Otro día con lluvia. Tampoco queríamos coger metro de momento, la ubicación de nuestro hotel (cerquísima del British Museum) nos posibilitaba llegar a casi todos nuestros objetivos andando comodamente.
Hagamos una breve reseña del hotel, el Bedford, perteneciente a la cadena de hoteles Imperial cuya web adjunto: www.imperialhotels.co.uk/
El hotel estaba bien. Bien ubicado, en Southhampton road y muy cerquita de Russel Square. A dos pasos del British. A Picadilly Circus o Trafalgar Sq apenas tardábamos 15 minutos caminando, haceos una idea, muy céntrico.
Zona tranquila pero con suficientes comercios, restaurantes y pubs (no mucho, pero si de todo).
Hotel pequeño, 184 habitaciones. Habitación enmoquetada con camas separadas, televisión y radio (con altavoces en el baño). Cafetera y secador de pelo. Tabla de planchado. Dos armarios. El baño se divide en dos estancias, en una tan sólo está el inodoro y en la otra el lavabo y la bañera.
En recepción había ordenador de pago y zona wi-fi.
El precio por noche (83 euros la habitación) incluía desayuno continental que ofrecía café, te, cereales, zumos variados, tostadas y bollos. Poca variedad, pero para una semana suficiente. Por cuatro libras diarias se podía optar al desayuno inglés: salchichas, bacon, huevos....
Amable el personal del comedor y de recepción. Además al menos dos de los recepcionistas eran españoles. El último día dejamos las maletas en consigna y por maleta nos cobraron 50 peniques (nunca nos había cobrado en ningún hotel por este servicio).
En definitiva: hotel correcto, modesto, limpio, muy bien ubicado.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Bueno, dejemos el hotel y vayamos a la Abadía de Westminster. Este impresionante templo gótico a pesar de su entidad y dimensiones no es catedral. Y es que en realidad no pertenece a la iglesia sino que está controlada directamente por la corona de Inglaterra.
Ha sido escenario de casi todas las coronaciones desde los tiempos de Guillermo el Conquistador y la mayoría de los monarcas están también enterrados aquí.
Desdichadamente, la entrada a la Abadía no se incluye en los 2x1 así que tuvimos que pagar religiosamente (y nunca mejor dicho!) 15 £ por cabeza, pero realmente la visita merece la pena.
Aunque fuimos muy pronto, serían las 9:40 o así, ya había bastante gente en el interior. No se pueden sacar fotos. Es algo que no comprendo, fotos sin flash no tendrían porque prohibirse (los millones de flashes al año pueden dañar las pinturas, pero sin flash…..?). La explicación es sencilla, en el folleto que nos entregaron con la entrada, tras la prohibición expresa de sacar fotografías apostillan (literalmente) “no obstante hay una tienda bien surtida con una amplia selección de regalos, libros y postales”. O sea que si quieres fotos, te toca pagar por las postales.
Según entramos a la Abadía ya vislumbramos que nos iba a impresionar. El pasillo de entrada estaba repleto de estatuas, monumentos, todo muy recargado… aquel templo nos iba a llevar mucho tiempo.
Seguimos caminando, entrando en las distintas capillas y más adelante vimos la antiquísima (data del s. XIII) y modesta silla de madera que se usa en las coronaciones de los reyes.
Sin lugar a dudas, el lugar de la Abadía que más me gustó fue la capilla de Enrique VII, con una impresionante bóveda de crucería y un montón de pendones y cascos que dan un gran colorido a la capilla.
Un poco más adelante, una vidriera conmemora las azañas de los pilotos de la RAF en la batalla de Inglaterra, durante la 2ª Guerra Mundial. Es chocante ver los uniformes de los pilotos en la vidriera de una iglesia.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Otro lugar singular es el rincón de los poetas. Allí se recuerdan a grandes escritores ingleses e incluso algunos de ellos están enterrados allí: Charles Dickens, Rudyard Kipling y Samuel Johnson entre otros. También tienen placas conmemorativas otros como Shakespeare u Oscar Wilde. Hay otros insignes personajes enterrados en la abadía (aparte de los monarcas): Darwin, Haendel, Newton, Livingstone, Laurence Olivier…
La zona de la linterna y altar mayor estaba siendo restaurada (los suelos). Es la zona donde se realizan las coronaciones.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De allí salimos al claustro y al College Garden, pequeños claustros y bucólicos jardines, no dejeis de verlos. Desde los jardines se ve la propia Abadía y las casas del Parlamento. Tambíen en el claustro se encuentra la puerta que dicen más antigua de toda Inglaterra.
Volvimos a la nave principal, reparamos en la tumba al soldado desconocido y salimos de la Abadía. Imprescindible y obligatoria la visita a Westminster. Todo esto nos llevo casi hora y media.
