Cogemos el HIDROFOYL a primera hora de la mañana que nos llevará a Paxos. En esta isla tenemos reservado hotel en Lakka, un pequeño pueblecito al norte de la isla. La idea es alquilar una moto para visitar la Isla y el resto de pueblos importantes (Gaios y Loggos) y realizar un exusrsión a la isla de Antipaxos. Realmente nos encontramos bastante cansados ya que llevamos 4 días seguidos sin parar.
Al ir alquilar una moto nos encontramos con la sorpresa de que están todas alquiladas, y que si queremos una tendremos que despalzarnos al pueblo principal de la isla....Gaios. Como dice el refrán: "no hay mal que por bien no venga". Decidimos que estos dos días en Paxos los dedicaremos completamente al relax. Tenemos suerte, ya que nuestro hotel se encuentra en medio de una zona boscosa y practicamente a pie de playa. En Lakka la playa es sencillamente...ESPECTACULAR. Un color turquesa adorna el paisaje verde, con el pueblecito al fondo. En Lakka hay dos playas, más bien dos calas de piedras, però la imagen que se vislumbra en este pueblo es idílica.
Nos tiramos practicamente todo el día en la playa, tumbados en sendas hamacas, y por la tarde no damos una vuelta por el pueblo, donde también cenamos. El pueblo es realmente encantador. Una localidad pequeñita pero con mucha vidilla. Recomiendo, sin dudar, que si visitáis Paxos os alojéis en Lakka...no os arrepentiréis!!!
Al ir alquilar una moto nos encontramos con la sorpresa de que están todas alquiladas, y que si queremos una tendremos que despalzarnos al pueblo principal de la isla....Gaios. Como dice el refrán: "no hay mal que por bien no venga". Decidimos que estos dos días en Paxos los dedicaremos completamente al relax. Tenemos suerte, ya que nuestro hotel se encuentra en medio de una zona boscosa y practicamente a pie de playa. En Lakka la playa es sencillamente...ESPECTACULAR. Un color turquesa adorna el paisaje verde, con el pueblecito al fondo. En Lakka hay dos playas, más bien dos calas de piedras, però la imagen que se vislumbra en este pueblo es idílica.
Nos tiramos practicamente todo el día en la playa, tumbados en sendas hamacas, y por la tarde no damos una vuelta por el pueblo, donde también cenamos. El pueblo es realmente encantador. Una localidad pequeñita pero con mucha vidilla. Recomiendo, sin dudar, que si visitáis Paxos os alojéis en Lakka...no os arrepentiréis!!!