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Toca levantarse sobre las 9:00 a.m., desayuno y ruta hacia Marina di Massa en La Toscana, en donde se encuentra nuestro camping. Poco mas de 330 kms y tres horas de conduccion.
Continuamos por la A8, autopista que recorre la costa azul, el dia se vuelve a presentar con un calor sofocante. Entramos en Italia por la frontera de Ventimiglia, nada mas cruzar nos damos cuenta que las carreteras italianas poco van a tener que ver con las francesas. La A10 es la autopista que nos llevara a Genova, curvas, cuestas, tuneles y salidas mal señalizadas y complicadas de tomar, eso si, el paisaje de montañas y mar, precioso. Despues de parar en un AutoGrill a repostar y tomarnos un capuccino (el primero) circunvalamos Genova con mucho trafico y tomamos la A12 que nos llevara hasta nuestro destino, esta presenta muchas menos complicaciones que la autopista anterior. Lo mas peligroso, sin duda, los pilotos italianos, se te plantan pegados al culo del coche a toda velocidad y tienes que apartarte para que no te lleven por delante.
Sobre las 13:30 llegamos al "Camping Souvenir" sin muchos problemas porque esta bien indicado. Es un camping pequeñito y familiar, regentado por una familia en principio algo brusca de trato pero al final acabaron siendo gente muy agradable
. Montamos en la parcela sombreada pero pequeñita, en 20 minutos tenemos nuestra canadiense montada y el equipaje acomodado, salimos a comer algo, no sin antes darle un vistazo a la pequeña y coqueta piscina a la que seguro sacaremos partido. Paramos en la terraza de una pizzeria cerca de la playa. Despues de unas ricas pizzas decidimos probar el agua del Mediterraneo.
Seguimos la carretera por la que llegamos al camping en direccion Marina di Carrara y vamos con la intención de llegar a Portovenere (50 kms, mas menos 50 minutos) viendo como las playas son todas privadas, es decir, desde la carretera no eres capaz de ver el mar porque esta tapado por los chiringuitos y las vallas de los "establecimientos de baño", estos no son mas que negocios privados que acotan las playas, a las que si quieres acceder, tienes que pagar, eso si, despues tienes servicios, tumbonas, sombrillas y chiringuitos a tu disposicion, vaya mier....... :evil:. En Francia tambien nos habiamos encontrado con negocios parecidos en la Costa Azul, en España, en este asunto ganamos por goleada.¡El mar es de todos!.
Con el disgusto en el cuerpo seguimos el camino y por fin, tras varios kilometros de playa privada, nos encontramos con una publica, en donde hay bastante gente, la playa esta bastante descuidada pero para un bañito y una siesta vale bien. Los italianos, mas parecidos a nosotros que los franceses, ruidosos y alegres, pero el cansancio nos vence y nos damos una merecida siesta. Tras el descanso nos dirigimos hacia Portovenere. Tomamos la autopista hasta La Spezia y desde alli por una estrecha y virada carretera, con unas vistas preciosas llegamos a este antiguo pueblo marinero.
El pueblo es precioso, con sus antiguas y coloridas casas apiñadas entorno al puerto, su iglesia y dominando la villa, la fortaleza. No hay mucha gente porque ya se esta marchando el sol, nos damos un paseo y nos acercamos a la iglesia desde donde disfrutamos de una espectacular puesta de sol con los acantilados de la Cinque Terre al fondo.
Tras la visita regresamos al camping nos damos una ducha y nos cambiamos de ropa, decidimos comer en un restaurante a unos 200 metros del camping, en la zona se ve mucho ambiente porque mas adelante hay un par de discotecas y una fiesta al aire libre. Nos sentamos en la terraza y pedimos "solamente" un par de primeros, sin antipasti y menos mal. Nos sirven dos hermosas fuentes, una de spaguethi con mariscos para mi (ademas el marisco en abundancia) y otro de espaguethi con almejas para marise que quita el sentio......... unos cafetitos y de vuelta al camping. Despues de los cubatas de ron de rigor viendo las estrellas (es un clasico de nuestras vacaciones) nos vamos a dormir. Mañana tocan Pisa y Luca.
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