![]() 6 días entre Bruselas, Brujas y Gante ✏️ Blogs de Belgica
Viaje relámpago por tierras belgas. Disfrute con la compañía de la cerveza y el chocolate!Autor: Davilo5 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (6 Votos) Índice del Diario: 6 días entre Bruselas, Brujas y Gante
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Etapas 4 a 6, total 7
Viernes. Había que aprovechar las pocas horas que nos quedaban por esta ciudad tan encantadora. Hoy tocaba hacer el camino de Minewater hasta el centro y entrar a la Basílica de la Santa Sangre. El parque es precioso, se mire desde el ángulo que se mire. El lago con sus cisnes, las hojas cayendo por el paso del otoño, la tranquilidad que se respira en el Beaterio, los coches de caballos esperando a los turistas ... Una pasada! Seguimos hacia el centro y vimos que había mucha gente con banderitas de Brujas. Sobre todo niños. Cuando llegamos a la plaza Burg, estaban poniendo vallas en el Ayuntamiento, y varios abueletes se empezaban a agolpar, vestidos para la ocasión y con sus banderas belgas. Tenía que llegar alguien importante y nuestras predicciones eran por todo lo alto ... los reyes! Entramos en la Basílica, que hoy sí estaba abierta, y la verdad que es tan bonita como pequeña. Pasamos y vimos la que se supone sangre de Cristo en un cilindro transparente. Ya era hora de ir acercándonos poco a poco al hotel, así que pasamos por la plaza Markt, y había un tremendo bullicio. Una suerte estar el mismo día que los reyes de Bélgica en Brujas (lo confirmamos al día siguiente en el periódico) y una pena que no se hubieran dado más prisa ![]() Antes de volver definitivamente al hotel para recoger los macutos e irnos a la estación para volver a Bruselas, había una parada obligatoria. Teníamos que tomarnos un chocolate caliente, y viendo los comentarios, el sitio elegido era The Old Chocolate House (calle Mariastraat, entre la Catedral y la Iglesia de Nuestra Señora). Para tomarlo allí, hay que subir unas escaleras muy pequeñas, llegando a unos salones de una típica casa de Brujas. Te traen la leche caliente en unos tazones increíbles, y por separado las pepitas de chocolate que hayas pedido dentro de una cestita también de chocolate. Acompañando unas pastas con bombones (4€ por persona mas o menos). Yo me lo pedí con chile, y la mezcla está genial. Después de esta inyección de azúcar, era hora de despedirse de Brujas. [Consejo]: si tenéis pensado comprar chocolate, comprarlo en Brujas. Lo vimos más barato, más variedad y todo buenísimo. Bruselas de nuevo Llegamos sobre las 12:30 a Gare du Midi, de ahí cogimos el metro a la parada de Rogier, cerca de Max Hotel. En la web pone que hasta las 15h no puedes hacer el check-in pero a nosotros no nos pusieron problemas. El recepcionista muy amable nos hizo parte del check-in él mismo y nos dio las mejores habitaciones que hay, las acabadas en 6. Esto se ve en el mapa que hay en la puerta de la habitación, en el que puedes ver el tamaño de cada habitación. Empezábamos a tener hambre y fuimos a Pizza Pronto (Rue du marché aux Poulets) que está cerca de la Grand Place. 1 Pizza, 3 lasañas y 4 bebidas por 50€. Ya era hora de conocer la que dicen es la plaza mas bonita de Europa, y la verdad que es una maravilla. Tiene detalles por todos lados. De ahí a conocer todo el centro de Bruselas. Empezamos por la Plaza de España con su Quijote y Sancho Panza, pasamos por las Galerías Hubert con sus chocolaterías de lujo y llegamos al final de las Galerías para parar en un sitio obligado, la Morte Subite. Nuestras cervezas de rigor (4 cervezas 18€) y a seguir con la ruta. A la vuelta de la esquina, girando a la derecha, ya vimos la Catedral. Le da un aire a Notre Dame de París con sus dos torres frontales. El interior me gustó menos que el exterior. Se pude bajar a unas criptas por 1€ me parece, aunque mi hermano me dijo que no mereció la pena. Continuamos por Bld de l'Imperatrice hasta llegar a Mont des Arts. Este es uno de los accesos emblemáticos para llegar a la parte alta de la ciudad junto con el ascensor del Palacio de Justicia, que veríamos al otro día. Los jardines son muy bonitos y conforme vas subiendo la explanada, y más adelante, las escaleras vas viendo edificios cada vez más imponentes, destacando entre todos el Old