BALI
DÍA 13 DE AGOSTO
A las 3 de la mañana cogimos un taxi para que nos llevase al aeropuerto, pagamos 500 Baht. Es verdad que es más de lo normal, pero no nos importó pagarlo debido a las horas que eran. Plastificamos las maletas, facturamos, pasamos el control de inmigración, y a las 6:15 salía nuestro vuelo de Air Asia destino a Denpasar, Bali. Igual que el año pasado, cogimos speed boarding y 25 kilos en las maletas, por si acaso.
El vuelo se nos hizo muy corto, y en 4 horas y cuarto aterrizábamos en Bali. Nada más bajar del avión y entrar en el aeropuerto sentimos el olor tan maravilloso que hay en esa isla, esa mezcla del incienso de las ofrendas con la cantidad de flores que hay allí, especialmente el frangipani.
Pagamos las tasas de entrada (25$ o 19€) y pasamos el control de inmigración. Aprovechamos a cambiar algo de dinero en el aeropuerto, aunque el cambio fue bastante malo, 11.800 rupias/euro y, nada más salir, nos estaba esperando el chófer del Alam Shanti. Este trayecto lo contraté directamente con el hotel y fueron 25$. A pesar de que no hay mucha distancia del aeropuerto a Ubud, si que tardamos una hora más o menos. La zona sur era un caos, pero conforme nos adentrábamos en el interior de la isla todo era distinto, más tranquilo, más vegetación, el paisaje era muy muy bonito. Por el camino paramos a comprar una tarjeta SIM para el teléfono por 7.000 rupias, más adelante la cargaríamos con más dinero, pero tengo que decir que era casi igual de caro que llamar con un móvil español.
Por fin llegamos al hotel, el Alam Shanti (75$ más 15% de tasas en alojamiento y desayuno). Nos recibieron en la recepción con un coctel de bienvenida riquísimo. Qué a gusto se estaba allí, el entorno era espectacular.
Después de tomarnos el cóctel nos llevaron a nuestra habitación, la Lumbung House. La casita es una monería y las vistas que tiene a los campos de arroz, espectaculares.
Se trataba de una casita granero. En la planta de abajo teníamos un saloncito con un sofá cama y una mesa con unas sillas donde nos servían el desayuno. Las vistas desde allí a los arrozales eran una maravilla.
En la planta superior estaba el dormitorio y el baño. La habitación era muy amplia con una cama enorme y un escritorio, donde nos encontramos un detalle de flores muy bonito.
Además nos pusieron una cesta de frutas. Además de las frutas que conocíamos de Tailandia se encontraba el salak, una fruta con forma de higo y piel con escamas.
En cuanto al desayuno, el día anterior había que decir lo que querías para desayunar y la hora, y ellos te lo servían en el saloncito de tu casa. Había bastantes cosas para elegir, zumos de fruta, fruta, huevos de varias formas, sándwich, comida típica balinesa, bollería y el famoso pancake, que yo probé de plátano y estaba espectacular de bueno.
Tengo que dar especialmente las gracias a María José ya que, gracias a ella que nos recomendó este hotel, hemos podido disfrutar de él. El hotel nos ha encantado, no se puede describir la tranquilidad que se respira allí y decorado al más puro estilo balinés.
Las instalaciones del hotel son una maravilla, no parece un hotel, de hecho son casitas repartidas a lo largo del terreno del hotel entre una exuberante vegetación, lagos con nenúfares y campos de arroz.
La recepción del hotel, al más puro estilo balinés.
La piscina es una maravilla, además nunca hay nadie, ya que la mayoría de las villas tienen piscina privada.
Al lado de la piscina estaba el spa.
A las 3 de la mañana cogimos un taxi para que nos llevase al aeropuerto, pagamos 500 Baht. Es verdad que es más de lo normal, pero no nos importó pagarlo debido a las horas que eran. Plastificamos las maletas, facturamos, pasamos el control de inmigración, y a las 6:15 salía nuestro vuelo de Air Asia destino a Denpasar, Bali. Igual que el año pasado, cogimos speed boarding y 25 kilos en las maletas, por si acaso.
