Un Largo Viaje
Norte Italia – Croacia – Eslovenia
Agosto 2008
Norte Italia – Croacia – Eslovenia
Agosto 2008
Los Preparativos
Planificar un viaje supone pasar ya a un estado mental viajero, aún sin haber salido de casa, pensando en los trámites a realizar, cosas necesarias a llevar, sitios a conocer, medios de transporte a utilizar. Todo viaje es un viaje interior, y este comienza en el momento mismo en que se toma la decisión de hacer un viaje y se inicia su planificación; se rompe con la rutina y con los pensamientos habituales, aparece la ilusión, y según toma cuerpo el proyecto, el viaje se irá retroalimentando y haciéndose a sí mismo.
La primera idea de viaje surgió cuando le propuse a mi hijo Adrián, 10 años, cruzar Europa de norte a sur, en coche, por el llamado camino español, que partiendo de Milán, nos llevaría hasta Bruselas, atravesando la Lombardía, Francia-sureste, el antiguo franco-condado, Alsacia y Luxemburgo. Y tras hablarlo con Elena, me puse a recabar información. Conforme consultaba mapas, leía comentarios de viajeros y veía fotos de sus viajes, empezó a entrarme curiosidad por Croacia y Eslovenia, porque todos hablaban muy bien de ellos y las fotos mostraban paisajes y ciudades estupendos, a veces de ensueño. Y Dubrovnik aparecía como un destino muy apetecible. En esa dirección, de Milán hacia el este, también el norte de Italia era muy atractivo, con ciudades como Verona o Venecia.
Y el viaje decidió el recorrido por si mismo. No iríamos hacia el norte, sino hacia el este; de Milán hasta Venecia, recorriendo la gran llanura del norte de Italia. Luego giraríamos hacia el sur, siguiendo la línea de la costa adriática, y visitaríamos Eslovenia y Croacia, hasta llegar a su extremo meridional, Dubrovnik, para desde aquí remontar hasta Milán.
Perfilamos el recorrido, y decidimos que en Italia visitaríamos el Lago de Como, Bérgamo, Verona, y Venecia. A partir de ahí lo dejamos más abierto, de manera que en Eslovenia sólo marcamos Pirán, en la costa, y Liubliana, su capital, y en Croacia, Dubrovnik y los lagos de Plivitce. Por el camino iríamos decidiendo que más visitar.
Al ir en coche, no reservamos nada de hoteles. Sería un viaje abierto, si algún sitio nos gustaba más, nos quedaríamos más, si no, carretera. Estuve mirando hoteles rurales por el norte de Italia, y no estaban mal, había buena oferta. Y en Eslovenia y Croacia los viajeros comentaban que allí había oferta privada de sobra, tanto de apartamentos como de habitaciones, y lo mejor era buscar sobre el terreno. Eso haríamos. Solo reservé la primera noche en Milán, en el Novotel nord ca granda, gracias a la información que me dio una forera que acababa de volver de Milán. Una oferta de 89 euros por una habitación triple en la ciudad misma, al norte. El resto de noches, iríamos buscando sobre la marcha.
El tema del coche me llevó un tiempo. Incluso pregunté precios para llevar el coche desde Las Palmas hasta Barcelona, y no era caro. Pero analizando las distancias, convenimos que mejor lo alquilábamos en Milán, por que son muchos kilómetros desde la ciudad condal, y perderíamos mínimo tres días de vacaciones en ir y volver. Leyendo en los foros sobre la experiencia de los viajeros conseguí mucha información útil a la hora de alquilar un coche. Tras mucho mirar en internet, me decanté por una compañía que tenía una buena oferta, www.ealquilerdecoches.es. Me puse en contacto con ellos para pedir presupuesto, y contestaron pronta y atentamente, y dándome todo tipo de información. El coche era un Ford focus estate, el ranchera, a 766 euros para 25 días. No me interesaba el seguro que ellos ofrecían, pues era a todo riesgo sin inclusión de lunas ni ruedas, lo primero que se rompe si te roban o si te comes un bordillo. Entonces ellos hablaron con Avis en Milán, que era el proveedor, y me mandaron un mail donde me decían que Avis me ofrecía el seguro total por sólo 200 euros adicionales por los 25 días, un buen precio, sin duda. Preferí coger esta cobertura total para poder ir tranquilo todo el viaje respecto de cualquier percance que pudiera sufrir el coche y no llevarme sorpresas en la factura a la vuelta. Luego resultó que era incluso un poco más barato, y se quedó en 190 euros. Hice la reserva con esta agencia, y con ello dejé el tema resuelto.
El billete de avión lo reservé con iberia, que tenía muy buen precio y horario, 355 euros ida y vuelta desde Las Palmas a Milán. Y saqué un seguro de viaje para los tres, unos 70 euros, para cubrirnos respecto de accidentes o enfermedades que nos pudieran sobrevenir en el viaje, y cerca estuvimos de tener que utilizarlo. Es una buena inversión viajera, la de los seguros. Normalmente no pasa nada, pero cuando pasa, das gracias por tener cubiertas esas incidencias que te pueden arruinar el viaje o dejarte seca la cartera. Eso me pasó en Brasil, en el 2006, que una gastroenteritis me dejó doblado dos días en el hotel, y el coste del médico y medicinas fue tremendo, pero luego me lo reintegró la compañía aseguradora.
Reservé también la entrada para visitar Il Cenacolo, la última cena pintada por Leonardo da Vinci. Y ello siguiendo las recomendaciones de los foreros. No pude hacerlo por la página de internet, porque daba para fechas muy lejanas, pero llamé por teléfono y me atendieron en español, muy amablemente. La reserva previa es necesaria porque se agotan las entradas y para el mismo día no hay nada, eso lo pudimos ver allí mismo. Yo reservé con unos 15 días de antelación. La entrada es barata, son 6,5 euros cada adulto, y los niños hasta 18 años no pagan. La información está en la página www.cenacolovinciano.org/sito/home.html. Hay que tener cuidado, ya que hay paginas turísticas que ofrecen billetes a precios desorbitados.
