Hoy tocaba organizarse un poco, para realizar el mayor número de visitas posibles, antes de que cerrasen.
Comenzamos por las Tumbas Saaidíes. Se encuentran al lado de la mezquita de la Kasbah, al otro lado de la puerta Bab Agnaou. Entrar cuesta 10 dirhams.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después nos fuimos hasta el museo Dar Si Said. Otros 10 dirhams entrar. Nos lo pasamos genial, puesto que había un vigilante sentado en una silla, que en cuanto nos vió, se puso de pié y nos acompañó, dejándonos entrar en zonas dónde no se podía, y regalándonos una explicación, chapurreada entre árabe, francés, y vete tu a saber que otros idiomas. Un ejemplo de lo que no se ve, si el guía no te lo enseña:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Del museo nos fuimos hasta el Palacio El Badi. La entrada vale 10 dirhams, 20, si se quiere ver el minbar (púlpito), al que no se le pueden sacar fotos. No merece la pena pagar esos 10 dirhams de más, puesto que desde mi punto de vista no es demasiado interesante, además si te acercas a la puerta, lo puedes ver desde fuera. El palacio está en ruinas, pero a nosotras si que nos gustó.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Como hacía bastante calor, fuimos a comer unos bocatas al riad, y a descansar un poco.
Bien entrada la tarde, decidimos ver la parte nueva de Marrakech, el barrio de Gueliz, donde parece que has entrado en otra ciudad, que poco tiene que ver con la medina. Cogimos el autobús número 1, enfrente de la Koutobia, el billete cuesta 3,5 dirhams, y nos bajamos donde mejor nos pareció. Es una zona muy europeizada, con tiendas como Mango, Zara...Entramos en Zara, porque teníamos curiosidad de como serían los uniformes de las dependientas, vaya chasco, son igual que aquí en España...lo que si nos sorprendieron fueron los precios, justo el doble.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tomamos un refresco en la terraza de una cafetería, sin prisa, y nos subimos en el mismo autobús de regreso a la plaza.
Paseamos de nuevo por las tiendas de alrededor. En una de ellas nos vistieron a todas de moras, jaja, otro momento inolvidable.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Fuimos a cenar a un restaurante que hay en una esquina de la plaza, muy recomendado en las guías y en los foros, llamado Chez Chegrouni. Teníamos bastante hambre, porque era muy tarde, así que empezamos a pedir como unas desesperadas, que no hubieran comido en semanas, harira (asquerosa), tagine, cous-cous, kefta, patatas fritas, dos tortillas francesas, brochetas de carne, kefta con tomate y huevo...Había dos chicos franceses sentados en la mesa de al lado que estaban alucinando en colores, con la cantidad de comida que habíamos pedido...No hacían más que mirar para nuestra mesa. La cuestión es que sólo sobró la sopa (harira), que para nuestro gusto era vomitiva. La cena nos costó 318 dirhams, incluyendo la bebida.
Luego otra vueltita por la plaza, y cuando nos quisimos dar cuenta era la una de la mañana pasada...
No teníamos llave del riad, así que teníamos que llamar a la puerta...Un toque, dos toques, tres toques...y nada, yo ya me veía durmiendo debajo de un puesto de la plaza. Creo que nos abrieron la puerta al cuarto o quinto timbrazo. La cara de Kenza lo decía todo...ufff, menudo marrón, la pobre estaba acostada, porque al día siguiente se iban unos huéspedes muy temprano. Mira que los españoles siempre estamos dándo la nota...Yo pasé un pelín de apuro...
Comenzamos por las Tumbas Saaidíes. Se encuentran al lado de la mezquita de la Kasbah, al otro lado de la puerta Bab Agnaou. Entrar cuesta 10 dirhams.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después nos fuimos hasta el museo Dar Si Said. Otros 10 dirhams entrar. Nos lo pasamos genial, puesto que había un vigilante sentado en una silla, que en cuanto nos vió, se puso de pié y nos acompañó, dejándonos entrar en zonas dónde no se podía, y regalándonos una explicación, chapurreada entre árabe, francés, y vete tu a saber que otros idiomas. Un ejemplo de lo que no se ve, si el guía no te lo enseña:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Del museo nos fuimos hasta el Palacio El Badi. La entrada vale 10 dirhams, 20, si se quiere ver el minbar (púlpito), al que no se le pueden sacar fotos. No merece la pena pagar esos 10 dirhams de más, puesto que desde mi punto de vista no es demasiado interesante, además si te acercas a la puerta, lo puedes ver desde fuera. El palacio está en ruinas, pero a nosotras si que nos gustó.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Como hacía bastante calor, fuimos a comer unos bocatas al riad, y a descansar un poco.
Bien entrada la tarde, decidimos ver la parte nueva de Marrakech, el barrio de Gueliz, donde parece que has entrado en otra ciudad, que poco tiene que ver con la medina. Cogimos el autobús número 1, enfrente de la Koutobia, el billete cuesta 3,5 dirhams, y nos bajamos donde mejor nos pareció. Es una zona muy europeizada, con tiendas como Mango, Zara...Entramos en Zara, porque teníamos curiosidad de como serían los uniformes de las dependientas, vaya chasco, son igual que aquí en España...lo que si nos sorprendieron fueron los precios, justo el doble.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tomamos un refresco en la terraza de una cafetería, sin prisa, y nos subimos en el mismo autobús de regreso a la plaza.
Paseamos de nuevo por las tiendas de alrededor. En una de ellas nos vistieron a todas de moras, jaja, otro momento inolvidable.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Fuimos a cenar a un restaurante que hay en una esquina de la plaza, muy recomendado en las guías y en los foros, llamado Chez Chegrouni. Teníamos bastante hambre, porque era muy tarde, así que empezamos a pedir como unas desesperadas, que no hubieran comido en semanas, harira (asquerosa), tagine, cous-cous, kefta, patatas fritas, dos tortillas francesas, brochetas de carne, kefta con tomate y huevo...Había dos chicos franceses sentados en la mesa de al lado que estaban alucinando en colores, con la cantidad de comida que habíamos pedido...No hacían más que mirar para nuestra mesa. La cuestión es que sólo sobró la sopa (harira), que para nuestro gusto era vomitiva. La cena nos costó 318 dirhams, incluyendo la bebida.
Luego otra vueltita por la plaza, y cuando nos quisimos dar cuenta era la una de la mañana pasada...
No teníamos llave del riad, así que teníamos que llamar a la puerta...Un toque, dos toques, tres toques...y nada, yo ya me veía durmiendo debajo de un puesto de la plaza. Creo que nos abrieron la puerta al cuarto o quinto timbrazo. La cara de Kenza lo decía todo...ufff, menudo marrón, la pobre estaba acostada, porque al día siguiente se iban unos huéspedes muy temprano. Mira que los españoles siempre estamos dándo la nota...Yo pasé un pelín de apuro...