El vuelo se nos hizo muy corto, y en 4 horas y cuarto aterrizábamos en Bali. Nada más bajar del avión y entrar en el aeropuerto sentimos el olor tan maravilloso que hay en esa isla, esa mezcla del incienso de las ofrendas con la cantidad de flores que hay allí, especialmente el frangipani.
Pagamos las tasas de entrada (25$ o 19€) y pasamos el control de inmigración. Aprovechamos a cambiar algo de dinero en el aeropuerto, aunque el cambio fue bastante malo, 11.800 rupias/euro y, nada más salir, nos estaba esperando el chófer del Alam Shanti. Este trayecto lo contraté directamente con el hotel y fueron 25$. A pesar de que no hay mucha distancia del aeropuerto a Ubud, si que tardamos una hora más o menos. La zona sur era un caos, pero conforme nos adentrábamos en el interior de la isla todo era distinto, más tranquilo, más vegetación, el paisaje era muy muy bonito. Por el camino paramos a comprar una tarjeta SIM para el teléfono por 7.000 rupias, más adelante la cargaríamos con más dinero, pero tengo que decir que era casi igual de caro que llamar con un móvil español.
Por fin llegamos al hotel, el Alam Shanti (75$ más 15% de tasas en alojamiento y desayuno). Nos recibieron en la recepción con un coctel de bienvenida riquísimo. Qué a gusto se estaba allí, el entorno era espectacular.
Después de tomarnos el cóctel nos llevaron a nuestra habitación, la Lumbung House. La casita es una monería y las vistas que tiene a los campos de arroz, espectaculares.
Se trataba de una casita granero. En la planta de abajo teníamos un saloncito con un sofá cama y una mesa con unas sillas donde nos servían el desayuno. Las vistas desde allí a los arrozales eran una maravilla.
En la planta superior estaba el dormitorio y el baño. La habitación era muy amplia con una cama enorme y un escritorio, donde nos encontramos un detalle de flores muy bonito.
Además nos pusieron una cesta de frutas. Además de las frutas que conocíamos de Tailandia se encontraba el salak, una fruta con forma de higo y piel con escamas.
En cuanto al desayuno, el día anterior había que decir lo que querías para desayunar y la hora, y ellos te lo servían en el saloncito de tu casa. Había bastantes cosas para elegir, zumos de fruta, fruta, huevos de varias formas, sándwich, comida típica balinesa, bollería y el famoso pancake, que yo probé de plátano y estaba espectacular de bueno.
Tengo que dar especialmente las gracias a María José ya que, gracias a ella que nos recomendó este hotel, hemos podido disfrutar de él. El hotel nos ha encantado, no se puede describir la tranquilidad que se respira allí y decorado al más puro estilo balinés.
Las instalaciones del hotel son una maravilla, no parece un hotel, de hecho son casitas repartidas a lo largo del terreno del hotel entre una exuberante vegetación, lagos con nenúfares y campos de arroz.
La recepción del hotel, al más puro estilo balinés.
La piscina es una maravilla, además nunca hay nadie, ya que la mayoría de las villas tienen piscina privada.
Al lado de la piscina estaba el spa.
Una vez que colocamos la ropa nos fuimos a comer al Restaurante Laka Leke, que se encuentra muy cerca del Alam Shanti, y nos sorprendió tan gratamente que esa misma noche fuimos a cenar allí, ya que casi todas las noches durante la cena había alguna danza.
Por el medio día nos gastamos 123.000 rupias y por la noche 217.000 rupias, un plato cada uno, con zumos y postre. La paz que se respira allí es indescriptible, me encantó ese lugar, por eso cada noche que hacían danzas íbamos allí a cenar. Esa noche hicieron la danza de la rana, que al parecer era una danza nueva.
Al terminar el espectáculo, te podías hacer fotos con ellos, los pobres se tiraban un buen rato posando.