Abadía y Colegio ubicado junto a la misma
.*** Imagen borrada de Tinypic ***
Íbamos caminando por St James Park en dirección a Buckingham Palace para ver el cambio de guardia cuando el redoblar de tambores nos hizo salir corriendo, el relevo de la guardia estaba a punto de empezar!!! Cuando llegamos, los mejores sitios, los puestos junto a la verja del palacio y en las escaleras del Monumento a la Reina Victoria estaban copados, pero buscamos un hueco en una valla desde la que vimos entrar y salir a los guardias al Palacio.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
No vimos el cambio de guardia en sí que duró unos 50 minutos. La muchedumbre casi incrustada contra la verja de Palacio no dejaba ver nada. Había mucho ambiente, turistas, mascotas de la Premier League haciendo propaganda y fue curioso que la banda militar tocase durante el cambio de guardia y entre otras piezas “Singing in the rain”.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Acabó la ceremonia, nos sacamos unas fotos en la puerta del Palacio y enfilamos hacia Hyde Park. Previamente pasamos bajo el monumental Wellington Arch erigido en honor al Duque que hizo morder el polvo a Napoleón. Se puede subir a su mirador, pero decidimos seguir camino y entramos en Hyde Park.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En ese momento comenzó a arreciar la lluvia y el viento a soplar con más fuerza. No había nadie en el speaker corner. No estaba el día para un romántico paseo por el parque precisamente, así que en vez de recorrer todo su perímetro como era nuestra intención, hacia la mitad, atajamos hasta el estanque y la fuente de la Princesa Diana. Triste homenaje a la llorada Di, es una fuente fea y pobre, no nos gustó nada.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De allí marchamos en busca del Albert Memorial, un singular monumento gótico erigido a la memoria de Alberto, marido de la reina Victoria. Nos gustó. En la foto parece menor, ya que no hay figura humana alguna con la que comparad su tamaño, pero sabed que el conjunto monumental tiene 52 metros de altura.Antes pasamos junto a la Serpentine Gallerie, pero no nos paramos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
No recomiendo a nadie la visita a Hyde Park con mal tiempo. El parque nos pareció triste y desangelado, no especialmente bonito. Seguro que en un día soleado es otra cosa, más animado, con chavales jugando a futbol, familias de picnic y parejas de paseo.
Justo en frente del Albert Memorial queda el Royal Albert Hall, ya fuera del parque. Imponente mole, es un local de conciertos, famosísimo y que ofrece visitas guiadas a su interior.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Seguimos caminando y pasamos junto a impresionantes edificios como el Music College, más adelante el Science Museum, Museo de Historia Natural, el Victoria & Albert Museum…. Todos ellos interesantes pero en una semana no se puede ver todo lo que Londres ofrece.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y por fin llegó uno de los momentos del viaje que con más temor estaba esperando. Allí estaba desafiante e imponente ante nosotros: Harrods!
Yo sobrecogido ante el futuro inminente que me esperaba. Duro trance, sin duda. Mi mujer, con la mirada fija en la fachada del gran almacen. Atisbé un extraño brillo en sus ojos, mientras con sus dedos tamborileaba en el bolso a la altura de la cartera. La viva imagen de los vaqueros de las películas cuando están a punto de desenfundar el revolver o, en su caso, la tarjeta de crédito. Por un momento sentí mis piernas flaquear, pero recordé el adagio que reza que de cobardes no hay nada escrito y entramos en aquel edificio por su puerta principal

*** Imagen borrada de Tinypic ***
Allí nos recibió un surtido de los mejores bolsos de las marcas más caras del mercado (Gucci, Vuitton, Chanel, Loewe, Prada....). Y junto a ello la incomparable sección de alimentación, algo digno de verse, esteticamente muy bonita, en la pescadería relucían enormes piezas de marisco y también había bares donde degustar sushi, pescado o incluso uno especializado en ostras.
Seguimos recorriendo las diversas secciones por otros pisos: juguetería, relojería y joyería (la célebre Tiffany tiene un amplio stand), ropa, souvenirs, deportes... por cierto, en la sección de souvenirs dimos sin querer con una especie de altar en recuerdo de Diana y Dodi. Perfecto ejemplo para definir el término kistch.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El día avanzaba y mis tripas comenzaban a gemir. Decidimos salir a comer para regresar después. Justo en frente de Harrods comimos en un establecimiento de la cadena Eat que ofrece a buen precio sandwiches, sopas, bocadillos, ensaladas variadas, etc. Tras recuperar fuerzas volvimos al temido almacen. Pasamos otro buen rato por sus diferentes pisos y finalmente, optamos por marchar. Al salir vimos otro homenaje a Diana y su pareja. Una gran estatua junto a la cual una placa rezaba “En memoria de Diana, Princesa de Gales, y Dodi Al Fayed, asesinados el 31 de Agosto....”. Bajo la placa había un libro donde firmar o dejar dedicatorias.
