Salimos a conocer Zadar, se trata de una localidad cuyo casco viejo se encuentra dentro de unas murallas. También es popular porque tiene un órgano marino (en el paseo marítimo, se supone que las olas emiten un sonido por unos agujeros…) Dejamos Zadar, nuestro plan de ruta es parar donde nos apetezca y si nos gusta nos quedamos. Así llegamos a Sibenik donde comemos un bocata y damos un paseillo. Volvemos al coche y nuestra siguiente parada es Trogir. Estamos recorriendo la costa y todos estos pueblos están abiertos al Adriático, algunos conservan murallas y puentes, torres, casas de piedra de pescadores, todos están muy limpios y adoquinados. Seguimos nuestro camino, aunque Split tiene muy buenas referencias, desde la carretera lo vemos demasiado ‘ciudad’ para lo que estabamos viendo y pasamos de largo. No nos arrepentiremos en la vida, porque así, por casualidad, conocimos Makarska.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Es un pueblo precioso, se asienta en las laderas del Biokovo, una cordillera espectacular, que contrasta mucho con los dos entrantes de mar que tiene (uno utilizado como pequeño puerto donde atraca el ferry para la isla de Brac y otro que es una playa de piedras -toooodas las playas de Croacia son de piedras) separados por un peñón desde el cual vemos otro precioso e inolvidable atardecer.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Allí nos alquila un Studio por 220 kunas una pareja de lo más peculiar, ella, croata, con más bigote que el hombre, alemán y muy simpático, aunque nos entendíamos lo justo y por señas. Al dia siguiente cruzamos a Brac en ferry.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Es un pueblo precioso, se asienta en las laderas del Biokovo, una cordillera espectacular, que contrasta mucho con los dos entrantes de mar que tiene (uno utilizado como pequeño puerto donde atraca el ferry para la isla de Brac y otro que es una playa de piedras -toooodas las playas de Croacia son de piedras) separados por un peñón desde el cual vemos otro precioso e inolvidable atardecer.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Allí nos alquila un Studio por 220 kunas una pareja de lo más peculiar, ella, croata, con más bigote que el hombre, alemán y muy simpático, aunque nos entendíamos lo justo y por señas. Al dia siguiente cruzamos a Brac en ferry.