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DÍA 14 DE AGOSTO
A las 8.30 habíamos quedado con Riasa, quien iba a ser nuestro guía durante los días que estuvimos en Bali. Antes de la hora ya estaba esperándonos con su mejor sonrisa para enseñarnos las maravillas de Bali. Tiene un Suzuki monovolumen nuevecito e impecable de limpio con aire acondicionado. Además lleva botellas de agua fresquita que te da al finalizar cada visita y, cuando termina el día, te da unas toallitas fresquitas que huelen fenomenal. La verdad que tiene unos detalles que son de agradecer. Le pagamos 45€ diarios, excepto el último día, que al ser sólo medio día le pagamos 30€. En este precio estaba incluída la gasolina y el parking, pero no el precio de las entradas.
Nuestra primera visita fue el Templo de Taman Ayun (3.000 rupias por persona). Literalmente su nombre significa “Jardín Bonito”. Fue construido en 1.634 por le Raja de Mengwi y se trata del el templo de la Familia Real. Está rodeado de un foso artificial y cabe destacar el campanario, el bentar o puerta de entrada y los distintos merus.
Este era el primer contacto con los templos balineses y tengo que decir que me encantó, todos esos merus con diferente número de tejaditos, el paisaje que formaban era precioso.
La siguiente parada fue el Templo Ulun Danu Bratan (10.000 rupias por persona) situado en el Lago Bratan. El enclave es precioso y las vistas del lago con este templo son una maravilla, quizá sea uno de los paisajes más bonitos que he visto, a pesar de que las nubes estaban bastante bajas.
Con estas dos visitas ya estaba muy contenta, y eso que sólo acabábamos de empezar, pero había visto los dos templos que a priori más me llamaban la atención.
Riasa nos para en un mirador desde el que se divisan los dos Lagos Gemelos. Aquí hay unos chicos con animales para hacerte fotos, y no puedo resistirme a hacerme una con los zorros voladores, son murciélagos gigantes que se alimentan de fruta. Son muy curiosos ya que tienen la cara de un perro pequeño y el tacto de las alas es como si fuera de goma.
Desde aquí nos dirigimos a ver la Catarata Munduk (5.000 rupias por persona). Dejamos el coche y hacemos un pequeño treking hasta llegar. Vemos plantas de piñas, árboles de clavo, de café y un sinfín de vegetación. La bajada es muy agradable, aunque la subida no tanto, ya que hay muchísima humedad y cuesta más de lo normal. El paisaje es precioso, y hace un fresquito muy agradable. La verdad que me hace ilusión esta visita ya que nunca había visto una catarata.
Como tenemos hambre Riasa nos lleva a comer a un restaurante situado en un Eco Hotel, que pilla de camino para la siguiente visita. El sitio tiene unas vistas preciosas a unos arrozales y comemos muy bien por 194.000 rupias los dos.
Después de comer hacemos una parada en el Mercado de las Especias. Aquí se pueden comprar frutas, frutos secos y souvenirs artesanales.
De camino al siguiente templo paramos a ver los Arrozales de Jallituwih.
La última visita del día es el Templo de Tanah Lot (10.000 rupias por persona más 5.000 por el coche). Nada más entrar al recinto vemos un templo situado encima de una roca y yo pienso que ese es Tanah Lot,
pero no, Tanah Lot está situado a la izquierda de éste y está super masificado, porque además la marea está baja. A pesar de ser un templo emblemático en Bali, a mi no es de los que más me gustan, quizá al estar tan lleno de gente había perdido su encanto.
Nos dirigimos hacia el templo anterior y desde allí vemos una maravillosa puesta de sol.
Desde aquí a Ubud hay más de una hora de camino debido al tráfico, así que cuando llegamos al hotel, nos duchamos y nos vamos a cenar al Caffee Copper, situado en la entrada del Bosque de los Monos. Cenamos los dos por 150.000 rupias.
