Cuarto amanecer: Camino sinuoso a Ourzazate... ✏️ Diarios de Viajes de Marruecos

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Debo decir que pasé una noche con mucha impaciencia, no quería quedarme dormida, escuché los rezos de madrugada que provenían de los altavoces de las mezquitas y me recordó a las noches de Satara, India (es un viaje que algún día me animaré a subir a un diario) y bueno para mi en lo personal me hizo invocar al amor de esa luz divina que gira en torno a todas las religiones, deseando que algún día a través de la tolerancia y el amor, podamos coincidir en ese punto de encuentro de aprendizaje, empatía y respeto.

Bueno, después de platicar un poco con mi esposo y desayunar con unos niñitos amodorrados (adormecidos), me subí a las 7:30 a.m a una "camioneta" (aquí si no sé como se les diga en España) que era una furgoneta de pasajeros de "Smart Hollidays", subiendo así mismo a toda la corte celestial para que nos acompañara en el viaje durante el día . Esta iba vacía, pero nos dirigimos a la Jama el Fna la cual a estas horas estaba vacía y en una esquina llena de camionetas como esta donde se ve que entre los de los diversos toures se ponen de acuerdo para "pasarse a la clientela" por lo que a mis hijos y a mi nos subieron a otra camioneta que ya iba llena de turistas los cuales se notaban un poco mal encarados e impacientes por lo que ante mi -Bonjour- sólo recibí a cambio un silencio sepulcral. ...como no iban a estar así y tal vez creían que era por mi culpa el retraso, pero no, ya después me di cuenta que llevaban mucho tiempo ahí varados y todavía tuvimos que esperar 30 minutos más para salir por lo que partimos hasta las 8:15 a.m de ahí, con un chofer llamado Abdul que hablaba en francés, inglés, español y obvio, árabe.

En el camino una chica brasileña se mareo después de dos horas de curvas, mi niñita se empezó a quejar de que quería "gomitar" (vomitar) y que amablemente le dijera al chofer que la llevara al hotel a hacer lo propio por lo que una chica inglesa muy amable me paso una bolsa de plástico y mi hija se rehusó a aceptarla...llegamos a una parada y a mi se me ocurrió la gran idea de darle un jugo de naranja a mi chiquita para subirle la presión ¡Oh, craso error! a la media hora ya había devuelto el jugo que tan amorosamente le compré , obvio, encima de su trajecito rojo nuevo de 80 DHS y sobre el piso del coche y limpié con todo lo que tuve a mi alcance .

Llegamos a la Kasbah cercana a Ourzazate donde un bereber (del cual no me acuerdo de su nombre) y nos llevó durante dos horas a conocer la Kasbah, explicándonos que desde hace algunos años la UNESCO interviene en programas de apoyo como el llevar agua a la región (desde la cima se veía la piscina de lo que creo era un hotel) y apoya en el mantenimiento de las poblaciones aledañas.

Hay escuela para educación inicial pero la educación media se da a 26 km de allí; se alimentan de granos como el maíz, el sorgo, frutos como almendras y dátiles y olivas que son los que aguantan la salinidad del suelo, esto todavía no es desierto,pues este está a 250 km de allí, pero se siente un calor infernal, me recordó a las comunidades indígenas que existen en mi país, olvidadas en medio de la nada y donde es tan difícil llevar agua. Que bueno que gracias a las películas que han filmado allí, se haya puesto en la mira la región para que les lleven agua ¿Cuántas Kasbahs habrá en Marruecos sin poder acceder a estos privilegios? .

Después de comer en el restaurante que nos asignaron y donde el menú completo estaba en 100 DHS (más la bebida), nos dirigimos a un museo del cine en Ourzazate (15 DHS precio para grupos) donde al entrar se veia todo polvoso y al parecer hacía mucho tiempo atrás que no filmaban nada ahí (el último registro era de 2003) pero bueno un señor muy amable disfrazó a mi pequeña como una bereber y estaba feliz sintiéndose una "hija del desierto" :).

La verdad dejaba mucho que desear el museito (ninguna gran producción) y apenas nos dieron media hora para visitarlo ya que debíamos volver a las 4:30 a Marrakech. ¡Cual no fue nuestra sorpresa al ver en el camino de regreso unos súper estudios de filmación con unos gigantes egipcios a la entrada y pasar de largo ante ellos! ¡¿Nos timaron?!, la verdad es que todos estabamos ya tan cansados que no dijimos ni pío, salvo los comentarios entre nosotros, quisimos pensar que tal vez estaban filmando algo y que por eso no nos habían llevado allí...¿Qué tal si era mi única oportunidad de conocer a Brad Pitt y se la llevó mi cansancio? ¡En fin!...

Debo decir que a pesar de las curvas el camino es sumamente interesante: las formas que hacen las montañas, observar los cambios de vegetación (donde se puede admirar), el sentir lo impasible del tiempo y sentirse pequeñito en un mundo tan diferente.

Después de un viaje de dos horas nos detuvimos en un café, donde degusté un café con leche y galletas, los chicos que atendían eran sumamente amables y hasta un vaso de leche le regalaron a mi hija. A un costado había una ecotienda de productos de Argán, que es un aceite que se obtiene del fruto de un árbol que sólo se da en Marruecos como pude constatar en la web:

En 1998, la Unesco declaró Reserva de la Biosfera Arganeraie de 2.568.780 hectáreas al suroeste de Marruecos en las que crece el argán.1 En el corazón de esta reserva se encuentra el Parque Nacional de Souss-Massa. https://es.wikipedia.org/wiki/Argania_spinosa

Este aceite se obtiene mediante medios mecánicos y para extraer unas gotas se requiere mucho esfuerzo, principalmente lo obtienen las mujeres de comunidades indígenas de la región y ahora ya se están creando las ecotiendas para el desarrollo sostenible de este.

Mi hija estuvo ahí sentada dando vueltas al extractor de piedra que utilizan y me recordó los "molcajetes" y los "metates" que usamos en México para hacer la comida , después de todo, no somos tan diferentes... No hay imagen que pueda describir plenamente todo el cariño que recibió mi hija de estas mujeres, todos los abrazos que le daban, era como si se hubiera encontrado con sus "madres del alma"; siempre llevaré esta imagen grabada en mi corazón y espero que algún resquicio en el recuerdo le quede también a ella, siempre pediré porque ellas reciban de la vida lo que merecen en realidad y no sólo lo poco que les llega (por eso me traje su tarjeta con la página web a ver si se puede hacer contacto desde mi país).

Bueno para finalizar este día sólo comentaré que llegamos a las nueve de la noche al hotel, con mucho cansancio y la mochila de la memoria llena de recuerdos, mi esposo me preguntó -¿Valió la pena la vuelta?- y le dije -Mira, es muy pronto para decirlo fueron ocho horas de curvas en este día, creo que a medida que pase el tiempo y vea las fotos de mis hijos y asimile todo, te diré que realmente valió la pena por ahora sólo quiero bañarme y dormir-.

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