18 de Julio de 2010
Hoy, domingo, se supone que va a ser un día más descansado.
Por la mañana decidimos hacer una visita cultural. No hemos entrado a casi ningún sitio por no cansar ni aburrir a nuestras hijas, pero la visita al Museo arqueológico de Nápoles parece obligada.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Uno de los museos de arte antiguo más importante y completo del mundo, el edificio se construyó en el siglo XVI como cuartel de caballería y después sería una universidad. A partir del siglo XVII será el Real Museo Borbónico, albergando la imponente colección Farnese y los hallazgos de Pompeya y Herculano.
Comenzamos la visita por las salas que albergan la colección Farnese heredada por el Rey Fernando IV de su madre.
Las salas son espaciosas y muy bien iluminadas y resulta impactante ver tan extensa colección de esculturas juntas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A nuestro paso, réplicas de algunas de las esculturas más conocidas de la antigüedad, bustos romanos y griegos, esculturas en bronce.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Echo en falta mejor señalización. Nos han dado un pequeño plano no muy completo. Aún así la colección resulta impresionante.
En una planta intermedia hay una colección de monedas y se supone que también unas salas dedicadas a los mosaicos (cerrada) y el Gabinete secreto que muestra la exuberante sensualidad del mundo clásico y hasta hace poco no se podía visitar. Desgraciadamente también está cerrada esta sala y en obras desde febrero.
En la parte de arriba: Frisos, frescos y murales. Otro de los platos fuertes, las pinturas halladas en Pompeya. Después de haber visitado el yacimiento, resulta fascinante ver las pinturas con que decoraban sus salones.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Muchas están en un buen estado de conservación.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Su sutileza y expresividad nos habla de la extrema sensibilidad y buen gusto del pueblo que pereció bajo la lava.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Hay también una maqueta de Pompeya en la que buscamos todo lo que vimos anteayer (y lo que no vimos) y el original del fauno.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
También hay lugar para los objetos cotidianos, desde las ollas a los perfumes, platos, instrumentos médicos, arcones de bronce, pigmentos, adornos femeninos, monedas, armas, ídolos, juegos, incluso alimentos (pan, alubias, olivas)…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Hay que pensar que los pompeyanos no tuvieron tiempo de escapar a la catástrofe y que dejaron tras de sí todo lo que tenían. Todo quedó preservado durante siglos y, quitando los lógicos saqueos que durante años debieron de padecer, todo lo demás fue rescatado y todavía siguen las excavaciones…
De nuevo más estatuas: atletas en pleno esfuerzo:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
negros bustos de caballeros:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
figuras de animales, Baco ebrio…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Estamos encantados del número y calidad de obras que han sobrevivido al paso del tiempo…
Volvemos a bajar y caigo en la cuenta de que no hemos visto ni el grupo escultórico del Toro Farnese ni la impresionante estatua de Hércules.
Volvemos a entrar entre los rostros de piedra que nos contemplan desde su distancia de siglos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
y … vaya, nos habíamos dejado una sala. Ahí está la imponente estatua de Hércules descansando tras sus trabajos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Soberbia. Me encanta. Casi mas que el importante grupo escultórico del Toro Farnese, hallado en las termas de Caracalla y el mayor de los de su clase.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La visita va acabando y buscamos la salida por el patio, rodeados de sarcófagos y estatuas de mármol y alabastro, algunas de ellas mutiladas, pero enormemente hermoseadas por un sol que les arranca blancos destellos. Parece como si cobrasen vida…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Con un poco de pena por no haber podido visitar todas las salas y tras comprar un libro en la tienda de recuerdos que hay a la salida, nos volvemos a casa.
Por la tarde nos vamos a ir al parque.
Si, al parque, a la principal zona verde de la ciudad en la que, dicho sea de paso, más bien escasean. Villa comunale va a ser la excepción. Hemos venido en metro porque la distancia es considerable desde dónde nosotros vivimos, en el casco histórico y salimos por una preciosa zona arbolada pegadita a la Bahía de Nápoles. Tiene muchas esculturas y un bonito quiosco tipo modernista.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Hoy, domingo, está lleno de gente. Lo primero que hacemos es entrar en la Estación Zoológica para ver el Acuario.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Este acuario es de los más antiguos de Europa. Es pequeño y muy clásico. Algo lóbrego para mi gusto, pero bueno, las niñas pasan un rato entretenidas, sobre todo con el enorme pez manta, los caballitos y estrellas de mar, la tortuga marina o el simpático pulpo. Hicimos fotos pero no salieron muy favorecidos, la verdad. Entrar nos ha costado 1 euro 50 céntimos a los mayores, 1 euro a las pequeñas.
A la salida nos quedamos un ratito por el parque, llegando también hasta la zona de juegos para niños (muy pequeñita, se aburren pronto) y para finalizar la tarde nos dirigimos hacia la bahía. Paseamos a lo largo de una modesta playa, donde muchos napolitanos bajan a remojarse.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
No es que sea lo que se dice una playa limpia, pero a la gente no parece que le importe demasiado. Algunos se adentran por las rocas para tomar el sol y bañarse más discretamente. El sol, aunque comienza a descender, todavía pica y, si bien nos apetece refrescarnos, la idea de meter los pies en ese agua no nos atrae en absoluto.
Así, nos dirigimos hacia el Castell D,Ovo,
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Es castillo que fue primero un monasterio, un castillo normando más tarde hasta que adquirió su forma definitiva en el siglo XVI. La leyenda dice que un huevo mágico se esconde en su interior y ese huevo lo trajo el poeta Virgilio.
Es un precioso lugar para hacer unas cuantas fotografías.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Vamos a verlo más de cerca y a pasear un poco por la zona y por el adyacente Barrio de Santa Lucía. Es una zona bastante animada, sobre todo la que rodea el Castell D,Ovo con sus bares y pizzerias y, teniendo en cuenta que es domingo por la tarde también se ve a muchos napolitanos que están de paseo.
Por aquí y allá se ven grupos de marineros, parejas paseando y en general, familias, que están disfrutando de un día de fiesta.
El atardecer se muestra generoso y pinta las aguas de la bahía con dorados y sombras espectaculares.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Algo más adelante paramos nosotros también a tomar algo en una terraza llenita de gente. Pedimos una cerveza “Peroni” de las grandes (66cl) para compartir, los mayores, y refrescos para las niñas y estamos un ratito al lado del mar. No es un lugar turístico, al contrario, la gente parece de por aquí y todos piden una especie de ensaladita para picar que debe de ser típico del establecimiento. También venden coco, y mazorcas de maíz. Nos cobran algo más de siete euros por las bebidas.
Disfrutamos del momento y, casi sin darnos cuenta la noche se ha echado sobre Nápoles.
De regreso a casa, podemos contemplar la ciudad iluminada. Es una perspectiva diferente, hermosa. Cruzando lentamente la plaza del Plebiscito admiramos la iglesia bellamente iluminada, recortando su silueta contra el cielo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Mañana nos espera el Vesubio.