A las 8.30 habíamos quedado con Riasa, quien iba a ser nuestro guía durante los días que estuvimos en Bali. Antes de la hora ya estaba esperándonos con su mejor sonrisa para enseñarnos las maravillas de Bali. Tiene un Suzuki monovolumen nuevecito e impecable de limpio con aire acondicionado. Además lleva botellas de agua fresquita que te da al finalizar cada visita y, cuando termina el día, te da unas toallitas fresquitas que huelen fenomenal. La verdad que tiene unos detalles que son de agradecer. Le pagamos 45€ diarios, excepto el último día, que al ser sólo medio día le pagamos 30€. En este precio estaba incluída la gasolina y el parking, pero no el precio de las entradas.
Nuestra primera visita fue el Templo de Taman Ayun (3.000 rupias por persona). Literalmente su nombre significa “Jardín Bonito”. Fue construido en 1.634 por le Raja de Mengwi y se trata del el templo de la Familia Real. Está rodeado de un foso artificial y cabe destacar el campanario, el bentar o puerta de entrada y los distintos merus.
Este era el primer contacto con los templos balineses y tengo que decir que me encantó, todos esos merus con diferente número de tejaditos, el paisaje que formaban era precioso.
La siguiente parada fue el Templo Ulun Danu Bratan (10.000 rupias por persona) situado en el Lago Bratan. El enclave es precioso y las vistas del lago con este templo son una maravilla, quizá sea uno de los paisajes más bonitos que he visto, a pesar de que las nubes estaban bastante bajas.
Con estas dos visitas ya estaba muy contenta, y eso que sólo acabábamos de empezar, pero había visto los dos templos que a priori más me llamaban la atención.
Riasa nos para en un mirador desde el que se divisan los dos Lagos Gemelos. Aquí hay unos chicos con animales para hacerte fotos, y no puedo resistirme a hacerme una con los zorros voladores, son murciélagos gigantes que se alimentan de fruta. Son muy curiosos ya que tienen la cara de un perro pequeño y el tacto de las alas es como si fuera de goma.
Desde aquí nos dirigimos a ver la Catarata Munduk (5.000 rupias por persona). Dejamos el coche y hacemos un pequeño treking hasta llegar. Vemos plantas de piñas, árboles de clavo, de café y un sinfín de vegetación. La bajada es muy agradable, aunque la subida no tanto, ya que hay muchísima humedad y cuesta más de lo normal. El paisaje es precioso, y hace un fresquito muy agradable. La verdad que me hace ilusión esta visita ya que nunca había visto una catarata.
Como tenemos hambre Riasa nos lleva a comer a un restaurante situado en un Eco Hotel, que pilla de camino para la siguiente visita. El sitio tiene unas vistas preciosas a unos arrozales y comemos muy bien por 194.000 rupias los dos.
Después de comer hacemos una parada en el Mercado de las Especias. Aquí se pueden comprar frutas, frutos secos y souvenirs artesanales.
De camino al siguiente templo paramos a ver los Arrozales de Jallituwih.
La última visita del día es el Templo de Tanah Lot (10.000 rupias por persona más 5.000 por el coche). Nada más entrar al recinto vemos un templo situado encima de una roca y yo pienso que ese es Tanah Lot,
pero no, Tanah Lot está situado a la izquierda de éste y está super masificado, porque además la marea está baja. A pesar de ser un templo emblemático en Bali, a mi no es de los que más me gustan, quizá al estar tan lleno de gente había perdido su encanto.
Nos dirigimos hacia el templo anterior y desde allí vemos una maravillosa puesta de sol.
Desde aquí a Ubud hay más de una hora de camino debido al tráfico, así que cuando llegamos al hotel, nos duchamos y nos vamos a cenar al Caffee Copper, situado en la entrada del Bosque de los Monos. Cenamos los dos por 150.000 rupias.
DÍA 15 DE AGOSTO
A las 8 de la mañana viene a buscarnos Riasa y directamente vamos al Templo Goa Gajah o Templo de la Cueva de Elefante (15.000 rupias por persona). Construido en el siglo IX destaca la fachada de la cueva que tiene una forma parecida a la cabeza de un elefante.
Además hay una fuente con 6 chorros, que simbolizan los 6 afluentes del Ganges.
El paisaje de alrededor es precioso, como en todo Bali, y nos llama mucho la atención un árbol que tiene las raíces por fuera, al parecer, porque el suelo es de roca.
