Un nuevo día espléndido amaneció sobre el parque de Izmailovo a las 5 y media de la mañana (rusas, tienen dos horas más, lo que quiere decir que amanecía a las 3 y media de la noche españolas…!!!!). Somnolientos salimos del hotel para comprar algo que de desayuno y comida en uno de los múltiples establecimientos que rodean el complejo hotelero. Después de hacernos entender precariamente con la dependienta, pudimos comprar unos dulces, un zumo, y lo necesario para hacernos bocadillos para la comida. Nos montamos en el metro y nos fuimos en dirección a Teatralnaya. Con un sol esplédido y los primeros visos de calor, desayunamos en un banco de la salida de la estación de Ploschad Revolutsii y nos hicimos las primeras fotos con el famoso teatro Bolshói, un gigantesco edificio neoclásico inaugurado en 1825 y reconstruido en 1856. Lamentablemente no pudimos acceder a su interior, pues las dos veces que nos acercamos no había ni una sola puerta abierta, ni nadie a quien preguntar…
Hechas las fotos, nos volvimos para esta vez sí, poder entrar en la Plaza Roja a través de la Puerta de la Transfiguración… esta vez sí… o no. Nuevamente cerrada, y comenzamos a vislumbrar la terrible realidad: No pisaríamos la Plaza Roja en todo el viaje… Atravesamos los grandes almacenes GUM, un centro comercial ubicado en un bello edificio de estilo neorruso de 1890 y que contiene tiendas de marcas occidentales de precios desorbitados totalmente inasequibles para el ruso de a pie…
Al salir vimos que la Catedral de San Basilio estaba integrada en las rejas que cerraban la Plaza Roja y temimos no poder entrar, pero afortunadamente nos equivocamos.
Como estaba cerrada, nos fuimos paseando hasta la catedral de Cristo Salvador, bordeando el Kremlin. Construida en 1883, se trata de la iglesia ortodoxa más alta del mundo. Esta iglesia es una reconstrucción de la original, que fue demolida en 1931 por Stalin para poder construir el Palacio de los Soviets (que no se llegó a construir). Se reabrió en el 2000, no sin polémica… Para variar, nosotros nos encontramos con el acceso prohibido porque había un acto de no se qué… Fotos desde el puente peatonal, desde el que se ve la monstruosidad dedicada a Pedro el Grande, y vuelta a San Basilio para verla esta vez abierta.
Esta catedral en realidad se llama Catedral de la Intercesión de la Virgen en el Montículo y fue construida en el siglo XVI para conmemorar la victoria sobre los tártaros en Kazan. Con tantos colorines parece de cartón… lo cierto es que nos encantó. La entrada eran 300 Rb, y el interior es un museo, y es curioso, es como un laberinto… Desde el recinto de la catedral pudimos ver la Plaza Roja y los preparativos del 9 de Mayo…
La fachada del GUM, la del Museo de Historia y el Mausoleo de Lenin estaban tapados con gradas y gigantescos carteles alusivos… aunque tuvimos una mejor vista de la torre Spasskaya.
Visto San Basilio decidimos ir hasta el monasterio de Novodevichi, pasando antes por la catedral de Kazan (otra reconstrucción). Su interior es bonito, y es gratis.
Para llegar a Novodevichi es necesario coger el metro, la línea roja hasta Sportivsnaya y andar un poquito hasta el complejo. Es Patrimonio de la Humanidad desde 2004. Se trata de un recinto amurallado con varias iglesias y edificios, la mayoría construidos en rojo, blanco y dorado. El acceso al recinto es gratis, aunque para entrar en los edificios hay que pagar una entrada de 300 Rb y otros 100 para hacer fotos. Nosotros nos encontramos con la catedral de la Virgen de Smolensk cerrada, al igual que el Palacio de los Patriarcas y el campanario. Solo pudimos entrar en una exigua colección iconos y en una exposición fotográfica de la historia del monasterio… los rublos peor invertidos del viaje. Comimos en un parque cercano y nos dirigimos a su famoso cementerio, lleno de personajes ilustres, y una muestra de la escultura rusa libre de la censura soviética.
Ya de vuelta, atardeciendo, descubrimos el centro comercial que hay bajo la plaza Manezaya, y dimos una vuelta por el barrio de Kitai Gorod, junto a la Plaza Roja hasta la siniestra Plaza Lubyanka, donde todavía se levanta la antigua sede del KGB, hoy FSB. De camino pasamos por la histórica imprenta Sinodal, de bonita fachada.
Cansados nos fuimos hacia el metro, no sin antes ver un montón de soldados por todas partes, pues esa noche se hacía uno de los actos conmemorativos del 9 de mayo…

