26 de julio
A las 6 de la mañana me levanto, desayuno, dejo las llaves de la habitación en recepción y voy a la gasolinera del pueblo para llenar el depósito del coche. La gasolina está tirada de precio, a la mitad que en España. Cuando hagáis un road trip por estos lugares, os recomiendo ir llenando el depósito cuando os quede entre medio y un cuarto, pues os podéis pasar muchos kms sin ver una gasolinera.

Voy haciendo camino sin prisa pero sin pausa hacia el primero de los muchos parques nacionales que voy a visitar en este viaje: CANYONLANDS. Tiene 3 secciones visitables, pero solamente veré la de Island in the Sky, la más accesible.

Será un buen aperitivo para ver las maravillas que nos deparará la naturaleza en USA. Me detengo en la garita de entrada para adquirir el pase que sirve por un año entero, en vehículo particular, en todos los parques nacionales (y además para dos titulares). Aparte del pase, entregan un detallado mapa del parque, y un periódico con las novedades sobre caminatas, fauna, temperaturas... Una pasada de organización. Acto seguido, breve visita al Visitor Center para ver si pillo algo más de información, pero es más una tienda de souvenirs (con señal de prohibido entrar con armas!), y empiezo a explorar el parque. Es un parque en el que es fácil desplazarse en coche, pues la mayoría de los miradores están a pie de carretera, para poder ir parando y sacar fotos de su belleza. Hay posibilidad de caminatas, pero no son muy populares, especialmente debido al gran calor y las pocas zonas de sombra. En algunos puntos se ven aglomeraciones de gente en torno a algún ranger que, a pleno sol, explica particularidades de la erosión de la zona, la fauna o la escasa flora del parque.



Una vez visitados unos cuantos "view points", salgo del parque y entro en DEAD HORSE POINT, un parque estatal, con lo que hay que pagar entrada aparte, no sirve el Pase comprado antes. Son 10$ por coche, y la verdad es que no hay mucho que ver, es un mirador que tiene sus vistas sobre los meandros del río Colorado. Si vais justos de tiempo, no dudéis en saltaros la visita.


La intención es dirigirme al parque nacional de ARCHES, cuya entrada no está muy lejos de aquí, pero es pasado mediodía, y mi estómago ruge, así que me detengo en un Denny's poco antes de llegar a Moab y degusto un delicioso plato combinado. Con el estómago lleno, me veo con fuerzas para atacar el PN de ARCHES, que parece pequeño, pero en realidad tiene mucho que ofrecer.

Durante las 5 horas largas que paso en Arches, puedo ver formaciones rocosas muy curiosas, pero sobre todo, montones de arcos naturales, formados por la erosión del viento. Aquí sí que decido hacer varias caminatas: hasta el Double Arch, el loop del Landscape Arch...





La tarde se pone fea, y cuando estoy a varios kms del coche, empieza a gestarse una tormenta con relámpagos y truenos. Estoy lejos, así que vuelvo rápido para que no me pille la lluvia.
He visto muchas maravillas, pero he dejado lo mejor para mañana: el Delicate Arch, el que sale en las matrículas de los vehículos de Utah. El camino de salida del parque lo hago bajo la lluvia, ha ido de poco. En poco menos de una hora, llego al Book Cliff Lodge Motel, en Green River. Estoy agotado. Enfrente del motel hay una gasolinera, así que voy a llenar el depósito otra vez, aunque está a más de la mitad, y de paso, aprovecho para hacer unas compras: champú y cuchillas de afeitar, pan bimbo y embutidos y queso para hacer bocadillos, además de unos refrescos. Tras una cena rápida, voy a dormir, para recuperar el sueño acumulado en los dos días anteriores.
27 de julio
Me levanto temprano y dejo las llaves en el buzón de recepción, aún no hay nadie allí. Me dirijo de nuevo a Arches, para concluir la visita y ver el Delicate Arch. Llego al parque sobre las 7:45, y desayuno las sobras de la cena de ayer antes de entrar. La caminata no es dura, cerca de una hora, pero lo que mata es el calor, incluso a esta temprana hora de la mañana. De todas maneras, vale la pena. Es espectacular. Situado en un rincón de un anfiteatro natural, ofrece una de las más bellas vistas que he tenido la suerte de ver "in situ".