England, actual Museo de Instrumentos Musicales. Al final de la cuesta llegamos a la plaza Royale. Una de las plazas con más historia de Bruselas, por lo que pudimos leer en la guía de Tadeus. Si te colocas dejando del edificio de la Corte mirando hacia la calle por la que subimos, tendrás una imagen de postal ![]() Ya que estábamos justo a las espaldas del Palacio Real, nos llegamos para verlo. Enfrente está el Parque Real, pero nos entretuvimos poco porque el tiempo iba corriendo y nos quedaba mucho por ver, así que ni siquiera dimos un paseo por él. Volvimos a Place Royale para seguir ésta vez por Rue de la Regence, camino del Petit/Grand Sablon. Ahí está la iglesia que más me gustó de toda Bélgica. Una pasada verla de noche. El jardín que hay enfrente de la iglesia también es muy recomendable. Nosotros ya llegamos tarde y las puertas estaban cerradas para entrar, pero lo poco que vimos desde fuera nos gustó. Era hora de conocer a otro de los símbolos de Bruselas, el niño meón! En un cuarto de hora andando estábamos allí. De camino vimos algún mural que otro (en el mapa que puedes descargar de use-it.be se pueden ver dónde están). Del Manneken Pis poco voy a decir porque está ya todo dicho. Mejor comento el gofre y las cervezas que nos tomamos justo allí, que tendrá más interés ![]() Como seguíamos sin hambre, nos fuimos a otro sitio de culto para los cerveceros. El Delirium Tremens. Así aprovechábamos para ver también a la niña meona que está en el mismo callejón. La zona está muy concurrida de noche (Rue des Bouchers), sobre todo gente joven. Sobre el Delirium Tremens, decir que aunque es famoso por su carta de 2000 cervezas, a mí personalmente no me gustó demasiado. También puede influir en que por culpa del idioma metí la pata en la cerveza que pedí, una Porterhouse, con la coletilla stout. En cuanto me la pusieron vi el error, era más negra que el ollín! Mis colores cerveceras son el amarillo y el rojo, nada de negro! De ahí para el hotel directos, ya que seguíamos sin hambre y los pies empezaban a pedir un descanso de tanto andurrear. Etapas 4 a 6, total 7
Sábado. Hoy el planning estaba marcado por el Clásico entre el Barça y el Madrid que era a las 18h. Había que vivir esa experiencia en Bruselas! Salimos tempranito, como todos los días, y desayunamos en un EXKI que había a 50 metros del hotel. Es todo comida ecológica, de precio no es excesivamente barato, wifi gratis y lo importante es que está buena la comida. Cogimos el metro hasta la parada de Porte de Hal para ver el bastión que queda de la muralla de Bruselas. Además hay un monolito de Galícia, para marcar por donde se abandonaba Bruselas para seguir el camino de Santiago. Ahora teníamos que ir al Mercado de las Pulgas que está cerca de allí. La verdad que me decepcionó muchísimo. Es un simple mercadillo en el que venden todo lo se encuentra la gente, o lo que le sobra. Yo me esperaba algo más del estilo Camden Town ![]() En verdad duramos 5 minutos ya que no nos interesaba nada. De ahí al Palacio de Justicia. Es increíblemente inmenso! Y todo rodeado de andamios. Por lo visto lleva años y años de obras, como es tan grande. Subimos por el ascensor, que es gratuito, y mientras vas subiendo ves que hay más altura de la que parece desde abajo. Arriba hay unas vistas buenísimas de toda la ciudad. Incluso puede verse tanto el Atomium como la Basílica del Sagrado Corazón. No entramos en el Palacio de Justicia porque queríamos ir a muchos sitios todavía. Nos fuimos para el barrio africano (Matonge), en parte por ver el exotismo que se suponía y por otra parte para ver donde vivió Audrey Hepburn, que para eso nuestra gata se llama Audrey ![]() Ni una cosa ni otra logramos ver. No fue tan exótico como esperábamos ni logramos encontrar la casa de Audrey. Viéndolo cuando llegamos a Córdoba, estuvimos a 2 calles nada más! Por allí nos paramos en un Hector Chicken para tomarnos un "aperitivo". No admitían tarjeta de crédito. Hoy no estábamos viendo nada fuera de lo normal (parecía un presagio del partido) y ahora tocaba una zona que estuve en duda poner en el planning hasta última hora, ya que no era de mi predilección. El barrio europeo. Y menos mal que al final fuimos! Me gustó muchísimo esa zona, salvando los edificios de los vividores a los que estamos