Hechas las fotos, nos volvimos para esta vez sí, poder entrar en la Plaza Roja a través de la Puerta de la Transfiguración… esta vez sí… o no. Nuevamente cerrada, y comenzamos a vislumbrar la terrible realidad: No pisaríamos la Plaza Roja en todo el viaje… Atravesamos los grandes almacenes GUM, un centro comercial ubicado en un bello edificio de estilo neorruso de 1890 y que contiene tiendas de marcas occidentales de precios desorbitados totalmente inasequibles para el ruso de a pie…

Al salir vimos que la Catedral de San Basilio estaba integrada en las rejas que cerraban la Plaza Roja y temimos no poder entrar, pero afortunadamente nos equivocamos.

Como estaba cerrada, nos fuimos paseando hasta la catedral de Cristo Salvador, bordeando el Kremlin. Construida en 1883, se trata de la iglesia ortodoxa más alta del mundo. Esta iglesia es una reconstrucción de la original, que fue demolida en 1931 por Stalin para poder construir el Palacio de los Soviets (que no se llegó a construir). Se reabrió en el 2000, no sin polémica… Para variar, nosotros nos encontramos con el acceso prohibido porque había un acto de no se qué… Fotos desde el puente peatonal, desde el que se ve la monstruosidad dedicada a Pedro el Grande, y vuelta a San Basilio para verla esta vez abierta.

Esta catedral en realidad se llama Catedral de la Intercesión de la Virgen en el Montículo y fue construida en el siglo XVI para conmemorar la victoria sobre los tártaros en Kazan. Con tantos colorines parece de cartón… lo cierto es que nos encantó. La entrada eran 300 Rb, y el interior es un museo, y es curioso, es como un laberinto… Desde el recinto de la catedral pudimos ver la Plaza Roja y los preparativos del 9 de Mayo…

La fachada del GUM, la del Museo de Historia y el Mausoleo de Lenin estaban tapados con gradas y gigantescos carteles alusivos… aunque tuvimos una mejor vista de la torre Spasskaya.

Visto San Basilio decidimos ir hasta el monasterio de Novodevichi, pasando antes por la catedral de Kazan (otra reconstrucción). Su interior es bonito, y es gratis.

Para llegar a Novodevichi es necesario coger el metro, la línea roja hasta Sportivsnaya y andar un poquito hasta el complejo. Es Patrimonio de la Humanidad desde 2004. Se trata de un recinto amurallado con varias iglesias y edificios, la mayoría construidos en rojo, blanco y dorado. El acceso al recinto es gratis, aunque para entrar en los edificios hay que pagar una entrada de 300 Rb y otros 100 para hacer fotos. Nosotros nos encontramos con la catedral de la Virgen de Smolensk cerrada, al igual que el Palacio de los Patriarcas y el campanario. Solo pudimos entrar en una exigua colección iconos y en una exposición fotográfica de la historia del monasterio… los rublos peor invertidos del viaje. Comimos en un parque cercano y nos dirigimos a su famoso cementerio, lleno de personajes ilustres, y una muestra de la escultura rusa libre de la censura soviética.

Ya de vuelta, atardeciendo, descubrimos el centro comercial que hay bajo la plaza Manezaya, y dimos una vuelta por el barrio de Kitai Gorod, junto a la Plaza Roja hasta la siniestra Plaza Lubyanka, donde todavía se levanta la antigua sede del KGB, hoy FSB. De camino pasamos por la histórica imprenta Sinodal, de bonita fachada.

Cansados nos fuimos hacia el metro, no sin antes ver un montón de soldados por todas partes, pues esa noche se hacía uno de los actos conmemorativos del 9 de mayo…