Desde aquí vamos a visitar el Templo Goa Lawa o Templo de la Cueva de los Murciélagos (6.000 rupias por persona más 3.000 rupias por el sarong). Este es el segundo templo más importante en Bali después del Templo Besakih o Templo Madre. Cuando los balineses hacen las incineraciones conjuntas tienen que ir a rezar y hacer ofrendas al Templo de la Montaña (Besakih) y al Templo del Mar (Goa Lawa) es por eso que en estos dos templos es donde más balineses encontramos en nuestras visitas.
Nuestra siguiente parada es Tirta Ganga o Piscinas Reales (5.000 rupias por persona). Qué sitio tan bonito, en las fotos nos se aprecia como es realmente. Riasa compra pan para darle a los peces que vemos mientras paseamos por el caminito que hay dentro de las piscinas. Una visita muy relajante y fresquita, se estaba muy bien allí. A la salida compramos mangostea en unos puestecillos. Está buenísima esa fruta!!!
Desde allí nos fuimos a comer a Candidasa, un sitio muy bonito con vistas al mar, pero quizá algo caro para ser Bali.
Después Riasa nos enseñó el saladero tradicional, muy curioso ver cómo salan los bonitos para conservarlos de una forma totalmente tradicional.
Y para finalizar con las visitas, fuimos a Kertha Gosa o Templo de la Corte (12.000 rupias por persona). En el recinto hay dos pabellones con unas pinturas en los techos preciosas. En el primer pabellón mediante estas pinturas se narran los castigos a los distintos pecados, es muy curioso y Riasa nos contó uno por uno.
En el segundo pabellón destaca el horóscopo balinés también muy interesante, ya que según la creencia balinesa, si tienes un horóscopo malo, tu vida va a ser mala.
Tenemos un buen rato hasta que llegamos a Ubud. Nos duchamos, nos arreglamos y vamos al Laka Leke que tienen la Danza Kecak y es una de las danzas que más interés tenemos en ver. Se trata de un grupo de hombres que a través de coros vocales hacen la música con la que bailan moviendo brazos y torso alrededor del fuego. Esta noche pagamos por la cena 210.000 rupias.
A las 8 de la mañana viene a buscarnos Riasa y directamente vamos al Templo Goa Gajah o Templo de la Cueva de Elefante (15.000 rupias por persona). Construido en el siglo IX destaca la fachada de la cueva que tiene una forma parecida a la cabeza de un elefante.
Además hay una fuente con 6 chorros, que simbolizan los 6 afluentes del Ganges.
El paisaje de alrededor es precioso, como en todo Bali, y nos llama mucho la atención un árbol que tiene las raíces por fuera, al parecer, porque el suelo es de roca.
Desde aquí vamos a visitar el Templo Goa Lawa o Templo de la Cueva de los Murciélagos (6.000 rupias por persona más 3.000 rupias por el sarong). Este es el segundo templo más importante en Bali después del Templo Besakih o Templo Madre. Cuando los balineses hacen las incineraciones conjuntas tienen que ir a rezar y hacer ofrendas al Templo de la Montaña (Besakih) y al Templo del Mar (Goa Lawa) es por eso que en estos dos templos es donde más balineses encontramos en nuestras visitas.
Nuestra siguiente parada es Tirta Ganga o Piscinas Reales (5.000 rupias por persona). Qué sitio tan bonito, en las fotos nos se aprecia como es realmente. Riasa compra pan para darle a los peces que vemos mientras paseamos por el caminito que hay dentro de las piscinas. Una visita muy relajante y fresquita, se estaba muy bien allí. A la salida compramos mangostea en unos puestecillos. Está buenísima esa fruta!!!
Desde allí nos fuimos a comer a Candidasa, un sitio muy bonito con vistas al mar, pero quizá algo caro para ser Bali.
Después Riasa nos enseñó el saladero tradicional, muy curioso ver cómo salan los bonitos para conservarlos de una forma totalmente tradicional.