Dejamos atrás Harrods (y milagrosamente sin hacer ni una compra!!) y buscamos King´s Road. Esta calle fué muy conocida porque hace varias decadas albergó las primeras tiendas de ropa alternativa, de estética rockera o punkie. En los primeros 70 personajes como Malcom Mc Laren (algo así como el agente de los Sex Pistols) y Vivianne Westwood regentaban una tienda en esta calle. Sabíamos que ya no sería lo mismo, pero esperábamos que algo de aquel pasado quedaría!. Tras una caminata de 15 minutillos por las tranquilas calles de Chelsea llegamos hasta King´s Road que nos defraudó igual que nos pasó la víspera con Oxford street. Había tiendas, pero muy comunes, nada especial, ni alternativo ni que no hubiésemos visto hasta entonces por Londres. Una visita evitable a todas luces.
Decidimos cambiar de zona y nuestros castigados pies clamaban que ya era hora de recurrir al metro más antiguo del mundo y que hasta la fecha sólo habíamos usado una vez, el día de llegada.
Utilizar el metro es mucho más sencillo de lo que podría parecer al mirar su laberíntico plano, con infinidad de lineas y de estaciones.
El trazado del metro se divide en 4 zonas concéntricas. En la zona central, la zona 1, están practicamente todos los puntos que se visitan tipicamente en Londres. Los precios varían según para qué zona elijas billete.
Para moverse en metro, hemos de trazar primero nuestra ruta, seleccionar que lineas hemos de tomar y en qué estaciones hemos de hacer transbordo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una vez seleccionada la línea que hemos de tomar, en el hall de la estación buscaremos el cartel indicador que nos señale hacia donde queda esa línea (por las estaciones grandes, pueden pasar hasta tres lineas de metro, mas el tren de la National). Una vez localizados los andenes de la línea es sencillo seleccionar el que nos llevará en la dirección adecuada. Los que nos van hacia el oeste figurarán como Westbound, hacia el este Eastbound. En algunos casos (los menos) puede que marque Northbound o Southbound (norte o sur).
El billete sencillo (single) en día laborable nos costó 4 £. El billete de ida y vuelta (return) que en realidad es una Travelcard para un día (se usa cuantas veces quieras) nos costo 7,20 £ en día laborable (una vez lo sacamos) y 5,60 £ cada uno de los días festivos (en nuesto caso viernes –bank holliday-, sábado y domingo).
Dos cosas llaman sobremanera la atención en el metro de Londres. Por un lado la cantidad de usuarios que tiene, no sólo en horas punta (que ya es exagerado), a cualquier hora los andenes están atestados, los pasillos, las escaleras…. Gente a tutiplén. La otra cosa que nos llamó la atención es la velocidad a la que camina la gente por los pasillos y andenes en los días de labor. Todo el mundo va embalado, a toda velocidad. Nosotros, sin darnos cuenta e influenciados por el ritmo general, nos sorprendimos más de una vez caminando rapidísimo (y eso que no teníamos ninguna prisa).
Eso sí, como buenos ingleses, son ellos muy metódicos y ordenados, y en cada pasillo las direcciones están perfectamente establecidas y cada “marea” humana camina por su lado.
Y sobre todo, cuando useis el metro, tened una cosa muy en cuenta: “Mind the gap” (esta cantinela que previene sobre el hueco entre andén y metro, resuena continuamente por megafonía, incluso vimos camisetas con el lema)
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¿Dónde estábamos? Ah, sí. Tomamos el metro y nos fuimos a otra zona comercial, la agradable zona de Carnaby St. que habíamos visto el día anterior y que en 2010 luce carteles de celebración de su 50 aniversario. En Londres muchas tiendas cierran a las 19:00 y bastantes a las 20:00. Alguna que otra queda abierta hasta las 22:00 (fundamentalmente tiendas de souvenirs y Lillywhites en Picadilly circus).
La zona comercial de Carnaby St. merece mucho la pena: es bonita muy bonita y cuidada, con buenas tiendas, es además zona peatonal y dotada con buenos pubs.
Tras hacer un primer sondeo por la zona de Carnaby (y alguna compra, claro) marchamos hacia la vecina Regent Street. La zona comercial que más nos gustó. Una amplia calle, flanqueada por hermosos e imponentes edificios y repleta de tiendas de calidad: Quiksilver, Hackett, Ferrari, Burberrys, Tommy Hilfigger…. Incontables los comercios de esta animadísima calle.
Hamleys
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Posiblemente el comercio más señero sea la conocida juguetería Hamleys de varios pisos. Entramos a visitarlo y para nuestro asombro descubrimos que en 2010 la juguetería cumple 250 años!!! Estos ingleses son amantes de las tradiciones hasta para las jugueterías!! Era curioso ver que algunos vendedores se dedican exclusivamente a jugar con los crios con los productos de la tienda. Nos encantó la sección de peluches. Por cierto, cosa curiosa, descubrí que los osos de peluche producen un rarísimo efecto en mí, me dan sed

*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos a los alrededores de Picadilly y pasamos junto a diversos teatros que anunciaban los famosos musicales de Londres. Buscamos un pub y a cenar! Lo ideal es comenzar a buscar mesa entre las 20:30 o 21:00. Si vais más tarde es posible que encontreis los locales llenos o las cocinas cerradas (aunque si buscais, seguro que encontrareis).