sufragando ![]() Cogimos el metro, paramos en Madou y de ahí a empezar a andar hacia las plazas de Marie-Louise y de Ambiorix. Los parques de esta zona son preciosos y los edificios impresionantes. Seguimos andando hasta la plaza Schuman y ahí es donde esta todo el meollo de la Comunidad Europea. Nada que reseñar, salvo un irlandés, que nos acogió entre sus grifos de cerveza. Y qué alegría me dio el camarero al ofrecerme una Kilkenny en vez de Murphy que no les quedaba. Qué recuerdos de mi viaje a Dublín! Además de las pintas también picoteamos algo. Hoy el día estaba siendo de ir comiendo poco a poco. Fueron 3 pintas y media junto con unas croquetas de queso y unos fingers de pollo. Todo 29€. Con la barriga llena y sin nada de sed, nos fuimos al parque del Cincuentenario. Más que bonito, impresiona por lo grande que es, además de por su arco del triunfo. Con lo que nos quedamos en verdad, fue con un grupo de adolescentes que estaban jugando en el parque a imitar a Harry Potter con las escobas (he visto que el juego se llama Quidditch). Seguimos nuestro camino, volviendo a Schuman para ir ahora en busca del puesto de Maison Antoine. La cuna de la patata frita en Bruselas. Sólo decir que mereció la pena totalmente. Había dos colas considerables pero allí nos quedamos esperando. Al final nos compramos un paquetón de patatas fritas con salsa de ketchup al curry y una metralleta de Boulette (te cogen una albóndiga gigante de carne empanada, te la fríen y la parten en 3 trozos y todo eso al bocata junto con patatas fritas). Cogimos el bolsón para comernos ese manjar en el parque de Leopold. Ahora sí que estábamos llenos! Ya sólo nos quedaba por ver el Parlamento Europeo y de ahí a coger el metro de nuevo para buscar asiento en algún pub para ver el Clásico. Nuestro pensamiento era verlo en Céltica, pegado al Pizza Pronto, porque vimos que lo ponían y las cervezas a 1 euro. Cuando llegamos allí a falta de 20 minutos del comienzo del partido, el pub estaba llenísimo, así que tocaba buscar. La suerte, que había un montón de sitios donde estaba anunciado que lo echaban, la mala suerte, que estaban todos llenos! Al final encontramos uno que estaba vacío aunque ponía que lo echaban, o'Reilly's (no el de dos plantas que está en la esquina, sino un poco más adelante) en la calle Anspach, esquina con Henri Maus. Del partido mejor no comentar nada ![]() Seguimos por Rue Pletinkx y Rue Saint-Christophe y cuando llegamos al cruce con Rue des Chartreux, nos encontramos con el perro meón, mucho menos conocido que los otros dos meones. Seguimos por la calle Oude Graanmarkt para llegar a St. Katherine pero antes de llegar, nos topamos con la inauguración de una tienda de ropa de lo más chic. Habían puesto una barra en la calle y daban cervezas, vino, aperitivos y vimos que esa oportunidad no había que perderla, así que allí nos pusimos con nuestras cervecitas como si fuéramos unos entendidos en la moda. Después de esa sorpresa, seguimos nuestra ruta y vimos St. Katherine, además de una furgoneta aparcada en la plaza que era un tenderete para vender cócteles y los famosos bares de marisco y pescado que hay en la zona para recordar lo que fue antaño ese lugar. Ya era hora de volver al hotel a descansar, porque como fue costumbre en este viaje, no había ganas de cenar, y llevábamos desde las 8:30 en planta. Mañana tocaba viajar a Gante! Etapas 4 a 6, total 7
Domingo. A las 8 estábamos ya saliendo del hotel para ir al EXKI y desayunar, y qué sorpresa cuando vimos que estaba cerrado! Teníamos dos opciones, o buscar otro sitio donde desayunar (el barrio se veía bastante solitario) o ir a la estación y coger el tren hacia Gante y desayunar ya allí. Al final decidimos ir a Gante y desayunar más adelante. Cuando llegamos a la estación quedaba sólo un cuarto de hora para llegara el tren. Esta vez compramos billetes con la oferta de Weekend, de esta manera te sale al 50% por lo que nos salió cada billete de ida y vuelta a 9,6€. Si hubiéramos usado algún viaje de la Rail Pass nos hubiera salido el viaje a 15€ la ida/vuelta. De todas maneras, un trabajador de la estación de tren se nos acercó para ayudarnos y nos avisó que con el Weekend es como nos salía más barato, encima en un perfecto castellano! [Consejo: mirad tema de horarios y sobre todo de