Y para finalizar con las visitas, fuimos a Kertha Gosa o Templo de la Corte (12.000 rupias por persona). En el recinto hay dos pabellones con unas pinturas en los techos preciosas. En el primer pabellón mediante estas pinturas se narran los castigos a los distintos pecados, es muy curioso y Riasa nos contó uno por uno.
En el segundo pabellón destaca el horóscopo balinés también muy interesante, ya que según la creencia balinesa, si tienes un horóscopo malo, tu vida va a ser mala.
Tenemos un buen rato hasta que llegamos a Ubud. Nos duchamos, nos arreglamos y vamos al Laka Leke que tienen la Danza Kecak y es una de las danzas que más interés tenemos en ver. Se trata de un grupo de hombres que a través de coros vocales hacen la música con la que bailan moviendo brazos y torso alrededor del fuego. Esta noche pagamos por la cena 210.000 rupias.
DÍA 16 DE AGOSTO
A las 8.30 nos esperaba Riasa para empezar las vistas de este día. La primera parada fueron los Arrozales de Tegalalang. Ese día amaneció nublado y caía una lluvia muy finita posiblemente al estar tan bajas las nubes, además de haber muchísima claridad. Los bancales de arroz son una preciosidad, y eso que los vimos justo recién plantados. Cuando estén en todo su esplendor tiene que ser una maravilla.
Después fuimos al Templo Gunung Kawi (15.000 rupias por persona) o también conocido como templo de las escaleras, y es que hay que bajar un montón de escaleras que luego hay que volver a subir. Antes de llegar al recinto hay unos campos de arroz preciosos.
Se trata de una serie de nichos excavados en la roca, sin embargo en su interior no hay nada, ya que los balineses incineran a sus muertos y no conservan las cenizas. Alrededor hay muchísima vegetación lo que hace que en paisaje sea muy especial, con esos árboles gigantes llenos de lianas.
A las 8.30 nos esperaba Riasa para empezar las vistas de este día. La primera parada fueron los Arrozales de Tegalalang. Ese día amaneció nublado y caía una lluvia muy finita posiblemente al estar tan bajas las nubes, además de haber muchísima claridad. Los bancales de arroz son una preciosidad, y eso que los vimos justo recién plantados. Cuando estén en todo su esplendor tiene que ser una maravilla.
Después fuimos al Templo Gunung Kawi (15.000 rupias por persona) o también conocido como templo de las escaleras, y es que hay que bajar un montón de escaleras que luego hay que volver a subir. Antes de llegar al recinto hay unos campos de arroz preciosos.
Se trata de una serie de nichos excavados en la roca, sin embargo en su interior no hay nada, ya que los balineses incineran a sus muertos y no conservan las cenizas. Alrededor hay muchísima vegetación lo que hace que en paisaje sea muy especial, con esos árboles gigantes llenos de lianas.
La subida se hace dura, a parte de por las escaleras, por la humedad que hace.
La siguiente parada es el Templo Tirta Empul o Templo del Manantial Sagrado (15.000 rupias por persona). Se trata de un templo donde van los balineses a purificarse a través de los 12 chorros que salen al estanque.
Además, en este manantial el agua brota del suelo. Realmente es muy curioso y todo el recinto es muy bonito.
Después vamos al Bosque de Bambú, situado justo al lado del Pueblo de Penglipuran. El bosque es tan frondoso que no permite que pasen los rayos del sol a la carretera.
Y tras esta breve parada visitamos Penglipuran (10.000 rupias por persona), un pueblecito típico balinés. En este pueblo cabe destacar las inscripciones que se encuentran en las puertas de las casas. El primer número es el número de hombres que hay en la casa, el segundo número son las mujeres, y el tercero el total. Decir que este pueblo salió en el programa de televisión Pekín Exprés, y es donde se realizó una de las pruebas.
De camino a Besakih, paramos para ver unas vistas alucinantes del Volcán Batur y el Lago del mismo nombre. Aunque las nubes estaban un poco bajas, si que pudimos divisar el volcán.
