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Nuestro ultimo dia en La Toscana amanece como todos los demas, con un sol explendido y una temperatura que amenaza ser tan alta o mas que la de los dias pasados. El dia de ayer fue largo y extenuante, hoy teniamos pensado visitar Pistoia y Prato, dos localidades muy cercana entre si, a apenas 20 kms una de otra. Pero como estamos muy cansados cambiamos el plan, vamos a pasarnos toda la mañana disfrutando de la piscina y despues de comer tomaremos camino de Pistoia, para asi ir fresquitos y pasarnos las horas de mas calor a cubierto.
Lo pasamos como enanos despues de tantos dias de calor se agradece un buen remojon sin limite horario. Comemos en el camping y cerca ya de las 15:00 p.m. arrancamos hacia Pistoia (90 kms por autopista), en donde aparcamos apenas una hora despues el Corso Silvani Fredi, desde alli nos dirigimos caminando hacia la Via Cavour por las tranquilas calles peatonales.
Al contrario que en otros lugares mas turisticos, en Pistoia se vive un ambiente relajado y eso que despues vimos como estaban en fiestas. Tranquilamente por esta amplia calle peatonal pasamos por la bonita iglesia de San Giovanni in Fuoricivitas.
Y al poco nos encontramos sumergidos de lleno en la Piazza del Duomo, estaba llena de gradas y de una especie de coso taurino en donde parecia que iban a celebrar algun tipo de espectaculo medieval (mas tarde vimos a gente vestida con trajes medievales por la calle) o quizas un palio. En la inmensa plaza se situan los edificios de la Catedral romanica de S.Zeno, el Baptisterio ortogonal enfrente de la catedral con el tipico revestimiento de marmol en bandas horizontales verdes y blancas, el Palazzo Comunale sede de gobierno de la ciudad, el Palazzo y el Palazzo Podestà o Pretorio.
Despues de tomarnos una cervecita nos vamos caminando hasta el coche y como aun es temprano decidimos tomar rumbo hacia Vinci, una pequeña localidad situada a 30 kms de Pistoia cuna natal del famoso Leonardo da Vinci. Tardamos mas de cuarenta minutos en llegar porque la carretera que nos lleva hasta alli atraviesa unos bellos parajes montañosos y es muy curveada. Merece la pena por las bonitas vistas, hacemos alguna parada para tirar unas fotos y tras alguna que otra vuelta de mas llegamos a la villa de Vinci.
Llegamos al pequeño pueblo que esta rodeado de suaves colinas y olivares, el pueblo creció alrededor del castillo de los condes Guidi, el pequeño pueblo gira entorno a la figura del gran artista. Cuando llegamos ya comenzaba a ocultarse el sol y el pueblo estaba vacio de turistas, nos dimos un agradable paseo por las cercanias del castillo que alberga el Museo Vinciano. Tras visitar la pequeña iglesia y dar un par de vueltas por las calles desiertas nos volvemos al coche, tenemos mas de una hora de camino hasta el camping y mañana tenemos que hacer las maletas para dirigirnos hacia Venecia.
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