Respecto del dinero, nos decantamos por llevar una cantidad inicial no muy elevada, y luego usa la tarjeta visa tanto para pagar como para retirar el dinero. Para mi es lo más rentable, porque aunque cobran comisión por retirar el dinero, me compensa el no tener que andar de viaje con grandes cantidades de dinero encima.
Y con mucha ilusión y ganas, y con las correspondientes guías de turismo en el bolsillo, emprendimos el Largo Viaje.
Y el viaje decidió el recorrido por si mismo. No iríamos hacia el norte, sino hacia el este; de Milán hasta Venecia, recorriendo la gran llanura del norte de Italia. Luego giraríamos hacia el sur, siguiendo la línea de la costa adriática, y visitaríamos Eslovenia y Croacia, hasta llegar a su extremo meridional, Dubrovnik, para desde aquí remontar hasta Milán.
Perfilamos el recorrido, y decidimos que en Italia visitaríamos el Lago de Como, Bérgamo, Verona, y Venecia. A partir de ahí lo dejamos más abierto, de manera que en Eslovenia sólo marcamos Pirán, en la costa, y Liubliana, su capital, y en Croacia, Dubrovnik y los lagos de Plivitce. Por el camino iríamos decidiendo que más visitar.
Al ir en coche, no reservamos nada de hoteles. Sería un viaje abierto, si algún sitio nos gustaba más, nos quedaríamos más, si no, carretera. Estuve mirando hoteles rurales por el norte de Italia, y no estaban mal, había buena oferta. Y en Eslovenia y Croacia los viajeros comentaban que allí había oferta privada de sobra, tanto de apartamentos como de habitaciones, y lo mejor era buscar sobre el terreno. Eso haríamos. Solo reservé la primera noche en Milán, en el Novotel nord ca granda, gracias a la información que me dio una forera que acababa de volver de Milán. Una oferta de 89 euros por una habitación triple en la ciudad misma, al norte. El resto de noches, iríamos buscando sobre la marcha.
El tema del coche me llevó un tiempo. Incluso pregunté precios para llevar el coche desde Las Palmas hasta Barcelona, y no era caro. Pero analizando las distancias, convenimos que mejor lo alquilábamos en Milán, por que son muchos kilómetros desde la ciudad condal, y perderíamos mínimo tres días de vacaciones en ir y volver. Leyendo en los foros sobre la experiencia de los viajeros conseguí mucha información útil a la hora de alquilar un coche. Tras mucho mirar en internet, me decanté por una compañía que tenía una buena oferta, www.ealquilerdecoches.es. Me puse en contacto con ellos para pedir presupuesto, y contestaron pronta y atentamente, y dándome todo tipo de información. El coche era un Ford focus estate, el ranchera, a 766 euros para 25 días. No me interesaba el seguro que ellos ofrecían, pues era a todo riesgo sin inclusión de lunas ni ruedas, lo primero que se rompe si te roban o si te comes un bordillo. Entonces ellos hablaron con Avis en Milán, que era el proveedor, y me mandaron un mail donde me decían que Avis me ofrecía el seguro total por sólo 200 euros adicionales por los 25 días, un buen precio, sin duda. Preferí coger esta cobertura total para poder ir tranquilo todo el viaje respecto de cualquier percance que pudiera sufrir el coche y no llevarme sorpresas en la factura a la vuelta. Luego resultó que era incluso un poco más barato, y se quedó en 190 euros. Hice la reserva con esta agencia, y con ello dejé el tema resuelto.
El billete de avión lo reservé con iberia, que tenía muy buen precio y horario, 355 euros ida y vuelta desde Las Palmas a Milán. Y saqué un seguro de viaje para los tres, unos 70 euros, para cubrirnos respecto de accidentes o enfermedades que nos pudieran sobrevenir en el viaje, y cerca estuvimos de tener que utilizarlo. Es una buena inversión viajera, la de los seguros. Normalmente no pasa nada, pero cuando pasa, das gracias por tener cubiertas esas incidencias que te pueden arruinar el viaje o dejarte seca la cartera. Eso me pasó en Brasil, en el 2006, que una gastroenteritis me dejó doblado dos días en el hotel, y el coste del médico y medicinas fue tremendo, pero luego me lo reintegró la compañía aseguradora.
Reservé también la entrada para visitar Il Cenacolo, la última cena pintada por Leonardo da Vinci. Y ello siguiendo las recomendaciones de los foreros. No pude hacerlo por la página de internet, porque daba para fechas muy lejanas, pero llamé por teléfono y me atendieron en español, muy amablemente. La reserva previa es necesaria porque se agotan las entradas y para el mismo día no hay nada, eso lo pudimos ver allí mismo. Yo reservé con unos 15 días de antelación. La entrada es barata, son 6,5 euros cada adulto, y los niños hasta 18 años no pagan. La información está en la página www.cenacolovinciano.org/sito/home.html. Hay que tener cuidado, ya que hay paginas turísticas que ofrecen billetes a precios desorbitados.
Respecto del dinero, nos decantamos por llevar una cantidad inicial no muy elevada, y luego usa la tarjeta visa tanto para pagar como para retirar el dinero. Para mi es lo más rentable, porque aunque cobran comisión por retirar el dinero, me compensa el no tener que andar de viaje con grandes cantidades de dinero encima.
Y con mucha ilusión y ganas, y con las correspondientes guías de turismo en el bolsillo, emprendimos el Largo Viaje.