tarifas en la web www.belgianrail.be para ver qué os viene mejor.] En media hora estábamos en Gante y en la misma estación decidimos desayunar. Lo hicimos en un Panos, igual que el día de Brujas. Por 2.3€, creo recordar, era un bollo con jamon york y un chocolate caliente. Cogimos el tranvía 1 para llegar al centro. La parada está a la izquierda de la estación y se pueden sacar los billetes en una máquina (1.5€ por persona). Nada más salir el tranvía pasaron revisores para comprobar los billetes, en cambio, para la vuelta no pasó nadie. Ya en el centro, empezamos la visita a Gante en sí. Aún parando el tranvía en San Nicolás, no nos paramos demasiado ya que haríamos esa parte más tarde. Nuestra primera meta era el Castillo de los Condes, porque no sabíamos como íbamos a andar de tiempo más tarde y cerraban a las 17h. Cuesta 8€ por persona y la verdad que está bastante bien. No es muy grande pero las vistas son imprescindibles, y más sin poder subir al Belfort debido a las obras. Se nos fue cerca de 2h ver el castillo. Esta vez la anécdota fue encontrarnos de bruces con un guardia del castillo. Vestido de gala con su armadura mientras hacía una ronda de guardia. Nada más salir del castillo nos tomamos unas cervezas en el Café de Sorre, en la plaza que está enfrente al castillo. Después de la cerveza, sí era hora de visitar más detenidamente los muelles de Korenlei y Graslei. El día iba empeorando rápidamente. Más tarde estuvimos por la zona de San Nicolás, vimos la fachada de la casa de los albañiles, el Belfort por fuera y la Catedral con su gran andamio en la torre. Después fuimos hacia la calle de los grafitis (una bocacalle de Hoogpoort) y llegamos a Rita la Rabiosa (el cañón famoso) y dejamos para más tarde la Vrijdagmarkt. Era hora de buscar para comer. Algunos querían una sopa caliente así que fuimos a Soup Lounge que estaba al lado y por 3€ tienes un cuenco de sopa junto con una pieza de fruta y un bollo con mantequilla. Para los demás buscamos algo más contundente y fuimos en busca de Spare Rib (Kraanlei, 17) a por unas costillas. Y nos dieron en la cara porque estaba cerrado! Los bares de alrededor no nos acababan de llamar la atención (sobre todo por los precios), probamos también en la Lonja de la Carne, pero sólo había un restaurante y tampoco nos convenció. Decidimos ir a uno que teníamos apuntado, que estaba un poco retirado pero tenía muy buenas críticas, como era Patrick Foley's (calle Recollettenlei 10) y cuando llegamos, nos llevamos otra sorpresa (en parte por no apuntarlo bien) y no fue otra que no abrían la cocina hasta las 18:30h. Otra vez a dar vueltas y ya que eran las 16h, nos fuimos a lo clásico y comimos en el Pizza Hut de KorenMarkt. Ya, por fin, comidos, proseguimos nuestro viaje por Gante y seguimos dando paseos por el centro, y así vimos el Castillo de Gerardo el diablo, la Vrijdagmarkt, la iglesia de San Jocobo, a probar un gofre de 3,14 (Groentenmarkt) que fue el mejor que probamos en todo el viaje, a probar las famosas narices de Gante y a probar una cerveza de 1.2 litros en De Dulle Griet (Vrijdagmarkt) dejando el zapato correspondiente como fianza para el vaso. ![]() De ahí a dar un último paseo por Gante para verla de noche. Y es verdad la fama que tiene como ciudad mejor iluminada de Europa. Una pasada. Eran las 20h y era hora de volver a Bruselas. Cogimos de nuevo el tranvía y en el tren tuvimos que ir sentados en el suelo entre 2 vagones ya que estaba todo a rebosar. Comentar que en este viaje ni a la ida ni a la vuelta se nos cruzó el revisor. Cuando llegamos a Bruselas, se nos vino a la cabeza que era la última noche en la ciudad y había que despedirla como merecía, y para seguir con la costumbre no había ganas de cenar, una pena por no poder probar algún tailandés, pero las cervezas sí que las probamos. Esta vez el lugar elegido fue Moeder Lambic (pl Fontainas) y decir que fue el mejor de todos. El punto más importante es que uno de los camareros hablaba perfectamente el español y cada vez que pedíamos se paraba amablemente a explicarnos por donde podíamos tirar para probar según el gusto de cada uno. De nuevo un 10. Y con esto para el hotel de nuevo para dormir por última vez en Bruselas ![]() Etapas 4 a 6, total 7
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