Y por último hicimos la visita al Templo Besakih o Templo Madre (15.000 rupias por persona). Se encuentra en la ladera del Volcán Agung, el monte más alto de la isla. Es una lástima que las nubes estuvieran tan bajas y que no pudiésemos ver el volcán, pero sin duda es una visita que recomiendo mucho ya que es uno de los templos que más me gustó de los que vimos. Se trata de un complejo formado por numerosos templos donde destaca el Candi Bentar (entrada principal del templo). Desde la parte superior del templo las vistas de los distintos merus son preciosas.
Quiero recomendar especialmente esta visita, ya que he leído que ha habido gente que ha tenido problemas y no ha podido entrar. Nosotros con Riasa no tuvimos ninguno, al contrario, hicimos la visita con total normalidad, aunque si que es verdad que la gente era bastante borde, algo que no es normal en Bali.
Terminada la vista nos fuimos a comer, serían las 4 de la tarde y teníamos hambre!! Riasa nos llevó a un warung con unas vistas muy bonitas aunque el sitio no destacaba por su limpieza, pero bueno. La comida nos costó 80.000 rupias los dos, dos nasi goreng y dos coca colas. Además estaba abierto y había mucha corriente, y no fue muy agradable la comida porque pasamos frío.
Desde allí tardamos bastante en llegar a Ubud, porque nos tuvimos que desviar ya que en una de las carreteras principales habían cortado el tráfico porque había un desfile y tuvimos que ir por otras carreteras secundarias dando muchísimo redeo.
Ya en el Alam Shanti nos duchamos y fuimos a cenar al Caffee Copper (170.000 rupias).
La siguiente parada es el Templo Tirta Empul o Templo del Manantial Sagrado (15.000 rupias por persona). Se trata de un templo donde van los balineses a purificarse a través de los 12 chorros que salen al estanque.
Además, en este manantial el agua brota del suelo. Realmente es muy curioso y todo el recinto es muy bonito.
Después vamos al Bosque de Bambú, situado justo al lado del Pueblo de Penglipuran. El bosque es tan frondoso que no permite que pasen los rayos del sol a la carretera.
Y tras esta breve parada visitamos Penglipuran (10.000 rupias por persona), un pueblecito típico balinés. En este pueblo cabe destacar las inscripciones que se encuentran en las puertas de las casas. El primer número es el número de hombres que hay en la casa, el segundo número son las mujeres, y el tercero el total. Decir que este pueblo salió en el programa de televisión Pekín Exprés, y es donde se realizó una de las pruebas.
De camino a Besakih, paramos para ver unas vistas alucinantes del Volcán Batur y el Lago del mismo nombre. Aunque las nubes estaban un poco bajas, si que pudimos divisar el volcán.
Y por último hicimos la visita al Templo Besakih o Templo Madre (15.000 rupias por persona). Se encuentra en la ladera del Volcán Agung, el monte más alto de la isla. Es una lástima que las nubes estuvieran tan bajas y que no pudiésemos ver el volcán, pero sin duda es una visita que recomiendo mucho ya que es uno de los templos que más me gustó de los que vimos. Se trata de un complejo formado por numerosos templos donde destaca el Candi Bentar (entrada principal del templo). Desde la parte superior del templo las vistas de los distintos merus son preciosas.
Quiero recomendar especialmente esta visita, ya que he leído que ha habido gente que ha tenido problemas y no ha podido entrar. Nosotros con Riasa no tuvimos ninguno, al contrario, hicimos la visita con total normalidad, aunque si que es verdad que la gente era bastante borde, algo que no es normal en Bali.
Terminada la vista nos fuimos a comer, serían las 4 de la tarde y teníamos hambre!! Riasa nos llevó a un warung con unas vistas muy bonitas aunque el sitio no destacaba por su limpieza, pero bueno. La comida nos costó 80.000 rupias los dos, dos nasi goreng y dos coca colas. Además estaba abierto y había mucha corriente, y no fue muy agradable la comida porque pasamos frío.
Desde allí tardamos bastante en llegar a Ubud, porque nos tuvimos que desviar ya que en una de las carreteras principales habían cortado el tráfico porque había un desfile y tuvimos que ir por otras carreteras secundarias dando muchísimo redeo.
