupo, como aclaración decir que era un grupo serio y nadie se descolgaba mas de la cuenta, todo un éxito con 35 personas.

En uno de los templos pegando al lago había una señora que vendía plátanos con un sombrero típico y allí nos hicimos fotos todas con la señora, luego la compre un montón de plátanos por una miseria de dinero (10b).

Dentro del lago cogen caracoles que son de grandes como media palma de la mano, se meten con el agua hasta el cuello (nunca mejor dicho) y rebuscan en el fondo.

La verdad es que Sofía se porto porque nos dejo un montón de tiempo para visitar cada templo.
También vimos el árbol sagrado para los budistas, como aquí todo es hacer ofrendas hay una señora al lado de un estanque con un montón de bolsas llenas de sapos, culebras, tortugas, etc.. Para comprar la bolsa y soltar en el estanque, claro esta mientras ellas hacen negocio, lo recogen otra vez y otro turista mañana lo soltara.

El lugar es muy bonito y agradable pero la temperatura ya no es tan agradable y sudamos un montón, dejamos las bicis y nos vamos al autocar donde una vez mas nos espera Kittie con toallitas refrescantes.

Tenemos una buena tirada de bus pues esta noche dormiremos en Chiang Rai, paramos a comer en un sitio muy agradable, el restaurante esta al aire libre cubierto con un chamizo de paja y comimos muy bien, algunos entre ellos mi novio comieron sopa tailandesa que rabiaba, otra vez al bus y otra paradita en el lago Phingao donde Kittie le da a probar a algunos osados unos aperitivos típicos del país por supuesto el calor no me ha afectado tanto la cabeza como para eso, mi novio si probo los bichitos, en fin... También compre bálsamos de tigre (49b) y ya de noche llegamos a Chiang Rai.

Jackie nos iba a acercar con el bus hasta el mercado nocturno porque no estaba cerca como para ir caminando y quedamos a las 19:15 en recepción, nos pegamos una ducha rápido.
El mercadillo no esta mal en el centro tienen un escenario con música tradicional thai y un montón de paraditas con comida donde los autóctonos se alimentan.

Hicimos las compras pertinentes, pantalones, camisetas y demás, para cenar fuimos a una pizzería que habíamos quedado con los de Villanova y con otra pareja de Lanzarote, la cena fue muy amena y en un tuc-tuc volvimos al hotel (100b)

---

Hoy toca visitar el triángulo de oro pero nos cuesta un montón levantarnos, bajamos a desayunar un desayuno buenísimo, también me tome un sobre porque mi garganta no estaba muy bien, aunque nos pasaron el parte informativo y había 2 bajas una de garganta, la otra de estomago, con lo cual hay otros peor que yo.

Nos recogieron a las 07:30 y nos llevaron con el bus hasta un aparcamiento donde nos esperaban unas pick-up, por que donde vamos no llegan los autocares, pero antes hicimos una parada en un mercado donde pudimos comprar chucherías para los niños, yo aunque ya llevaba algunas compradas de aquí, también compre unas patatas (60b). En la pick-up nos metimos las hermanas de Almería, las de Alicante, la pareja de Vilanova y nosotros.

Primero visitaremos poblados donde sus habitantes son de origen Birmano, se dedican a la agricultura, antes al cultivo de opio, luego el gobierno (la monarquía) quiso acabar con la droga y les dio vacunas, medicinas, educación, también les dio semillas para que siguieran cultivando productos que ahora Tailandia exporta a precio de oro.

La guía nos dijo que los niños lo que esperan son chucherías y que hay gente que en vez de eso lleva material escolar pero que no es necesario pues como dije antes el gobierno se encarga de que tengan todo lo necesario.

Llegamos al poblado y vienen a ver que les traemos, los niños esperan ordenadamente en fila, bueno la verdad es que solo hay 2 niños, nos dicen que los mayores están en el colegio y allí estaban las madre con bolsas de tela recogiendo chucherías pero es que si te descuidabas te lo quitaban de las manos, la verdad es que no me gusto.

El poblado esta en una ladera de tierra y tiene sus casitas de caña de bambú, nos dejan entrar en alguna de las casas y bueno todo es muy rural, las camas también son de bambú, entramos en una iglesia porque una vez vinieron unos misioneros franceses y los quisieron cristianizar, la iglesia hace de colé para los mas pequeños.

En este poblado los hombres están sentados bajo un chamizo de bambú, por supuesto, y las mujeres usan las semillas para hacer pulseras y collares. Aprovechando que era el día de los enamorados compre una pulsera que le regale a mi chico, mientras el se entretiene con los niños del poblado para ellos es muy divertido verse en el visor de la cámara de fotos.

Pues nos montamos en las pick-up y nos fuimos a otro poblado, en este las mujeres llevan como una bata negra con unos pompones granates al rededor del cuello, y bueno mas de lo mismo, un paseo piden chuches, te quieren vender de todo y nos vamos.

Llegamos al triángulo de oro que está formado por el tramo de río Maekong que divide en un mismo punto Tailandia, Laos y Myanmar. Es una zona del río donde antes se buscaba oro.
Los chinos están construyendo un casino en la zona de Laos (que son muy pobres) y en Tailandia esta prohibido. Quien vaya, dejará dinero en la aduana de Tailandia, a la de Laos y el casino.
Nos vamos a visitar primero el museo del opio y se me viene a la memoria aquella película de Robert De Niro fumando opio.

Subimos hacia un templo y luego subimos un poco mas para ver la vista del Maekong a su paso entre los tres países y a pocos kilómetros de China. Hace mucho calor y mi novio se compra un coco para refrescarse un poco.

Después de comer en medio de la nada nos llevan al lugar mas al norte de Tailandia lugar fronterizo con Birmania, aquí hay muchísimas tiendas en la que, como no, algo compramos, la gente va y viene en la frontera, la mayoría es a pie.
Aquí el grupo se divide, unos se van con Sofía a Birmania y todos los demás con Jackie y Kity al hotel.

Y ya que tenemos un ratito antes de que salga el autobús al mercado nocturno nos ponemos los bikinis y nos vamos a disfrutar de la maravillosa piscina, donde nos juntamos con gente del grupo y pasamos un rato muy agradable.

Y como no, a correr!! Ducha y al night bazar, esta noche no baja todo el grupo, bueno quizás ni la mitad. Damos una vuelta, seguimos comprando cosillas y cenamos en la plaza de los turistas (387b).
Al volver al hotel nos encontramos con Eduard que nos explica como fue su visita a Birmania (estaba encantado)

---