He decidido escribir este diario porque para hacer nuestro viaje a París, tanto mi novio como yo, hemos consultado los foros de esta completísma web.
Primero de todo querría agradecer a los que un día decidieron crear este espacio, me resulta muy útil a la hora de organizar un viaje sin tener que contar con una agencia de viajes que te "entretenga" una vez allí.
Y ahora ya voy al grano. Salimos del aeropuerto de Bilbao el sábado 12 de julio hacia la ciudad de las luces a las 15:00. Aunque hubo un pequeño retraso en el embarque nos podía más la emoción de pisar suelo parisino. Una vez allí, recogimos las maletas y nos adentramos en la pequeña aventura, llegar al hotel situado en la zona de Menilmontant (próxima al famoso cementerio de Pére-Lachaise). Cogimos l RER B hasta gare de Nord que tardaba unos 40 minutos. Una vez allí sacamos un ticket t + y fuimos hasta Stalingrad para allí coger el metro de la línea 2 que pasaba por Menilmontant. El hotel, Les Chansoniers, (muy simple pero para dormir simplemente bastaba) estaba a unos 100 metros de la salida del metro. Ya nos empezamos a dar cuenta que allí el metro era bastante viejo como para tener escaleras mecánicas en todas las estaciones y no tener que subir a pulso las maletas.
Llegamos sin confundirnos y relativamente rápido, teníamos ganas de ver el París de las películas así que nos decidimos por dar un paseo por Notre-Dame. Ya íbamos entendiendo el funcionamiento del metro, siempre había que hacer conexión con otras líneas para llegar a donde fuera. Nos bajamos en Hotel de Ville y alucinamos con el edificio. Pudimos divisar a lo lejos que Notre-Dame estaba cerca peroaún no la conocíamos tanto como para divisarla a lo lejos. Andando y andando con plano en mano pudimos encontrar todas esas gárgolas incansables que vigilan la ciudad. Sólo con el edificio y respirando el aire de Paris estuvimos atónitos durante varios minutos.
[
Todavía no sabíamos que las vistas en lo alto eran increíbes. Una curiosidad es que allí mismo, a las puertas de la entrada, se encuentra el kilómetro cero de Francia, el equivalente al kilómetro cero de la Puerta del Sol en Madrid. Después de fotos y fotos nos empezamos a dar cuenta que no era demasiado difícil toparse con españoles en la ciudad de las escaleras. Tras un pequeño paseo regresamos al hotel para coger fuerzas.
Primero de todo querría agradecer a los que un día decidieron crear este espacio, me resulta muy útil a la hora de organizar un viaje sin tener que contar con una agencia de viajes que te "entretenga" una vez allí.
Y ahora ya voy al grano. Salimos del aeropuerto de Bilbao el sábado 12 de julio hacia la ciudad de las luces a las 15:00. Aunque hubo un pequeño retraso en el embarque nos podía más la emoción de pisar suelo parisino. Una vez allí, recogimos las maletas y nos adentramos en la pequeña aventura, llegar al hotel situado en la zona de Menilmontant (próxima al famoso cementerio de Pére-Lachaise). Cogimos l RER B hasta gare de Nord que tardaba unos 40 minutos. Una vez allí sacamos un ticket t + y fuimos hasta Stalingrad para allí coger el metro de la línea 2 que pasaba por Menilmontant. El hotel, Les Chansoniers, (muy simple pero para dormir simplemente bastaba) estaba a unos 100 metros de la salida del metro. Ya nos empezamos a dar cuenta que allí el metro era bastante viejo como para tener escaleras mecánicas en todas las estaciones y no tener que subir a pulso las maletas.

Llegamos sin confundirnos y relativamente rápido, teníamos ganas de ver el París de las películas así que nos decidimos por dar un paseo por Notre-Dame. Ya íbamos entendiendo el funcionamiento del metro, siempre había que hacer conexión con otras líneas para llegar a donde fuera. Nos bajamos en Hotel de Ville y alucinamos con el edificio. Pudimos divisar a lo lejos que Notre-Dame estaba cerca peroaún no la conocíamos tanto como para divisarla a lo lejos. Andando y andando con plano en mano pudimos encontrar todas esas gárgolas incansables que vigilan la ciudad. Sólo con el edificio y respirando el aire de Paris estuvimos atónitos durante varios minutos.
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Todavía no sabíamos que las vistas en lo alto eran increíbes. Una curiosidad es que allí mismo, a las puertas de la entrada, se encuentra el kilómetro cero de Francia, el equivalente al kilómetro cero de la Puerta del Sol en Madrid. Después de fotos y fotos nos empezamos a dar cuenta que no era demasiado difícil toparse con españoles en la ciudad de las escaleras. Tras un pequeño paseo regresamos al hotel para coger fuerzas.