Podría pasar horas aquí, pero tengo muchos kms por delante y debo partir, pero no sin antes visitar un par de arcos más que ayer dejé por el camino y cuya visita no roba demasiado tiempo.

Al salir del parque, pongo rumbo al sur, y tras un rato de conducción, llego a Blanding, donde paro a comer en un "steak house", y a comprar provisiones por si llego muy tarde a Page. Salgo de la carretera principal, la 191, para coger el desvío que lleva hasta NATURAL BRIDGES NATIONAL MONUMENT.


Sirve el pase de los PN, genial, aunque no voy a estar mucho rato. El recorrido lo hago sin bajar del coche más que en los miradores de los 3 puentes naturales que se ven desde la carretera. La diferencia con los arcos, es que los puentes están provocados por la erosión del agua, no del viento. Desde la carretera se ven enormes, pero el descenso hasta el cañón, y aún peor, el posterior ascenso, me hacen abandonar la idea de bajar a verlos de cerca. Además, empiezan a caer 4 gotas... Vuelvo a la 191 para seguir hacia el sur, y el GPS indica que la ruta hacia Monument Valley, pasa por carreteras sin asfaltar. Le pido rutas alternativas, pero acabo bajando por la ladera de una montaña en caminos de tierra, bien compactada eso sí, con un mirador sobre el valle con unas vistas geniales. No puede faltar en él un indio vendiendo bisutería a un precio desorbitado. Al cabo de poco rato, encuentro con el desvío que lleva a GOOSENECKS STATE PARK, un mirador sobre los meandros del río San Juan, de acceso gratuito y vistas maravillosas, con tienda de indios para vender collares incluida. El mirador está apenas a unos 6 kms de la carretera 191, así que la visita no os robará más de 20 minutos, y vale la pena.




Siguiendo la ruta hacia el sur, con las carreteras interminables, veo como una enorme tormenta se está gestando frente a mi, y voy derecho a ella. Empieza a diluviar poco después de atravesar Mexican Hat.


Aparte de la lluvia, niebla, visibilidad reducidísima. No voy deprisa, pero cuando veo el letrero que da la bienvenida al estado de Arizona, sé que me he pasado y tengo que dar marcha atrás un par de kms, hasta ver el desvío que conduce a MONUMENT VALLEY. Para de llover. Pago los 5$ de la entrada del parque tribal, y empiezo a sacar fotos desde el mirador del aparcamiento del restaurante. Es precioso, con los rayos cayendo al fondo. Dudo si hacer el recorrido con el coche por el valle, pues se puede hacer en el vehículo propio o alquilar los servicios de los indígenas con sus todo-terrenos. Al final me decido y lo hago con mucho cuidado de no quedar atrapado en el barro que se ha formado, pues el recorrido es sobre tierra, y con la que ha caído... No da mucho de sí a menos que tengas un montón de tiempo para ir parando y hacer algún paseo, pero vistas las tres o cuatro figuras más emblemáticas, doy media vuelta y acabo el recorrido. El coche ha quedado rojo, pero está "ileso". Acabado el recorrido, para aliviar un poco la tensión de conducir en esas condiciones, doy un paseo por el visitor center y la tienda de souvenirs.




Salgo de Monument Valley y continúo la ruta hacia el sur. Ahora sí que entro en Arizona (hay que cambiar la hora del reloj), y puedo sacarle al coche todo lo que tiene dentro. Si me pilla la policía, derecho a la cárcel, sin multa ni nada. Aún habiendo corrido de lo lindo, llego a Page tardísimo, cerca de las 9 de la noche. Se nota que llegas desde lejos, pues las 3 chimeneas de la fábrica/central de la entrada se ven a varias millas.

Localizo el Red Rock Motel, en el que voy a pasar las 3 noches siguientes, y procedo al registro. El propietario no está, y el hombre que atiende está bastante borracho, así que el proceso se alarga más de lo que debería. Le pido un descuento por pagar en efectivo y acepta, un 10% menos! La habitación no es lujosa, pero grande y con cocina y nevera, un poco de patio con barbacoa y cuerdas para tender la ropa. Preparo unos bocadillos y ceno en la terraza, lástima del viento...