![]() ![]() Día final en Budapest y conclusiones ✏️ Diarios de Viajes de Europa
El último día quisimos no cometer los excesos del día anterior. Por eso, en la plaza Deak Ferenc Ter cogimos el autobús 16 que en 10 minutos te sube al castillo. La idea era visitar el laberinto (2000 ft por persona). Acababa de abrir y todavía no...![]() Diario: Semana Santa en Budapest y Viena⭐ Puntos: 4.8 (4 Votos) Etapas: 8 Localización:![]() [align=justify]El último día quisimos no cometer los excesos del día anterior. Por eso, en la plaza Deak Ferenc Ter cogimos el autobús 16 que en 10 minutos te sube al castillo. La idea era visitar el laberinto (2000 ft por persona). Acababa de abrir y todavía no había gente. Ya sé que recomiendan ir a partir de las 6 de la tarde porque apagan la iluminación y te dan un candil para hacerlo más tétrico. No obstante, después de hacer la visita no puedo más que recomendarla vivamente. La luz tenue, la música suave y tenebrosa, los continuos recovecos y el agua rebosante de las paredes, unidos a la ausencia de gente hicieron del recorrido de 45 minutos una aventura apasionante. De ahí fuimos al castillo y esta vez lo vimos con más detenimiento. No entramos al museo, pero recorrerlo por fuera y contemplar su majestuosidad fue maravilloso. Cuando íbamos a bajar por un lateral (al lado del funicular), oímos una trompeta y allí, en primera fila, a pocos metros y casi sin gente asistimos durante 5 minutos a una especie de cambio de guardia muy original. No sé si se hace todos los días a las 12, pero nosotros tuvimos la suerte y oportunidad de verlo. Descendimos a pie en cinco minutos y nos sacamos las fotos de rigor en el km 0. Ahí cogimos el autobús 86 en dirección al puente de Isabel, con ánimo de tomar el 27 y subir a la colina Gellert y ver la ciudadela. Desgraciadamente, no encontramos la parada por ningún lado, pero como estábamos descansados subimos la colina andando, atajando todo lo posible. Arriba se encuentra majestuosa la estatua de la libertad. Las vistas del Danubio y de la parte de Pest son incomparables. A la ciudadela no entramos. Según nos dijeron no valía mucho la pena. Tras un breve descanso iniciamos el descenso hacia el hotel-balneario Géllert y visitamos sus instalaciones, aunque no tuvimos que pagar. [align=justify]Tras descansar en el apartamento, volvimos a salir. Fuimos cerca del puente de las cadenas para reservar una cena crucero por el Danubio a las 10 de la noche. En total 14400 ft los dos. Eso implicaba renunciar a la cena en Fatal. Como teníamos tiempo por delante, hicimos las últimas visitas. Pasamos por la famosa pastelería Gerbaud, aunque no entramos. A continuación tomamos el tranvía 2 en dirección al Parlamento y al llegar retrocedimos unos 200 metros para ver el monumento de los zapatos en honor a los judíos. Volvimos a coger el tranvía 2 hasta el puente Margarita donde cambiamos al 6 para llegar en él hasta el café New York, tan bonito como caro, pero donde no dejan sacar fotos. Desde ahí, otro autobús nos volvió a llevar al Hotel Géllert, ya que justo al lado nos había quedado por ver una iglesia rupestre que, por 500 ft SÍ vale la pena. pequeña pero muy bonita y con audioguía en español. Ya sólo quedaba la cena en el barco mientras navegabas por el Danubio. Te dicen que dura casi 2 horas, pero apenas pasa de la hora. La comida es normalilla y el paseo es muy básico, pero sirve para ver Budapest iliminado que es muy bonito. Desde luego, NO vale la pena pagar por la cena. el crucero solo es mejor y más barato. de ahí nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente nos fuimos a Viena. El centro de Budapest es bonito y pequeño, reflejo de un pasado glorioso. Sus edificios están muy deteriorados, pero siguen siendo espléndidos. 4 días son muchos, aunque todo está supeditado a lo que se quiera visitar. Me voy a permitir proponer un recorrido de un día con lo que yo considero imprescindible. Administrando el tiempo es posible. Comenzamos a las 9 de la mañana en la plaza de Deak Ferenc Ter. Allí cogemos el bus 16 hasta el pie mismo del Bastión de los Pescadores. Tras visitarlo y ver también la iglesia de San Matías, nos dirigimos al laberinto del castillo y después pasamos al castillo.Si nos coincide podemos ver el cambio de guardia (12 de la mañana). Podemos bajar andando o en el funicular hasta el km 0 (no nos lleva más de 10 minutos). Ahí cogemos el tranvía 19 o 41 hasta el hotel Géllert y vemos el balneario. Al lado está la iglesia rupestre que bien merece una visita. Cruzamos el puente de la libertad andando y topamos con el mercado central. Podemos visitarlo y comer en él. También podemos visitarlo y comer en el restaurante Fatal a unos pocos metros. Después de comer (3 de la tarde) recorremos la calle Vaci hasta Vorosmati Ter, donde esta la Pastelería Gerbaud y tomamos un café con un pastelito. a cinco minutos andando está la basílica de San Esteban. Tras verla, nos acercamos hasta el Danubio (plaza Roosvelt) y andando en dirección norte por su orilla en tres minutos tropezamos con los "zapatos judíos" Un poco más adelante está el Parlamento que por fuera lo vemos en 5 minutos. Cogiendo allí mismo el tranvía 2 hasta la última parada en el puente Margarita cambiamos a la línea 4 o 6 en dirección opuesta al puente. En 4 minutos llegaremos a la plaza Oktogon en plana avenida Andrassy. Bajando andando llegamos a la ópera. Ahí cogemos el metro, dirección norte y en menos de 5 minutos llegaremos a la Plaza de los Héroes. Tras verla nos adentramos en el parque de Varosliget y acabamos en los baños de Szchenyi sobre las 7 de la tarde. Un par de horitas allí nos relajará un montón. Después cogemos el metro y volvemos a la zona de Oktogon para cenar en Ferenc Liszt. y día completo. parce y es mucho, pero con la adecuada combinación de transporte da tiempo a todo. Os animo. La próxima semana sigo con Viena Índice del Diario: Semana Santa en Budapest y Viena
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