Ruta en coche de 10 días por el Valle de la Dordoña y el Valle del Loira ✏️ Blogs de Francia

El sexto día lo comenzamos visitando el Castillo de Azay le Rideau que se localiza a menos de media hora de Tours. El precio de la entrada es de 8.50 euros que merece la pena pagar para poder disfrutar de este hermoso castillo. Nosotras empleamos alrededor de hora y media para verlo por dentro y rodearlo.


Después nos fuimos a ver Langeais, situado a 11 km de allí. Se trata de un pueblo realmente bonito construido alrededor de un castillo medieval que resulta muy imponente visto desde fuera. El precio de la entrada es de 8.80 euros para adultos. Nosotras disfrutamos del castillo únicamente desde fuera y dimos una breve vuelta por el mercado del pueblo, aunque viendo las fotos del castillo que hay colgadas en internet debe ser una chulada.


De la larga lista de castillos que habíamos decidido visitar Villandry era uno de los que en ningún momento se nos pasó por la cabeza prescindir. Sus enormes y preciosos jardines hacen de este castillo uno de los más famosos del Valle y, por lo tanto, de los más visitados. Junto a la entrada, el castillo cuenta con una zona de picnic a la sombra ideal para descansar y dónde nosotras decidimos comer antes de entrar al castillo (parking gratuito). El precio de la entrada va desde los 6.50 euros a los 9.5 euros, dependiendo de si únicamente vas a visitar los jardines o de si también vais a ver el castillo; cómo en casi todos, también existe la opción de hacer la visita de noche con los jardines iluminados. Nosotras escogimos ver solamente los jardines y, a pesar del calor que hacía a primera hora de la tarde, nos encantó. Altamente recomendable llevar abanico, gorra, agua o cualquier cosa que sirva para luchar con las altas temperaturas si, como nosotras, vais en pleno mes de Julio. Nos llevó unas 2 horas verlo y a mitad de tarde volvimos a Tours, ya que el día anterior apenas pudimos ver el centro y aún nos quedaba por visitar la catedral.


Una vez en Tours nos dirigimos a ver la Catedral de Saint-Gatien pasando por el barrio de St Julien y el barrio de la catedral. Ese día cenamos un restaurante situado en la plaza Plumereau.

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Salimos de Tours para pasar nuestros últimos días en la playa y disfrutar de un merecido descanso. De camino aprovechamos para visitar los últimos castillos de nuestra ruta.
En primer lugar fuimos a Chinon (a 47 km) parando antes de cruzar el rio Vienne para hacer una foto de la impresionante fortaleza medieval. Después subimos hasta el castillo en coche y lo dejamos en el parking de la entrada que también es gratuito. Vimos el castillo por fuera y bajamos al pueblo por un ascensor que hay junto a Turismo para hacer el recorrido recomendado de sus calles viendo la iglesia de Saint-Étienne, la colegiata Saint-Mexme y la estatua de Juana de Arco.


De allí fuimos a ver el Castillo de Ussé (a 16 km), conocido por ser el castillo de la Bella Durmiente. Ya habíamos decidido que no íbamos a entrar con antelación por el precio (14 euros) y por falta de tiempo, pero nos parecieron espectaculares las vista del castillo desde fuera, especialmente desde un puente que hay enfrente. Tiene aparcamiento gratuito.


Continuamos nuestra ruta hacia Nantes haciendo una breve parada en la orilla de enfrente al Castillo de Saumur (a 40 km). Las vistas son fantásticas, un castillo propio de un cuento de hadas. De allí a Nantes nos llevó cerca de 2 horas (156 km).


Nantes es la sexta ciudad de Francia, es decir, es enorme. Aparcamos en un parking situado junto a la plaza de la Bolsa. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando descubrimos que sólo nos permitía estacionar 2 horas como máximo y además pagando 4 euros. Por lo que si queríamos permanecer más tiempo en Nantes teníamos que volver a poner un nuevo ticket. Intentamos aprovechar el tiempo todo lo que pudimos visitando el castillo de los Duques de Bretaña (es gratuito visitar su patio interior que dispone de mesitas para comer y las murallas), la Catedral de St Pierre y callejeando por sus agradables calles cuyos edificios señoriales nos recordaron a los de Paris. Trascurridas casi 2 horas fuimos a por el coche pero nos perdimos y cuando llegamos al parking los guardias estaban a 10 metros de nuestro coche así que ¡cuidado no os despistéis!


Llegamos a la Rochelle (a 147 km) al anochecer. El alojamiento elegido esta vez fue el Hotel Premiere Classe La Rochelle Centre – Les Minimes. Nos costó 192 euros 3 noches, sólo alojamiento. Es un hotel que está situado por la zona universitaria a 10 minutos del puerto. Se podía aparcar gratis en los alrededores. La conexión wifi del hotel era bastante mala. En general, nuestra experiencia en este hotel no fue muy buena.
Ese día cenamos en un restaurante situado junto al puerto y paseamos por las agradables calles llenas de terrazas y con mucho ambiente.

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¡Comenzaban nuestros días de descanso en la playa! Y para empezar nos fuimos a la isla de Ré, una isla que se puede recorrer tanto en coche como en bici. Eso sí, para entrar con coche hay que pagar 16 euros de peaje (vuelta incluida). En primer lugar nos dirigimos al pueblo de Ars en Ré, considerado como otro de los pueblos con más encanto de Francia, y allí en la oficina de Turismo nos informaron de las distintas playas que había en la isla y de las 3 rutas que se podían hacer a pie desde el pueblo (la ruta de las salinas, la ruta de los acantilados y la ruta de la naturaleza). A esta isla se le podrían dedicar varios días para disfrutarla pero nosotras, como solo íbamos a pasar el día, decidimos ir directamente a una de las playas de arena que fue la playa de La Concha. Esta playa es una playa salvaje que aún conserva algún vestigio de la Segunda Guerra Mundial ya que a lo largo de sus 3 km se puede ver algún bunker. A última hora del día volvimos al pueblo de Ars para dar una vuelta y echarnos unas cañas.

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