La Haya y Leiden ✏️ Diarios de Viajes de Holanda

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Habíamos reservado un día para visitar La Haya. Ir desde Amsterdam es muy fácil, en la Estación Central pide en ventanilla un billete para Den Haag Central (nombre holandes de La Haya), en esta web puedes mirar los horarios, pero creo que hay un tren cada cuarto de hora. www.ns.nl/ Sólo sacamos el billete de ida, creo que fueron unos 11 euros.


En tres cuartos de hora llegarás a La Haya. Para hacer una visita al parlamento puedes enviar un e-mail a esta dirección bezoekerscentrum@prodemos.nl, ellos se encargarán de asignarte un día y una hora para hacerlo, recuerda reservar con tiempo pues suelen formarse grupos muy rápidamente. La visita conjunta al parlamento y al senado cuesta 6 euros.

Llegar al Binnenhof también es muy fácil, solo tienes que seguir los letreros que te encontrarás nada más salir de la estación central (a mano izquierda, a unos 15 minutos andando desde la estación).


Después de la visita callejeamos un poco por la ciudad, era lunes y los museos estaban cerrados. De todas formas el Mauritshuis estaba de reformas y habían trasladado la colección a otro museo más pequeño. Y la "joven de la perla" estaba de viaje en Japón para una exposición, así que... habrá que volver a La Haya cuando todo esté en orden.

Habíamos quedado con una amiga holandesa para pasar el día y nos llevó a una pastelería donde probamos unas tartas típicas de Austria, riquísimas! También nos tomamos algo tranquilos en una plaza y admiramos la nueva arquitectura...


La Haya es una ciudad mucho más tranquila que Amsterdam, aunque con más coches... Hacía buen día y la gente estaba en la calle, pero no resultaba agobiante, vimos pocos turistas y a pesar de no profundizar en la ciudad, nos encantó.

Nuestra amiga nos llevó en coche a conocer su pueblo, Leiden, pasamos por la "zona rica" de La Haya, donde viven los príncipes y hay unas mansiones que quitan el hipo.
El campo holandés tiene la misma luz que hay en los cuadros, vimos tulipanes, granjas, huertas y casitas preciosas.

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Llegamos a Leiden y aunque era un poco tarde paseamos un poco por el pueblo. La ciudad de Leiden es llamada la "Ciudad-llave" (Sleutelstad en neerlandés). El origen de este símbolo de la ciudad se remonta a 1293, fecha para la que hay documentos con un sello donde aparece el apóstol Pedro (santo patrón de la ciudad), guardián de las puertas del cielo, llevando una llave.


Leiden tiene 9 molinos, entre ellos el Molen de Valk (1743), molino de grano que funciona como museo. Nos tomamos algo cerca de este molino y como estaba a dos minutos de la estación central, desde allí volvimos a Amsterdam a pasar la noche.



Habría merecido la pena dedicar un día a visitar este pueblo. Otro sitio para volver...

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