Ya en el Alam Shanti nos duchamos y fuimos a cenar al Caffee Copper (170.000 rupias).
DÍA 17 DE AGOSTO
Esa mañana ya no teníamos más excursiones, así que nos levantamos tranquilamente, desayunamos y fuimos a ver el Bosque de los Monos (20.000 rupias por persona). Éste era el camino entre nuestro hotel y Ubud, y no nos habíamos atrevido a pasar porque por la noche no hay luces y no sabíamos cual era el camino, pero una vez visto de día ya sabíamos el camino que había que recorrer para atravesarlo.
Dentro del bosque hay varios templos y lo que más hay son simpáticos monos que no les importa posar para las fotos.
Tardamos dos minutos en llegar a Ubud, a la Calle Monkey Forest, la cual seguimos hasta llegar al Palacio Real. Se estaban preparando para la incineración conjunta del pueblo, así que todo estaba preparado para la celebración.
Después visitamos el Café Lotus, la verdad que tenía curiosidad por verlo, y desde luego el entorno es precioso, un estanque enorme de nenúfares con el templo de fondo. El inconveniente que le veo es que el escenario está muy lejos de las mesas.
Para terminar con la visita a Ubud fuimos al Mercado y allí pudimos comprar algunas cosas de artesanía y souvenirs:
Sandalias 30.000,00
Panel de madera 240.000,00
Llaveros sandalias 10.000,00
Cenicero madera 30.000,00
7 máscaras madera 350.000,00
Ese día comimos en un warung en Ubud por 42.000 rupias y, de camino al hotel me hice la manicura. Me costó 50.000 rupias y me la hicieron realmente bien.
La tarde la aprovechamos para disfrutar de la piscina del hotel y relajarnos después de los días intensos de excursiones.
Era nuestra última noche en Ubud así que nos fuimos a cenar al Laka Leke que esa noche estaba la Danza Barong y Kris. Esa noche pagamos 250.000 rupias.
Después de cenar nos atrevimos a atravesar el bosque de los monos con las linternas para ir a Ubud a cambiar dinero. Fue toda una experiencia.
Esa mañana ya no teníamos más excursiones, así que nos levantamos tranquilamente, desayunamos y fuimos a ver el Bosque de los Monos (20.000 rupias por persona). Éste era el camino entre nuestro hotel y Ubud, y no nos habíamos atrevido a pasar porque por la noche no hay luces y no sabíamos cual era el camino, pero una vez visto de día ya sabíamos el camino que había que recorrer para atravesarlo.
Dentro del bosque hay varios templos y lo que más hay son simpáticos monos que no les importa posar para las fotos.
Tardamos dos minutos en llegar a Ubud, a la Calle Monkey Forest, la cual seguimos hasta llegar al Palacio Real. Se estaban preparando para la incineración conjunta del pueblo, así que todo estaba preparado para la celebración.
Después visitamos el Café Lotus, la verdad que tenía curiosidad por verlo, y desde luego el entorno es precioso, un estanque enorme de nenúfares con el templo de fondo. El inconveniente que le veo es que el escenario está muy lejos de las mesas.
Para terminar con la visita a Ubud fuimos al Mercado y allí pudimos comprar algunas cosas de artesanía y souvenirs:
Sandalias 30.000,00
Panel de madera 240.000,00
Llaveros sandalias 10.000,00
Cenicero madera 30.000,00
7 máscaras madera 350.000,00
Ese día comimos en un warung en Ubud por 42.000 rupias y, de camino al hotel me hice la manicura. Me costó 50.000 rupias y me la hicieron realmente bien.
La tarde la aprovechamos para disfrutar de la piscina del hotel y relajarnos después de los días intensos de excursiones.
Era nuestra última noche en Ubud así que nos fuimos a cenar al Laka Leke que esa noche estaba la Danza Barong y Kris. Esa noche pagamos 250.000 rupias.
Después de cenar nos atrevimos a atravesar el bosque de los monos con las linternas para ir a Ubud a cambiar dinero. Fue toda una experiencia.